Conferencia de prensa del presidente del Gobierno

26.12.2014

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Madrid

Presidente.- Buenos días a todos. Comparezco ante ustedes para hacer balance de lo que ha sido este año 2014 que está a punto de concluir.

Como saben, acaba de terminar la última reunión del Consejo en la que, entre otras cosas, hemos aprobado los decretos sobre revalorización de las pensiones en un 0'25 por 100 y del Salario Mínimo Interprofesional en un 0'5 por 100.

También hemos prorrogado tres meses más la tarifa plana de cien euros a la cotización a la Seguridad Social por la contratación indefinida. La prórroga será aplicable a las empresas que formalicen contratos de carácter indefinido entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de marzo del mismo año.

Además, hemos aprobado nuevas medidas de sostenibilidad financiera para las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales. Hemos aprobado también el Anteproyecto de ley de Auditoría de Cuentas y el Acuerdo sobre la Estrategia de Acción Exterior.

En el caso de las pensiones y el Salario Mínimo Interprofesional, quiero subrayar que, si bien son subidas modestas, tienen un mayor efecto en capacidad de compra respecto al dato nominal, porque coinciden con una tasa de inflación igual a cero o negativa. La subida del Salario Mínimo Interprofesional coincide, a su vez, con la subida media pactada en los convenios por los agentes sociales, que se sitúa también en el entorno del 0,5 por 100 en 2014.

Encontrarán la información sobre todos los acuerdos en la Referencia del Consejo de Ministros y, si quieren, podemos volverá a ello en las preguntas posteriores.

En cuanto al balance del año, intentaré ser breve, pero ha sido un año intenso, con muchos asuntos que han ocupado nuestro interés a los que no puedo dejar de hacer mención, aunque sea de manera muy sucinta.

Como saben, nuestra principal prioridad sigue siendo el bienestar de los españoles y así será hasta que recuperemos el que se llevó la crisis económica. Desde ese punto de vista, si ustedes recuerdan, hace un año les pronostiqué un 2014 mucho mejor y esa previsión se ha cumplido con creces.

En el segundo y tercer trimestre de este año se han creado en España 550.000 empleos, en términos de la EPA, y a falta de conocer los datos de diciembre, la Seguridad Social ha incrementado durante este año en 338.000 personas el número de sus afiliados. En los últimos doce meses la afiliación ha crecido un 2.5 por 100, es decir, más de 400.000 personas. Estoy convencido de que los datos correspondientes al mes de diciembre, que se publicarán, como saben, en pocos días, van a confirmar esta tendencia.

Como saben, el empleo es para el Gobierno un asunto central y en ese aspecto el cambio registrado en este año 2014 ha sido sustancial: después de siete años de crisis y caídas ininterrumpidas, este año, por primera vez desde 2007, se ha creado empleo neto en España. Ése es el cambio más importante y el que marca un antes y un después. Hemos pasado de destruir empleo a crearlo, de aumentar el paro a reducirlo.

"El año que viene, cuando comparezca de nuevo ante ustedes, habrá en España menos personas en paro y más personas trabajando y cotizando a la Seguridad Social". Éstas son las palabras que pronuncié ante ustedes hace doce meses. El pronóstico se ha confirmado plenamente y, con ese aval, hoy me atrevo a decirles, en esta cuestión del empleo que para nosotros es crucial: 2015 será un año mucho mejor que 2014.

Quiero decirles también que cada uno de los números de las estadísticas de empleo es mucho más que una magnitud económica. Cada una de esas cifras corresponde a una persona. Las personas que han encontrado un empleo este año son personas más satisfechas y más seguras; pero también son un motivo de esperanza para todos aquellos que todavía no han encontrado empleo.

Desde enero y hasta noviembre se han creado en España 71.500 nuevas empresas. La creación neta de empresas aumenta a un ritmo de casi el 5 por 100 respecto al año pasado y del 10 por 100 respecto al año 2011. La Seguridad Social ha recuperado ya una buena parte de las empresas que se habían dado de baja durante los peores momentos de la crisis. España ha adelantado diecinueve puestos en el informe del Banco Mundial que mide la facilidad para crear empresas y la eliminación de las trabas burocráticas.

La competitividad que ha ganado nuestra economía, el 2'3 por 100, gracias a las reformas se plasma en el gran comportamiento del sector exterior. España es uno de los países desarrollados con mayor dinamismo exterior. Nuestras exportaciones suponen el 34 por 100 del PIB, muy por delante de países como Estados Unidos, Japón o Francia, y también superamos a Italia o Reino Unido. Entre los países del G-7 sólo nos supera Alemania en capacidad exportadora.

La corrección de los desequilibrios de nuestra economía nos ha convertido en un país de referencia para los inversores internacionales. Estamos entre los diez países del mundo que más inversión directa reciben y somos el primero de Europa.

Quiero destacar, por último, el control de la inflación, que ha sido, en el conjunto del año, del 0 por 100. Este hecho tiene dos lecturas fundamentales: la primera es que llevamos catorce meses recortando nuestro diferencial con la media de la Unión Europea y especialmente con Alemania; es decir, ganamos competitividad para nuestras exportaciones. En segundo lugar, una inflación estable, como les decía, tiene un enorme componente social, porque mantiene la capacidad adquisitiva de salarios y de prestaciones sociales. Por eso este año 2014 las pensiones, lejos de reducirse o congelarse, habrán ganado algo de poder adquisitivo y el resto de las rentas, con unos precios del consumo en retroceso en estos últimos meses, también lo están ganando.

En resumen, como ya he dicho en alguna ocasión, éstas son las primeras Navidades de la recuperación: recuperación en términos de empleo, de crecimiento económico y de actividad.

En apenas tres años, los españoles han conseguido dar la vuelta a la situación y a la imagen del país: donde antes se percibía desconfianza, hoy encontramos seguridad; donde antes se destruía empleo de manera sistemática, hoy vemos un proceso continuado y creciente de creación de puestos de trabajo y de recuperación de las cotizaciones a la Seguridad Social. Si el año pasado la economía se contrajo un 1'2 por 100, este año habrá crecido un 1'3 o un 1,4 por 100, según los datos del Banco de España; es decir, un vuelco de más de dos puntos y medio.

Ésta es la realidad: España crece más que la mayoría de nuestros socios europeos y es el país que hoy en día más empleo crea en Europa. Ya sé que a algunos les cuesta creerlo, pero ésa es la realidad que ya nadie puede negar.

Quiero decir que nunca hemos engañado a los españoles sobre la situación de nuestra economía, nunca. No lo hemos hecho ni cuando las cosas estaban muy mal, ni ahora que van mejor. Nunca hemos caído en el triunfalismo. Siempre hemos sido prudentes y siempre hemos querido que la realidad nos corrigiera nuestras previsiones en positivo y no a la baja.

Ahora seguimos siendo prudentes; pero desde esa prudencia puedo asegurar que España crece económicamente, que crece con bases sólidas y que lo hace claramente por encima de la media europea. Más aún, puedo asegurarles que, si las condiciones favorables en el entorno internacional --tipo de cambio del euro o precio del petróleo-- se mantienen, 2015, que será un año bueno, puede ser un año muy bueno para nuestra economía.

Si el año 2012, como ya les dije en alguna ocasión, fue el año del ajuste y 2013 el de las reformas, 2014 ha sido el de la recuperación y 2015 será el año del despegue definitivo de nuestra economía.

Insisto, éstas son las primeras Navidades de la recuperación y digo las primeras porque tendrán que venir más. Necesitamos que este impulso se mantenga en el tiempo para recuperar las secuelas que ha dejado la crisis en la sociedad española. Ése también es un objetivo que se ha marcado mi Gobierno.

Señoras y señores, cuando destaco tanto los datos de la evolución económica es porque constituyen los pilares de las políticas que buscan el bienestar de los españoles.

Me gustaría detenerme unos momentos sobre la cuestión de la política social, porque creo que es importante aportar datos y que no sólo escuchemos eslóganes sobre este asunto.

España ha conseguido superar la peor etapa de la crisis, la peor, sin menoscabar lo sustancial de nuestro sistema de protección social. Más de la mitad del gasto contemplado en los Presupuestos Generales del Estado, casi el 54 por 100, es gasto social.

Dentro de este capítulo merece una especial referencia el sistema de pensiones públicas. En el Debate de Investidura, celebrado ahora hace tres años, como a buen seguro recuerdan, puse una línea roja en el ámbito de los necesarios ajustes: las pensiones. Y así, mientras otros países se han visto obligados a recortar sus pensiones entre un 10 y un 15 por 100 de media, en España se pagan más pensiones y más altas que antes de comenzar la crisis y no ha habido que hacer esos recortes. En 2014 se están pagando cuatrocientas mil pensiones más que en 2011 y en el próximo año, que comienza dentro de unos días, dedicaremos al pago de las pensiones más de 360 millones de euros al día, hasta alcanzar una cifra record que se acercará a los 132.000 millones de euros.

En cuanto a prestaciones por desempleo, las cifras definitivas correspondientes al pasado ejercicio superaron los 30.000 millones de euros, es decir 82,5 millones de euros cada día en pagar prestaciones por desempleo.

Y ya que hablamos de desempleo quiero destacar que las políticas de fomento del empleo crecerán el año que viene un 16,5 por 100. Ello es consecuencia del Acuerdo Social para la activación del Empleo que firmamos hace unos días, en esta misma sala, con los representantes de organizaciones sindicales y las patronales. Se trata de un acuerdo por el que más de cuatrocientas mil personas recibirán ayuda para lograr su integración efectiva en el mercado laboral. Quiero insistir ahora en lo que ya dije entonces: después de tanto esfuerzo realizado en estos tres años, los españoles se han ganado un margen para poder hacer este tipo de políticas que llevan la esperanza a las personas. Antes no podíamos hacer determinados programas de actividad económica, no era posible; ahora ya es posible y por eso los hacemos.

Si me permiten, también me gustaría poner de manifiesto el importante componente social que supone la reforma fiscal que entrará en vigor el 1 de enero. Como saben, esta reforma supone una bajada general de impuestos, el 12,5 por 100, pero tiene como principales beneficiarios a las personas con rentas más bajas: 1.600.000 contribuyentes dejarán de tributar y aquellos con rentas inferiores a los doce mil euros cobrarán su sueldo de enero ya sin retenciones. El descenso medio para aquellos españoles cuyas rentas no sobrepasen los veinticuatro mil euros será del 23'5 por 100. Además, las familias numerosas y aquellas que tengan personas discapacitadas a su cargo tendrán un impuesto negativo; es decir, cobrarán la deducción íntegra de forma que, si sus rentas no les permiten acceder a la deducción completa, podrán obtenerla mediante un cheque del Estado.

Creo, sinceramente, que esta reforma fiscal, no sólo va a poner en los bolsillos de los contribuyentes nueve mil millones de euros; creo que va a ser el espaldarazo definitivo al crecimiento económico y a la competitividad empresarial en nuestro país.

Señoras y señores, también quiero hacer mención en este balance de final de año a Europa y a los cambios que llegan desde allí.

Desde hace décadas Europa es el gran proyecto que convoca y que aglutina al conjunto de la sociedad española. Lo que en su día fue un sueño, hoy se construye paso a paso, dato a dato, realidad a realidad. Y en este año ese proyecto europeo también ha avanzado sustancialmente.

Después de las elecciones y de la renovación que han traído a las instituciones europeas, España consiguió una comisaría doble de gran importancia, ya que se refiere, ni más ni menos, que a los asuntos de energía y cambio climático. Creo que la experiencia, el conocimiento y la actitud de Miguel Arias Cañete es el mejor aval para defender los cambios que Europa necesita acometer en esta área y que tanta importancia tienen para nosotros. En este aspecto es destacable que las demandas españolas sobre interconexiones energéticas hayan sido asumidas como prioridades de las políticas comunitarias

Éste ha sido también el año en el que ha echado a andar la Unión Bancaria, una pieza fundamental del proceso de construcción europea y un instrumento para que no se repitan crisis financieras como las que hemos vivido recientemente. También en este año se han sentado las bases del plan de reactivación económica para el continente, que ha presentado el presidente de la Comisión, el nuevo, Jean Claude Juncker.

Creo que también es conveniente recordar, en lo que supone de recuperación de la imagen internacional de España, el hecho de haber logrado entrar a formar parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como miembro no permanente durante los dos próximos años. Desde ese Consejo, España seguirá defendiendo los principios en los que se asienta nuestra convivencia: la libertad, el respeto a los derechos humanos, la democracia y la cooperación entre las naciones.

En otro orden de cosas, una de las principales preocupaciones de los españoles durante este año han sido las relacionadas con los asuntos de corrupción. Es una preocupación lógica, justificada y compartida por el Gobierno. La acumulación de escándalos relacionados con la corrupción causa alarma social, quiebra la confianza de los ciudadanos en sus representantes y extiende una sombra de sospecha sobre todos los políticos honrados.

Desde el inicio de la Legislatura, el Gobierno ha adoptado medidas de mayor control de la actividad de los partidos políticos y sus finanzas; pero este año ha ofrecido una respuesta integral y ambiciosa a esta preocupación. Hemos presentado ante el Parlamento un amplio paquete de medidas administrativas y legislativas para mejorar la lucha contra la corrupción y hacer frente al deterioro que estos casos están produciendo en la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Ahí se encuadran la Ley de Enjuiciamiento Criminal, cuya reforma acabamos de aprobar, la Ley de Control económico y financiero de los partidos políticos, y el Estatuto del Alto Cargo, y también las enmiendas que acabamos de presentar recientemente al Código Penal. Además, como ustedes saben, hace quince días se ha puesto en marcha el Portal de la Transparencia que sienta una nueva forma de relación entre los ciudadanos y la Administración.

Señoras y señores, toda esta labor reformista, la que hemos hecho a lo largo de este año y de lo que va de Legislatura, ha sido posible gracias a la estabilidad: estabilidad política y estabilidad institucional. Esto es lo que nos ha permitido pisar suelo firme para poder avanzar en las reformas de todo tipo que hemos emprendido.

Por eso defiendo, y seguiré defendiendo, que la estabilidad es una virtud que hace avanzar a las sociedades, que da seguridad a las personas y a las empresas, y delimita el marco de las discrepancias entre las distintas formaciones políticas. Eso es lo que significa para mí la estabilidad que nos ha garantizado la Constitución de 1978.

Por lo que se refiere a Cataluña, lamento que algunos hayan abandonado lo que debe ser la prioridad de cualquier gobernante: solucionar problemas en vez de crearlos y atender al bienestar de las personas. El Gobierno de España va a seguir velando por los intereses de los ciudadanos de Cataluña, apoyando a sus empresas, trabajando para que allí también haya una sólida recuperación lo antes posible y, desde luego, propiciando la concordia y el entendimiento entre catalanes.

Y hablando de estabilidad institucional, no puedo terminar este balance del año sin hacer mención a la manera modélica en que se produjo, también en 2014, el relevo en la Jefatura del Estado. Quiero reconocer, una vez más, a Don Juan Carlos su entrega para con los españoles durante tantos años y felicitar a Don Felipe por el excelente desempeño de sus funciones durante estos primeros meses de su reinado, como hemos podido constatar hace unas horas con su primer mensaje navideño.

Y quiero, por último, felicitar a los trabajadores de la Sanidad española que han sabido hacer frente a una crisis tan grave como fue el caso del contagio del ébola. Todos nos felicitamos de que Teresa Romero este viva y que nadie más haya resultado contagiado en este brote. Eso también demuestra el nivel de nuestro sistema sanitario y la entrega de sus profesionales, algo de lo que todos nos sentimos muy orgullosos.

Termino ya. Ha sido un año intenso, un año en el que hemos seguido trabajando con el objetivo primordial de salir de la crisis y consolidar la recuperación de la economía y el bienestar de los españoles.

Todos los indicadores de nuestra economía demuestran que hemos pasado lo peor y ahora llega el momento de recoger los frutos de tanto esfuerzo. Ahora es cuando no se puede ni bajar la guardia, ni dar marcha atrás. No se puede poner en peligro la recuperación que ha comenzado y que nadie puede negar. Dar marcha atrás en las reformas sería tanto como dar marcha atrás en la senda de la recuperación.

Sin duda, queda mucho por hacer, sobre todo a la hora de devolver la esperanza a las personas a las que más daño hizo la crisis. Ellos son ahora nuestra prioridad.

Quiero agradecer, de nuevo, a todos los españoles su coraje y su responsabilidad durante este año que vamos a terminar, como en toda la Legislatura. Quiero decirles que pueden sentirse orgullosos de su país. Si más de sesenta millones de extranjeros han venido a España durante este año, será que algo bueno tendremos. Si los Gobiernos y la prensa extranjera nos felicitan y nos ponen como ejemplo, será que algunas cosas hemos hecho bien entre todos.

2012 fue un año durísimo, el del gran ajuste; 2013, con las reformas, ya mejoró nuestra situación; este año 2014 ha sido, como anunciamos, el de la recuperación y 2015 será el del despegue.

Estoy a su disposición para lo que tengan a bien preguntar.

P.- Quería referirme a dos cuestiones que ha dicho usted en la última parte de su discurso. En una, respecto al discurso del Rey sobre Cataluña, donde dijo que el debate no es solamente de economía y de intereses, sino de sentimientos. Me gustaría saber si comparte ese análisis de que el debate con Cataluña es, sobre todo, de sentimientos y si tiene algún plan para recuperar esos sentimientos de los catalanes.

En segundo lugar, las apelaciones que ha hecho a la estabilidad. Me ha parecido que podría usted referirse a la situación que dan las encuestas. Todas las encuestas dicen que el próximo mapa político que salga de unas elecciones no será como el actual. Hay una fuerza emergente que, incluso, podría llegar a ser la primera fuerza. Mi pregunta es qué estrategia piensa usted poner en marcha para recuperar a toda esa cantidad de españoles que han dejado de confiar en su partido y en su Gobierno.

Presidente.- En relación con la primera pregunta, a mí me parecen muy bien, como creo que a una inmensa mayoría de españoles, las palabras que ha pronunciado Su Majestad el Rey; pero yo, como presidente del Gobierno, creo que no debo comentarlas ni entrar en ellas.

La estrategia, como usted sabe, no es algo que habitualmente se cuente. Lo que se cuentan son los objetivos, las medidas y los resultados. Esto de la estrategia… Yo lo que sí digo es que la estabilidad es un valor y todos lo sabemos. España, desde que aprobamos la Constitución en el año 1978, es una nación en la que han gobernado grandes fuerzas políticas. Unas veces se eligió a unos, otras se eligieron a otras fuerzas políticas, algunas veces se gobernó con mayoría, otras se gobernó en coalición, y durante toda esa etapa de la historia España fue --lo he dicho ya en algunas ocasiones-- uno de los cuatro países del mundo donde más aumentó el bienestar de los ciudadanos. Fue una etapa de estabilidad, con cambios políticos, y creo que fue muy positiva para los españoles, la mejor. Y yo, desde luego, defiendo esa etapa.

Eso, por otra parte, es lo que ocurre en la inmensa mayoría de los países del mundo donde la gente vive mejor, donde hay más bienestar: en Estados Unidos una vez ganan los demócratas y otra los republicanos; en Alemania, los socialdemócratas o los democristianos; o en Francia, la derecha moderada, centrada y democrática o el centro-izquierda. Eso es lo que pasa en los grandes países del mundo… O en Australia, donde hemos estado hace poco tiempo. Cuando eso deja de pasar, ya surgen otras cosas que lo único que generan es inestabilidad y, sobre todo, falta de progreso, retroceso y pérdida de bienestar. Entenderá usted que yo para mi país siempre prefiera lo mejor.

P.- Un poco enlazando con esta pregunta y la estabilidad como un valor a preservar, vemos unos sondeos que hablan, quizás, de un Parlamento muy fragmentado, aunque luego ya veremos cuáles serán los resultados; pero se ha abierto el debate sobre la posibilidad de un Gobierno de unidad con el PSOE. ¿Usted ve un horizonte de una posible colaboración con el PSOE, bien parlamentaria, bien formando parte del Gobierno, después de las próximas elecciones? ¿Y lo ve posible con este líder, con el actual líder socialista, con Pedro Sánchez, si es finalmente el candidato?

Por otro lado, tenemos un año 2015 que es netamente electoral; hay elecciones locales y autonómicas en mayo. El otro día la presidenta del Partido Popular de Madrid habló de su disponibilidad a encabezar la candidatura para el Ayuntamiento de Madrid y quería saber si usted va a recoger ese guante.

Presidente.- En relación con el primer asunto, dentro de un año, cuando conozcamos los resultados electorales, podemos empezar a hablar de ello. En este momento comprenderá usted que yo tengo otras prioridades; la primera, la fundamental y la básica, gobernar, consolidar la recuperación económica y hacer lo que he señalado en mis palabras iniciales.

En cuanto al segundo asunto, no es algo que esté encima de la mesa en este momento ni es una ocupación de la Presidencia del Gobierno. Éste es un tema del que el Partido Popular hablará, como siempre, y lo hará en su día. Por tanto, en este momento creo que no procede entrar en nada.

P.- Tengo tres preguntas muy breves. En primer lugar, quería preguntarle si sigue usted confiando en la inocencia de la Infanta, como dijo hace un año, o a estas alturas ya le han entrado algunas dudas.

Quería saber también y entender por qué aceptó la dimisión de Ana Mato si está tan convencido de que no tuvo ningún comportamiento deshonesto.

Y la tercera es una pregunta muy sencilla y tengo curiosidad por saber si la va a responder o la va a esquivar. Es: ¿quiere repetir usted como candidato a la Presidencia del Gobierno?

Presidente.- Voy a responder todas. A la última, sí. La segunda ya la expliqué. Y a la primera, soy el presidente del Gobierno y creo que no debo de entrar en esos temas.

P.- Hay preocupación sobre la política industrial en España. ¿Se plantean modificar el sistema de tarifas eléctricas y eliminar las subastas?

Y ya por otro lado, el lunes se inaugura el último tramo de la Autovía del Cantábrico y me gustaría que me confirmase si va a acudir al acto.

Presidente.- Sí, voy a acudir al acto, efectivamente. Con la inauguración que haremos de esa Autovía del Cantábrico el lunes o el martes, se podrá circular por vías de alta capacidad, autovías o autopistas, desde Faro, en Portugal, hasta París, por la costa. Por tanto, creo que es una obra importante en la que se ha hecho un esfuerzo en esta Legislatura que no era una legislatura, como ustedes saben, de muchos recursos presupuestarios; pero creo que las apuestas, sobre todo en los momentos más complicados, hay que hacerlas priorizando bien y eligiendo bien las obras.

Yo creo que esa autovía, ya le digo --de Faro a París no es ciertamente una distancia meno--, es muy importante y yo estaré allí precisamente por su importancia y porque ha costado mucho. Ha sido muy difícil, se ha ido retrasando y luego llegaron momentos malos desde el punto de vista presupuestario; pero allí estaré.

En relación con la tarifa eléctrica… Los precios de la energía son unos elementos de competitividad de primer orden. Desde el punto de vista económico es fundamental. Cuanto más barato sea el precio de la energía, lógicamente mejor les irá a las empresas, más podrán invertir y más bienestar podrán generar, y más empleo. También para las personas, porque uno de los gastos más importantes que tiene el conjunto de los españoles es, por ejemplo, el precio de la luz.

Este ha sido uno de los asuntos de los que más se ha ocupado el Gobierno a lo largo de estos tres años. Nosotros llegamos en una situación muy difícil. El precio de la electricidad llevaba creciendo durante ocho años a una media del 6'9 por 100 anual. Por otra parte, había un déficit de tarifa, que había que pagar, de veintitantos mil millones de euros, que es una cifra verdaderamente descomunal.

Hemos tenido que tomar decisiones muy complicadas. Yo soy consciente de que a una parte muy importante del sector no le gustaron; pero hoy hemos conseguido eliminar ese déficit de tarifa, hoy hemos sentado bases sólidas para el futuro y hoy hemos conseguido que, tanto en 2013 como en 2014, haya bajado el precio de la luz después de nueve años. El gran reto que tenemos ahora por delante, y tenemos muchos en esta materia, es que siga bajando la luz y para ello hay un tema capital al que me referí en mi primera intervención, bien es verdad que de pasada porque no puedo entrar a fondo en todos los temas, que son las interconexiones eléctricas.

Yo espero que en el mes de febrero celebremos una reunión aquí, en España, el presidente de la República Francesa, el presidente del Gobierno de Portugal, el señor Jean Claude Juncker y yo mismo para abordar de manera definitiva esto, y para que dentro de las obras del Plan Juncker una de estas obras sean las interconexiones eléctricas con el país vecino lo que, sin duda alguna, sería un salto fundamental en la mejora de la competitividad en nuestro país.

P.- Yo tenía dos preguntas. Más allá de los pactos que, lógicamente, hay que plantearlos después de las elecciones, me gustaría saber si encuentra usted ahora mismo una actitud en el primer partido de la oposición suficientemente satisfactoria como para garantizar la estabilidad.

En cuanto a Cataluña, más allá, evidentemente, de que el Gobierno atienda las necesidades de los catalanes, ¡faltaría más!, para fomentar esa concordia que usted propugna ¿qué medidas va a hacer? ¿Qué piensa hacer usted en concreto para que eso sea así?

Presidente.- En relación con la primera pregunta, luego se malinterpretan algunas de las cosas que uno dice y, por tanto, yo no tengo ningún problema con el Partido Socialista. El Partido Socialista es un gran partido, ha gobernado durante muchos años en este país. Yo no comparto muchas de las cosas que dicen y hacen, pero eso es normal; a ellos les ocurre exactamente lo mismo. Pero creo que es bueno que en lo que son los grandes asuntos de Estado haya un acuerdo entre los dos grandes partidos, como ha ocurrido siempre y como ocurre en todos los países a lo que antes hecho referencia. Sinceramente, creo que es bueno. Yo creo que es bueno que lo haya en política exterior, que lo haya en política de defensa y que lo haya, por supuesto, en las grandes normas que rigen la convivencia entre españoles.

A mí me hubiera gustado que hubiéramos llegado a un acuerdo en las medidas que nosotros hemos planteado contra la corrupción, que hemos planteado algunas muy importantes. Antes me refería a la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En la Ley de Enjuiciamiento Criminal hay dos medidas de una enorme importancia. Una de ellas es que las instrucciones se hagan a la mayor celeridad posible y otra de ellas es la creación de una oficina para recuperar todo lo que haya sido objeto de un delito, para recuperar el dinero, para recuperar lo que se ha quedado alguna gente.

Ésas son cosas muy importantes y todavía creo que podemos llegar a un entendimiento. A partir de ahí, todo lo demás es futuro.

En relación con la segunda pregunta, yo ya lo he dicho en numerosas ocasiones y es que lo he reiterado hasta la saciedad: yo estoy dispuesto a hablar de todo, pero a mí no me pidan que hable de la unidad de España, o que coopere a liquidar la soberanía nacional, o a hacer algo que afecte a la igualdad de los españoles, a derechos fundamentales o a sus libertades. A partir de ahí, yo estoy dispuesto a hablar de cualquier cosa que se me pida.

Estamos tomando decisiones de una enorme importancia y que benefician al conjunto de los españoles. Hoy hemos aprobado también lo que fueron los acuerdos en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera. Fíjense, tiene un valor muy importante lo que hemos aprobado hoy, no sólo desde el punto de vista económico, sino tiene un valor muy importante desde el punto de vista de lo que es una nación, de lo que es España. Hoy hemos tomado una decisión muy importante que es que el Estado va a hacerse cargo de todos los vencimientos de deuda --de deuda de mercados, de deuda bancaria--, va a hacerse cargo de todo el déficit que vayan acumulando las Comunidades Autónomas y el Estado se va a convertir, y yo creo que esto también es muy importante, en el único agente que vaya a los mercados a pedir financiación.

Esto va a suponer un ahorro muy importante para todos los españoles y va a suponer un alivio muy importante para el conjunto de las Comunidades Autónomas. Creo que esto es mandar un doble mensaje: hay un Estado solidario, que ayuda a todos, sobre todo en los momentos de mayor dificultad, y eso va a servir, entre otras cosas, porque estamos hablando de más de dos mil millones de euros, para atender mejor a los grandes servicios públicos fundamentales como son la sanidad y la educación.

Por tanto, lo que tenemos que hacer desde el Gobierno y, en general, todos los que nos dedicamos a la política es hacer pedagogía y explicar dónde está cada uno. Yo, desde luego, intentando resolver problemas del conjunto de los ciudadanos y dispuesto a hablar de todo; pero yo no voy a hablar de la soberanía nacional, ni de la unidad de España, ni de la igualdad de los españoles, porque, si no, no sería yo y de momento pretendo seguir siéndolo.

P.- Ha hecho usted un balance, si no triunfalista, digamos que sí bastante optimista, de 2014; pero, de todas maneras, insistiendo entonces en las encuestas a las que antes se ha referido algún compañero, ¿cómo es posible que la gente no perciba esa mejora, ese año de la recuperación? ¿Cómo es posible que, en definitiva, el Partido Popular esté siendo abandonado, incluso, por alguno de sus votantes tradicionales, por decirlo así? Según las encuestas, digo.

Luego, ha hablado usted de esa oportunidad histórica que representa la entrada como miembro no de pleno derecho durante dos años de España en el Consejo de Seguridad de la ONU. Esa entrada significa también una mayor portavocía internacional, una mayor presencia internacional. Me asombra el silencio que en este caso un país como España mantiene, o el Gobierno español mantiene, sobre la masacre de cristianos en Irak, que se ha convertido en una especie de uno de los grandes temas de política internacional.

Presidente.- Yo no he hecho ningún balance triunfalista; he hecho un balance realista y he explicado lo que he señalado aquí en los últimos años.

Yo en el año 2012 comparecí y dije que las cosas iban muy mal. Fue un año muy difícil. Todavía estábamos batallando en aquel momento para evitar el rescate, todavía nuestra prima de riesgo estaba en unas cifras descomunales, todavía había muchas instituciones públicas en España que no podían acudir a los mercados, todavía estaba el paro subiendo en nuestro país y todavía estábamos en crecimiento económico negativo. Ése fue el año 2012, probablemente, con 2009, el peor en muchísimos años en nuestro país desde el punto de vista económico y social.

En el año 2013 las cosas fueron mejor, pero fueron mal. Todavía había más desempleo --ya no crecía, por fortuna, al ritmo del año 2012-- y también hubo crecimiento económico negativo; pero -2'1 por 100 era el crecimiento de 2012 y el de 2013 ya era -1'2 por 100. Yo dije el año pasado, aquí, que este año sería mejor. ¡Oiga!, y es que ha sido mejor: es que el año pasado era -1'2 por 100 de crecimiento económico y este año es 1'3 por 100, y es que los seis últimos meses en España, o los dos últimos trimestres, el segundo y el tercero, el número de personas con trabajo ha sido de 550.000 más. ¡Oiga!, infinitamente mejor que 2013, que 2012, que 2011, que 2010, que 2009 y que 2008. Éste es el mejor de los últimos siete años y yo le digo ahora que el que viene será mejor, y yo me tengo que ocupar de eso.

No soy un analista de encuestas. Ya veremos qué dicen los españoles, eso ya lo veremos. De momento, hablan las encuestas; pero en democracia quienes tienen que hablar son el conjunto de los ciudadanos y, desde luego, la principal obligación del presidente del Gobierno es decirles a los españoles cómo ve las cosas, que es lo que estoy diciendo yo aquí esta mañana.

En relación con nuestra participación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tengo que recordarle que España no está en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y, por tanto, desempeña el papel internacional que desempeña; pero, desde luego, siempre a favor de la democracia, de la libertad, de los derechos humanos y de los derechos fundamentales de las personas, empezando por su vida; siempre.

P.- Afortunadamente, en este tipo de balances ya no se habla de ETA. De todas formas, sigue pendiente la disolución de la banda y en ese sentido le quería preguntar cuál es su opinión ante la propuesta del Gobierno vasco para el desarme de la banda y la creación de un comité específico para ello.

Presidente.-Yo creo que la solución definitiva del problema de ETA pasa, fundamentalmente, por la disolución de la banda. Así lo pienso, así lo he reiterado hasta la saciedad y así creo que va a ser. Es lo mejor para todos, empezando para ellos, su propia disolución para entrar ya en una etapa de normalidad, de tranquilidad y de mirar hacia adelante, sabiendo que en España siempre hay mucha gente que ha dejado su vida y que ha perdido derechos fundamentales básicos para ellos, muchísima gente, por culpa de otros que han atentado contra ellos y que han formado una organización criminal que todavía existe y lo que hay que hacer es disolverlo y entregar las armas.

P.- Ha hecho un par de referencias a la Constitución. Siempre ha dicho que aceptaría una reforma constitucional si se le planteara algo concreto por parte de la oposición. Aparte de esa propuesta que puede surgir, me gustaría saber si usted cree que en esta Legislatura, por el tiempo que queda, se puede abordar una reforma de la Carta Magna o no.

En segundo lugar, usted ha dicho "cuando vuelva a comparecer el año que viene". No sé si hay que entender que el término de la Legislatura será en diciembre y si habrá elecciones en 2016 o será antes.

Presidente.- En realidad, ésa era una cita que yo hacía de mí mismo. Yo les dije: en el año 2013 dije esto y en el año 2014 no dije nada. Ahora bien, dicho esto, no tengo ningún inconveniente en responder a su pregunta.

Yo creo que el plazo normal que marca nuestra Constitución conviene respetarlo. Es decir, las elecciones se adelantan por dos razones: una, porque un Gobierno no tiene la mayoría, en cuyo caso ésta es una razón política; y, otra, puede haber adelantos de tipo técnico: si las elecciones resulta que toca celebrarlas el 5 de septiembre, hagámoslas en junio que parece una etapa más razonable. Pero yo, en principio, no tengo ninguna intención de adelantarlo; es más, creo que el año que viene es un año muy importante para dedicarse a algunas de las cosas a las que me he referido en mi intervención y para eso creo que también es muy importante que haya la mayor estabilidad política.

En relación con eso, me habla usted de la reforma de la Constitución. Yo estoy abierto a todo, bien es verdad que nosotros tenemos otras prioridades. A veces dicen: "es que usted no quiere reformar". Claro, decir a un Gobierno que no quiere reformar cuando ha hecho la Ley de Estabilidad Presupuestaria; la reforma laboral; la reestructuración de todo el sistema financiero español; la reforma energética, sobre la que se me preguntó, o al menos sobre algunos aspectos colaterales, antes; que está embarcado en la reforma de la Administración; en la reforma de la Ley de Unidad de Mercado; que ha hecho una reforma de la educación… Oiga, creo que esta Legislatura ha sido una legislatura con un enorme nivel de reformas.

Hoy mismo hemos aprobado una muy importante, porque es muy importante que, al final, sea el Estado quien vaya a los mercados y busque financiación para todas y cada una de las Comunidades Autónomas. Eso es muy importante y eso es una muestra muy inequívoca de ese espíritu constitucional de solidaridad entre todos, y creo que estas cosas hay que ponerlas en valor.

Por tanto, creo que hay que seguir haciendo reformas, yo estoy dispuesto a escuchar lo que se me diga; pero yo no la voy a plantear, porque no la tengo clara en este momento. Lo que no voy a hacer tampoco es decir "quiero reformar esto" y luego, cuando me pregunten "¿y qué quiere hacer", ¡ah!, eso no lo sé. Mire usted, eso me parece bastante poco serio.

P.- Presidente, yo quería incidir un poco más en el balance político y para ello le voy a citar tres asuntos. Me gustaría que me ordenase por orden de prioridad cuál le preocupa más, cuál le preocupa menos y por qué, con vistas al año que viene. Esos tres asuntos son: la corrupción, Cataluña y el auge del partido político Podemos.

Presidente.- No vamos aquí a hacer un concurso. A mí todos los temas, como es natural, me preocupan y, de hecho, me he referido al tema de Cataluña en mi intervención, me he referido a la corrupción en mi intervención y también me he referido al bienestar de los españoles en mi intervención. Ésos son los temas que más me preocupan, lógicamente; aquellos a los que me he referido en mi intervención, porque, si hablara de otros distintos, haría una intervención un poco extraña y podrían pensar ustedes sabe Dios qué.

P.- Un matiz a una pregunta anterior. Nos ha dejado claro que no piensa o no tiene entre sus planes adelantar elecciones, pero ¿se ha planteado hacerlas en enero de 2016 en vez de en noviembre de 2015?

Luego, las preguntas. Usted hace unos días o unas semanas hizo una conferencia ante un grupo de empresarios, dijo que la crisis económica ya era historia pasada y recibió algunas críticas por ello. Lo recordará porque se le acusó de triunfalismo. Hoy, sin embargo, se aprueba una subida del Salario Mínimo y usted ha dicho --no recuerdo cuál es la palabra que ha dicho-- humilde o…, el caso es que es muy conservadora. Entonces, me gustaría saber qué le ha llevado a tomar esta decisión y si realmente no había ninguna posibilidad de hacer otra cosa, porque eso no ayuda a que llegue el mensaje, supongo, socialmente.

Sobre Cataluña. Hace unos días estuvo aquí la presidenta de la Junta de Andalucía y, cuando compareció ante los periodistas, nos dijo que le había contado a usted que creía que llegaban tarde y mal a Cataluña, y que la única manera que ella veía posible, igual que su partido, era una reforma constitucional para salir del atolladero. Me gustaría saber qué le respondió usted a ella, si es posible.

Presidente.- Que me la diera, la reforma, y que estaba dispuesto a considerarla; que me la diera.

¿Lo de 2016? Con absoluta franqueza, no he pensado en ese tema; pero, en fin, no parece lo más razonable.

En cuanto a algunas críticas, no fueron algunas; fueron muchas las que recibí después. Ha sido usted muy generosa conmigo y yo se lo agradezco; ha estado bien. Efectivamente, creo que, en cierta manera, he respondido a esa cuestión antes y yo lo que intenté era señalar allí como yo veía las cosas. En el año 2012 o en el año 2013 algunos decían que era un pesimista, que era terrible, que qué cosas decía… Yo dije algunas cosas que creo que son razonables.

Es que España es el país que más crece de la Unión Europea, de la zona euro para ser exactos. Italia no crece y es que crecemos bastante más que Francia y bastante más que Alemania, más que la media de la zona euro y más que la media de la Unión Europea a veintiocho. Somos los que más empleo creamos de Europa. Y los datos de competitividad están mejorando. Claro, podría hablarle del número de turistas, que es el récord, y de una inflación de cero. Es que las cosas están mejorando. Ahora bien, nosotros venimos de siete años de crisis con crecimiento económico negativo y constante destrucción de empleo, y, entonces, recuperar todo eso no se hace en media hora; pero lo que hemos hecho durante este tiempo es sentar las bases sólidas para que en el futuro eso no vuelva a ocurrir y ya se están produciendo efectos.

Claro, comparen ustedes --yo lo comparo porque es mi obligación y tengo que verlo-- cómo terminamos diciembre de 2012 --ya no le hablo de 2011, porque aquí llevábamos siete días-- o cómo estábamos en 2011, con un déficit público de más del 9 por 100. El 31 de diciembre de 2012 estábamos muy mal y en el de 2013, también. Pero éste es el primer año que crecemos en siete años. Ése es un dato positivo y yo creo que el año que viene --yo creo, no; afirmo-- vamos a crecer más que este año. Eso también es positivo. Entonces, hay que decir la verdad. Los juicios de valor comprenderá que yo a estas alturas de mi vida… Pero es que es muy importante.

Hay que transmitir cosas que son verdad. Es decir, si la economía española se está recuperando… Yo se lo dije a un grupo de empresarios a los que para qué iba a decírselo, si ya lo sabían. Si es que se está recuperando por primera vez en muchos años la recaudación. Por primera vez estamos recaudando, porque uno de los grandes problemas de España fue la pérdida de setenta mil millones de euros de recaudación en los años 2008 y 2009. Eso cuesta mucho recuperarlo y eso fue lo que generó ese monumental déficit público, y lo que nos obligó a tomar decisiones muy complicadas. Setenta mil millones de euros se perdieron. Este año ya la recaudación está aumentando un cuatro y pico por cien. Ése ya es un dato positivo, sobre todo, con una inflación cero o por debajo de cero como hemos tenido a lo largo de todo el año.

Por tanto, yo entiendo que los Gobiernos estamos, entre otras cosas, para ser criticados; pero que la economía española ha empezado a recuperarse y que mucha gente ya lo empieza a ver, pero que todavía queda mucha por verlo y que para eso voy a trabajar yo, eso creo que es bastante difícil de discutir.

El Salario Mínimo lo llegamos a tener con subida cero, incluso, durante dos años. Me parece que fueron 2012 y 2014; pero no es seguro, puedo estar equivocado. Creo que en 2013 hubo una subida y ahora hay una subida. ¿A qué hemos atendido, fundamentalmente? Primero, a la inflación que es cero; hemos atendido a la subida media de convenios firmados entre organizaciones sindicales y empresariales este año, que era del 0'5 por 100, cero y poco; hemos atendido a las condiciones generales de la economía y, al final, después de escuchar a todo el mundo, creíamos que ésa era la mejor decisión.

Ahora bien, hay un dato que es muy importante y que todos debemos de tener en cuenta. Fíjese, hay algún país del mundo que, si ahora le sube el sueldo el 25 por 100 a la gente, los está hundiendo, porque la inflación está siendo del 60 por 100. Entonces, ¿de qué les vale que les suba un 25 por 100? Lo importante es tener un crecimiento sólido. Si los precios bajan, no tiene por qué subir mucho luego los sueldos y la gente va a estar mejor, y se va a generar más empleo, seremos más competitivos y habrá mayor bienestar. Lo que pasa es que esas cosas no se hacen de un día para otro; pero estas políticas de precios bajos y de inflación baja creo que son muy importantes para nuestro país.

P.- Presidente, reconociendo los logros a nivel macroeconómico de la economía española, de verdad quiero insistir en el tema del Salario Mínimo y las pensiones porque ¿usted cree que una subida de tres euros en el Salario Mínimo y de dos euros en las pensiones puede reactivar el consumo? Sobre todo, ¿va a llegar esta recuperación a la economía real en el año 2015? ¿Va a fluir el crédito a las pequeñas y medianas empresas, que son las que crean empleo en este país? A eso me gustaría que me contestara y, sobre todo, en el tema del empleo, a si 2015 no solamente va a crear empleo, sino va a crear empleo de calidad.

Presidente.- Va a llegar, está llegando. Fíjese usted, cuando llegué al Gobierno, veníamos de una legislatura donde se perdieron 3.400.000 puestos de trabajo. Los trimestres segundo y tercero de este año se han creado 550.000 puestos de trabajo en España. Este último trimestre también va a ir bien, y el mes de diciembre también, y el año 2015 también. O sea, está llegando y, de hecho, el número de afiliados a la Seguridad Social, hoy, es de cuatrocientos mil más que el año pasado por estas mismas fechas. Por tanto, son datos positivos que es bueno reconocer.

La contratación indefinida a tiempo completo --insisto, la indefinida y a tiempo completo-- está creciendo en España al ritmo del 30 por 100 anual. Eso también es un dato.

Usted habla del consumo privado. Ha aumentado un 2'7 por 100 en el tercer trimestre de este año y acumula cuatro trimestres al alza, después de más de diez descendiendo de manera continuada.

Los tipos de interés para las Pymes son hoy más bajos --a mí me gustaría que bajaran más-- que al inicio de la Legislatura, pero es que mire cómo se financiaba España. Es que estando yo en el Gobierno pagábamos por el bono a diez años más de siete puntos, más del 7 por 100, ahora no llega al 2 por 100 y esto es lo que nos permite, entre otras cosas, hacer operaciones como la que hicimos hoy, que beneficia a las Comunidades Autónomas y, sobre todo, al funcionamiento de los servicios públicos que dependen de las Comunidades Autónomas que son, sobre todo, sanidad y educación.

La matriculación de automóviles en lo que va de año ha subido el 17'3 por 100. Oiga, algo está yendo un poco mejor; no podemos transmitir que aquí nada va bien. El número de pasajeros en líneas de alta velocidad ha subido este año, respecto a 2013, un 12 por 100. Ya hay algunos datos de recuperación en la construcción y, como le decía, los ingresos tributarios crecen por encima del 4 por 100, y la inflación está por debajo del cero a lo largo de muchos meses. Ése es, la bajada de precios, un dato importantísimo para la gente; primero, para la gente, pero también para la economía española y para las empresas españolas que son más competitivas, venden mejor y pueden contratar más gente, porque necesitan producir.

Por tanto, eso es lo que está ocurriendo en la economía española. Hay que continuar pero, si continuamos en esta línea y con esta determinación, esto el año que viene irá mejor.

Señoras y señores, muchísimas gracias y Feliz Año Nuevo. Que les vaya a todos muy bien.

Más información