Conferencia de prensa del presidente del Gobierno después de la Cumbre del G-20

4.11.2011

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Cannes (Francia)

Presidente.- Buenas tardes. Quiero informarles del resultado de la Cumbre del G-20 que, como saben, es la sexta Cumbre desde que en otoño de 2008 se produjera la primera como consecuencia de la grave crisis financiera global.

Deseo, antes que nada, felicitar al presidente Sarkozy --saben que Francia preside el G-20 hasta hoy, momento a partir del cual lo preside México-- por la organización, la puntualidad y la calidad en el trabajo que se ha realizado.

Saben que esta reunión comenzó con una gran preocupación mundial, una preocupación sobrevenía, inesperada, Grecia, y, en concreto, la posibilidad de celebración de un referéndum sobre los acuerdos del 26 de octubre, que ponían la respuesta a la solución a la grave crisis de deuda que tiene este país; situación de Grecia que, además, abría una perspectiva de crisis política e institucional.

Es verdad que no se han despejado todas las incógnitas en torno a lo que pasó en Grecia hace 48 horas, pero tenemos ya algún dato positivo sobre la situación y en esto han tenido mucho que ver la coincidencia de la celebración del G-20 y las acciones que desde aquí se han desarrollado, fundamentalmente, por los líderes de los países del Eurogrupo y de las instituciones europeas.

¿Datos positivos? No va a haber referéndum en Grecia y, por tanto, es un factor que se elimina, un factor de incertidumbre muy grave que desaparece. Dos, los dos grandes partidos de Grecia, el principal partido de la oposición y el partido del Gobierno, apoyan el acuerdo del 26 de octubre, apoyan el acuerdo del plan para Grecia; también dato positivo. Y, tercero, se ha abierto la posibilidad, aún no confirmada --ciertamente, en las próximas horas saldremos de duda, o mañana, en todo caso-- de que pueda haber un Gobierno de concentración nacional para llevar a cabo este plan.

Por tanto, digamos de cómo entramos en el G-20 a como salimos, con la inestabilidad que había generado Grecia, la situación ha mejorado de forma clara.

En esta Cumbre, España, ante todo, ha defendido la necesidad de apoyar el crecimiento económico como base fundamental para la recuperación, también para la estabilidad financiera y, por supuesto, para el gran objetivo social que es la creación de empleo. Por ello estamos satisfechos de que en el acuerdo alcanzado entre los líderes del G-20 se haya establecido un plan de acción para el crecimiento y el empleo.

Si pudiera destacar algo como singular de esta Cumbre, más allá de la circunstancia derivada de Grecia, es precisamente eso: la preocupación y el Plan sobre el Crecimiento y el Empleo. Eso ha llevado, por ejemplo, a que se cree por primera vez en el G-20 una unidad de estudio en el seno del propio G-20 sobre el fomento del empleo juvenil como uno de los problemas más importante que en estos momentos tiene el mundo y, desde luego, por supuesto, nuestro país. La Presidencia de México debe dirigir las aportaciones de este Grupo, que tendrán su culminación en la Cumbre de 2012.

El Plan Global para el Crecimiento y el Empleo incumbe a todos los países, a los países desarrollados y a los países emergentes, en función de su margen fiscal y de su balanza por cuenta corriente, como es natural. Así, los países con superávit se han comprometido expresamente a dejar actuar a los estabilizadores automáticos y a impulsar su demanda interna para apoyar la recuperación. Ésta es la condición fundamental para que podamos mantener las expectativas de crecimiento económico en la zona euro.

Los países de la Eurozona nos hemos comprometido a aplicar, a la mayor celeridad posible, los acuerdos alcanzados el pasado 26 de octubre, que, como saben, representan el gran plan para afrontar los problemas de deuda soberana, de manera singular el gravísimo problema de deuda soberana de Grecia, y a través también del reforzamiento de la capacidad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera para que actúe, como se suele decir, de cortafuegos de la crisis de la deuda soberana.

Por tanto, primera conclusión: los países que tienen margen fiscal y margen por su balanza de cuenta corriente han de hacer un esfuerzo en pro del crecimiento y en pro del estímulo de la economía para frenar los síntomas que atravesamos desde julio o agosto; más que síntomas, los datos, que ponen de manifiesto que habríamos entrado en una nueva ralentización de la economía.

Junto a ello, el Fondo Monetario Internacional está llamado a jugar un papel fundamental para la estabilidad financiera internacional. Por ello, y en paralelo a la reforma de su regulación y supervisión del sistema financiero, hemos decidido reforzarlo, tanto en términos cualitativos, como cuantitativos.

Además del Plan de Acción para el Crecimiento y el Empleo, hemos seguido avanzado en la amplia agenda de temas que aborda el G-20: reforma del sistema financiero, refuerzo de la gobernanza global, apoyo al desarrollo, agricultura, energía, etcétera.

Destacaré, porque el listado es muy amplio, los acuerdos para una mayor supervisión de las entidades financieras de importancia sistémica; el refuerzo del Consejo de Estabilidad Financiera que creamos en la Cumbre del G-20 de Londres en abril de 2009, que tendrá un mayor papel en la coordinación de la política financiera en el ámbito internacional, y el estudio elaborado por Bill Gates, que fue presentado en la reunión del G-20, sobre opciones innovadoras para financiar las políticas de desarrollo, entre las que se encuentra la tasa sobre transacciones financieras internacionales, que saben que defiende la Unión Europea y, en particular, España.

A modo de conclusiones, esta Cumbre, la Cumbre de Cannes, ha venido a consolidar al G-20 como la gran institución de debate, de dirección político-financiera y económica e impulso de la nueva realidad que suponen la globalización y su arquitectura financiera y económica.

En esta Cumbre, como podrán ver en las Conclusiones y se ha producido en el desarrollo del debate, ha habido prácticamente un chequeo, un análisis, a todos los continentes y a una buena parte de los países, de manera singular a la zona euro, desde esa doble perspectiva: la necesidad de aquellos países que tienen que seguir con la consolidación fiscal y la necesidad de aquellos países que pueden y deben contribuir al crecimiento.

Y, como es conocido, se han vuelto a reconocer los esfuerzos de España en su proceso de reformas, en su proceso de consolidación fiscal, que es imprescindible, aunque, lógicamente, no podemos tener una satisfacción hasta que la gran preocupación, que es, sin duda alguna, el desempleo en nuestro país, pueda tener y empezar a dar señales favorables.

Éstas son las conclusiones básicas del G-20.

Deseo, por último, añadir que para España sigue siendo fundamental la participación y la presencia en este gran foro internacional de la economía en que se ha convertido el G-20 y que, por tanto, expreso mi satisfacción porque hayamos podido, en esta etapa y en este período, acceder a este importantísimo foro multilateral que es el G-20.

P.- Quería preguntarle si España ha adquirido algún compromiso concreto ante los socios del G-20 para continuar con las reformas y reducir su déficit.

Luego, ¿considera que se ha alejado el riesgo de contagio de la crisis de la deuda hacia España, teniendo en cuenta que el problema era Grecia y ahora parece que en segundo lugar se sitúa Italia?

Presidente.- España no ha tenido que formular ningún compromiso, porque es conocido --reitero, ha sido valorado públicamente y en conversaciones particulares-- el grandísimo esfuerzo que hemos hecho de reformas y de consolidación fiscal. Por tanto, no se nos ha requerido para nuevas medidas.

Dos, desde abril de 2010, cuando Grecia planteó los primeros síntomas gravísimos de su inviabilidad para sostener la deuda, siempre se ha venido planteando en muchos foros, también por algunos medios de nuestro país y en debate público --de manera muy particular, ha habido personas que han insistido más--, se nos comparaba y siempre estábamos Grecia y España, y luego, Irlanda. Pasa el tiempo; ha habido países que han tenido, en efecto, que acudir a la ayuda; otros ahora quizás están en la preocupación, pero, como dije en algún momento, creo que el tiempo ha ido consolidando este compromiso del Gobierno y vamos a hacer todo lo necesario, todas las reformas, toda la consolidación fiscal y todas las medidas que fueran necesarias, para que España, por supuesto, pudiera seguir financiándose por sí misma y manteniendo la credibilidad en su solvencia.

Esta reunión del G-20 de hoy puede ser también una buena referencia porque, como acabo de decir, no hemos tenido en ese sentido ningún requerimiento. Eso se ha producido, era el principal objetivo de mi Gobierno, a tenor de lo que sucedió en 2010, hasta ahora se ha cumplido y confío en que eso va a mantenerse.

En ningún momento, aunque esa perspectiva la hemos ido trasladando… Cuando se decía que España --recuerdo algunas cosas que he leído, ¿no?-- "en noviembre de 2011 --era una de las fechas que se habían puesto-- tendrá que pedir ayuda"... Se ha publicado muchas veces.

Tenemos nuestra capacidad de financiación; creo que --debo decirlo-- el Ministerio de Economía y Hacienda ha hecho una grandísima tarea, difícil, todos los altos cargos, empezando por la vicepresidenta y ministra, y el Tesoro; que es extraordinariamente importante que hayamos mantenido esa capacidad y que gracias a las decisiones, no fáciles, que repercuten y han repercutido mucho en los ciudadanos --soy el primer consciente--, en su bienestar y en sus expectativas, hayamos logrado un bien tan importante como es que no tengamos que estar pidiendo ayuda y con --sería, lógicamente, la consecuencia más negativa-- un plan de condicionalidad muy duro para nuestras expectativas.

Ahora bien, como he dicho antes, eso no aminora, no alivia nada, la preocupación, la grandísima preocupación, por las cifras del paro en nuestro país, que es, sin duda alguna, la parte más negativa y la que nos va a costar más trabajo superar.

P.- De esa expresión o desafortunada expresión que se acuñó hace años como PIGS sólo hay un país que está fuera de alguna intervención internacional. A Italia se le ha impuesto un seguimiento de su economía, ¿por qué? ¿No se fía el G-20 de los compromisos de Italia o es que debe pedir ayuda financiera internacional? ¿Es un toque de atención para España o el futuro Gobierno?

Una segunda cuestión muy breve. A la vista de la mayoría absoluta o absolutísima que el CIS pronostica para el PP, ¿cree usted que, a día de hoy, hay partido, del tipo que sea?

Presidente. - En primer lugar, la reflexión la ha hecho usted y me parece interesante, pero es verdad que podría haberse producido desde otra instancia. Es cierto que desde que empezaron los problemas de la deuda soberana en Europa siempre se ha hablado de todos los periféricos que tendrían problemas y resulta que, a día de hoy, España es el país de ese grupo, al que se nos ha encasillado durante mucho tiempo o puesto a todos en un mismo paquete, que es verdad que hemos tenido nuestra capacidad de funcionar, de mantener la solvencia, de ganar la credibilidad y, poco a poco, de ganar más credibilidad.

¿Italia? Es verdad que ha habido en los últimos meses y semanas --no hay más que ver los diferenciales-- una presión sobre Italia; pero también es cierto que estamos ante una economía muy fuerte, como es conocido. Tiene una gran potencia industrial. Es verdad que tiene una deuda alta, pero tiene un gran ahorro interno y buena parte de la deuda pública está en manos de italianos. Lo que se ha querido, y parece que es acertado, por parte del Gobierno italiano y de las instituciones europeas, es que acompañe a la Comisión una institución como el Fondo Monetario Internacional, de quien todo el mundo reconoce su exigente actitud, para que certifique cada tres meses el plan de reformas del Gobierno italiano y aporte un factor de confianza a la economía italiana y a la sostenibilidad y fortaleza de su deuda soberana.

Eso es lo que se ha producido y creo que puede resultar o que puede ser positivo. Desde España lo contemplamos de manera razonable.

Sobre la encuesta del CIS, es verdad que he visto prácticamente los titulares. Yo creo que las encuestas, como todo, son un material más de trabajo y seguro que lo va a ser; pero, por supuesto, creo que tenemos todas experiencias suficientes en democracia para saber que el trabajo que se hace en una campaña, con un debate por medio, tiene gran importancia. Tenemos que esperar al día 20.

P.- Presidente, voy a insistir con la pregunta anterior. Entiendo que la campaña electoral ha empezado hace escasamente unas horas pero, si se confirmara el resultado del CIS de hoy, ¿se siente usted responsable de ese resultado?

Presidente.- No voy a decir otra vez que me siento responsable de las cosas, porque luego da lugar a todas las interpretaciones posibles. Estamos en el G-20, ya ha llegado la campaña, ya llegarán los resultados y ya llegará la hora de valoraciones. Y, por supuesto, la valoración primera que haré en nombre del Partido Socialista será la mía y espero que pueda ser una valoración positiva. Pero no vamos ahora aquí, en el G-20…, porque no corresponde.

P.- Presidente, yo quería una aclaración, porque usted ha dicho que vamos a seguir con las reformas en marcha y con todas las medidas que pudieran ser necesarias. ¿Eso quiere decir que, si de aquí a que usted deje el Gobierno es necesario adoptar nuevas medidas, está dispuesto usted a adoptarlas? ¿Y en qué sentido serían?

Presidente.- La verdad es que es un intento de rizar el rizo, porque es verdad que forma parte de un recurso de estilo y de un deber decir, por parte del presidente del Gobierno, que hemos tomado todas las medidas necesarias para la consolidación fiscal y las seguiremos tomando si fueran necesarias. No quiere decir más que eso, mucho más todavía cuando tenemos el tiempo que tenemos hasta la formación del nuevo Gobierno.

Lo que sí puedo decir es que no va a ser necesario tomar ninguna medida más y que, afortunadamente, nuestras previsiones sobre ingresos y gastos, en lo que afecta a la Administración General del Estado, van a hacer que cumplamos el déficit y que nuestras previsiones sobre capacidad de financiación y necesidad de financiación de aquí a final de año están muy estudiadas, muy planificadas, por el Ministerio de Economía y por el Tesoro.

Por tanto, lo que tenemos que hacer, hasta el último día en que seamos Gobierno, es hacer cumplir todas y cada una de las disposiciones que hemos adoptado para que, en efecto, el déficit esté dentro de los parámetros que hemos comprometido y que es necesario para España, y, por supuesto, para nuestra capacidad de financiación. No hay otra intención ni otra aproximación posible a esa consideración.

Muchas gracias.