Conferencia de prensa del presidente del Gobierno

26.4.2016

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Madrid

Presidente.- Señoras y señores, muy buenas tardes y muchas gracias por su asistencia a esta convocatoria.

Como saben, al igual que el resto de los líderes parlamentarios, he sido convocado por S.M. el Rey a esta nueva ronda de contactos para designar, en su caso, un candidato a la Presidencia del Gobierno. Le he hecho saber al Rey, al igual que en las dos ocasiones anteriores en las cuales me convocó, que no tengo los apoyos suficientes para ser candidato a la Presidencia del Gobierno. Y esto es cuanto tengo que decirles sobre la reunión.

A partir de esto, quisiera hacer algunos comentarios. Como ustedes saben, después de los resultados electorales del pasado 20 de diciembre, en que el Partido Popular ganó las elecciones con 123 escaños, el segundo fue el PSOE con 90 y, a partir de ahí, diferentes grupos políticos tuvieron el respaldo de los españoles; lo más importante de ese resultado electoral es que era evidente que para constituir un Gobierno había que pactar. Ése era el mandato de las urnas: tienen ustedes que pactar, que acordar y que entenderse.

El Partido Popular, al día siguiente a las elecciones, el 21 de diciembre, hizo una propuesta, una propuesta de coalición, que se entendía muy bien: creíamos --creemos hoy todavía-- que lo mejor, a la vista de los resultados electorales, era un acuerdo entre el Partido Popular y el Partido Socialista, y dijimos --lo dije yo aquel día-- que no nos importaba, aunque no fueran necesarios sus escaños, Ciudadanos. Sería, así, un Gobierno, el que se constituyera, con una base más amplia y, por tanto, con mayores apoyos.

Sinceramente, cuatro meses después creo que esa propuesta era la más razonable, era la mejor para los españoles, la mejor para España y, sinceramente, la sigo defendiendo en el día de hoy. Era constituir un Gobierno como se ha constituido en muchos países europeos --por poner un ejemplo, Alemania, el país europeo con más Producto Interior Bruto-- cuando se han producido resultados de esas características. En Alemania la señora Merkel ganó las elecciones, no fue suficiente y ha hecho una coalición, un gobierno conjunto, con los socialdemócratas. En otros países han ganado los socialdemócratas, no tenían mayoría y han hecho un Gobierno con el Partido Popular, presidido por los socialdemócratas. Hay varios países europeos con Gobiernos de estas características y la propia composición de las instituciones europeas, con el Partido Popular presidiendo la Comisión y con el Partido Socialista presidiendo el Parlamento, corresponde a esta filosofía.

Yo creo que ese Gobierno era un Gobierno que apoyarían partidos que en los temas fundamentales pensamos igual, por más que haya discrepancias importantes en otros asuntos; pero pensamos lo mismo de la unidad de España, de la igualdad de los españoles, de la soberanía nacional, de la política europea y, en general, de la política exterior y defensa. Son muchísimas más las cosas que nos unen, sobre todo en los temas importantes. Por tanto, sería un Gobierno coherente.

Quiero decir que un Gobierno con tantos apoyos, que podrían superar los doscientos escaños, serviría, y eso es muy importante también, para hacer reformas en España y para mucho tiempo, porque serían reformas muy apoyadas; serían reformas duraderas. Creo que ese Gobierno suponía dar un buen mensaje de estabilidad, de certidumbre y de seguridad, y, teniendo en cuenta que el gran objetivo nacional para los próximos años tiene que ser consolidar la recuperación económica, que la recuperación económica llegue a todos y que se siga creando empleo, porque todavía hay muchas personas que no tienen trabajo, creo que ese mensaje era bueno para los agentes económicos y sociales, para los inversores extranjeros y para los mercados. Sería un Gobierno que daría confianza y la gente diría: en una situación difícil, con una composición del Parlamento muy plural, en España han sido capaces de ponerse de acuerdo respetando la voluntad de la mayoría de los españoles.

Pues bien, ésa era mi posición y pocos días después del 21 de diciembre, pocos días después del día siguiente a las elecciones, tuve una reunión con el señor Sánchez, secretario general del Partido Socialista, y después también hablé con el señor Rivera, hablé con el señor Iglesias, con el señor Garzón y con otras fuerzas políticas, y les expliqué cuál era la posición del Partido Popular.

El 11 de febrero hice llegar un documento al secretario general del Partido Socialista y también al líder de Ciudadanos explicándoles cuáles serían, en mi opinión, los cinco grandes objetivos para los próximos cuatro años: el primero, el prioritario y el capital, crecimiento económico y creación de empleo; el segundo, mejorar y, desde luego, mantener las políticas que conforman lo que conocemos como el Estado del Bienestar: el sistema de pensiones público, la sanidad, la educación, los servicios sociales, la dependencia…, después de una crisis muy difícil y donde el Estado perdió mucha recaudación; el tercer gran objetivo era defender la igualdad de los españoles, la soberanía nacional y la unidad de nuestra nación; el cuarto era defender los derechos y libertades de los ciudadanos --vivimos momentos, todos ustedes lo saben, complejos y difíciles en materia de terrorismo, y es muy importante, tanto aquí como fuera de nuestro país, el defender los derechos y las libertades de la gente--, y, por último, un objetivo sería abordar algunas reformas institucionales, que algunos plantean y sobre las que, sin duda, con un amplio respaldo podríamos actuar con mejor conocimiento de causa y con mayores apoyos.

Propusimos, como ustedes saben también, porque los hemos debatido, y ustedes siguen habitualmente al Partido Popular, a lo largo de todo este mes de abril, cinco grandes acuerdos nacionales. Hay uno para mí capital, el de la educación, porque ahí está, sin duda, la base del empleo, además de estar la base para la consagración del principio capital por el que tanta y tanta gente batalla, que es la igualdad de oportunidades.

Éste fue el planteamiento que hicimos nosotros. Esto no fue posible, simplemente, y yo tengo que respetarlo, tengo que decirlo, porque el Partido Socialista no quiso. No es que no quisiera acordar, es que ni siquiera quiso hablar y, por tanto, la interlocución no fue posible. Insisto, respeto la forma de actuar de todo el mundo, pero creo que esto hay que corregirlo para el futuro. Estamos en el siglo XXI y no es normal que dos grandes fuerzas políticas que han tenido y siguen teniendo responsabilidad institucional muy importante en nuestro país, y que tienen el apoyo de muchos españoles, no dialoguen, lisa y llanamente, porque uno no quiero hacerlo. Insisto, eso hay que corregirlo para el futuro, porque eso es el ABC de la democracia.

A partir de ahí, lo que hicieron los demás Grupos fue defender sus posiciones. Yo respeto las de todos. Ciudadanos decidió votar como presidente del Gobierno al señor Sánchez y su programa electoral. Tengo que decir que lo respeto, pero que yo no lo hice. Podemos quería que se hiciera, y así lo dijeron, un Gobierno de izquierdas. Por suerte para España, ese Gobierno no ha salido adelante; insisto, por suerte para España y para los españoles. Y el Partido Socialista quiso pactar con los dos a la vez, incluso logró hacer una reunión a dieciocho entre Podemos, Ciudadanos y el propio Partido Socialista; pero, como era previsible, todo eso no llegó a parte alguna y los resultados a la vista están.

Yo quiero decir que en este proceso, que ha durado cuatro meses, he intentado defender los intereses de los españoles que legítimamente dieron su voto, su apoyo y su confianza al Partido Popular. Pero creo haber defendido también los intereses de una mayoría de españoles que no han votado al Partido Popular y que quieren que en España haya un Gobierno presidido por los principios de moderación, de estabilidad y de tranquilidad. Y eso es lo que vamos a seguir haciendo en el futuro.

Antes les he explicado cuáles son los objetivos, en mi opinión, para los próximos cuatro años. Hemos presentado un paquete de medidas y volveremos a reiterarlo, si al final se confirma la celebración de nuevas elecciones, a lo largo de las próximas fechas. Sí quiero señalar que en este momento lo más importante, lo que más nos debe preocupar a todos, es, sin duda alguna, mantener el ritmo de creación de empleo en nuestro país. Es fundamental. Creo que el año pasado, 2015, fue bueno y en 2014 ya empezaron a mejorar las cosas; pero veníamos de seis o siete años de destrucción de empleo en nuestro país. Por tanto, tenemos que seguir haciendo un esfuerzo y lo último que podemos hacer es dar marcha atrás en la política económica que se ha puesto en marcha y, desde luego, regresar al pasado.

El empleo es la garantía, además, de las políticas sociales, de las pensiones y de los grandes servicios públicos fundamentales. Por tanto, insisto, si queremos mantener esas políticas, si queremos mejorarlas, si queremos mejorar la atención a las personas que más lo necesitan y si queremos que la recuperación económica llegue a todos los españoles creo, sinceramente, que debemos mantener una política económica como la que se ha puesto en marcha estos años.

Vamos a darle también mucha importancia a la educación y mucha importancia a la Formación Profesional. Se publica en los medios de comunicación, y yo lo he oído en algunos debates del Parlamento Europeo, cómo vemos, no sólo en España, sino en general en todos los países de la Unión Europea, que hay miles y miles, decenas de miles, de puestos de trabajo que se quedan vacantes porque no hay gente con la cualificación para llegar a ellos. Éste es uno de los grandes retos europeos y, por tanto, éste es uno de los grandes esfuerzos, la mejora de la educación, a los cuales debemos aplicarnos en los próximos cuatro años.

Señoras y señores, ya termino. Quiero dar las gracias a los militantes del Partido Popular y a los votantes del Partido Popular por el apoyo que me han dado en estos cuatro meses. Han sido cuatro meses para todos, pero también para mi partido, difíciles. Creo que este partido no se ha dejado llevar por la ansiedad, mala consejera siempre, ni desde luego nos hemos apuntado al carrusel de ocurrencias que hemos visto en estos meses.

Quiero decir que los militantes de mi partido se han portado como lo que son, personas serias, que yo estoy orgulloso de ellos y les doy las gracias. Y a ustedes, también.

P.- Presidente, usted ha llamado a corregir la actitud del Partido Socialista, pero el señor Pedro Sánchez ha reiterado que, si se celebran nuevas elecciones, no quiere saber nada con usted. ¿Ve como la única solución para volver a entablar una negociación con el Partido Socialista que el señor Pedro Sánchez no sea el candidato del Partido Socialista, tener otro interlocutor?

En otro orden de cosas, y al hilo de esto último que acaba de decir, de esa referencia a los militantes, se ha hablado mucho durante estos cuatro meses sobre la hipótesis de que usted se hiciera a un lado. Me gustaría saber si realmente eso fue cierto, si usted en algún momento se lo planteó y si cree que cuenta con el respaldo del Partido Popular para ser el candidato.

Presidente.- La respuesta a si me lo planteé es "no" y la respuesta a si creo que cuento con el respaldo es "sí". Y, si la solución es que el PSOE cambie de líder, yo no voy a inmiscuirme en el líder del Partido Socialista. Creo que la mejor respuesta es que seamos capaces de ganarnos la confianza cada vez de más españoles y para eso voy a trabajar intensamente, porque creo en lo que hago.

P.- Me gustaría saber si tiene usted sensación de fracaso después de estos cuatro meses en los que ha sido imposible que, siendo el partido más votado, no haya podido ser Presidente.

¿Y qué le hace ser, voy a decir, optimista de cara a la consecución, después del 26 de junio, de ese Gobierno de moderación?

Presidente.- Fracaso, no. Es evidente que la repetición de las elecciones no es lo mejor. Nadie la queríamos, porque los procedimientos normales dicen: se celebran elecciones; los partidos políticos, si nadie tiene mayoría, se ponen de acuerdo y se elige a un Presidente. De hecho, es la primera vez que se van a repetir en España elecciones generales.

Ahora bien, dicho esto, que es así y que a mí me hubiera gustado que hubiéramos podido conseguir ese acuerdo de moderación que he planteado, hubiera sido muchísimo peor que se hubiera conformado cualquiera de los Gobiernos que anduvieron circulando por ahí a lo largo de estos meses. Eso hubiera sido muchísimo peor para España y para los españoles. Por tanto, una vez más, los españoles son los que tienen la última palabra.

En cuanto a si soy optimista o no soy optimista, yo estoy convencido de que en unos momentos de enorme dificultad --ha sido ésta una legislatura, todo el mundo lo sabe, muy complicada y muy dura-- hemos hecho una buena labor. Pero estoy convencido de que quedan muchísimas cosas por hacer, muchísimas; la más importante, como les decía antes, es seguir con el empleo y conseguir que la recuperación llegue a todos. Yo en este momento me siento como si estuviera a mitad de la tarea y creo que el Partido Popular tiene ganas, tiene fuerza, tiene programa, sabe cuáles son los objetivos y sabe cuáles son las medidas que hay que poner en práctica.

Aquí hemos escuchado hablar de todo y hemos oído cosas verdaderamente notables que no hay que reiterar, más bien olvidar, a lo largo de estos cuatro meses; pero el Partido Popular ha hecho un esfuerzo para intentar transmitir a los españoles cuáles son las medidas, cuáles son las prioridades y qué es lo que debemos hacer en los próximos cuatro años.

Entonces, desde ese punto de vista --no sé si yo suelo ser realista, digamos que soy realista-optimista--, además voy a hacer todo lo que pueda precisamente porque, vuelvo a insistir, me lo creo.

P.- Presidente, quería preguntarle si usted se mantiene en que ha hecho todo lo correcto en estos cuatro meses, incluido el no presentarse a una investidura, o le queda alguna duda al respecto, llegando al punto al que hemos llegado.

En segundo lugar, el señor Sánchez ha dicho que el Rey le ha pedido que no se embarquen en una campaña de reproches. Quería preguntarle si a usted el Rey también le ha pedido lo mismo.

Presidente.- Yo todo lo que tenía que decir sobre mi conversación con el Rey lo dije en la primera parte de esta intervención.

¿Errores? Probablemente, yo haya sido el que más errores haya cometido, pero me temo que los demás crean que no han cometido ningún error.

P.- Presidente, el señor Sánchez le ha reprochado a usted dos cosas esta tarde: una de ellas, hacer una pinza con Podemos para impedir un Gobierno socialista; y, otra, haber rechazado con mentiras la propuesta del Rey para ser investido. Con estos mimbres, ¿después de las elecciones usted cree que es posible seguir manteniendo la idea de una gran coalición PP-PSOE?

También, me gustaría preguntarle si, en la campaña a la que nos enfrentamos ahora, usted en esos cinco puntos va a añadir cosas nuevas como, por ejemplo, la posibilidad de una reforma de la Constitución.

Presidente.- Sobre las dos afirmaciones, si es posible o no el acuerdo, por lo menos hay que reconocerle un cierto sentido del humor, ¿no?, porque, claro, acusarme a mí de pactar con Podemos… En fin, yo no estaba en la reunión a dieciocho y, por tanto, si tiene sentido del humor, algo positivo podremos sacar de ahí porque, si no lo tiene, ya me dirá usted. Póngase en mi lugar.

En relación con la segunda pregunta, si voy a plantear reformas en el programa, yo soy poco partidario de estar todo el día sacando conejos de la chistera, porque no conduce a nada y, además, es bastante poco serio. Creo que el programa del Partido Popular se ha trabajado muy bien y tiene su base en el trabajo de mucha gente durante cuatro años. Es evidente que hay que escuchar a todo el mundo y yo lo he hecho siempre; pero, cuando alguien tenga una idea que a mí me parezca buena para España, tenga usted la total y absoluta certeza de que intentaré llevarla adelante, sin quitarle, además, el derecho de propiedad intelectual.

P.- Presidente, hemos visto al señor Sánchez con mucha determinación de no hablar con usted, de no llegar a un acuerdo, ni ahora, ni después de las próximas elecciones. Yo tengo que insistir en el mismo asunto: ¿por qué cree que puede corregir el Partido Socialista? ¿No cree que puede ser más sencillo o no prefiere usted pactar con Ciudadanos después de las elecciones, a la vista de los resultados que se produzcan?

Por otra parte, si me permite, ¿está dispuesto a repetir el cara a cara que mantuvo con Pedro Sánchez en la pasada campaña electoral?

Presidente .- Sobre este segundo asunto, el director de campaña en su día dirá lo que ordene.

Sobre el primero, de pactos hablaremos después de las elecciones. De momento, hay que pactar con la gente y yo me voy a aplicar a ello.

Señoras y señores, muy buenas tardes. Gracias.

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