Intervención de Teresa Ribera

27.9.2019

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Muchas gracias, ministra. En efecto, uno de los acuerdos del consejo de Ministros de hoy es un acuerdo destinado a dar cumplimiento a las obligaciones que España tiene con la Unión Europea en materia de control de la contaminación atmosférica. Consiste, básicamente, en dos tipos de planteamientos.

El primero de ellos es reforzar el sistema de seguimiento de las emisiones, de sus impactos en salud y sus impactos en ecosistemas y, junto a ello, un catálogo de 57 medidas para poder asegurar en la década 2020 a 2030 que España cumple con sus objetivos en una serie de contaminantes que van desde los dióxidos de nitrógeno hasta gases de efecto invernadero o compuestos orgánicos volátiles y partículas.

Es un programa que, en gran medida, a lo que nos apela es a las cuestiones, como decía antes, de salud. Respecto a la contaminación del aire, la Organización Mundial de la Salud pone de manifiesto que es el cuarto factor de riesgo de muerte en el mundo y, con arreglo a los datos del Instituto Carlos III, en España durante la última década ha habido más de 93.000 muertes prematuras causadas por la contaminación atmosférica. Por tanto, fortalecer con arreglo a estas directivas comunitarias nuestro sistema de control y nuestras medidas con arreglo a la capacidad que en cada uno de los ámbitos de actividad en los que se adoptan corresponde es fundamental.

Es una herramienta, por tanto, de acompañamiento imprescindible a los planes de contaminación atmosférica que vienen adoptándose en los distintos niveles de Administración y que recogen medidas que van desde la actividad agraria, con seguimiento de las actividades que generan amoniaco en granjas o en la práctica de abonos y fertilizantes, hasta la movilidad del sector energético u otras cuestiones que pueden incidir en la salud humana, como es el uso de combustibles residenciales de leña o el uso de pinturas y barnices.

Es, por tanto, algo que tiene mucho que ver con las actividades en las que viene trabajando el Gobierno desde hace tiempo: el Plan de Calidad del Aire, el Plan de Salud y Medio Ambiente o las medidas en materia de Energía y Clima; y tiene también mucho que ver con la primera referencia hecha por la ministra portavoz a la actividad en Nueva York en la Cumbre del Clima y en el seguimiento de los programas de Objetivos de Desarrollo Sostenible y Agenda 2030 en la que hemos participado varios ministros junto con el presidente esta misma semana.

Una Cumbre del Clima que ha puesto de manifiesto hasta qué punto el debate es un debate que hace que se oiga la voz de la calle. Es importante que se oiga la voz de la calle, sobre todo, la voz de los jóvenes que no están dispuestos a aceptar el legado que consideran que los adultos les dejan de manera injusta y que les coloca en una posición de testigos con respecto a unos niveles de destrucción frente a los que va a ser difícil poder reaccionar si no se hace, precisamente, ahora.

Una Cumbre del Clima en la que ha destacado la trascendencia que tiene el que la actuación, el que las acciones, no se limiten a lo que puedan decir los diplomáticos en los foros internacionales de negociación sino, sobre todo, a la trascendencia de adoptar medidas en los Consejos de Administración de las empresas, en los Consejos de Gobierno, en los Consejos de Gobierno de las entidades locales o en los ciudadanos como consumidores o como votantes. Cada cual, evidentemente, con arreglo a su capacidad, al nivel de responsabilidad que le toca siendo particularmente importante el que desempeñan los gobiernos.

España ha participado impulsando junto con Perú los aspectos sociales del trabajo en materia de clima: uno de ellos salud, otro de ellos trabajo --trabajo decente, trabajo digno, iniciativas por un trabajo que tiene que basarse en una transición justa del modelo de empleo actual al modelo de una economía descarbonizada y resilente a los efectos del cambio climático-- y la distinta incidencia que el cambio climático tiene por razón de género.

Junto a esto, se han presentado los resultados de nuestro primer Informe de Seguimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible acelerando los plazos y sus contenidos. Coincide la semana, también, con la aprobación en Montecarlo del Informe Especial del Panel Intergubernamental de Cambio Climático sobre clima y océanos, que pone de manifiesto que se está acelerando con respecto a los modelos, con respecto a los datos observados en tiempos anteriores, y lo trascendente que es seguir activando las medidas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero combinadas con las medidas de adaptación al cambio climático.

Teniendo en cuenta que la mayor parte de la población española vive en el litoral, que una buena parte de nuestra economía depende de actividades asociadas al litoral o a la actividad marina, esto nos muestra hasta qué punto trabajar en políticas de clima, en adaptación, en resiliencia, en anticipación de los efectos que pueda tener en los sistemas físicos en nuestra geografía pero, también, en los sistemas económicos, resulta fundamental.

Por ello, quizá, para terminar con el último comentario que hacía la ministra portavoz, creo importante el estar pendientes de lo que hoy los ciudadanos españoles nos dicen en la calle con esa llamada a la huelga y a las manifestaciones por el clima que pensamos que tendrá una incidencia notable esta tarde en nuestras ciudades.

Portavoz.- Muchas gracias, ministra. Secretario de Estado, por favor.