La RPDC viola así, una vez más, las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que le exigen abandonar su programa de proliferación nuclear y balística. Este acto irresponsable constituye un eslabón más en la ya larga cadena de actos amenazadores hacia los países vecinos, hacia la región del Pacífico y hacia la comunidad internacional en su conjunto.
La RPDC debe poner fin de manera inmediata a estas inadmisibles provocaciones. Solo el respeto de la legalidad internacional por parte de la RPDC y la desnuclearización completa, irreversible y verificable de la península coreana podrán garantizar la paz, la seguridad y la estabilidad que todos los países de la región desean. España reitera su pleno apoyo a las medidas restrictivas adoptadas por la UE contra la RPDC y expresa su solidaridad y aliento a los países amigos en la región o fuera de ella que se sienten amenazados por estos actos agresivos y desafiantes.