Discurso del presidente del Gobierno en el "Encuentro Empresarial España-Argentina"

10.4.2018

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Buenos Aires

Señor presidente de la República Argentina, agradezco de manera muy especial su presencia en este acto.

Señores ministros, señores y señoras miembros de la Mesa, queridas amigas y amigos todos.

Quisiera comenzar mi intervención agradeciendo la organización de este encuentro empresarial a todos los que lo han hecho posible, tanto por el por el lado español (ICEX, CEOE y Cámara de España) como por el lado argentino (el Gobierno y la Agencia Argentina de Inversiones y de Comercio Exterior).

Este encuentro empresarial que hoy inauguramos es una muestra de las excelentes relaciones institucionales, culturales, económicas y comerciales que desde hace muchos años mantienen España y Argentina.

Además, nuestros dos países viven hoy un buen momento económico, una situación de crecimiento económico notable, fruto en ambos casos de reformas difíciles, pero es un momento que constituye un entorno propicio para intensificar aún más nuestras relaciones comerciales y de inversión.

Y este foro es una plataforma excepcional para seguir avanzado en ese camino y para favorecer alianzas y entendimientos entre ambas comunidades de empresarios.

Señoras y señores, quiero comenzar esta intervención resaltando el momento de crecimiento económico con expectativas muy positivas para el futuro que vive hoy Argentina. Las valientes reformas que, en muy poco tiempo ha puesto en marcha el Gobierno, han conseguido revertir la tendencia negativa de la economía y están generando el clima de confianza necesario e indispensable para crecer y para generar bienestar. Y, cómo no, también para atraer inversiones. Este, el de las reformas y la responsabilidad, es el camino correcto. Ese es el camino que nunca hay que abandonar y por donde siempre se debe transitar. Es la única manera de aumentar el bienestar de la gente, aquí de los argentinos, en España de los españoles, y de hacerlo de forma sostenida en el tiempo. Hablo desde la experiencia. En España, con mucho esfuerzo, estamos terminando de superar una crisis sin precedentes en nuestra historia, cinco años de crecimiento negativo consecutivos que nos llevó a perder un 10% de nuestro Producto Interior Bruto y 3.800.000 empleos.

Hoy, gracias a una decidida política de estabilidad presupuestaria y de reformas, sumada al esfuerzo de empresarios, trabajadores y ciudadanos, España vive una etapa de intenso crecimiento y creación de empleo, a la cabeza de Europa. Nuestra economía se ha ganado la confianza, crece sin endeudarse, ha recuperado su competitividad y se ha reorientado a los mercados internacionales. Esto supone un cambio radical y prometedor de nuestro modelo de crecimiento que debemos consolidar y hacerlo, como Argentina, con reformas constantes.

Tras cuatro años de crecimiento económico, los tres últimos por encima del 3%, la previsión prudente, mejor dicho, la previsión muy prudente de crecimiento para 2018 que hacemos en el Gobierno es del 2,7%. Ello nos permitirá seguir creando empleo a buen ritmo, un 2,5% anual y la tasa de paro continuará. Además en 2018 se mantendrá nuestro dinamismo exportador y las perspectivas a medio plazo son buenas, tanto si hablamos de crecimiento económico, empleo, inflación, siempre por debajo del 2%, cuentas públicas y sector exterior.

Señoras y señores, el reto ahora es materializar todo esto, mantener el crecimiento para superar así por completo las consecuencias de la crisis y seguir avanzando en la convergencia en empleo, renta, salarios y productividad. Y ello requiere necesariamente apostar por la fórmula que ha dado buenos resultados en los últimos años. Le ha dado buenos resultados a todos los que lo hicieron: estabilidad presupuestaria y reformas económicas. Y en ello estamos trabajando.

Por un lado, acabamos de presentar en las Cortes unos presupuestos que permiten mantener la estabilidad presupuestaria y seguir impulsando el crecimiento. Estamos trabajando para conseguir los apoyos necesarios para poder aprobarlos.

Por otro, debemos perseverar en una agenda de reformas que permita a la economía española mejorar su productividad y adaptarse a un entorno cambiante y muy competitivo. Esto es particularmente relevante en una economía tan abierta como la española, en la que el sector exterior desempeña un papel clave: si antes de la crisis exportábamos un cuarto de nuestro PIB, hoy exportamos más de un tercio del mismo; cifra que, en Europa, sólo alcanza Alemania.

Hoy, las empresas españolas apuestan de forma decidida por el exterior. Cada vez son más las empresas españolas que exportan, más los mercados a los que llegan, y más diversos y sofisticados los productos exportados.

Sin lugar a dudas, ellas están siendo las grandes protagonistas de todo este proceso. Y deben seguir siéndolo.

Estamos siendo testigos de la transformación de la cultura empresarial. Nuestras empresas son plenamente conscientes de que compiten en mercados globales, que tienen que explotar sus ventajas competitivas y ser capaces de adaptarse.

Sólo en el último año, el número de empresas españolas exportadoras aumentó un 8,5% respecto al año anterior. Esto significa que cada vez más empresas de mediano y pequeño tamaño se animan a salir al exterior. Y si atendemos a las empresas que exportan de manera regular fuera de nuestras fronteras, desde los inicios de la crisis nuestra base exportadora se ha incrementado en un 50%, y hoy tenemos más de 50.500 empresas que exportan de manera regular.

En todo este contexto, Argentina es un destino de gran interés para las empresas españolas, tanto para el comercio como para la inversión.

Una muestra clara de ello es que en 2017 nuestro comercio bilateral aumentó más de un 20% respecto a 2016, alcanzando los 2.872 millones de euros. Un nivel que todavía es muy modesto pero que es una muestra de las posibilidades de aumentar y de mejorar más en el futuro nuestras relaciones. De hecho en 2017, Argentina ha sido uno de los mercados prioritarios de nuestras exportaciones, que crecieron más del 50%.

En cuanto a la inversión, en 2016 España fue el segundo mayor inversor del mundo en Argentina (sólo por detrás de Estados Unidos). Las empresas españolas operan en sectores como la energía, las infraestructuras de transporte, agua, construcción, tecnologías de la información o la comunicación. Nuestras inversiones dan empleo a más de 90.000 personas en Argentina. Y además, la inversión española en Argentina se ha mantenido estable en el tiempo, mostrando que nuestras empresas tienen un compromiso a largo plazo con el país. A la inversa, Argentina es también un importante inversor en España, situándose en 2015 como el decimonoveno inversor mundial en nuestro país.

Como decía, a pesar de estas buenas cifras, existe potencial para seguir profundizando estas relaciones, ya que Argentina es sólo el quinto socio comercial de España en Latinoamérica, por detrás de economías de la región con menor tamaño. Y además, la transformación que hoy vive la economía argentina está siendo un estímulo para que cada vez más empresas españolas se interesen por el mercado argentino, y el éxito de asistencia a este foro es un buen ejemplo.

Señoras y señores, estamos ante una nueva etapa, probablemente la mejor en muchísimo tiempo, que debemos aprovechar para intensificar nuestras relaciones económicas bilaterales. No puedo concluir sin citar un elemento clave que nos ayudará en ello.

Como saben, España está siendo una gran defensora de la consecución de un Acuerdo de Libre Comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. Confío en que, con el esfuerzo de todos, podamos culminar con éxito esta negociación. A pesar de que estos tipos de acuerdos implican algunas concesiones puntuales, todo acuerdo lo implica, lo cierto es que la experiencia demuestra que los beneficios superan con creces a los costes en términos de crecimiento, en términos de creación de empleo y en términos de bienestar.

Acabo ya.

Argentina está haciendo un magnífico trabajo en el ámbito económico. Tengan la seguridad que está afirmación que hace el presidente del Gobierno de España no es mía en exclusiva, es algo que lo dicen todos, al menos en los foros a los que yo asisto habitualmente. La situación ya está mejorando y lo seguirá haciendo en el futuro si persevera en la senda de la prudencia, de las reformas y si es capaz de seguir generando confianza. Pueden contar para ello con el apoyo de España. Y ello, no sólo por mi convencimiento personal de que se está haciendo lo correcto, sino también porque este camino abre nuevas oportunidades a nuestras relaciones económicas bilaterales que se traducirán, sin duda, en un mayor bienestar para los pueblos argentino y español. Espero que este encuentro sea de utilidad para poner en marcha esos nuevos proyectos.

Muchas gracias

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)

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