Intervención de Carmen Calvo

22.12.2020

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Muchas gracias, ministra. Buenas tardes a todos.

Como bien decía la ministra portavoz, el Ministerio de la Presidencia, junto con la propia Presidencia del Gobierno, el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Asuntos Económicos, llevamos mucho tiempo trabajando con las indicaciones precisas, como otros países de la propia Unión Europea, para preparar a nuestro país, seguramente ante el mayor desafío que va a tener España nunca, que nunca hemos tenido, desde nuestras administraciones públicas, es decir, desde todos los niveles en los que se sustancia nuestro modelo de Estado, desde los sectores privados de nuestro país, desde la iniciativa privada, para un esfuerzo de gestión, de ejecución y de colaboración del que depende el futuro de nuestro país.

Estamos preparados para ello, porque aquí está la esperanza, ciertamente acariciada a lo largo de un año muy difícil que ya vamos a ir viendo terminar y por tanto estamos trabajando intensamente para un futuro que es en el año 21 de recuperación, de transformación y de resiliencia, como bien hemos dicho ya en tantas ocasiones, cuando hemos hablado del esfuerzo que va a suponer para la Unión Europea, también para nuestro país, disponer de posibilidades y de unos fondos históricamente nunca antes movilizado para superar esta crisis.

Rigor y eficiencia. Se trata de, una vez más, demostrar el estado riguroso que somos, la democracia impecable que hemos construido en 42 años y al mismo tiempo, la mayor eficiencia posible. La eficiencia significa muchas cosas, pero seguramente dos, sustantivamente hablando. Alcanzar los objetivos, a ser posible, todos y cada uno de los que nos vamos a trazar y hacerlo rápidamente.

Estamos preparando nuestro país para, entre los años 21 y 26, recibir los fondos que mediante préstamos o transferencias vamos a utilizar para transformar España. Necesitamos sostener nuestro tejido económico, generar empleo, más y mejor empleo, y afrontar retos que en este momento afronta el mundo y particularmente los países que ya tienen una agenda que nos traslada directamente un futuro que está aquí, que no está lejos en el tiempo, sino que ya es presente. La digitalización de nuestras sociedades, los retos al que nos obliga el cambio climático, la justicia climática por la que tanto trabajan los más jóvenes, la igualdad entre hombres y mujeres y la cohesión de nuestro país, la cohesión que tiene que ver con los derechos, con las protecciones de nuestro Estado de Bienestar, que es la cohesión de todos por igual, como hombres y mujeres pertenecientes a nuestro país y la cohesión territorial también.

Para esto hemos aprobado en el Consejo de Ministros una norma, un Real Decreto Ley de medidas urgentes que van a ser publicadas junto con los Presupuestos Generales del Estado, porque van en paralelo y de alguna manera engarzados a la ejecución habitual que en nuestro país hace de sus propios recursos, de sus cuentas, cada año y en este año, con mucha alegría, porque vamos a poder disponer, como decía muy bien la ministra Portavoz, que además lo es de Hacienda, de unos nuevos Presupuestos Generales para poder sacar a nuestro país adelante. Justamente por ello van imbricados en algunos de los elementos jurídicos de la Ley de Presupuestos Generales del Estado y de todas y de cada una de las indicaciones que en paralelo hemos ido trabajando con la propia Unión Europea.

Dicho de otra manera, estamos preparados, como otros estados de la Unión, para poder disponer de estos fondos que junto con los propios nos ponen delante del retos muy importante, pero tengo que decir que también retos que entusiasman al Gobierno de España, después de estar atravesando todavía esta situación tan difícil y tan triste.

Para ello vamos a dotarnos de algunas estructuras de trabajo. Vamos a modificar algunas normas de rango ordinario, puesto que un Real Decreto Ley, como es sabido, no puede afrontar modificaciones de leyes orgánicas. En definitiva, vamos a tener el procedimiento, los métodos y los instrumentos.

Yo destacaría que podemos explicarlo para ser un poco claros y didácticos en tres elementos. Vamos a hacer un esfuerzo importante, no es nuevo, pero mucho más intenso y mucho mejor trabado de la colaboración público-privada. Para ello nos vamos a dotar de unos proyectos estratégicos para la recuperación, la transformación económica, el acróstico de PERTE que tendrán que ser llevados a Consejo de Ministros, aprobados allí por acuerdo del Consejo de Ministros. Previamente se va a abrir un registro en el Ministerio de Hacienda para que todas las entidades interesadas en formar parte en esta colaboración público-privada puedan hacerlo de manera abierta y de manera absolutamente coordinada para la parte en la que la Administración General del Estado va a estar en esa colaboración.

Necesitamos un espacio de estrechísima colaboración con otras administraciones públicas, con los niveles autonómicos de nuestro país, para lo cual tendremos una específica conferencia sectorial que va a llevar el timón de la propia ministra de Hacienda y que va a derivar proyectos comunes, fondos y expectativas muy importantes para seguir respetando nuestro título Octavo, nuestra Constitución, que nos obliga, como es lógico y ya sabido en 42 años, a colaborar con las administraciones, en este caso con otras administraciones públicas que están dotadas de competencias, que no tienen Estado y a la inversa. El Gobierno de la Nación hará el trabajo que le corresponde también en el ámbito de las que le son propias.

Para ello vamos a necesitar también, como ya nos ha indicado el propio presidente del Gobierno, que la Comisión para la ejecución de estos fondos, para la determinación de las metas, para el camino que nos van a llevar a alcanzarla y para las colaboraciones que detallo público-privadas y con otras administraciones, sea en paralelo el propio Consejo de Ministros. Hay ministerios particularmente concernidos con este plan, absolutamente definitorio del futuro de España, pero es también lógico que toda la acción de gobierno, de una manera u otra, se va a sentir concernida durante estos años. Por tanto, es el propio Consejo de Ministros.

Tendremos un comité técnico, un comité técnico que asesore desde el punto de vista justamente de la expertitud, pero también desde el punto de vista legal a todo este plan de recuperación. Y podremos disponer también de foros o de grupos de consejo, donde desde el ámbito de los especialistas, de los muchos y muy buenos que tienen en nuestro país, en cualquier ámbito, puedan influir, aportar al propio Gobierno en España muchas de las líneas estratégicas, de los proyectos tractores donde vamos a ir sacando toda la filosofía de fondo que es ya bien conocida de estos fondos y de este plan para nuestro país. Habrá un portal web único para mayor comunicación, para mayor transparencia, para mayor accesibilidad del conjunto de la ciudadanía, de por dónde va a ir transitando cada día de estos años que van a ser definitivos de manera importante para nuestro país.

Necesitamos obligadamente movilizar recursos humanos. Los recursos humanos tendrán que ver por un lado, con la propia capacidad de nuestro funcionariado público, en el escrupuloso respeto a sus derechos, a sus obligaciones y naturalmente, a todos y a cada uno de los elementos de futuro en sus carreras funcionariales, pero con una capacidad también de flexibilidad y de trabajo, incluido también el propio empleo público que se va a poder generar, para dotarnos de el instrumento fundamental que van a ser las personas, cada una de ellas con las responsabilidades correspondientes. Se trata de la eficiencia y para la eficiencia se trata también de tener todos y cada uno de los elementos humanos bien colocado en todas las áreas que nos van a permitir ir avanzando con mucha rapidez.

Para esto cada uno de los ministros tendrán posibilidades de tener personas dedicadas exclusivamente a estas nuevas competencias, a estos nuevos encargos y también a la capacidad de las sinergias que tendremos que hacer dentro del propio Consejo de Ministros, con los espacios privados y con otros espacios públicos.

Como es evidente, con toda esta estructura de trabajo y también con los asesoramientos externos, necesitamos definitivamente modificar puntualmente alguna de las leyes de nuestro país que están afecta al funcionamiento cotidiano de la acción de Gobierno, de la gestión. Se trata de gestionar bien, de manera eficaz y de manera rigurosa. Por tanto, hablamos también del rendimiento de cuentas, del control, de la evaluación de los proyectos, y como decía al inicio de mis palabras, de la garantía absoluta del país riguroso que somos en todos los ámbitos.

Por estas razones vamos a hacer modificaciones puntuales que nos van a permitir mejorar la tramitación de los expedientes, la contratación desde las administraciones públicas, la gestión y el control, fundamentalmente a las fórmulas habituales de trabajo, que son los convenios, que son las subvenciones y también a la fórmula de consorcio que nos permitan también derivar la parte del trabajo que sea necesario hacia el ámbito privado.

Termino casi como empezada. Se trata de poder dar un salto en la historia de nuestro país a resultas de una situación que nadie habría querido vivir, desde luego, ningún gobierno querría haberse tenido que enfrentar a la gobernanza día a día, con la tristeza que supone atravesar una situación como ésta. Pero para aprovecharlo absolutamente en positivo, es lo que nos va a permitir entrar a transformaciones que necesitábamos, que llevan años pendientes, que han sido largamente acariciadas y que ahora van a estar en nuestras manos. Y por eso trataremos de que toda la tramitación y toda la gestión coordinada que haga la Administración General del Estado a las órdenes del Gobierno de España sea ágil, más corta, más eficiente, más clara, más ligera, de manera que, con el control y con el rigor que nos corresponde, seamos capaces de traer los objetivos y las metas que España necesita en muy corto plazo de tiempo, para una operación sin precedentes, y seguramente aquí está bien traído el adjetivo de histórica.