Palabras del presidente del Gobierno después de recibir uno de los Premios "Corazones Solidarios del año 2016" y de clausurar el VII Simposio de Prevención en el Fútbol y en el Deporte

Madrid

Señor ministro de Educación, Cultura y Deporte; señor presidente del Comité Olímpico Español, amigo Alejandro Blanco; presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal; presidente del Simposio, Roberto Gómez; miembros y representantes de todas las facetas del mundo del deporte; señoras y señores; amigas y amigos deportistas; todos los premiados,

Muy buenos días a todos y muchas gracias por su presencia hoy aquí.

En primer lugar, creo que es lo más importante que debo hacer hoy, y lo más sentido, quiero felicitar a todos los premiados en este acto. Quiero, al mismo tiempo, desearle mucha suerte al Atlético de Madrid. Ayer vimos un partido de esos que, sin duda alguna, hacen afición. Yo no me apellido Blanco, lo cual no quiere decir que piense lo mismo que Blanco, ni lo contrario; pero, realmente, el Atlético de Madrid ayer hizo un partido que a todos los españoles nos ha producido una gran satisfacción.

A Camacho lo vi jugar. Me trajo mal recuerdo pero, como luego hubo muchos acontecimientos… Fue con el Liverpool en 1981, en París. Pero el Madrid ha ganado muchas Copas de Europa y, una cada año, podemos seguir ganando algunas cuantas más.

Trinidad, muchas felicidades. Me decía que era la primera vez que te daban un premio; pero eso está muy bien, porque esto es un mensaje positivo de valores, de cosas buenas, y tu presencia aquí, recogiendo ese premio, y todo lo que haces es un ejemplo para mucha gente y nos ayudará a todos a construir una sociedad mejor.

Y, en general, muchas felicidades. El Ejército español es hoy la institución más valorada de España; lo es hoy. Yo he tenido la oportunidad de ver lo que hace el Ejército español en muchos lugares de España y fuera de nuestro país. He estado en Turquía; he estado en Afganistán; he estado en Yibuti, y allí estaba la Armada; también en Mali y también en Senegal. Los militares son personas que defienden los derechos y libertades de todos los españoles. Lo hacen aquí, lo hacen fuera de aquí y desarrollan una labora abnegada, dura y difícil, porque siempre están en los momentos difíciles en beneficio de todos.

Por tanto, yo tengo que felicitar al jurado por la concesión de estos Premios. Me excluyo a mí, naturalmente, porque soy el que tengo menos títulos para recibirlos. Enhorabuena y muchas felicidades.

Yo también quiero dar las gracias por habérseme otorgado el Premio "Corazón Solidario de Oro" a Roberto Gómez y al presidente del COE, Alejandro Blanco. Mi afición al deporte es conocida; pero yo creo que se me ha dado, fundamentalmente, para reconocer algunas de las cosas que ha hecho el Gobierno en materia de deporte.

Yo agradezco mucho el premio porque, como saben todos ustedes, a mí, normalmente, nadie me da ningún premio; me dan todo lo contrario que un premio. Entonces, esto, sinceramente, me ha satisfecho, no olvidaré nunca este acto y estará en mi despacho, señor presidente del COE y señor organizador principal de este Simposio.

Queridos amigos,

Este Simposio tiene un objetivo, que a mí no me puede parecer más acertado, que es concienciar a más personas sobre los beneficios de la práctica deportiva. Creo que, en este sentido, hay cada vez mayor concienciación en la sociedad española; pero también es importante concienciar sobre las precauciones que la práctica del deporte debe llevar aparejada.

El deporte siempre ha sido --ustedes lo saben mejor que yo-- un motivo de orgullo y de alegría para los españoles. En España tenemos la fortuna de contar con grandes deportistas, tenistas, jugadores de baloncesto, futbolistas o ciclistas que ilusionan a los aficionados y que representan un ejemplo de esfuerzo y de superación, y un estímulo muy saludable para todos los españoles, particularmente para los jóvenes.

Pero la práctica deportiva, además de una costumbre saludable, requiere también, como casi todo en esta vida, preparación, prevención y prudencia. Y, lamentablemente, no son pocos los casos que conocemos de personas que, haciendo lo que más les gusta, que es practicar deporte, fallecen súbitamente en el terreno del juego o al finalizar una carrera, como es el caso de los dos corredores que fallecieron hace muy poquitas semanas en el maratón de Castellón de La Plana, Paco y Juan, para quienes me gustaría mostrar aquí mi recuerdo más afectuoso y la solidaridad con sus familias.

Por eso creo que son muy importantes iniciativas, como la que emprende Roberto de la mano del Comité Olímpico Español, que se centran en los controles de salud previos y en la concienciación, y que involucran a todos: a los deportistas, entrenadores, médicos, medios de comunicación y, también, a los aficionados, para que hagamos de la prevención el eje central de la lucha contra este problema.

Amigas y amigos,

Como decía al principio, nos reunimos en la sede del olimpismo español y lo hacemos a cien días, 99 para ser exactos, de la celebración de la próxima cita olímpica que en esta ocasión tendrá lugar en Río de Janeiro.

La placa que ayer se instaló en el exterior de este recinto da buena cuenta de que estamos en la cuenta atrás para que se celebre el acontecimiento deportivo más importante y para el que nuestros deportistas llevan cuatro años preparándose sin descanso; una cita a la que nuestra delegación, la de España, acude llena de ilusión y con grandes perspectivas de éxito.

Como pudimos conocer ayer mismo, además, nuestra delegación estará abanderada por Rafael Nadal, a quien tengo que felicitar por ello. No se me ocurre mejor representación para España. Nadal es uno de los mejores deportistas de todos los tiempos y una persona cuyos valores encarna lo mejor del deporte y el olimpismo, valores muy importantes. Después de una etapa difícil, compleja, en la que no ganaba tantos torneos como en años anteriores, se ha vuelto a recuperar ahora. Acaba de ganar el Master 1.000 de Montecarlo e iguala a Djokovic con 28; acaba de ganar el Godó; va a ganar en Madrid esta semana, luego va a ganar en Roma y, luego, el décimo Roland Garros. Por eso es el mejor abanderado del deporte español.

Amigas y amigos,

El deporte nos demuestra que el talento y el tesón conducen al éxito. Casi nada es gratis en la vida; el talento y el tesón. También nos enseña que con capacidad de sacrificio se superan las adversidades --eso ocurre en todas las facetas de la vida--; también que el espíritu competitivo nos lleva a mejorar y, también, que no hay metas que ningún español no pueda aspirar alcanzar.

Por eso os felicito, Alejandro Blanco, al Comité Olímpico Español y, por supuesto, todos mis deseos de éxito y reconocimiento para los deportistas olímpicos españoles.

Ya voy terminando y lo hago enviando un mensaje de ánimo, lleno de optimismo, a todos los que hoy impulsáis lo mejor del espíritu olímpico. No me cabe duda de que nuestro país va a jugar un papel muy importante en los Juegos de Río de 2016.

Amigas y amigos,

Yo siempre digo de los deportistas que sólo se ve la parte bonita cuando reciben una medalla o cuando reciben un premio o una condecoración; pero lo que no se ve es el trabajo, el esfuerzo, la dedicación, el empeño y las muchas horas que hay que dedicarle a esto. Pero tenéis que saber que, además de la propia satisfacción cuando conseguís vuestros objetivos, hacéis felices a muchísimos españoles que os ven, bien en el estadio de turno, o bien a través de la televisión. Los hacéis felices a cambio de nada, porque nada les pedís a ellos, y eso es una satisfacción mucho mayor que la inmensa mayoría de las otras que puede dar la vida.

Muchísimas gracias.