Intervención del presidente del Gobierno en el Berlin Foreign Policy Forum de la Körber Stiftung

24.11.2020

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Berlín

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ

Muchas gracias. Permítanme agradecer a la Körber Stiftung que me hayan invitado a participar en este Foro de política exterior de Berlín. Creo que es una excelente oportunidad participar en un debate sobre cuestiones fundamentales con personas de distintos países y con distintas trayectorias, con expertos en relaciones internacionales y con jóvenes estudiantes deseosos de hacer preguntas.
Nos enfrentamos a tiempos muy difíciles. Me gustaría recordar a todas las víctimas que la COVID-19 está dejando en el mundo. Nuestros pensamientos deben estar con ellos y con sus familias. También hay miles de personas, en el mundo y también en Europa, que sufren la crisis económica que ha provocado la pandemia; personas que han perdido su trabajo, personas que esperan que resolvamos sus problemas. Estas personas tienen que sentir que La Unión Europea está con ellas. Debemos demostrarles que Europa es resiliente y generosa y que tiene las herramientas para superar la situación. Y eso es lo que debemos conseguir también en esta ocasión.
De hecho, ya lo estamos consiguiendo, con el acuerdo histórico alcanzado en julio para la creación del Fondo de recuperación Next Generation EU, una cantidad de recursos sin precedentes que serán distribuidos entre los estados miembros. Una decisión de esta índole era inconcebible hace sólo unos meses. Debemos felicitarnos por la visión de estado de todos los líderes europeos, incluida la canciller Merkel, por haber estado a la altura de lo que la historia nos exigía.
Sin embargo, este es solo el primer paso. Europa debe seguir avanzando para salir de la pandemia transformada y mejorada. La Europa que viene debe ser verde, digital, cohesionada y feminista.
Este horrible año 2020 pasará a la historia por la cantidad de vidas perdidas y por la trágica crisis económica provocada por la pandemia, pero también porque supone un punto de inflexión para la creación de la Europa del futuro.
En este sentido, el proyecto europeo es más necesario que nunca, para evitar cualquier atisbo de paralelismo entre esta crisis de 2020 y la gran crisis de los años veinte, que desembocó en la Segunda Guerra Mundial.
Tenemos que salir reforzados de manera que podamos ofrecer a nuestros hijos una vida mejor en un mundo más sostenible. Es por ello por lo que el fondo de recuperación se llama Next Generation EU, porque tiene que ver con el desarrollo sostenible y con la vida.
En esta crisis mundial, Europa debe convertirse en un proyecto cada vez más atractivo con un papel reforzado Y esto solo puede conseguirse de una forma: liderando procesos mundiales como el multilateralismo o la Agenda 2030.
Cuanto más profundicemos en los valores en los que creemos, más beneficios obtendremos. No se trata de ser inocentes. En nuestras relaciones con Estados Unidos, por ejemplo, Europa no necesita volver a su zona de confort, sino que debemos trabajar en una relación que es clave, como un socio en pie de igualdad, como un socio fiable, intentando también reforzar el cumplimiento de los principios que todos compartimos, e intentando que Estados Unidos avance cada vez más hacia nuestra dirección en este sentido.
Con China, por ejemplo, es más difícil; porque China es hoy un país sistémico, y para nosotros es de hecho un adversario sistémico: Nuestros sistemas son diametralmente opuestos en muchos sentidos; y aquí querría subrayar la cuestión de los derechos humanos. Pero, al mismo tiempo, nuestra relación con China debe ser estratégica porque China, para nosotros, es un adversario sistémico, pero no un rival estratégico. En muchos aspectos puede ser un socio.
Europa debe ser valiente e inteligente. Tenemos que evitar ambos extremos del espectro en nuestra forma de pensar: ni vivimos es una situación ideal, ni hemos perdido ya el tren de la modernización frente a Estados Unidos y China. Ninguna de estas ideas es totalmente cierta. No tenemos que pasar de la complacencia excesiva a la depresión. Aún podemos hacer mucho, no sólo por nosotros, sino por el mundo; pero si hay algo cierto es que juntos somos más fuertes.
Por eso, con el fin de mantener vivo el proyecto europeo y reforzar el papel de Europa en el mundo, imagino una Unión Europea que sea
- Más digital y ecológica
- Con mayor cohesión territorial y social
- Que siga avanzando de manera constante hacia la igualdad real de género
- Que refuerce su autonomía estratégica dentro de un sistema abierto
- Que apoye de manera constante el multilateralismo y que atraiga a terceros a hacer lo mismo
- Que avance hacia una mayor integración económica y monetaria
- Que se enfrente al fenómeno migratorio con solidaridad y humanidad, además de responsabilidad, sin dar pasos hacia atrás con la imposición de fronteras internas, algo que creíamos que ya habíamos superado
- Que mantenga sus puertas abiertas a la ampliación para aquellos estados que cumplan los requisitos
- Y que preste una atención especial a sus vecinos, en el Este y el Sur, pero también en el resto del mundo, especialmente en África, Asia e Iberoamérica, la cual es una región crucial para los intereses de España.
La Unión Europea sólo podrá salir reforzada de esta crisis si cumple estas premisas.
Ya hemos iniciado el proceso, porque hemos puesto en marcha poderosos e inéditos mecanismos como el fondo Next Generation EU, pero debemos continuar en esta línea. Nuestros ciudadanos nos lo piden y debemos dárselo.
Muchas gracias por la invitación, estoy deseoso de comenzar esta conversación con usted y el resto de los compañeros. Muchas gracias por la invitación.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en inglés)