Palabras del presidente del Gobierno en la recepción a la selección española femenina de baloncesto, campeona de Europa

26.6.2017

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Madrid

Muy buenas tardes a todos. Quiero comenzar esta intervención diciendo: muchas felicidades.

Le decía antes a la capitana dos cosas: una, que continuara. El año que viene, como es sabido, hay aquí el Campeonato del Mundo, en septiembre, y vamos a ganar, Estados Unidos incluido, ¡eh!, porque somos, sin duda alguna, las mejores. En segundo lugar, decía en su intervención el presidente de la Federación, y baloncestista muy importante en nuestro país durante mucho tiempo, que era un honor estar aquí, en La Moncloa. El honor es para todos nosotros, para todos los que estamos trabajando aquí.

Este es un acto en el que estoy absolutamente convencido de que la inmensa mayoría de los españoles se sienten muy representados, porque todos somos conscientes de que en el deporte, al final, acaba viéndose la entrega de las medallas, la alegría…, que es muy importante; pero lo que no ve tanto la gente es el esfuerzo, el trabajo, la dedicación y el sacrificio que hay detrás de todo eso, y todos tenemos que hacer un esfuerzo para darnos cuenta de eso. Es un buen mensaje para la gente: que hay que trabajar, que hay que esforzarse y que, al final, eres el fruto de ese trabajo y de ese esfuerzo.

Por tanto, muchas gracias por estar aquí y yo, desde luego, estoy como presidente del Gobierno, pero sobre todo como ciudadano español, muy honrado.

Decía Laia en su intervención que a mí me gustaba mucho el baloncesto. Sí, a mí y a muchísimos españoles. Es el deporte con más seguidores después de otro, que no me acuerdo exactamente cuál es; pero es el segundo deporte en España.

Yo jugué a algo que era el minibasket, cuando era pequeño, y el baloncesto en España ha ido poco a poco mejorando, y ahora nos da unas grandes alegrías, sobre todo vosotras, que en todos los últimos campeonatos en los que habéis estado habéis tenido unos resultados magníficos. Nos queda lo del año 2018, que estoy absolutamente convencido de que lo vais a conseguir.

Ahora quisiera terminar mi intervención con una anécdota, que probablemente me generará alguna que otra crítica, pero francamente tampoco me importa mucho a estas alturas, para que veáis lo que es el deporte. Una anécdota, no; dos.

Me han dado un papel con los resultados que habéis tenido en este Campeonato de Europa. El papel estaba muy bien, lo que pasa es que allí faltaba un día, que era el jueves 22. Ese jueves 22 estabais jugando con Letonia. Entonces, desconozco por qué extraña razón en el papel que se me dio no aparece el partido con Letonia y yo sabía que habías jugado con Letonia el jueves 22 porque yo ese día estaba en Bruselas y estaba encerrado en una habitación con los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 --que todavía lo somos-- países de la Unión Europea. Al lado tenía al presidente de Letonia --aquí voy a tener el problema-- y, entonces, tenía una enorme tableta donde yo ya vi lo que estaba pasando y le dije: "mira, tus posibilidades son bastante pocas. Lo siento mucho por ti, pero las cosas son como son y luchar contra los hechos objetivos es absolutamente imposible".

Pues bien, ese día 22 algunos lo vimos, atendiendo también a nuestras obligaciones, y ayer vimos una final muy bonita contra un equipo que realmente es duro, complicado y difícil, como sabéis mucho mejor que yo, que es Francia.

Pero, en fin, ganar el Campeonato de Europa fue una gran satisfacción; ganarle a Francia --voy a seguir haciendo amigos-- es una doble satisfacción, pero por lo buenos que son, y no por otras razones diferentes.

Así que muchas gracias por estar aquí, disfrutarlo y muchas felicidades. Habéis hecho feliz a mucha gente y no le habéis pedido nada a cambio, que es lo mejor que se puede hacer en la vida.

Gracias.

Más información