Los precios caen el 0,5% en agosto por los productos más volátiles

La reducción es de dos décimas en la tasa anual respecto de julio y se explica, en gran medida, por la evolución de los componentes más volátiles del IPC, los productos energéticos y la alimentación no elaborada, en especial los primeros.En relación con el mes anterior, el IPC general aumentó en agosto un 0,2%, una décima menos que en el mismo mes de 2013, debido principalmente a factores estacionales relacionados con el sector turístico.

La tasa de variación interanual de los precios de los alimentos no elaborados se redujo 0,2 puntos porcentuales en agosto, hasta el -5,4%, evolución que responde al significativo descenso de los precios de las carnes de porcino, ave y ovino y las frutas frescas. Las frutas frescas acentuaron el ritmo de caída interanual 1,4 puntos, hasta el -16,9%, tras seguir descontando los fuertes repuntes experimentados un año antes como consecuencia de las malas cosechas.

Los precios de los productos energéticos registraron en agosto una tasa interanual del -0,9%, inferior en 1,2 puntos porcentuales a la de julio. A esta desaceleración han contribuido, en diferente medida, sus principales componentes, los combustibles y carburantes y la tarifa eléctrica. La tasa anual de la tarifa eléctrica ha pasado del 3,8% de julio al 2,8%, como resultado de una subida mensual del 2,3% en agosto del actual ejercicio, inferior en un punto a la que tuvo lugar en el mismo mes de 2013 (3,3%). Los combustibles y carburantes, por su parte, han recortado en 1,3 puntos su ritmo de variación interanual, hasta el -2,2%, evolución en línea con los precios del petróleo.

La inflación subyacente (excluye los elementos más volátiles del IPC, la alimentación fresca y la energía) permaneció en agosto en el 0,0%, por cuarto mes consecutivo. Dicha estabilidad se ha reflejado en los precios de los servicios y de los BINES (bienes industriales no energéticos), que se han mantenido en los niveles de julio y, en menor medida, en los de la alimentación elaborada, que han acentuado ligeramente la intensidad de caída. Los servicios mantuvieron su inflación anual en agosto en el 0,2%.

Las partidas alcistas fueron el turismo y la hostelería y el transporte público interurbano, con tasas del 0,3% y 7,1%, respectivamente, superiores en una décima y 1,3 puntos a las del mes previo. El repunte de los precios del transporte público interurbano se explica, principalmente, por la subida de los precios del transporte aéreo. Los precios de los BINES también mantuvieron inalterada su tasa anual en agosto, en el -0,4%, con una ligera intensificación en la caída del vestido y calzado (una décima), contrarrestada por la aceleración en el precio de los automóviles.

La alimentación elaborada, incluidos bebidas y tabaco, redujo su tasa anual en agosto una décima, hasta el -0,2%. Esta mayor caída se explica, en gran medida, por las partidas de leche, aceite, bebidas alcohólicas y tabaco, que han reducido su tasa anual en 6,3, 3 y 2 décimas porcentuales, respectivamente.

En términos intermensuales, el IPC aumentó un 0,2% en agosto, lo que se explica por el encarecimiento de los servicios y de la alimentación fresca, parcialmente compensados por la moderación en los de los BINES. Los precios de la alimentación elaborada y de los productos energéticos no variaron respecto al mes de julio, mientras que los de la alimentación fresca aumentaron un 0,7% debido, en gran medida, al aumento de los precios de las frutas frescas (3,2%), el pescado fresco (2,3%) y la carne de ovino (0,5%).

Los precios de los servicios aumentaron un 0,4% en tasa mensual debido, fundamentalmente, al turismo y hostelería (1,3%) y, dentro de esta rúbrica, a las partidas de viaje organizado (5,4%) y hoteles y otros alojamientos (0,8%), así como por el transporte público interurbano (1,5%), en especial por la partida de transporte aéreo (2,9%). Por su parte, los precios de los productos energéticos no variaron en agosto respecto al mes previo, debido a que la caída de combustibles y carburantes (-0,9%) fue compensada por la subida en la tarifa eléctrica (2,3%). Los precios de los BINES disminuyeron un 0,3% intermensual, lo que responde esencialmente a la caída del vestido y calzado (-1,3%) por el efecto de las rebajas de verano, parcialmente compensada por la subida del precio de los automóviles (0,4%).

De las 17 comunidades autónomas, cinco han registrado en agosto una tasa de inflación interanual superior a la media nacional. Las más inflacionistas han sido: Islas Baleares (0%), Cataluña (-0,1%), Madrid y País Vasco (-0,3%) y Galicia (-0,4%). El resto de comunidades presentan tasas inferiores a la media nacional: Extremadura (-1,1%), Castilla-La Mancha (-1%), Murcia (-0,9%), Andalucía y Navarra (-0,8%), Asturias, La Rioja, Canarias y Castilla-León (-0,7%) y Cantabria, Aragón y Comunidad Valenciana y (-0,6%).

La tasa anual del IPC a impuestos constantes se ha situado en agosto en el -0,5%, al igual que la del IPC general, dos décimas inferior a la del mes previo. La subyacente a impuestos constantes se ha mantenido en el 0%. La tasa anual de la energía se ha situado en el -0,9%, frente al 0,3% del mes de julio, y la de los alimentos no elaborados en el -5,4% (-5,2% en julio). Dentro del núcleo de la inflación subyacente a impuestos constantes, los precios de los BINES se han mantenido en el -0,4% en tasa interanual, los alimentos elaborados disminuyeron un 0,2%, frente a la estabilidad del mes previo, y los de servicios permanecieron en el 0,2% del mes anterior.

El INE ha publicado asimismo el IPC armonizado (IPCA) de agosto, cuya tasa anual se sitúa en el -0,5%, una décima inferior a la del mes anterior. Si se compara esta tasa con la estimada por Eurostat para el conjunto de la zona euro (0,3%), el diferencial de inflación continúa siendo favorable a España, en 0,8 puntos porcentuales, al igual que en el mes de julio.

En resumen, la inflación ha disminuido en el mes de agosto debido a la evolución de los precios de sus partidas más volátiles, mientras que la inflación subyacente se estabiliza por cuarto mes consecutivo. La reducción de la inflación general se considera, por tanto, transitoria dentro de una pauta general de moderación de precios. Esta situación incide favorablemente sobre el poder adquisitivo de las rentas y el consumo. Igualmente, facilita la continuidad de la moderación salarial y de la competitividad, con el consecuente impacto positivo sobre las exportaciones, lo que garantiza la continuidad de la recuperación de la producción y el empleo.