Primera réplica del presidente del Gobierno a todos los Grupos Parlamentarios

12.12.2018

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Congreso de los Diputados

Muchas gracias, presidenta.

Gracias, señorías, por las intervenciones que han, lógicamente, tenido durante el día de hoy, a lo largo de la mañana.

Señor Casado, en fin, ya son varias las veces que hemos podido, digamos, conversar en el Pleno del Congreso de los Diputados, y tengo que decirle que no es la primera ni la segunda, pero espero que sea la última vez, por lo menos, diríjase a este Pleno, y diríjase a este Gobierno, y diríjase a mí, no con el estilo faltón que tiene, que utiliza. Sí. Porque está usted convirtiendo el parlamentarismo, señor Casado, en una suerte de sumatorio de eslóganes, sin ningún tipo de significado, de significante, donde, al final, la soberbia se respira en muchas de las cosas que usted comentaba.

Por tanto, yo lo que le pido, señor Casado, es un poco de humildad. Usted decía, "señorías ¿qué más tiene que pasar en Cataluña para aplicar el artículo 155?" Dice usted. Imagino que no es una pregunta retórica. Bien.

Mire ¿qué le parece que haya dos referéndums, un 9 de noviembre, un 1 de octubre, la aprobación de la quiebra de leyes de manera unilateral por parte del secesionismo en el Parlamento de Cataluña? ¿O una Declaración Unilateral de Independencia?

Señor Casado, mire, un poco de humildad. Un poco de humildad porque hoy no estamos peor que en esa época. Estamos mucho mejor en Cataluña y en España, gracias, también, a la política que está haciendo este Gobierno.

Yo lo único que le pediría, yo sé que esto es predicar en el desierto. Yo lo sé. Cuando está la derecha en el Gobierno, por favor, sentido de Estado todos. Todos sentido de Estado. Todos detrás del Gobierno. Todos, por favor, arrimando el hombro. Apoyando al Gobierno de España sin tener que criticar. Incluso, cuando el 1 de octubre tuvimos que ver que el Gobierno de entonces, metió la Policía Nacional en barcos en el Puerto de Barcelona.

Incluso, teniendo que retirar nosotros la reprobación, a la entonces vicepresidenta del Gobierno por responsabilidad de Estado. Incluso, escuchando al señor Rajoy recriminar a su socio parlamentario, el señor Rivera, que estaba utilizando de manera desleal la crisis en Cataluña, que, en cambio, estaba haciendo un ejercicio de responsabilidad para con el Estado, el Partido Socialista, el líder de la oposición en el Grupo Parlamentario Socialista.

No les pido que hagan más, pero, al menos, hagan lo mismo que hizo el Grupo Parlamentario Socialista, apoyen al Gobierno de España. Tengan sentido de Estado. Tengan sentido de Estado y entiendan que hacer oposición es, por supuesto, legítimamente hacer oposición e intentar desgastar la acción del Gobierno de España. Si eso yo lo entiendo. Por cierto, no lo hace bien, señor Casado. Ya le digo yo.

Pero, en todo caso, yo lo entiendo, pero lo que no se puede hacer es debilitar al Estado, señor Casado. Lo que no se puede hacer es debilitar al Estado como están haciendo ustedes.

Mire, si en el fondo, cuando usted apela constantemente a un 155 perpetuo, ¿sabe lo que está haciendo? Lo que está reconociendo es su fracaso, porque no tiene un proyecto político para Cataluña, ni para España, como tiene proyecto político para España tampoco lo tiene para Cataluña, señor Casado. Eso es lo que está pasando a usted, el fracaso de su discurso territorial. El naufragio de su discurso y de su proyecto nacional. Esta es la cuestión, señor Casado.

Por tanto, un poco de humildad, señor Casado. Si es que, decía antes la portavoz del Grupo parlamentario Socialista, la señora Lastra, en realidad, el señor Casado y el señor Rivera y el señor Abascal tienen un ventrílocuo, que es el señor Aznar. Sí. Dicen ustedes lo mismo, con distintas tonalidades, pero dicen ustedes lo mismo.

Miren, ustedes con Aznar y con Rajoy, como líderes de la oposición utilizaron el terrorismo. Utilizaron Cataluña para intentar desgastar a los Gobiernos de entonces. Esa es la gran diferencia entre ustedes y nosotros cuando hacemos oposición, y cuando estamos en el Gobierno.

Nosotros, frente a su intento de manipulación de la violencia etarra, este Grupo parlamentario socialista, y el Partido Socialista Obrero Español impulsaron los grandes acuerdos de lucha contra el terrorismo.

Este Grupo Parlamentario y un Gobierno, también presidido por el Partido Socialista, acabó con el terrorismo en el País Vasco. Y este Gobierno, señor Casado, y este Gobierno, señor Casado, desde luego, lo que no va a hacer es utilizar el agravio territorial y echar gasolina al fuego de la crisis de convivencia que hay en Cataluña. Lo que vamos a hacer es echar agua. Ustedes gasolina, y nosotros agua. Porque lo que queremos es preservar la convivencia en Cataluña y en el conjunto de España.

Ustedes en la oposición, mesas petitorias en contra del Estatuto de Autonomía de Cataluña, recurso ante el Tribunal Constitucional. Lo he dicho en otras ocasiones. Yo he escuchado hasta incluso a líderes del Partido Popular en Andalucía decir, cuidado, porque con este Estatuto de Autonomía en Andalucía se les va a obligar a los niños y niñas andaluces a aprender catalán en los colegios. Sí, sí. Escúchese las cuñas de radio de su partido, cuando estaba, precisamente, en la oposición.

Nosotros, señor Casado, señorías del Grupo Parlamentario Popular, cuando estuvimos en la oposición y ustedes tenían la mayoría absoluta, ya estaba creciendo y alertaba al Partido Socialista, primero, con Alfredo Pérez Rubalcaba, y yo, posteriormente, como líder de la oposición, nosotros ofrecimos nuestro apoyo, aún ustedes teniendo la mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado, para hacer una reforma constitucional, que abriera el camino del diálogo de la comprensión, y del acuerdo para resolver una crisis territorial, como la que se está viviendo en Cataluña.

Incluso, señorías, nosotros apoyamos algunas de las cuestiones que se plantearon en la anterior Legislatura y siempre lo hicimos, además, señor Casado, fíjese lo que le digo, lo hicimos siempre desde un principio fundamental, que me parece que es importante. Lógicamente, se puede tener la legitimidad que te da el estar en el Congreso de los Diputados; tener una mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados; tener una mayoría en el Senado, pero una cosa es la legitimidad parlamentaria, y otra cosa es la legitimidad social, del momento en el que se aplica esas decisiones.

¿Por qué digo esto? Porque lo más importante cuando se toman decisiones del calado que ustedes apuntan, usted y el señor Rivera, que, en realidad no tienen ningún tipo de proyecto para España ni para Cataluña, lo que no pueden olvidar nunca es la proporcionalidad, que es lo que legitima cualquier tipo de acción que pueda tomar el Estado Social y Democrático de Derecho.

Y ustedes, señor Casado, en eso, pues, honestamente, lo que hacen es olvidarlo. Le diré una cosa, en todo caso, se lo dije en otras muchas ocasiones, usted persiste en el error, usted está acabando, está acabando en el mismo agujero que no le va a llevar a ningún lado.

Fíjese, cuando usted habla de Cataluña, en los términos que lo hace. Cuando usted habla de la migración, en los términos en que lo hace, yo le digo, le digo señor Casado, y se lo digo, en fin, con el respeto que me merece el Partido Popular, y el Grupo Parlamentario Popular que usted preside, lo que le digo es, que lo que está haciendo es darle votos al señor Rivera y darle votos al señor Abascal. Y la primera prueba la ha tenido usted en Andalucía. Sí, sí, sí, síi. Claro, es bastante incoherente, Señoría, es bastante incoherente, porque el señor Casado perdió unas primarias pero ganó la Secretaria General. O mejor, dicho, la presidencia del Partido Popular. Pero para intentar evadir eso de que no ganó las primarias, presentó una modificación de la Ley de Bases de las Administraciones Locales para que pudiera gobernar la lista más votada.

A mí me llama presidente ilegítimo, porque no he ganado las elecciones. Bueno, me ha llamado 'golpista', también presidente 'ilegítimo', da igual, porque, en realidad, esta es la nueva forma de hacer política y el parlamentarismo del señor Casado y del Partido Popular. Sí, sí, sí: la descalificación, el insulto, la difamación, todo con tal de ocultar su vacuidad y su falta de propuestas para resolver los grandes problemas de este país.

Sobre todo, seguía, señor Casado, Señorías, miren, ustedes me llaman presidente "ilegítimo", presidente "golpista". No, por supuesto, no pide usted ningún tipo de disculpas. Usted dice que no soy ilegítimo porque no he ganado las elecciones, pero, en cambio, sí que es legítimo, señor Casado, el poder gobernar en la Junta de Andalucía con el apoyo de la ultraderecha. Eso sí que es legítimo, señor Casado. Claro, eso sí que es legítimo. Es la coherencia.

Es la coherencia del Partido Popular: cuando está en la oposición, que se hunda España, que ya vendremos nosotros a rescatarla, Montoro dixit. Cuando están en la oposición, bueno, pues que gobierne la lista más votada. Ahora, cuando hay opciones de poder gobernar, en este caso, en el gobierno autonómico de Andalucía, con el apoyo de la ultraderecha, pues, entonces, vale cualquier cosa, señor Casado. Esa es la incoherencia.

Y ahora, fíjese, señor Casado, señorías del Partido Popular miren, una cosa es una moción de censura, y otra cosa es una sesión de investidura. Son cosas distintas completamente. Miren, yo desde esta tribuna le dije al entonces presidente del Gobierno de España, si usted dimite se acaba la moción de censura. No dimitió. No asumieron ustedes la responsabilidad política. Sí lo hizo esta Cámara, porque estaba harta de no asumir la responsabilidad política, para abrir un periodo de regeneración política y moral que se necesitaba en la política española: de sacar del territorio de la corrupción a la política, en la cual ustedes la habían sumido.

Claro, claro, eso es la moción de censura. La moción de censura solamente tuvo una apelación a la responsabilidad de todos y de cada uno de los Grupos parlamentarios en esta Cámara. Hubo dos Grupos parlamentarios que faltaron a esa responsabilidad: el suyo, que lo entiendo, porque estaban en el Gobierno, el inexplicable es el del señor Rivera, que siempre ha acabado de muleta del Grupo Parlamentario Popular, como va a ocurrir, también, en Andalucía.

Pero fíjese: ustedes tendrán que decirnos, señor Rivera, señor Casado ¿qué están gobernando en Andalucía? ¿Qué están negociando en Andalucía? Ahora voy a hablar de eso. Ahora voy a hablar de echarle, precisamente. Ahora voy a hablar de eso, ahora voy a hablar de echarle, efectivamente, señor Rivera, ahora voy a hablar de eso, señor Rivera, ha dado usted en el clavo.

Fíjese, el otro día, el señor Moreno Bonilla, que la verdad es que es, en fin, bastante transparente sus intenciones, y dijo la única línea roja, que tiene el Partido Popular ¿sabe cuál es? No es la Constitución, no es la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. No, es la presidencia de la Junta de Andalucía. Esa fue la línea roja que planteó el Partido Popular. Entonces, señor Casado, mi pregunta es bien sencilla: ¿Está usted o no de acuerdo como dice ese grupo ultraderechista en que el aborto tiene que salir de la cobertura de la sanidad pública?

¿Está usted o no de acuerdo en que la Le de Violencia de Género según ese grupo ultraderechista es una Ley que desprotege al hombre en beneficio de la mujer que, en muchas ocasiones, lo que hace es engañar sobre el maltrato que sufre?

¿Está usted o no de acuerdo en que Franco no representó una dictadura como dice ese grupo ultraderechista? Porque fíjese, señor Casado. Yo combato con argumentos el independentismo; lo he hecho siempre. Usted lo que ha hecho no es combatir con argumentos el ultraderechismo, lo que está haciendo es abrazar los mismos argumentos del ultraderechismo.

También le diré, también le diré, señor Casado. Usted habla de la recentralización, qué gran hipocresía, ¿no?, la del señor Aznar: "Hay que recentralizar muchas de las competencias…". Pero si fue él el que descentralizó la Sanidad pública a las Comunidades Autónomas. Eso sí, sin ningún recurso económico, precisamente, para que pudieran las Comunidades Autónomas hacerse con la gestión de ellas. Pero, en todo caso, señor Casado, usted que está impulsando y liderando no solamente en el ámbito de su partido, sino también en el ámbito de las tres derechas, la recentralización. Lo que le quiero preguntar es ¿ha pactado eso usted con los presidentes autonómicos de su partido político? ¿Ha pactado con sus presidentes autonómicos recentralizar la educación? ¿Recentralizar la sanidad? Porque, en fin, yo no sé. Yo hablo con ellos, también, y me parece que no van por la línea que usted está indicando, señor Casado.

Por tanto, nosotros sí, un proyecto de regeneración, moral, política, de modernización de la economía y de cohesión social.

Por cierto, señor Casado, no mienta. Además de ser faltón, no mienta. No mienta. Sí, mire, no mienta. Usted dice que su compromiso era el de revalorizar las pensiones a los jubilados y jubiladas… Mire, el compromiso de su Gobierno, del Partido Popular de entonces, para el año 2019, es un 0,25% para los pensionistas. Ese es el compromiso de su Gobierno. El compromiso de este Gobierno es revalorizar las pensiones, conforme al IPC el próximo año en los Presupuestos Generales del Estado, y es compensar la desviación de la inflación como consecuencia del compromiso que ustedes asumieron del 1,6% a los jubilados en el año 2018.

Señor Iglesias, agradezco el tono de su intervención. Sí, también le diré una cosa, porque usted habla de los Presupuestos Generales de 2019, habla también de que tenemos que tener la misma posición que el Gobierno de Macron, pero se olvida usted de una cosa bastante importante, y es que aquí tenemos una mayoría parlamentaria que está bloqueando la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para quitarle el veto, que es paradigmático, de lo que significa la utilización y la instrumentalización por parte del Grupo Parlamentario Popular de instituciones como el Senado, precisamente, para quitar la voz, el voto y el poder de decisión que tiene el Congreso de los Diputados.

Por tanto, esa Ley de Estabilidad no se ha modificado; desgraciadamente, la senda de estabilidad que vamos a traer al Congreso de los Diputados no contará con la mayoría, porque, lógicamente, el Grupo Parlamentario Popular y el Grupo Parlamentario de Ciudadanos, pues no van a apoyarla y, en consecuencia, pues nosotros tenemos que adecuarnos también al objetivo de déficit que está marcado previamente.

Ahora bien, voy a hacer algo de ingenuo, señorías. Si el señor Rivera dice que quiere echar una mano a este Gobierno, y el señor Casado, que también dice que quiere echar una mano a este Gobierno, es verdad que algunas veces, yo como que no me lo creo. No, porque dicen, vamos a llegar a un acuerdo. Llegamos a un acuerdo en el Consejo General del Poder Judicial, y me entero por la prensa de que el señor Casado lo rompe unilateralmente. Bien, da igual. Parece que no me puedo fiar un poco, pero señor Rivera, señor Casado, si ustedes quieren echar una mano a este Gobierno, permítanos que demos a las Comunidades Autónomas 6.000 millones de euros más para poder reconstruir el Estado de bienestar. Háganlo, háganlo.

Podría hasta incluso yo pensar que cuando ustedes dicen esto de que quieren ayudar al Gobierno, pues que me lo creo más bien poco, señor Rivera, señor Casado.

En todo caso, como dice el señor Rivera, yo también le tiendo la mano para que nos apoyen la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y una nueva senda de estabilidad y de gasto para nuestro país.

Dice la señora Martin González que la posición de los Comunes en Barcelona, en Cataluña, es la votación y, en consecuencia, también, la celebración de un referéndum. No quiero responderle a usted en concreto, porque quiero que, después, entrar más en detalle en esta cuestión con el señor Tarda, pero sí que le diré que después de lo que se ha visto en el Reino Unido. Fíjese, una de los lemas que utilizaba Farage y que utilizaban también los pro-brexit en el Reino Unido era "tomar el control de nuevo". Decían, vamos a tomar el control de nuevo.

De hecho, de alguna manera, el independentismo también utiliza este mismo argumento, dicho de otra forma en Cataluña. Claro, nosotros no podemos pagar a los funcionarios, no vienen a decir. No podemos pagar a los funcionarios, a los sanitarios a todos los empleados públicos, que se están manifestando en Cataluña, porque no se les ha pagado la paga extraordinaria, porque, o mejor dicho, no se le ha devuelto la paga extraordinaria, es una de las últimas Comunidades Autónomas que no lo está haciendo. Las listas de espera en la Sanidad catalana están por encima de los 100 días. En fin, lo que vienen a decir es, --lo dijo el otro día el señor Torra, el señor Tardá me imagino que estará de acuerdo, lo dijo el señor Torra, yo, desde luego, no-- pero dijo es que el problema es que poco menos que España nos viene a robar, de nuevo. Esos famosos 16.000 millones de euros.

No yo no digo que usted lo diga. Le digo que ellos lo dicen. Utilizan ese argumento. Utilizar el argumento que he dicho antes en mi primera intervención, siempre en el Brexit y, también en Cataluña, de responsabilizar a un tercero. En el Brexit, lo que decían en la celebración del referéndum, ¿qué era?, gracias a nuestra salida de la UE vamos a recuperar 350 millones de euros a la semana para poder pagar y construir todos los hospitales públicos que no hemos podido, como consecuencia de nuestra pertenencia a la Unión Europea.

¿Qué es lo que dice el independentismo de Cataluña? Poco más o menos lo mismo. ¿Qué es lo que le quiero decir con esto? Lo que le quiero decir con esto, es que el Brexit y lo que está ocurriendo ahora mismo en el Reino Unido que es la implosión del sistema político británico, la incapacidad por parte de nadie, de poder gestionar un callejón sin salida, en el cual le ha metido la política británica y, en particular, un Gobierno conservador, como primer ministro David Cameron, lo que hace no es recuperar el control de las cuestiones, al contrario. Lo que está ocurriendo en el Reino Unido es el descontrol absoluto, la desorientación y una movilización masiva de personas que están a un lado u a otro de lo que tiene que ser la solución del Brexit.

Por tanto, lo que le quiero decir con esto es que el referéndum en Cataluña, y luego entraré en esta cuestión más en detalle, el referéndum en Cataluña. Fíjese, se lo voy a decir de otra manera, lo he dicho en muchas ocasiones cuando he intervenido aquí.

¿Cuántas veces ha votado la sociedad catalana desde el año 2014? ¿Cuántas? ¿Cuántas veces? Por lo menos, cinco. Por lo menos, cinco. Y cuando uno hace la radiografía, si es que es evidente. Si ya sabemos cuál es el resultado. Si, al final, la única posición que hay en un referéndum que usted está defendiendo es el derecho a la autodeterminación, reconocer el derecho a la autodeterminación. Reconocer, en consecuencia, la capacidad de una parte de nuestro territorio de desgajarse del conjunto de España, pues lo que está haciendo, al final, es plantear una dicotomía o una pregunta binaria que es imposible de responder, sobre todo, para personas progresistas como usted o como yo.

Ni a usted ni a mí nos tienen que obligar a decirnos si somos españoles, catalanes, europeos, ¿por qué no podemos ser todo? ¿Por qué no en lugar de tener que estar siempre votando sobre lo mismo, es decir, pro independencia o no independencia, empezamos a votar sobre algo que agregue, y que trascienda los bloques de la independencia o del nacionalismo o el independentismo? Esa es la cuestión, creo yo.

Al diputado de Marea lo que tengo que decirle es que el acuerdo sobre la relación futura entre el Reino Unido y la Unión Europea necesitará de la previa conclusión del Acuerdo sobre el sector pesquero. Y, en relación con la caballa, a la cual ha hecho usted antes referencia, me señalaba, precisamente, el ministro de Agricultura y Pesca y Alimentación que, una vez abandone el Reino Unido la Unión Europea, seguiremos muy de cerca la asignación de las cuotas de esta pesquería en defensa de los intereses, lógicamente, del sector pesquero español.

Señor Garzón, hace una reflexión criticando poco menos que tengo una visión más burocrática de la Unión Europea y no política. Discrepo, y siento decirle que no es así. Creo que, además, en lo que representa mi intervención, pero también mi actuación en los Consejos Europeos, y también lo he dicho en relación con el que se va a celebrar en los próximos días, el Brexit u otros síntomas que estamos viendo, como pueda ser, por ejemplo, la fragmentación territorial, o como pueda ser, por ejemplo, también, la emergencia de fuerzas ultranacionalistas contrarias a los valores europeos, creo que lo que nos tiene que llevar es a la reflexión a los 27 Estados miembros de que tenemos que hacer transformaciones.

Es evidente que el Reino Unido siempre ha tenido una relación muy compleja con la UE. No es lo mismo que, digamos, se quiera marchar el Reino Unido por sus condicionantes históricos a que se quiera marchar, por ejemplo, Italia, España o Portugal. Por poner simplemente tres ejemplos completamente distintos a lo que representa el Reino Unido. Es decir, nosotros hemos tenido siempre una aproximación mucho más comprometida con la construcción europea. Y el Reino Unido siempre se ha mantenido en una suerte de complejidad y equidistancia que, de alguna manera, pues le ha llevado también en un momento de crisis, como el que hemos vivido durante estos últimos diez años a decantarse por su salida.

¿Qué le quiero decir con esto? Que nosotros, por supuesto, que estamos diciendo a los colegas europeos que el Brexit también es una oportunidad para integrar más, para resolver muchos de los problemas que tiene la Unión Europea. Yo lo he dicho en mi intervención.

Uno de los aspectos más fundamentales que necesitamos para los próximos cinco años es una perspectiva financiera que tiene que ser aprobada antes de las elecciones europeas. Imagínese usted unas elecciones europeas donde los países del Norte nos dicen que no quieren contribuir más al presupuesto comunitario. Los países del Sur, diciendo que queremos respetar la cantidad de aportaciones y de inversiones vía fondos estructurales o las políticas de cohesión o la PAC.

Bueno, pues yo creo que eso significa que tenemos, también, una visión política y no resignada de la construcción europea.

Cuando hablamos, por ejemplo, del Fondo Europeo de Desempleo, que es algo que está defendiendo la ministra de Economía en el Ecofin, y que yo estoy defendiendo dentro del Consejo Europeo. ¿Es o no es una visión política de lo que tiene que ser la construcción europea? A mi juicio, sí. A mi juicio, sí.

Cuando hablamos, por ejemplo, de una perspectiva común de la migración, donde, precisamente, el Gobierno de España estuvo el pasado lunes en Marrakech defendiendo una perspectiva global, y defendiendo el multilateralismo para resolver el drama de la migración, ¿es o no una visión inconformista de la construcción europea, cuando mucho de los colegas, miembros de la Unión Europea lo que están haciendo es, precisamente, desvincularse de ese acuerdo de Marrakech y desvincularse de la política de migración multilateral que está defendiendo el Gobierno de España?
Por tanto, yo creo que, señor Garzón, en eso podemos convenir que, desde luego, el Gobierno de España está en una visión inconformista y transformadora de lo que representa la construcción europea.

Bueno, el señor Rivera hizo ayer una propuesta como es él, ¿no?: Un 155 a cambio de elecciones. Bueno, si hay un 155 y, además, en la medida en la que usted lo está planteando, señor Rivera, sí, sí, usted lo dijo ayer. En fin, si usted plantea una intervención de esas características, hombre lo lógico será apoyar al Gobierno de España, señor Rivera, no convocar elecciones.

Pero, en todo caso, usted habla de que somos rehenes, de que somos socios de no sé cuántos grupos parlamentarios. ¿Oiga, y usted cuando acuerda con el independentismo el Consejo de TV3? ¿Qué están haciendo?, ¿defender el constitucionalismo y nosotros no? Claro, que yo no le critico eso. Es él el que me lo critica a mí. Por tanto, deme usted la razón, no a él. Es evidente. Es decir, que cuando ustedes pactan con el independentismo es que están defendiendo el constitucionalismo, y si nosotros sacamos adelante cuestiones con el independentismo significa que estamos presos y somos rehenes del independentismo.

Hombre, señor Rivera, está usted pecando de lo mismo que peca el señor Casado, un poco de coherencia y de humildad. Un poco de coherencia y de humildad. Claro, dice usted, ¿sabe usted lo que significa tener que ir con escoltas? Oiga, el Partido Socialista de Cataluña tiene muchos alcaldes, concejales, concejalas. Vivimos, precisamente, esa etapa, y yo estuve al habla con todos ellos y les defendí.

Ustedes no tienen ni un solo alcalde en Cataluña. Nosotros sí los tenemos y sabemos perfectamente lo que supone, precisamente, la presión a la cual les ha sometido el independentismo.

Dice el señor Casado, dice el señor Rivera que, en fin, que hay que defender desde el Gobierno de España a la parte no nacionalista de Cataluña. Yo digo, por supuesto, y lo hacemos. Pero usted que es la primera fuerza política en Cataluña ¿qué ha hecho? ¿Qué ha hecho? Usted no ha hecho absolutamente nada. Votar a Ciudadanos es un voto absolutamente inútil de frustración en Cataluña, señor Rivera. No ha hecho nada. Eso sí, el señor Rivera ya nos ha dicho claramente antes, no sé si ustedes le habrán escuchado, yo sí le he escuchado, porque desde aquí se tiene la capacidad. Él ha dicho que su proyecto político es echarnos. Es echar al Partido Socialista. No es echar al independentismo. Sí, sí usted ha dicho eso, señor Rivera. Usted lo ha dicho, yo le he escuchado aquí. Ustedes lo que quieren es echar al Partido Socialista Obrero Español. Y yo le diré, señor Rivera, si es que es normal, porque usted lo que quiere no es echar al Partido Socialista, sino a lo que nosotros representamos: una España diversa, orgullosa de su diversidad territorial, amante de la igualdad. Constructora del Estado de bienestar, defensora de derechos y de libertades. Usted lo que quiere es echar a lo que representa el Partido Socialista cuando está en gobernando, ya sea en Andalucía o ya sea en España.

Yo lo que le digo, señor Rivera es, mire, el Partido Popular, con Casado, es evidente que se ha echado en brazos de una escisión del Partido Popular, que es Vox. El gran error histórico que usted va a cometer es echarse en brazos también de esa escisión del PP y de la ultraderecha.

Fíjese yo se lo digo, además, como un consejo de estos, hasta incluso, de habernos conocidos. Escuche lo que le voy a decir. Le voy a decir una cosa, mire: en Suecia, la ultraderecha habrá conseguido en torno a un 18%, un 19% las elecciones. El Partido Socialista en Suecia obtuvo en torno a un 28% o un 29%, fue la primera fuerza más votada, y ha habido fuerzas conservadoras europeístas en Suecia. Y ahora están viendo a ver quién es el primer ministro que, lógicamente, será un primer ministro del Partido Socialista, pero la gran lección que tienen ustedes que sacar en relación con Andalucía, y también para aplicárselo ustedes, en el futuro, porque ya vemos por dónde van ustedes, es que la ultraderecha... O mejor dicho, la derecha europea en Suecia y en otros muchos lugares ha puesto un cortafuegos de no entendimiento con la ultraderecha. Hagan ustedes como la derecha europea en Suecia. Apoyen al Partido Socialista en Andalucía. Apoyen a la primera fuerza política en Andalucía. No se echen en brazos de la ultraderecha.

Por tanto, ahí va el consejo humilde que le planteo, señor Rivera, escuche menos a su ambición y más a la derecha europea que se siente orgullosa de no pactar con la ultraderecha europea.

Dicen ustedes, además, el otro día lo pregunté un poco por saber, a ver si es verdad lo que dice el señor Rivera que solamente sacamos los Reales Decretos-leyes en los Plenos del Congreso con los apoyos de fuerzas, en fin, que usted injustamente, y de manera, además, irresponsable califica como califica.

Mire, en estos seis meses que llevamos de Gobierno, lo digo más que nada para que lo sepan todas sus señorías, el Gobierno de España ha convalidado en torno a 15 Reales Decretos-leyes -17, me corrigen, gracias, señor Hernando por la puntualización- . ¿Saben cuántos ha aprobado y ha apoyado el grupo parlamentario de Ciudadanos? Según la lógica del señor Rivera, ninguno, ¿no? 10, de 17. Tres abstenciones. A ver si va a resultar, señor Rivera, que al final usted va a estar apoyando a este Gobierno, aunque usted no se dé cuenta.

También, le diré una cosa porque usted está mucho por las elecciones, elecciones. Elecciones que yo, señor Rivera, en fin, tampoco sé muy bien por qué usted tiene tantos motivos para alegrarse. Pero sí le diré una cosa, señor Rivera, cuando lleguen esas elecciones, que llegarán, el Partido Socialista Obrero Español apelará a la movilización de una España sensata, moderada que defiende los derechos, las libertades y el proyecto europeo. Después de su pacto vergonzante con las derechas en Andalucía, usted solamente podrá movilizar a la España caduca, a la España rancia, a la España que no quiere los derechos y las libertades de estos 40 años de democracia.

Señor Tardà, en fin, yo lo que digo es que la democracia no es sólo votar cada cuatro años. La democracia es también construir convivencia cada día de los años. No puedo, por supuesto, estar de acuerdo con usted cuando hace esta lectura tan tenebrosa del trabajo de los jueces y los fiscales en nuestro país, y le digo una cosa. Mire. Le voy a hacer algunas puntualizaciones, y le reconozco una cosa, señor Tardà, a lo mejor no me expliqué bien. Cuando yo apelé a ese supuesto pueblo catalán, --hice unas declaraciones, efectivamente, creo recordar en la cumbre iberoamericana--, me estaba refiriendo a cómo el independentismo, y lo hizo por ejemplo el otro día, por ejemplo, cuando hablaba de la vía eslovena, dice: "El pueblo catalán quiere optar por la vía eslovena". Bueno, el pueblo catalán no es el pueblo que abraza las tesis independentistas en Cataluña. A eso me refería. El pueblo catalán no es un único pueblo. Como el pueblo español no es un único pueblo. El pueblo catalán, más que pueblo, son pueblos, con múltiples identidades. Y, en ese sentido, quería hacerle esa puntualización o esa matización.

Mire, usted ha hecho toda una jaculatoria sobre el juicio, asemejándolo a la corrupción. La corrupción para usted, señor Tardà, es mala, es de los españoles, porque en Cataluña no existe corrupción. En España sí hay corrupción, en Cataluña no hay corrupción. Pero fíjese, mire en la Unión Europea no es ni la primera ni la última vez que va a ver tensiones de fragmentación territorial. Si uno se va a Francia, se encuentra Córcega. Si uno se va a Italia, se encuentra, por ejemplo, El Véneto. Si uno se va Alemania se encuentra Baviera. En Baviera, por ejemplo, existe un partido que defiende la independencia de Baviera respecto a Alemania. En Italia, hubo una movilización sin precedentes, mucho mayor de la que existió en Cataluña, donde casi el 60% de la sociedad de El Véneto de esa región de Italia planteó la secesión, la independencia. ¿Qué es lo que ocurrió? Lo que ocurrió es que cuando se apeló al Tribunal Constitucional, y el Tribunal Constitucional, el alto tribunal, lo que hizo fue dictar una sentencia en Baviera y en El Véneto, esos movimientos secesionistas acataron la sentencia del alto tribunal.

¿Cuál es el hecho paradigmático y que hace que el movimiento independentista en Cataluña sea, por supuesto, muy distinto a lo que ocurre en otras partes de Europa? Que ustedes no acataron las sentencias del Tribunal Constitucional. Ustedes no hicieron caso a los informes que les decían los letrados el Parlamento de Cataluña diciendo que estaban incumpliendo con las sentencias, y que estaban vulnerando el reglamento del Parlamento de Cataluña. Ustedes violentaron el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Ustedes violentaron la Constitución Española el 6 y el 7 de septiembre de 2017. No cometieron ustedes ningún error. ¿Hicieron ustedes todo bien? Algo de autocrítica, señor Tardà tendrían ustedes que plantear.

Por cierto, le diré una cosa, yo, para que conste en Acta, señorías, defiendo la independencia y el buen trabajo de los jueces y de los fiscales en nuestro país. Vivimos en un Estado Social y Democrático de Derecho.

Para que se haga una idea, ese poder judicial al cual usted critica, señor Tardà, es el que sentenció que este partido, que gobernaba hasta hace tres días en España, ha estado financiado irregularmente durante décadas como consecuencia de la corrupción que tiene ese partido.

Es que señor Tardà, es que no tienen mayoría social. Es que no hay mayoría social en Cataluña; no la hay. Si está votado. ¿Cuántas veces han llamado ustedes a las urnas a los catalanes? Si han votado los catalanes, por activa o por pasiva, por acción u omisión, en muchas ocasiones… Mire el 21 de diciembre votó prácticamente el 80% del censo en Cataluña. Ustedes no obtuvieron la mayoría social, sí la mayoría parlamentaria, producto de la ley electoral, pero no obtuvieron la mayoría social.

Por tanto, tienen ustedes que reconocer que son una minoría mayoritaria dentro de la sociedad catalana. Usted mismo lo ha dicho, señor Tardà. No tenemos la mayoría social dice usted, en Cataluña, para defender el independentismo. La diferencia que tienen ustedes, respecto al PDeCAT, o lo que quede del PDeCAT, es precisamente que ustedes, en eso son más pragmáticos que lo que pueda ser ahora mismo el PDeCAT, porque están reconociendo que no hay una mayoría social. Y que, por tanto, cuestiones como la unilateralidad. Cuestiones como la quiebra de la legalidad estatutaria y constitucional, no es que ya sea ilegal, no es que ya sea contraproducente, desde el punto de vista de las consecuencias jurídicas y penales, que, lógicamente, se deriva de ello, sino que tampoco es algo que agregue a la causa independentista.

Mire, el 1 de octubre, al cual ustedes invocan. El otro día yo escuchaba al señor Torra vincular la vía eslovena, precisamente, con el mandato del 1 de octubre, con ese 90% de catalanes que votó a favor de la independencia. Hombre, claro, me imagino que si en el Nou Camp se hace una consulta a todos los socios del Barcelona sobre cuál quiere que sea el equipo que gane la Liga, pues, entiendo que lo que el 99% dirá que el Fútbol Club Barcelona.

Lo que le quiero decir con eso, señor Tarda, es que ese 1 de octubre votó el 30% del censo catalán, el 30%. No votó el resto. Y cada vez que ha habido convocatorias legales en el marco de la Constitución y del Estatuto de Autonomía de Cataluña, les han dado la espalda. Han dado la espalda al independentismo en Cataluña. Por tanto, yo lo único que les digo es: dejemos a un lado un referéndum que habla solamente de la independencia sí o independencia no, y hablemos de una fórmula que permita agregar al 75 o al 80% de la sociedad catalana. Y eso es el autogobierno, y eso es el Estatuto de Autonomía, y eso es la Constitución española.

Sí me gustaría, tanto al señor Campuzano como al señor Tardà, preguntarles algo muy sencillo: ¿Están ustedes dispuestos o no a renunciar a la vía unilateral? Díganos ustedes aquí, si quieren ustedes o no, renunciar al vía unilateral. Porque el uniteralismo que defiende el señor Torra, que defienden muchos de los líderes independentistas, señor Campuzano, es todo lo contrario a la voluntad de diálogo.

Usted suba aquí, y me dice después en el turno de réplica si está dispuesto o no a renunciar a la unilateralidad, entonces me creeré de verdad que el independentismo catalán, que usted pueda representar, quiere realmente solucionar los problemas en Cataluña y no enquistarlos.

Fíjese, me dice el señor Tardà: abrir un diálogo. También me lo dice el señor Campuzano: abrir un diálogo. ¿Y ustedes no van a abrir ningún diálogo con la otra parte de la sociedad catalana? No, es que no lo están abriendo, señor Tardà. Es que ustedes hicieron una mesa, una mesa, en la que reunieron, invitaban a todos los partidos políticos, es verdad que el Grupo Parlamentario Ciudadanos no fue, y el Grupo Parlamentario Popular en Cataluña es marginal, --y peor que le irá--, pero, en todo caso, ustedes llegaron a esa mesa, y el señor Torra lo que dijo es que no descartaba la unilateralidad para resolver la crisis en Cataluña. Y ustedes no llegaron a ningún tipo de acuerdo con el resto de formaciones políticas que allí estuvimos, el PSC, y también los Comunes.

Por tanto, señor Tarda, yo lo que le digo es, mire, nosotros, por supuesto estamos dispuestos a dialogar, pero usted para dialogar tiene que representar a esas 2/3 partes de la sociedad catalana, que son, precisamente, las 2/3 partes que necesita el Parlamento de Cataluña para poder reformar su Estatuto de Autonomía. Lo que usted no puede plantear es que el 51% de la mayoría parlamentaria en el Parlamento de Cataluña se imponga al otro 49% una tesis que, además, desde el punto de vista social, no está siendo refrendada cada vez que tiene la oportunidad los catalanes de acudir a las urnas.

Por tanto, usted me viene, y el PDeCAT me viene, con una oferta, con una propuesta política del 75% de la sociedad catalana, y el Gobierno de España yo le aseguro, señor Tardà, vehicularemos y ayudaremos a resolver la cuestión catalana, pero primero hagan sus deberes. Pónganse de acuerdo y reconozcan a la otra parte de la sociedad catalana. Porque si no lo hacen, señor Tardà, lo que están haciendo es, posiblemente, dirigirse a la parte cada vez más extrema de la sociedad catalana.

Nosotros tendemos la mano, a todas las fuerzas parlamentarias para aprobar unos Presupuestos que creo que van a ser buenos para el conjunto de la sociedad catalana, por eso estamos proponiendo una celebración del Consejo de Ministros el próximo día 21 de diciembre, con la aprobación de una medida importante para los trabajadores y trabajadoras en Cataluña y en el conjunto de España, como es subir el Salario Mínimo Interprofesional. Y si ustedes quieren hablar de cómo recuperar el subsidio de desempleo de los mayores de 52 años. De cómo recuperar las cotizaciones a la Seguridad Social de los cuidadores no profesionales del sistema de Dependencia, de cómo revertir los recortes en educación. De cómo mejorar la financiación del sistema nacional de Dependencia que, también hay, y muchos en Cataluña, desde luego, el Gobierno de España estará dispuesto a hablar con todos ustedes. Con todos y cada uno de los grupos parlamentarios.

Ahora, no me pida que mezcle una cosa con otra. Usted me critica a mí que la justicia está politizada. Y lo que me está diciendo es que para aprobar los Presupuestos lo que tengo que hacer es politizar aún más la justicia. Pues no. La justicia por su carril, y nosotros hagamos política.

En realidad, señor Tardà, señor Campuzano, miren, yo no cuestiono la legitimidad que puedan tener sus grupos parlamentarios para defender la independencia. Hay otros grupos parlamentarios aquí que defienden también la independencia. Yo no la pongo en cuestión esa legitimidad. Nunca he puesto en cuestión que ustedes defiendan lo que quieran, pero siempre dentro de la Constitución y del Estatuto de Autonomía de Cataluña.

Yo creo que ha llegado la hora, también, señor Tardà, señor Campuzano, de que ustedes digan la verdad. Digan la verdad a la sociedad catalana. Digan la verdad a la sociedad catalana y les digan que su movimiento va contra la historia, que ustedes no tienen una mayoría social que le apoye. Que es el aislamiento y la pobreza de la sociedad catalana, y, por supuesto, también, que lo que implicará será una factura social, que es lo que estamos viviendo en Escocia y, también, en el Reino Unido, como consecuencia del Brexit.

Usted me decía, sea usted estadista. Y apoye un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Le digo, mire, ha habido un único líder político en Europa que ha apoyado la independencia, en este caso, del Reino Unido, mediante referéndum, de la Unión Europea, David Cameron, y yo les puedo asegurar, señor Tardà, señor Campuzano, que como presidente del Gobierno, nunca seguiré ni el ejemplo, ni el camino del señor Cameron.

Y no porque sea conservador, sino porque estamos viendo las consecuencias de una conducta y de una decisión irresponsable como la que tomó, en este caso, el exprimer ministro británico, el señor Cameron.

Señor Esteban, el portavoz del grupo parlamentario del PNV, yo, en fin, creo que habla usted de diálogo, de negociación. Yo le digo, por supuesto, que, además, ustedes pueden servir como inspiración para muchas de las cosas que están pasando en Cataluña. Allí el PSOE está gobernando con el PNV. Ustedes está ofreciendo una alternativa que trasciende los bloques identitarios. Ustedes están gobernando con un parte de la sociedad vasca que no se siente nacionalista. Y creo que eso es síntoma de prosperidad, y de progreso, y de lo que se necesita, también, en Cataluña. Si seguimos y continuamos con la dinámica de bloques, es que, lógicamente, no encontraremos una solución.

Respecto a la dinámica parlamentaria, señor Esteban, -decía la vicepresidenta del Gobierno- 21 leyes se han aprobado, o mejor dicho, están en curso o aprobadas 11, que entrarán en vigor antes de final de año, y las otras 10 ya están aprobadas. Que me dice usted que tiene que haber una información previa en relación con los Reales Decretos-leyes, desde luego que sí, porque evidentemente, necesitamos el apoyo parlamentario de cuantos más grupos, mejor, para poder sacarlos adelante. Por tanto, en ese sentido, quiero que sepa, que esa es la intención de este Gobierno, y si, a lo mejor, en algunas cuestiones no ha podido resultar, pues creo que tiene más que ver, a lo mejor, con la inercia, con la dinámica, que con la voluntad que, lógicamente, tenemos de aprobar esos Reales Decretos.

Bueno, el calendario de transferencias en la última comisión bilateral ha empezado a dibujarse. Usted me reprocha que en seis meses hayamos transferidos algunas competencias que llevan seis años sin transferirse. Bueno, pues, a lo mejor, le hubiera gustado que fuera en menos tiempo, pero en fin, son seis meses, no seis años. Y ahí queda clara cuál es la posición del Gobierno de España.

Y, en relación con su actitud y con su posición, respecto a los PGE yo también se lo agradezco. Creo que, con independencia de que luego podamos entrar en la negociación parlamentaria, lo importante es que no se bloquee la entrada de los Presupuestos en la Cámara. Y eso es lo que le pido al conjuntos de fuerzas parlamentarias en este Congreso.

Desde luego, también, su última reflexión sobre la necesidad de que no haya frentes, y que sí que tengamos una actitud en positivo. Toda esa mayoría parlamentaria que quiere sacar adelante cuestiones esenciales para el día a día de la ciudadanía, quiero que sepa que cuenta, también, con mi apoyo y, lógicamente, con mi complicidad.

Señor Campuzano, le he dicho antes al señor Tardà, que yo no cuestiono la legitimidad del nacionalismo catalán. Nunca la he cuestionado. Nunca he cuestionado la legitimidad de poder defender la independencia dentro de nuestro sistema constitucional. Le hacia la referencia también a El Véneto, y le hacía la referencia también, previamente, al señor Tardà, en relación con Baviera, e, insisto, la peculiaridad del hecho catalán es que ustedes no acataron las sentencias del Tribunal Constitucional, cuando otros movimientos independentistas en otras partes de Europa lo que están haciendo es acatar esas sentencias.

Por lo tanto, yo lo que les pido es simplemente que respeten la legalidad. Que si quieren ustedes cambiarla, intenten cambiarla, también, aquí. Pero lo que no pueden hacer es imponer por la vía de los hechos consumados una visión unilateral, y una visión, insisto, parcial, de la sociedad catalana.

Me recordaba el señor, el ministro de Asuntos Exteriores, el señor Borrell, que el antiguo consejero de Economía, cuando hablaba usted de que no había mentiras, que, efectivamente, había una suerte de expolio fiscal por parte del maligno Estado español, respecto a la pobre sociedad catalana -permítame el sarcasmo- el propio Mas-Colell, en una conferencia, en la London School of Economics, decía que el sistema ahora mismo de financiación hace que el 15% de la población que representa la sociedad catalana, en el conjunto global de la sociedad española, pues perciba el 15% del total de gastos y de inversiones públicas. El 18% aporta, del Producto Interior Bruto, y el 18% también de los impuestos y de las cotizaciones, digamos, aporta el 18% en términos de PIB, percibe.

Usted habla de que, efectivamente, cree en la Europa federal, bueno, si yo no dudo de su espíritu europeísta, pero, insisto, y creo que además son debates antiguos pero que hay que subrayar y que hay que recuperar para saber dónde estamos, señor Campuzano.

El señor Juncker y otros tantos miembros y líderes de la UE dijeron lo siguiente, sobre una eventual independencia de un determinado territorio de un Estado miembro. Decían, textualmente: "Si un territorio de un Estado miembro deja de ser parte de ese Estado, porque ese Estado se convierte en un territorio independiente, los Tratados no pueden seguir aplicándose a esa parte del territorio". "Y la nueva región independiente se convierte por efecto de su independencia, en un país tercero".

Es decir, lo que ustedes han defendido que la independencia de Cataluña representaría la integración inmediata de Cataluña en la Unión Europea, ¿sabe a lo que suena cuando uno ve lo que está ocurriendo en el Reino Unido? A lo mismo que decían los brexiters, que, con independencia de lo que pasara, inmediatamente después de que el Reino Unido saliera de la UE iba a ser integrada en una suerte de relación económica que iba, poco menos, que a no impactar en el día a día y a la economía real de los británicos.

Por tanto, yo no miento, señor Campuzano, lo que digo y lo que pongo negro sobre blanco, son las consecuencias lesivas para la sociedad catalana. E insisto, esa sociedad catalana no apoya de manera mayoritaria al independentismo. No lo está haciendo en ninguna de las elecciones regionales, hasta incluso, la primera fuerza política, como bien recordaba el señor Rivera, es una fuerza que precisamente lo que hace o propone recentralizar muchas de las competencias y poner en cuestión el autogobierno en Cataluña.

Por tanto, tienen ustedes que hacer autocrítica y una reflexión seria, serena, sobre hacia dónde quieren ustedes llevar a su movimiento, a su sociedad, y, en particular, también, al conjunto de la sociedad catalana.

El señor Baldoví, me habla, en primer lugar, del sector de las frutas. El ministro de Agricultura me dice que estamos siguiendo de cerca la situación del mercado con la UE. También se ha planteado, señor Baldoví la utilización de ayudas para la transformación de naranja en zumo. Y avanzar en la organización de la oferta.

Y, en relación con el acuerdo entre la UE y Sudáfrica, me recuerda el ministro de Agricultura, y se lo hago a usted también saber que, somos ahora mismo exportadores netos. Somos exportadores netos. Por tanto, creo que hay un camino importante que seguir ahí.

Yo estoy de acuerdo con usted, que, efectivamente, en Cataluña tienen que acabar los monólogos. Es evidente. Y creo que solamente se podrá resolver en España cuando se superen los monólogos en Cataluña. En Cataluña tiene que hablar la parte nacionalista con la parte no nacionalista.

Desgraciadamente, ahora que tenemos a un señor Torra que lo quiere es todo, menos hablar con la parte no nacionalista. Y, desgraciadamente, tenemos a una líder de la oposición que hace dejación de funciones. Y que no aspira tampoco a tejer complicidades ni tampoco a hablar con la otra parte de la Cataluña que es ahora mismo nacionalista.

Por lo tanto, creo que este es el gran drama que estamos ahora viviendo mucho más en clave partidista, en clave electoral, con fuertes traducciones en la dinámica electoral general, que lo que pueda ser la resolución de la crisis y del problema de convivencia que, lógicamente, se vive en Cataluña.

Por tanto, yo estoy de acuerdo con usted en que lo que tenemos que hacer es abrir un diálogo y no los monólogos.

Yo agradezco y mucho el que usted se manifieste a favor de que no sea bloqueada la entrada de los Presupuestos en el Congreso de los Diputados. Creo que eso es importante.

Y, en relación con el Brexit, yo coincido con usted que, efectivamente, tenemos que hacer una lectura autocrítica dentro de la UE, sobre cuáles son las razones en sus justos términos que ha llevado a que una parte importante de la UE, en este caso, que tiene nacionalidad británica, pues se quieran salir de este proyecto común.

Insisto, creo que también es muy importante, porque usted también ha hablado de la PAC, de manera indirecta. Ha hablado, también, de los Fondos de Cohesión Territorial. Es muy importante que se apruebe antes de las elecciones europeas, el marco financiero plurianual, y eso es lo que está defendiendo este Gobierno.

Sabemos que el tiempo se agota. Que va a ser muy difícil, pero, desde luego creo que después de lo que ha ocurrido, o que ocurrirá hoy con la moción de censura que se la va a hacer a la primera ministra británica. Después de haber postergado la votación en relación con el Acuerdo de Retirada en el Parlamento británico, porque se sabía que se iba a perder, la reflexión que tenemos que hacer los 27 Estados miembros, no es solamente decir, que tenemos que decirlo, que el Acuerdo de Retirada no se va a renegociar. Que la Declaración Política futura entre el Reino Unido y la Unión Europea tampoco se va a revisar. Pero, lógicamente, tendremos que hacer una revisión autocrítica de nuestros postulados e intentar avanzar en temas que están ahora mismo abandonados, como es, por ejemplo, el construir un marco financiero y anual que sea importante para muchas inversiones en territorios muy significativos de nuestro país.

Respecto a la portavoz de Bildu, es que discrepamos radicalmente. Volver a decir, en buena medida lo que he dicho antes. Yo creo el problema en Cataluña, el problema en el País Vasco, si es que usted lo vive como tal, señora portavoz, nada tiene que ver con la falta de democracia, sino con, precisamente, un problema de convivencia, me refiero, en este caso, a Cataluña, no, lógicamente al País Vasco.

El señor Allí me habla de Gibraltar, del artículo 49. Bueno, yo le reconozco el que usted, por supuesto, pues ha propuesto la reforma constitucional del artículo 49, yo no pretendo arrogarme nada, pero también le pido simplemente que reconozca que este Gobierno, con 84 diputados ha planteado reformas constitucionales que han sido largamente debatidas, al menos, de forma. A lo mejor no de contenido, pero sí de forma, por todos los grupos parlamentarios.

De hecho, el acuerdo de investidura del señor Rajoy hace casi tres años entre el grupo parlamentario popular y el señor Rivera, lo que llevaba inscrito era, entre otras cuestiones, la modificación de la Constitución para limitar o cuando no, suspender o acabar con los aforamientos de los diputados y diputadas. Cosas que da la vida, señor Allí. ¿El problema cuál es? El problema es que pasa a la oposición el señor Rivera, y el señor Casado, y ya se olvidan de acabar con los aforamientos y votarán en contra de la reforma constitucional que ha propuesto este Gobierno, y el Grupo Parlamentario Socialista. Pero aun así, le diré que el Grupo Parlamentario Socialista y el Gobierno de España presentarán esas dos reformas constitucionales, que me parece que abren un camino de regeneración institucional, desde el punto de vista formal, y, desde el punto de vista de fondo.

Respecto a Gibraltar, pues qué quiere que le diga. En fin, aquí estamos ya en el debate de la postverdad, que en el fondo son los bulos de siempre, ¿no? Yo digo, bueno, no lo digo yo, lo dice el ministro de Asuntos Exteriores alemán, que tiene validez jurídica las resoluciones anexas al Acuerdo de Retirada y a la Declaración Política Futura, y la oposición dice que no, pues bien, qué le vamos a hacer.

No es que yo me baje del burro y ustedes se bajen del burro, es que simplemente, señorías, es lo que es. Tienen ustedes esa posición, creo que es desafortunada, porque, efectivamente, una cuestión como la de Gibraltar deberíamos ir todos de la mano, y no, precisamente utilizar de nuevo esto, como se utiliza Cataluña para intentar atizar, en este caso, al Gobierno socialista.

La señora Oramas habla de integración, de compartir soberanías y de no fragmentar territorialmente. Yo estoy completamente de acuerdo con usted. En otras apreciaciones no estoy de acuerdo, pero en esto estoy absolutamente de acuerdo.

El portavoz de Foro de Asturias me habla de nuevo de que soy rehén, de que soy preso de no sé qué males, y de qué no sé qué grupos parlamentarios independentistas. En fin, qué le vamos a hacer. Es su apreciación subjetiva, lógicamente, porque nada tiene que ver con la realidad, al menos como yo la interpreto. Pero en fin, eso es lo que tiene ser presidente del Gobierno de España y secretario general del Partido Socialista y usted un dirigente de una formación que, en definitiva, al final no viene a ser más que también una fragmentación del Partido Popular, porque no nos engañemos, el señor Cascos, al final, viene de donde viene, de la Alianza Popular y del Partido Popular.

Y, en relación con el señor Quevedo, yo estoy de acuerdo en que, efectivamente, la convivencia, dialogar, construir, que debemos plantear una responsabilidad compartida.

Yo, señor Quevedo, en mi intervención lo he dejado dicho, de manera clara. Nosotros hemos actuado con responsabilidad, con lealtad, con una vocación inequívoca de dialogar, en este caso, con la Generalitat de Cataluña. Nosotros hemos activados las comisiones bilaterales que están recogidas en el Estatuto de Autonomía de Cataluña desde su aprobación, que no se reunían desde el año 2011, creo recordar. Y creo que, precisamente, ha generado una dinámica de cooperación que, lógicamente, me gustaría que estuviera ajena a las turbulencias y a las declaraciones, en este caso, del presidente de la Generalitat de Cataluña.

Esa es la condición, esa es la voluntad que tiene el Gobierno de España, y esperemos que pueda continuar en el tiempo. Y esa es la responsabilidad que, lógicamente, compartimos como institución y como Gobierno.

Finalmente, quiero agradecer y mucho a la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista su trabajo. En su nombre, también, al conjunto de diputados y diputadas del grupo parlamentario socialista. Lo ha dicho antes el señor
Rivera, su objetivo es echarnos. Y, por tanto, todos nosotros lo que tenemos que hacer es de manera serena, moderada, con convicción y con mucha moderación ser conscientes de que representamos a una España completamente distinta a la de blanco y negro que se están planteando el señor Casado y el señor Rivera.

Nosotros planteamos una España de derechos, de libertades, orgullosa de su diversidad territorial, y que ama por encima de cualquier otra cuestión, la igualdad entre españoles. Esa será la batalla que tengamos que dar cuando se convoquen las elecciones. Y estoy convencido, portavoz, que la ganaremos nuevamente.

Gracias

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