España lamenta el elevado número de muertes causadas por el ataque, en particular, de víctimas civiles.
El Gobierno de España urge a una inmediata investigación de los hechos, especialmente de las informaciones que apuntarían a posibles ejecuciones sumarias, con el fin de que los responsables de este acto respondan ante la Justicia.
El Gobierno de España está firmemente convencido de que la violencia no traerá al pueblo libio la paz y la estabilidad que necesita y reitera a todas las partes que solo el diálogo y una solución pacífica y negociada podrá poner fin a la crisis que vive el país.