Intervención del presidente del Gobierno en el Encuentro empresarial hispano-tunecino "Transición y reformas económicas"

26.2.2018

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Túnez

Señor presidente del Gobierno de la República de Túnez, señores ministros, autoridades, representantes de las organizaciones empresariales de Túnez, (UTICA) y de España (CEOE), señor vicepresidente, queridos amigos,

España y Túnez mantienen excelentes relaciones institucionales, económicas y comerciales, y este encuentro empresarial, que hoy tengo el placer de clausurar con el Jefe del Gobierno de la República de Túnez, es testimonio de ello, y servirá para intensificar aún más los vínculos entre nuestros países.

Quiero empezar agradeciendo a todos los organismos e instituciones de ambos países el trabajo realizado para hacer posible este encuentro.

La economía tunecina se encuentra ahora en un momento crucial para consolidar la recuperación económica y la imagen de destino estable y atractivo para la inversión.

A pesar de las dificultades que ha tenido que superar, en estos últimos años ha puesto en marcha reformas importantes que contribuyen a mejorar el clima de negocios y a promover un crecimiento sostenido y sostenible. Pero las reformas estructurales son muchas veces difíciles, y recoger sus frutos lleva su tiempo. Por eso, quiero animar al Gobierno de Túnez a proseguir con su agenda reformista que, sin lugar a dudas, se traducirá en más crecimiento y más empleo y, en última instancia, en más bienestar para todos los ciudadanos.

España tiene una experiencia reciente y exitosa en materia de reformas. Ha tenido que hacer frente a una situación de crisis, una crisis sin precedentes en nuestra historia. Cinco años de recesión en los que se destruyó casi el diez por ciento de nuestra riqueza, y se perdieron más de tres millones y medio de empleos.

Era necesario dar un giro de 180 grados, por ello, pusimos en marcha una ambiciosa agenda reformista que supuso la adopción de medidas, no siempre fáciles.

Este cambio radical ha sido posible gracias a actuaciones en diferentes ámbitos. Citaré sólo cuatro: estabilidad presupuestaria, sector financiero, reforma laboral y reforma energética. Estas reformas han permitido que la economía española gane eficiencia, que gane flexibilidad y también, capacidad de competir. Hemos transformado la recesión en recuperación y la destrucción de empleos en creación de puestos de trabajo.

Al día de hoy, España crece y crea empleo, y lo hace con un modelo de crecimiento más equilibrado y sostenible en el que el sector exterior y nuestra competitividad desempeñan un papel clave.

En 2017, la economía española creció un 3,1 por ciento, a la cabeza -por tercer año consecutivo- de las grandes economías de la zona euro. Y, en 2018, seguiremos creciendo, al menos, al 2,5 por ciento. Esto era impensable hace sólo cuatro años.

Además, este crecimiento se ha traducido en una intensa creación de empleo de en torno a medio millón de puestos de trabajo al año, desde 2014. Y un elemento a destacar es que el crecimiento y la creación de empleo de estos cuatro años se han producido de forma paralela a un superávit exterior. Son cuatro años ya los que crecemos con superávit exterior. Es algo que no se había dado nunca en nuestro modelo de crecimiento.

El protagonismo de nuestro sector exterior es así, el factor diferencial de este ciclo. Antes de la crisis exportábamos un cuarto de nuestro PIB y, a día de hoy, exportamos más de un tercio de nuestro PIB. Cada vez son más las empresas españolas que exportan, más los mercados a los que llegan, y más diversos y sofisticados los productos exportados. Nuestras empresas son más competitivas y nuestros productos son más atractivos en el exterior.

Y para seguir creciendo en los próximos años tenemos que poder mantener la capacidad de adaptación y la competitividad de la economía española.

Ello requiere actuar en múltiples áreas, entre las que cabe destacar, en primer lugar, la estabilidad financiera, ya que mantener unas cuentas fiscales saneadas y prudentes es condición necesaria para seguir generando confianza y para seguir creciendo. En segundo lugar, la digitalización. La transformación digital es una auténtica revolución tecnológica que nos obliga a adaptarnos a una nueva realidad, pero que también ofrece nuevas oportunidades que debemos saber aprovechar (la competitividad de nuestra economía depende de ello). Y, en tercer lugar, las actuaciones en materia de I+D+i determinantes a la hora de potenciar las nuevas tecnologías digitales.

Todo ello, acompañado de actuaciones dirigidas a mejorar el funcionamiento de los mercados, avanzando en la eliminación de trabas administrativas, seguir apoyando la actividad emprendedora, y seguir fomentando la internacionalización de nuestras empresas.

Señoras y señores,

En todo este proceso las grandes protagonistas han sido, y lo seguirán siendo las empresas. Hemos vivido una transformación del tejido y de la cultura empresarial. Las empresas españolas son plenamente conscientes de que compiten en mercados globales. Apuestan por nuevos mercados y por la mayor especialización de sus productos. Por ello, desde los inicios de la crisis, la base exportadora española se ha incrementado en un cincuenta por ciento, y hoy tenemos más de 50.000 empresas que exportan de manera regular fuera de nuestras fronteras. Y, en este contexto, Túnez es un destino con gran proyección para las empresas españolas.

Túnez es un socio importante para España, compartimos muchas cosas y tenemos intereses comunes.

En 2017, el comercio bilateral fue de 1.294 millones de euros. No obstante, hay margen para crecer. Es obligado que nuestras relaciones económicas y comerciales se sigan intensificando y mejorándose en los próximos años. Y es nuestro deseo conseguir que se fortalezcan aún más, y, en esa línea trabajamos y seguiremos trabajando.

Las empresas españolas pueden aportar su amplia experiencia internacional y elevada tecnología en los proyectos considerados estratégicos por Túnez, como está sucediendo ya en algunos casos.

Además, el Gobierno tunecino va a poner en marcha proyectos que brindarán nuevas oportunidades para las empresas españolas en el marco del plan de desarrollo 2016-2020.

Y estamos trabajando en una nueva línea de crédito para financiar pequeños y medianos proyectos realizados en Túnez por empresas tunecinas o hispano-tunecinas en sectores de interés mutuo.

Señoras y señores,

Concluyo ya. Túnez y España son socios y amigos. Es para mí una oportunidad estar aquí en Túnez y poder conocer de primera mano las experiencias y reflexiones de las empresas españolas y tunecinas.

Espero que este encuentro y la creciente comunicación entre ambas comunidades de empresarios alumbren futuros proyectos conjuntos respondiendo así a las oportunidades que se nos ofrecen.

Por mi parte, por la de mi Gobierno y nuestra Administración, estamos claramente comprometidos en profundizar en las relaciones económicas y comerciales entre nuestros países. Túnez ha tomado decisiones muy importantes y muy valientes en los últimos años, algo que no han sido capaces de hacer otros países. Eso da mucho crédito fuera. Eso genera mucha confianza y eso nos anima a todos a colaborar para ser socios mejores en beneficio de todos nuestros ciudadanos que, al fin y a la postre, es de lo que se trata.

Muchas gracias a todos, muy especialmente a usted, señor jefe de Gobierno.

Gracias.

(Transcripción editada por la Secretaria de Estado de Comunicación)

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