Entrevista al presidente del Gobierno en el programa "Más de uno", de Onda Cero

29.3.2016

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Madrid

Carlos Alsina.- Recibimos la visita del presidente del Gobierno en funciones, señor Rajoy. Buenos días, Presidente.

Presidente.- Buenos días.

C. Alsina.- Bienvenido a esta casa.

Presidente.- Muchísimas gracias. Es un placer estar aquí.

C. Alsina.- A ver por dónde empezamos, porque tengo cuarenta cosas que preguntarle esta mañana.

Presidente.- Por donde usted diga, que es el que lleva la entrevista.

C. Alsina.- ¿Me confirma usted, para empezar, que va a acudir al Congreso de los Diputados, seguramente la semana que viene, a dar cuenta del acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y Turquía, rectificando así el criterio que usted mismo había manifestado sobre esta comparecencia?

Presidente.- Sí, le confirmo que voy a asistir; pero no puedo estar de acuerdo en que haya una rectificación. Nosotros lo que hemos dicho es que el Gobierno no debe estar sujeto a control. De hecho, nunca, desde el año 1977, un Gobierno en funciones estuvo sometido a control. Pero hay circunstancias extraordinarias y la celebración de un Consejo Europeo, en el cual España contribuye a tomar decisiones importantes, y además participa en ellas, y tiene consecuencia, hace aconsejable que yo acuda al Congreso, máxime cuando yo fui con un mandato que el propio Congreso me había dado en relación con ese asunto.

Por eso, acudiré la semana que viene, si así lo deciden, que espero que sí, la Mesa y la Junta de Portavoces en la reunión que tienen en el día de hoy; pero entendemos que nuestra posición en materia de control del Gobierno es una posición razonable, sensata y avalada por lo que ha ocurrido en los últimos años.

C. Alsina.- Entonces, ¿esa comparecencia será informativa y usted no la considera una comparecencia en la que vaya a ser controlada la acción del Gobierno por los Grupos Parlamentarios?

Presidente.- Será informativa, pero la diferencia entre una comparecencia informativa y que los Grupos Parlamentarios digan una cosa u otra es muy difícil de determinar, ¿no? Por otra parte, vemos que hay muchos debates en las Cortes en que se debate, en este caso, sobre el tema de los refugiados, y, al final, acabamos hablando sobre la creación de empleo. Pero técnicamente, y a los efectos a los cuales me he referido antes, es una comparecencia informativa para contar lo que ha pasado allí y para decir que he hecho caso, a la hora de defender la posición de España, al mandato que me dio el Parlamento.

C. Alsina.- Le hablaba yo de rectificación, porque hasta ahora el Gobierno lo que había mantenido, y usted mismo lo dijo en la rueda de prensa del día 18 después de la Cumbre Europea, es que iba a ser el secretario de Estado para la Unión Europea el que informara a los Grupos Parlamentarios, y, finalmente, va a ser usted.

Presidente.- No, el que informara antes. De hecho, el secretario de Estado compareció, hubo un debate, los Grupos dieron sus opiniones y se aprobó una especie de declaración que era también un mandato con el que yo acudía a la reunión del Consejo.

C. Alsina.- ¿Qué opinión le merece el desempeño de Patxi López como presidente del Congreso de los Diputados?

Presidente.- Yo tengo que respetar a todas las personas que asumen responsabilidades institucionales importantes y quiero desearle mucha suerte. Supongo que la primera parte de su mandato como presidente del Parlamento ha sido distinta. No es fácil. Ha habido un candidato que se ha sometido a una sesión de investidura, no ha salido; llevamos ya un tiempo con un Gobierno en funciones, han transcurrido tres meses desde la celebración de las elecciones… Todo eso es nuevo y supongo que eso genera algunas dificultades. Yo espero que lo haga bien y que sea neutral.

C. Alsina.-Sabe usted que, previsiblemente, hoy los Grupos Parlamentarios van a solicitar al Tribunal Constitucional que ejerza una mediación para resolver este pulso que mantiene el Poder Ejecutivo con el Poder Legislativo sobre si el Gobierno debe ser o no controlado. ¿Qué le parece esa iniciativa de los Grupos Parlamentarios, a excepción del suyo, claro?

Presidente.- Yo la respeto absolutamente, como no podía ser de otra manera; pero yo tengo que decir que desde el año 1977, cuando en España volvió la democracia, nunca un Gobierno en funciones fue controlado por la Cámara. Tenemos dos precedentes a nivel autonómico de hace muy pocas fechas: lo que ocurrió en Andalucía, cuando Susana Díaz tardó una temporada larga, y estuvo en funciones, en ser elegida Presidenta; y lo mismo ocurrió en Cataluña, donde estuvieron hasta el último día para elegir al señor Puigdemont. Y eso, por otra parte, tiene su lógica, no es sólo un problema de precedentes. El Gobierno en funciones no tiene la confianza de la Cámara, está en funciones, sólo puede realizar actos de trámite y, por tanto, de lo que se trataría, que es de lo que se trata, es de controlar a un Gobierno que ya no puede tomar decisiones políticas, ni puede presentar proyectos de ley.

Por tanto, no tiene ningún sentido pero, si los Grupos lo ven de otra manera, tienen perfecto derecho a hacerlo así, a acudir al Tribunal Constitucional o a dónde estimen oportuno y conveniente. No me parece a mí el problema más importante que tenemos en este momento; el problema más importante es formar un Gobierno y no estar con estas disquisiciones en las que, por desgracia, se está.

C. Alsina.- Hablemos de la formación de Gobierno, entonces, o de la no formación de Gobierno, que es en la situación en la que estamos.

Han terminado las vacaciones de Semana Santa, espero que las haya pasado usted bien.

Presidente.- Espero que usted también.

C. Alsina.- Son cortas, ¡eh!, o se hacen cortas.

Presidente.- Ciertamente, se hacen cortas.

C. Alsina.- El 4 de marzo Pedro Sánchez fracasó en la sesión de investidura y usted, en las horas siguientes a ese fracaso, ya dijo que iba a intentar retomar la negociación con el Partido Socialista, el 4 de marzo. El día 7 lo repitió usted: dijo a una pregunta de Ángel Expósito, en la Cadena COPE: "voy a llamar a Sánchez; si quiere venir con Albert Rivera --porque en aquel momento se decía que Sánchez y Rivera iban a ir juntos a todas las negociaciones--, que vengan los dos"; el 7 de marzo. El 16 de marzo le dijo usted a Pedro Piqueras, en Tele-5: "dejemos que pase la Semana Santa y luego ya veremos qué se hace". Estamos a 29 de marzo, se va a cumplir casi un mes desde la primera vez que dijo usted que iba a llamar a Pedro Sánchez y aún no le ha llamado.

Presidente.- Vamos a ir a la mayor, que es la mejor manera de conducirse en la vida.

Yo desde el día 21 de diciembre vengo diciendo lo mismo. En una reunión del Comité Ejecutivo de mi partido, del Comité Ejecutivo del Partido Popular, propuse una fórmula que era un gobierno Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos, presidido por el Partido Popular, porque había ganado las elecciones con más de 1.700.000 votos de diferencia sobre el segundo. El Partido Popular y el Partido Socialista sumaban mayoría, no hacía falta el voto de Ciudadanos, pero nosotros lo planteamos, porque creíamos que era bueno un Gobierno de esas características.

Ésa era una alternativa y había otra alternativa, que todavía existe, que es el Partido Socialista con Podemos y con una colaboración, bien voto a favor, o bien vía abstención, de partidos independentistas.

Todo lo demás tiene bastante poco sentido. Yo quise en un primer momento llegar a un acuerdo con el Partido Socialista y el Partido Socialista me dijo que no. Me dijo que no el señor Sánchez el 23 de diciembre, que ni conmigo, ni con el Partido Popular quería nada. A partir de ahí, yo no fui a la sesión de investidura, el señor Sánchez fue, no buscó el acuerdo con nosotros, tampoco lo buscó con la izquierda y lo buscó con Ciudadanos. Eso no servía para nada, como al final quedó acreditado.

En este momento estamos como hace tres meses. En este momento el señor Sánchez va a reunirse con el señor Iglesias, porque pretende formar un Gobierno con el apoyo del señor Iglesias. Yo voy a esperar a que se celebre esa reunión; pero mantengo la posición que vengo defendiendo, que creo que es la más sensata, desde el día 21 de diciembre. Y, si el señor Sánchez no llega a ningún entendimiento, yo, lógicamente, se lo plantearé al señor Sánchez; pero la fecha todavía no está predeterminada.

C. Alsina.- O sea, ¿va a esperar usted a ver qué sale mañana de la reunión de Sánchez con Iglesias?

Presidente.- No tiene mucho sentido que yo me dirija al señor Sánchez cuando tiene una reunión con Podemos. Si el señor Sánchez lo que pretende es formar un Gobierno con Podemos, me parece que ahí el Partido Popular no pinta nada.

C. Alsina.- ¿Con Albert Rivera tampoco va a intentar a hablar usted estas próximas horas?

Presidente.- Sí. Yo con Albert Rivera he hablado en algunas ocasiones. Lo que pasa es que los votos del señor Rivera no son decisivos para formar Gobierno. El señor Rivera ha apoyado al PSOE y el PSOE no ha podido formar Gobierno. Si el señor Rivera apoya al Partido Popular, yo tampoco podré formar Gobierno. La aritmética es la aritmética y no conviene discutirla.

Lo que es evidente es que el Partido Popular no puede formar Gobierno si no tiene algún tipo de entendimiento con el Partido Socialista. Por tanto, eso hay que tenerlo muy claro y eso es lo único que operativamente puede funcionar. Lo demás está muy bien. Nos podemos reunir todos por la mañana, por la tarde, dar una rueda de prensa, volver a hablar, tener ideas diferentes o contárselas a quien queramos; pero el Partido Popular para gobernar necesita un entendimiento con el Partido Socialista y el Partido Socialista, con Podemos, si quiere tener la Presidencia del Gobierno.

Pero eso es así desde hace más de tres meses. Llevo diciéndolo, pero las cosas se han desarrollado como se han desarrollado y yo espero que a lo largo del mes de abril podamos hacer, insisto, un Gobierno que es como el que hay en Alemania, donde gobierna Merkel con los socialdemócratas; como el que hay en Austria, donde gobiernan los socialdemócratas, porque ganaron, con el Partido Popular; como el que hay en quince países de la Unión Europea y como el que funciona en las instituciones europeas: el señor Junker, Partido Popular, presidente de la Comisión; Schulz, Partido Socialdemócrata, presidente del Parlamento, y la señora Mogherini, socialdemócrata, la encargada de Asuntos Exteriores y de Defensa.

Esas coaliciones funcionan desde siempre en Europa, funcionan bien y, sobre todo, es que la aritmética hoy nos obliga a hacerlas.

C. Alsina.- Es verdad que usted desde el primer momento dice: "yo necesito al PSOE para ser investido Presidente"; por la vía de la abstención o por la vía del apoyo, un Gobierno de coalición o lo que sea. A la vez, usted dice "no dejo de aspirar a la Presidencia del Gobierno, voy a seguir intentando conseguir el apoyo del Partido Socialista", sabiendo, como sabe usted, que el Comité Federal del PSOE en el mes de enero estableció como primera línea roja que no se va a facilitar en ningún caso un Gobierno del Partido Popular. Luego, ¿sus expectativas de conseguir ser Presidente de nuevo en qué se basan?

Presidente.- Se basan, única y exclusivamente, en que se produzca una rectificación de esa decisión que usted ha anunciado porque, insisto, la aritmética es la aritmética. A veces, la gente dice: "hay que tomar la iniciativa, hay que hacer una cosa, hay que hacer la otra…". Pero, mire, aquí de lo que se trata es de ser pragmático y el Partido Popular, que es el que ha ganado las elecciones, necesita algún tipo de entendimiento con el Partido Socialista.

Yo, sinceramente, creo que eso sería positivo para España. Eso sí sería un cambio político en España de verdad, porque no se ha producido nunca. Desde el año 1977 aquí ha gobernado el primero; pero siempre ese primero pudo hacerlo, bien en solitario, bien con el apoyo de grupos cuantitativamente poco importantes. Ahora se ha producido un cambio, los españoles han conformado con sus votos una Cámara donde el primero tiene 123 y el segundo, 90, y yo creo que lo razonable y lo sensato es que se entiendan para seguir trabajando por la consolidación de la recuperación económica y para dar un mensaje de confianza a los mercados, a los inversores y a los agentes económicos y sociales.

Esa es mi posición desde el primer día, y, sinceramente, creo que es una posición razonable y sensata.

C. Alsina.- Pero, si la única posibilidad que usted tiene es que rectifique el Comité Federal la decisión que tomó en enero --hay reunión del Comité Federal del PSOE el sábado que viene--, ¿cómo se consigue que el Comité Federal rectifique una posición? Pues haciendo una labor de persuasión, entiendo, por parte de ustedes, del Partido Popular. Pero, a la vez, si usted no habla con Pedro Sánchez, y entiendo que tampoco lo hace con ningún otro dirigente del Partido Socialista, ese camino es una vía muerta, es un camino cerrado.

Presidente.- Yo tengo que hablar con Pedro Sánchez, porque es el secretario general del Partido Socialista. Hay veces que se dice: "¿y usted ha hablado con Susana Díaz"". No, vamos a ver si nos respetamos todos, los unos a los otros. El secretario general del PSOE es el que es, yo no lo he elegido, lo ha elegido el PSOE y, por tanto, es mi interlocutor.

C. Alsina.- Tiene que hablar, pero no habla.

Presidente.- Sí, he tenido dos o tres conversaciones; pero, efectivamente, él no ha querido entrar a fondo en el tema. La primera fue el 23 de diciembre, tres días después de las elecciones, cuando me dijo con meridiana claridad que ni con mi partido ni conmigo el Partido Socialista quería nada. Luego, en numerosas ocasiones reiteró, y ustedes lo conocen porque siguen la actualidad día a día, que no quería nada con el Partido Popular.

Ésa es su posición, la opinión pública la conoce y yo, lógicamente, no puedo compartir esa opinión; pero la decisión sobre lo que hace el Partido Socialista no la tomo yo, la toma el Partido Socialista y lo que es evidente es que yo hasta el último momento voy a intentar que se produzca un cambio en esa posición, aunque es evidente que no es fácil, como usted muy bien ha dicho.

C. Alsina.- ¿Pero va a intentarlo cómo, el que se produzca un cambio en esa posición?

Presidente.- Vamos a esperar a que finalicen las conversaciones que hay anunciadas para esta semana y luego ya hablaremos.

C. Alsina.- ¿Con Pedro Sánchez hablará?

Presidente.- Sí, me dirigiré a Pedro Sánchez.

C. Alsina.- ¿Con algún argumento distinto de los que se han utilizado hasta ahora?

Presidente.- Sí, hay un argumento muy bueno: que cada vez queda menos tiempo para que se convoquen automáticamente las elecciones, que él ya ha intentado formar Gobierno y que no lo ha conseguido. Y, cuando ha intentado formar Gobierno y no lo ha conseguido, queda una opción, que es la que he planteado yo desde el primer día, que es la más respetuosa con el resultado electoral, porque nosotros hemos ganado las elecciones con claridad, es la que yo creo que quiere una mayoría de la gente, esa coalición a tres que nosotros hemos planteado, es lo que se lleva en Europa y es una excelente forma para formar un Gobierno que tenga apoyos importantes: aparte de la mayoría en el Senado, que la tiene sólo el Partido Popular, una mayoría muy amplia en el Congreso que permitiría hacer reformas que durasen mucho tiempo, porque serían tres las fuerzas políticas que las apoyarían.

C. Alsina.- Cuando dice usted que sería la fórmula más respetuosa con la voluntad popular ¿está usted cuestionando que, si llega al Gobierno alguien que no ha ganado las elecciones, eso sea democrático?

Presidente.- No, no lo cuestiono, pero es evidente… Democrático es. Como todos sabemos, en un sistema parlamentario el Parlamento elige a quien estima oportuno y conveniente. Éste no es un sistema presidencialista, como pueden ser el francés u otros muchos en Europa y en el resto del mundo.

Lo que sí digo es que desde el año 1977 quien ganó las elecciones en España gobernó, no hay ninguna excepción, y lo que sí digo es que se ajusta mucho más a la voluntad de la gente que gobierne quien tiene 1.700.000 votos más, quien ha ganado en trece de las diecisiete autonomías, quien ha ganado en 39 de las 52 provincias o quien tiene 123 escaños frente a 90. Creo que eso es mucho más respetuoso con lo que ha dicho la gente que no otra fórmula diferente, lo cual no quiere decir que la otra fórmula diferente sea ilegal, ni mucho menos.

C. Alsina.- En realidad, ¿su cabeza está puesta ya en la campaña electoral de las elecciones de junio?

Presidente.- Es algo que, evidentemente, no podemos descartar. Sería un insensato si lo hiciera, pero todavía tenemos un cierto tiempo. Lo que yo he intentado transmitirle a todo el mundo es que no depende exactamente de mí. Claro, lo que ha hecho el Partido Socialista de no querer hablar con nosotros --ya no digo de apoyarnos a nosotros, sino de ni siquiera querer hablar con nosotros-- y de presentarse a una investidura sabiendo que la iba a perder, sin ni siquiera pedirnos a nosotros el apoyo, que no se lo íbamos a dar por muchas razones, ¿no?, realmente creo que eso tiene bastante poco sentido.

C. Alsina.- Gracias a que hubo una sesión de investidura fallida es por lo que el reloj está corriendo ya hacia el 2 de mayo. De haber declinado todos los posibles aspirantes la invitación del Rey para presentarse a una sesión de investidura, estaríamos en tierra de nadie, sin saber exactamente cuándo termina este proceso.

Presidente.- Hay un vacío legal en la Constitución. La Constitución dice que, si en el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura nadie es elegido candidato, se celebrarán elecciones. Aquí ya hay un precedente, algo que ocurrió en la Comunidad de Madrid. Si no hay ningún candidato que se presente a la investidura, es evidente que habría un vacío legal. ¿Y ese vacío legal quién lo puede rellenar? Lo pueden rellenar solamente las Cortes Generales que representan a la soberanía nacional y las Cortes Generales lo que podrían es tomar nota de que ningún candidato se quiere presentar a la investidura y que el plazo de dos meses empiece a contar desde el día en que se toma nota. Y en dos meses podría presentarse como candidato cualquier otra persona.

Eso ya se ha producido, es verdad que a nivel autonómico, porque no hubo a nivel nacional posibilidad de que eso fuera así, porque las investiduras se desarrollaron normalmente, siempre hubo un candidato apoyado, y, por tanto, existía esa posibilidad, que es cubrir un vacío legal que, sin duda, hay en la Constitución Española.

C. Alsina.- Presidente, el día en que usted declinó la invitación del Rey para presentarse a la investidura el argumento que usted dio, y, además, creo recordar que dijo que se lo había transmitido también al Rey, es que había otra posibilidad, que era la de Pedro Sánchez, que contaba con el apoyo de Podemos, porque esa mañana había habido una rueda de prensa de Pablo Iglesias en la que reclamó la vicepresidencia, los ministerios y todo aquello. ¿No se precipitó usted a la hora de dar por hecho ese pacto entre Podemos y el PSOE que tantas semanas después ni siquiera se ha empezado a negociar?

Presidente.- No. La razón fundamental no era que hubiera un pacto entre Podemos y el PSOE, aunque eso, sin duda alguna, ayudaba, la razón fundamental es que el líder del Partido Socialista me había transmitido a mí el 23 de diciembre, y luego lo reiteró en público en numerosas ocasiones, que en ningún caso iba a propiciar un Gobierno del Partido Popular.

Por tanto, yo sabía que, si me presentaba a la investidura, tenía más de la mitad de la Cámara en contra, seguro. No sé cuántos tendría a favor pero, desde luego, más de la mitad de la Cámara era seguro en contra. Entonces, no tenía ningún sentido que yo me presentase a la investidura, salvo que yo me presentase para hacer correr ese plazo de dos meses al que usted ha hecho referencia; pero, francamente, yo no veo que la sesión de investidura sea una sesión para cosas procesales, sino que es realmente para cosas sustantivas y es la elección de presidente del Gobierno.

Mis posibilidades eran ninguna. Por lo menos, no les hice perder el tiempo a los españoles como ocurrió en el caso que se produjo. Durante un mes hubo reuniones con todo el mundo, con los sindicatos, con asociaciones de todo tipo, en Mercamadrid, en los sitios más rocambolescos…, lo cual está muy bien para hacer campaña electoral; pero, sinceramente, el señor Sánchez no consiguió los votos y no le dedicó el tiempo a buscar los votos, y tuvimos un mes realmente perdido.

C. Alsina.- Pero se puso en marcha el reloj. Sánchez dice "el reloj de la democracia", lo cual es…

Presidente.- Se hubiera podido poner en marcha el reloj, y no el de la democracia, sino el reloj procesal de los dos meses, con otros procedimientos como el que yo he citado.

C. Alsina.- Presidente, 2011 fue un año muy bueno electoralmente para su partido en autonómicas, en municipales y en las elecciones generales. De 2011 a 2015 el PP ha perdido los Gobiernos de la Comunidad Valenciana, de Aragón, de Extremadura, de Castilla-La Mancha, de la ciudad de Madrid, de la ciudad de Zaragoza, de la ciudad de Valencia y de la ciudad de A Coruña, y ahora mismo no tiene apoyo parlamentario suficiente para gobernar la nación. ¿Con esta perspectiva usted cree que su gestión como presidente del Partido Popular ha sido una gestión exitosa?

Presidente.- El año 2011 el Partido Popular tuvo los mejores resultados de su historia. Ganamos las elecciones en muchas de las Comunidades a las que usted ha hecho referencia y por primera vez gobernamos en algunas de ellas, como Castilla-La Mancha o Extremadura. En esta ocasión, evidentemente, nuestros resultados han sido peores pero, por ejemplo en Extremadura, en Castilla-La Mancha, en Madrid, en Zaragoza, en Valencia y en algunos otros sitios que usted ha citado hemos vuelto a ganar las elecciones, pero hemos perdido apoyos. Ni en el año 2011 ganamos porque yo hubiera sido el líder de la oposición más brillante de la historia de España, ni en el año 2015 hemos perdido apoyos porque esto sea así.

Esto ha ocurrido en toda Europa. Si usted ve ahora las elecciones en Irlanda, en Irlanda, que es un país que estuvo sometido a rescate, que logró salir del rescate, que está en mucha mejor posición que Grecia o que Portugal y que ha tenido crecimientos por encima del 6 por 100, ahora su Presidente, que ha hecho una brillante gestión, ha tenido el 25 por 100 de los votos; nosotros, el 28 por 100.

Mire lo que ha ocurrido ahora con la señora Merkel: ha perdido en länders muy importantes como, por ejemplo, Baden-Württembeg, uno de los más poblados, o Renania-Palatinado; ha perdido las elecciones y las ha ganado en la Alta Sajonia donde sólo viven dos millones de personas. ¿Eslovaquia? Hace escasas fechas ha celebrado elecciones y su Presidente ha ganado con el 28 por 100, pero venía del 45 por 100.

Realmente, ha sido una época en la que, en general, los Gobiernos en Europa han sufrido fuertes retrocesos. Ahora bien, yo le digo una cosa: después de todas las dificultades que ha vivido nuestro país en los últimos años, el Partido Popular, que ha tenido un descenso evidente y que ha perdido muchos apoyos, aún se mantiene como la primera fuerza política española y creo que con posibilidades de mejorar en el futuro.

C. Alsina.- Pero ¿cómo explica usted que la sociedad, por ejemplo, la sociedad española, ante un Gobierno que consigue darles la vuelta a los indicadores macroeconómicos…? Venimos de una recesión en el año 2011 y hoy estamos creciendo al 3 por 100 o a más del 3 por 100. ¿Cómo explica usted que, estando eso ahí, la sociedad, en lugar de premiar a quien ha conseguido esa exitosa gestión económica, le castigue electoralmente, aquí, en Irlanda o en Alemania?

Presidente.- Porque hay que tomar decisiones difíciles y porque los efectos de esas decisiones tardan tiempo en producirse. Es evidente que nosotros estábamos en recesión en 2011 y también lo es que en el año 2015 hemos crecido por encima del 3 por 100. En los años 2014 y 2015 se han creado un millón de empleos, pero recuperar todos los empleos que se perdieron en España desde el año 2008 es algo que todavía queda muy lejano. Nosotros hemos planteado para esta Legislatura crear, la sociedad española, quinientos mil puestos de trabajo al año, dos millones de empleos, y estar en veinte millones de empleos que es lo que necesitamos para consolidar nuestro sistema de pensiones y mejorarlo, y para recaudar y poder mantener mejor los servicios públicos fundamentales.

Pero, claro, yo he tenido que tomar decisiones como subir el Impuesto de la Renta a los ochos días de llegar al Gobierno, aunque, luego, en el año 2015 lo bajamos en dos ocasiones. Hemos tenido que subir el IVA de determinados productos, hemos quitado la paga extraordinaria, aunque la hemos ido devolviendo y este año devolvemos la última mitad, en este año 2016. Bueno, ha habido muchas decisiones que, lógicamente, a la gente no le gustan y que le afectan, y eso hace que perdamos votos, como los perdieron en Irlanda, como se está perdiendo en Alemania o en todos los países donde se celebran elecciones.

C. Alsina.- Cuando alude usted a las decisiones que ha tenido que tomar, a las impopulares, siempre dice "he tenido que tomar", como si no tuviera otra alternativa. Cuando habla de las decisiones populares, lo plantea como una elección suya: "he tenido la gentileza con la sociedad de tomar esta decisiones".

Presidente.- Probablemente, arrimo el ascua a mi sardina; pero tengo un no sé si atenuante o eximente de responsabilidad, que lo he hecho sin darme cuenta. Pero realmente a mí no me gustaba subir el IRFP, que iba en contra de lo que yo planteaba. Lo que ocurre es que teníamos un déficit público muy fuerte y lo hicimos el 30 de diciembre.

Y, luego, hubo un momento muy malo en la pasada Legislatura, que fue el verano del año 2012. Cuando la prima de riesgo subió a seiscientos y pico puntos, cuando ya el bono a diez años y financiarse tenía un coste abismal, y cuando estuvimos a punto de salir de los mercados y hubo la amenaza de rescate, eso obligó a tomar decisiones complicadas. Recuerdo un mes de julio muy duro, con reuniones muy largas.

Al final, los económicos plantean las posibles alternativas pero, como siempre sucede en cualquier faceta de la vida, uno decide. Aquí decide usted. Puede oír a sus colaboradores pero, cuando hay que tomar una decisión, le toca a alguien, ¿no? Aquí le toca a usted, allí me tocaba a mí.

C. Alsina.- El señor Núñez Feijóo, al que usted conoce sobradamente porque siente un afecto personal y un reconocimiento también político y profesional, me dijo aquí hace un par de semanas que él en este momento se debate en la duda entre repetir como candidato en las elecciones autonómicas de este año en Galicia, o abandonar la política y dedicarse a la actividad privada. El sábado el señor Núñez Feijóo va a anunciar cuál es la decisión que toma: si repite como candidato o deja la actividad política. Le pregunto: ¿tiene usted noticias ya de lo que va a decir el señor Núñez Feijóo? Aunque usted no me lo diga, ¿sabe usted lo que va a decir?

Presidente.- Ha estado muy bien eso de "aunque usted no me lo diga". No entremos en detalle. Yo lo único que espero es que el señor Núñez Feijóo tome una buena decisión para él y para su partido.

C. Alsina.- ¿Ha llamado o ha hablado usted con el señor Núñez Feijóo después de que él dijera esto de "tengo la duda de si sigo o no", para persuadirle de que se quede?

Presidente.- Sí, yo hablo mucho con él, porque voy a Galicia de cuando en cuando y, además, hablamos por teléfono del Gobierno y de las cosas que le pueden interesar a Galicia. Estamos ahora con una operación, precisamente, que sería muy importante para los astilleros gallegos. Hablo muy a menudo con él y, de hecho, no hace muchas fechas estuvimos allí, en Pontevedra, donde hubo el congreso provincial; se hicieron los cuatro. Estuvimos almorzando juntos con tres o cuatro amigos. Lo habitual es que hable con él bastantes veces al mes.

C. Alsina.- Sabe usted que me sorprendió --ésta es una consideración que comparto con usted-- que el señor Núñez Feijóo dijera aquí algo, desde mi punto vista, tan relevante para un dirigente de tanto peso en su partido como "estoy planteándome abandonar la actividad política" y que inmediatamente después no surgiera --iba a decir "un clamor silencioso"-- un clamor sonoro de dirigentes del partido diciendo: "Feijóo no te vayas, Feijóo quédate". Sin embargo, pasó el asunto bastante inadvertido.

Presidente.- En el Partido Popular y, en general, en la vida los clamores se pueden manifestar de maneras muy diferentes. Ya sabe usted que en Galicia los manifestamos de forma distinta a otros lugares de España que son bastante más explícitos y expresivos. Pero también somos nosotros expresivos y explícitos a nuestra manera. Cada uno es como es.

C. Alsina.- ¿Espera usted que el señor Núñez Feijóo tome una decisión buena para él y para su partido?

Presidente.- Sin duda.

C. Alsina.- En mayo del año pasado --ha llovido ya-- a esta misma hora hablé con Juan Vicente Herrera, el presidente de Castilla y León. Igual le llegó alguna noticia de aquella conversación que tuvimos el señor Herrera y yo. Fue muy comentado aquello que dijo del "espejo": "yo le diría a Mariano Rajoy que se mirase al espejo y se plantease si realmente él cree que es el candidato idóneo para la Presidencia del Gobierno". Es verdad que venía de una reflexión previa el señor Herrera, que igual no trascendió tanto en los medios. Él no estaba diciéndole a usted que no se presentara; estaba diciendo que usted tenía la legitimidad para presentarse si usted cree que debe hacerlo, pero que él entendía que había llegado el momento de un relevo generacional en el Partido Popular y que, a lo mejor, ese relevo generacional usted también lo veía necesario.

Presidente.- Lo cierto es que el señor Herrera sigue siendo, por fortuna, porque así lo han querido los vecinos de todos los municipios de Castilla y León, el presidente de la región. Es un hombre que es amigo personal mío y, además de eso, creo que es un extraordinario dirigente político.

Yo creo que en política, como en general en cualquier faceta de la vida, conviene ir ganando amigos por vía de ampliación y no por vía de sustitución. Y éste es un partido que está en un proceso constante de renovación. Fíjese usted, hace diez años casi nadie sabía quién era, o sí sabían pero tenía mucha menos proyección, por ejemplo, la vicepresidenta primera de mi Gobierno o, por ejemplo, la secretaria general de mi partido. Luego llegaron los Maroto, los Pablo Casado, Andrea Levy, Maíllo…, y hay personas que continúan en política y que llevan años. Yo creo que es la mejor manera de funcionar, no sólo en política, sino en una empresa o en una radio. En su programa usted tiene colaboradores más veteranos y colaboradores más noveles, y, por eso, esa mezcla de veteranos y noveles hace que usted dirija un programa de radio de primera categoría y de los más prestigiosos de España.

C. Alsina.- Es usted muy amable, Presidente.

Presidente.- Es un hecho objetivo.

C. Alsina.- Da la impresión de que usted apuesta por el relevo generacional en todos los niveles inferiores al suyo propio; que, cuando el relevo generacional llega a su nivel, entonces hay que frenarlo y lo que se impone es la veteranía como mérito.

Presidente.- No, no. En absoluto. No se impone nada. Se impone la voluntad de la gente, que también es algo muy importante.

Yo llevo muchos años en este partido. Creo que conozco bien el partido. Conozco bien a sus militantes. He pateado toda España y, además, me gusta. Fíjese, si usted me preguntara "qué es lo mejor de toda su etapa en política", mire, haber conocido España de arriba abajo. He estado en todos los pueblos, he hablado con mucha gente y he visto a personas muy diferentes. Eso me ha enriquecido mucho personalmente. He tratado con mucha gente del partido y, mientras yo me sienta útil, seguiré recabando el apoyo de mi partido.

Estos cuatro años han sido difíciles y han sido complicados. Nos ha tocado la crisis económica más fuerte que ha vivido España en décadas. Tampoco ayudó mucho la situación fuera. Le hemos dado la vuelta a la situación en el ámbito de la economía, aunque todavía quedan muchas cosas por hacer en los últimos tiempos; pero yo me siento con ganas y con fuerza, y creo que tener experiencia no es algo negativo; al contrario, creo que es bastante positivo.

C. Alsina.- Explíqueme por qué los concejales de su partido en el Ayuntamiento de Valencia tienen que entregar sus actas de concejales si no han sido todavía condenados por ningún tribunal.

Presidente.- Ellos no han entregado sus actas de concejales, ellos lo que han pedido es la suspensión temporal. Éste es un tema…

C. Alsina.- No, ustedes les han pedido sus actas y ellos han dicho que tururú, que no las entregan.

Presidente.- No sé si se las hemos pedido, francamente; pero no voy a discutirlo. Éste es un tema de una enorme dificultad. Yo creo que hay que ser enormemente contundente contra las personas que cometen actos de corrupción; pero también hay que ser prudente, porque podemos condenar a un inocente. Ha habido muchas personas que fueron imputadas y a las que luego se archivó la causa sin ni siquiera ir a juicio.

Nosotros, en los Estatutos, hemos dicho que se suspenderá de militancia a aquellas personas contra las que se abra juicio oral, salvo, ¡hombre!, casos muy flagrantes de personas que, evidentemente, han hecho lo que no debían hacer. En este caso los concejales han preferido pedir la suspensión. No se ha abierto juicio oral, y no sabemos si se abrirá, porque ésa es otra; pero, en cualquier caso, yo respeto la decisión de los concejales de Valencia y espero que, al final, los Tribunales, en cuyas manos ellos están, digan que no ha habido nada y que, por tanto, puedan volver a su partido.

C. Alsina.- La señora Bonig, que es la presidenta del Partido Popular en la Comunidad Valenciana, lo que dijo en su momento fue que, una vez que se levantara el secreto de sumario, no cuando estábamos a vueltas con las filtraciones que aparecían en prensa, sino una vez que se viera qué es lo que había ahí; si permanecía la condición de investigados de los concejales, ella les solicitaría que entregaran el acta, porque entiende que deben dejar paso a otras personas. Y eso es lo que entiendo yo que ellos no han querido hacer.

Presidente.- Lo que han hecho es pedir la suspensión de militancia en el partido.

C. Alsina.- ¿Será suspendida también de militancia la señora Barberá, en el caso de que ella esté en esta misma situación de investigada o de imputada en su día por el Tribunal Supremo?

Presidente.- Nunca conviene adelantar acontecimientos. Quedémonos con lo positivo. El juez le ha dicho a la señora Barberá que, si quiere comparecer ante él o si quiere mandarle una documentación, que va a hacerlo, y ella ha manifestado su voluntad de colaborar con el juez en lo que él le pida. A partir de ahí, ya veremos cuáles son los acontecimientos que se producen en el futuro.

C. Alsina.- Pero el Partido Popular tiene abierta una investigación interna, ¿no?

Presidente.- El Partido Popular tiene abierto un expediente informativo, efectivamente.

C. Alsina.- Con un instructor.

Presidente.- Con un instructor, sí.

C. Alsina.- ¿Que es quién?

Presidente.- Francamente, entiendo que el que haya nombrado el Comité de Conflictos y Disciplina.

C. Alsina.- O sea, que usted no está al tanto, porque llevamos dos semanas ya desde que empezó esa investigación interna.

Presidente.- Yo estoy al tanto de las grandes decisiones que se toman en el partido, pero no estoy en los detalles.

C. Alsina.- No está al tanto de lo que trasciende de esa investigación realizada por el propio Partido Popular.

Presidente.- No. Eso, lógicamente, en este momento estarán haciéndolo el instructor y el Comité de Conflictos y Disciplina, y no han trasladado nada al Ejecutivo del partido.

C. Alsina.- Usted sí sabe que algunos de estos asesores del grupo municipal lo que le contaron al juez es que ellos hacían una aportación de mil euros a la financiación del partido y, luego, se les reembolsaba con dinero en efectivo, con billetes de quinientos euros. Ése es el presunto blanqueo de dinero.

Presidente.- Sí.

C. Alsina.- ¿Está al tanto de eso?

Presidente.- Eso sí lo he leído.

C. Alsina.- El dinero, ¿de dónde venía?

Presidente.- Eso no lo sé. Eso es lo que tiene que decir el juez.

C. Alsina.- Y la investigación interna de su partido.

Presidente.- Y la investigación interna de mi partido, claro.

C. Alsina.- Que, de momento, no ha arrojado resultados.

Presidente.- De momento, no ha arrojado resultados, que yo conozca.

C. Alsina.- ¿Y no tiene usted una previsión de cuánto puede extenderse una investigación de esa característica?

Presidente.- No, no lo sé. Ya le digo que no estoy encima de esos temas. Estoy en los generales, pero no puedo estar en el detalle de todos los temas.

C. Alsina.- ¿Y por qué algunas personas tienen que abandonar el puesto sin necesidad de haber sido condenadas, por el hecho de ser procesadas, y otras, sin embargo, como el señor Soria, al que usted cita habitualmente cuando habla de estos asuntos, o el señor Imbroda, aun habiendo pasado ya por esa situación de procesamiento, no han tenido que renunciar a sus puestos? ¿Cuál es el criterio que utiliza usted?

Presidente.- En este caso hay una decisión de ellos. Ellos han tomado de pedir la suspensión. Lo que pasa es que son asuntos muy difíciles. Yo le decía antes que, evidentemente, hay que actuar con la máxima contundencia con aquellas personas que sean corruptas. Pero, claro, el hecho de que una persona sea imputada, hoy investigada, o que sea citada ante un juez, no quiere decir que sea un corrupto, ¿no? Usted ha citado algunos ejemplos, como el señor Soria. A mí se me pidió la dimisión del señor Soria, se me pidió en Canarias, y hubo editoriales y hubo comentarios en los periódicos. Pero es que a mí me parecía que era profundamente injusto, y lo fue. El juez del señor Soria fue una señora que hoy es diputada de un partido político.

Luego, el señor Soria fue desimputado y el señor Soria es ministro, y desempeña su función con absoluta normalidad. Lo mismo ocurre con el señor Imbroda o con otras muchas personas. A nuestro portavoz en el Senado se le mando al Tribunal Supremo, el Tribunal Supremo dijo que no había absolutamente nada y, por tanto, la acusación que se le hacía era infundada.

Por eso le digo que debemos ser prudentes. Un juez tarda, a veces, dos años, tres o cuatro en dictar sentencia. Claro, no se le puede decir a una persona que haga un juicio sumarísimo de veinticuatro horas sobre un compañero suyo de partido o, incluso, sobre una persona que pertenezca a otro partido político. Por tanto, contundencia, sí, contra la corrupción; pero también tenemos que ser prudentes, porque podemos hacer daño a personas que no han hecho nada. Y ejemplos de esos, desgraciadamente, tenemos algunos en la vida política y en otra vida distinta de la política.

C. Alsina.- Cuando recibió usted la llamada de broma, ésa que le hicieron de una radio catalana --no sé qué opina usted de estas bromas radiofónicas, de un tipo que se hace pasar por otro; a mí no me gustan--, demostró usted más cordialidad con él Puigdemont falso que la que demostró el otro día cuando se vio con el Puigdemont auténtico.

Presidente.- Para mí, cuando estuve con los dos, los dos eran el Puigdemont auténtico. ¿El señor de la radio? Cada uno ve las cosas como las ve. A mí no me pareció un sistema muy académico de manejarse por el mundo; pero las cosas son como son y tengo que decir que él me pidió autorización para publicar la conversación que habíamos tenido. Yo me lo pensé y, al final, que se publique. Oiga, tampoco pasa nada porque, al final, luego revelaba lo que yo pensaba, que es que yo estaba dispuesto a verme con el señor Puigdemont.

En esta ocasión también nos vimos. Era con ocasión del aniversario de la muerte de las víctimas del terrible accidente de Germanwinds, la filial de Lufhtansa. Ya estuvimos en los Alpes con la señora Merkel y el señor Hollande. Estuvimos con las familias. Lógicamente, estas cosas son durísimas, porque fue un accidente terrible por las circunstancias en las que se desarrolló.

La relación con el señor Puigdemont creo que fue razonable. He leído en algunos sitios que si era muy fría. Todo eso es muy complicado de medir, pero creo que fue muy razonable. Estuve con él, con el señor Junqueras, con la presidenta del Parlamento y la alcaldesa, y todo fue muy normal. En fin, somos gente normal.

C. Alsina.- Pero, si usted, Presidente, en conversación con el falso Puigdemont, que usted pensaba que era el auténtico, lo que le manifiesta es "en cuatro días cerramos una fecha, hablamos y nos vemos, y estoy deseando que lo hagamos", y luego se ve con el Puigdemont auténtico y no han quedado ustedes ni en reunirse ni en verse, tengo que sacar la conclusión de que es Puigdemont el que no quiere verse con usted.

Presidente.- Ya no vamos a liarla. Yo creo que el señor Puigdemont y yo nos veremos.

C. Alsina.- ¿Cuándo?

Presidente.- Eso no lo sé.

C. Alsina.- ¿Cómo de inmediato desearía que fuera la cita?

Presidente.- No entremos en mayores detalles, pero creo que es bueno que tengamos una conversación.

C. Alsina.- ¿En qué términos?

Presidente.- En términos razonables, como siempre tienen las conversaciones las personas civilizadas.

C. Alsina.- Me imagino que no se van a pegar ustedes. Pero ¿qué quiere usted decirle al señor Puigdemont abiertamente, así, en un mano a mano?

Presidente.- Tenemos muchas cosas pendientes. De hecho, ya ha habido reuniones entre representantes del Gobierno de la Generalitat y del Gobierno de España. Tenemos muchos temas pendientes en el área económica. En el área política tenemos unas discrepancias que todo el mundo conoce. Mi posición de defensa de la unidad de España, de la soberanía nacional y de la igualdad de los españoles no es negociable, entre otras cosas, primero, porque pienso que hay que mantenerlo; pero, sobre todo, porque eso les compete a los españoles y no al señor Puigdemont, ni a mí, ni a usted, ni al Parlamento siquiera, sino al conjunto de todos los españoles. Pero yo creo que la gente hable es bueno; de cualquier cosa es bueno.

C. Alsina.- ¿Ha leído usted que el señor Rodríguez Zapatero, en una entrevista que publicó el domingo en "La Vanguardia", una entrevista de Enric Juliana, decía que él entiende que la solución es volver al Estatut, al texto del Estatuto antes de que fuera modificado por el Tribunal Constitucional? ¿Qué le parece esa idea?

Presidente.- Pues que respeto mucho al señor Rodríguez Zapatero pero, claro, volver a un Estatuto que todo el mundo sabe que es contrario a la Constitución y que, además, el propio Tribunal Constitucional ha dicho que es contrario a la Constitución no me parece algo demasiado razonable. Respeto su opinión, pero no la comparto.

C. Alsina.- También decía Rodríguez Zapatero que él confía en que usted algún día diga públicamente que considera que fue un error recoger firmas contra el Estatut y combatirlo tan duramente. Sonaba a que usted ya se lo había dicho a él en privado y que él estaba esperando que usted lo dijera en público.

Presidente.- Pues, si sonaba eso, no sonaba bien. Era un sonido no acorde con la realidad y con la verdad, por tanto.

Yo creo que ya tiene poco sentido estar revisando la historia y lo que pasó. Yo no voy a decir aquí lo que hizo el señor Rodríguez Zapatero con el Estatut y lo que hizo antes, y, por tanto, tampoco vamos a hablar de las firmas; pero, en cualquier caso, yo creo que oponerse a algo que contradecía la Constitución Española, la Ley y las normas es algo muy razonable y que era obligación del Partido Popular hacerlo, y así lo hicimos.

C. Alsina.- Tengo dos últimas preguntas, Presidente, si no le importa y si tiene tiempo.

La semana pasada estuve en La Habana contando la visita de Barack Obama a la isla de Cuba y el cambio de política de los Estados Unidos. Volvió a decir allí el presidente Obama que él entiende que es hora de levantar el embargo comercial de los Estados Unidos a la isla de Cuba. Le quiero preguntar por su opinión, su criterio, sobre este asunto y si usted comparte ese análisis de Obama.

Presidente.- Sí, lo comparto absolutamente. Lo he compartido siempre. El embargo a quienes perjudica es a los ciudadanos, que no tienen la culpa del régimen político que sus dirigentes han decidido por sí y ante sí.

C. Alsina.- ¿La posición española es contraria a las sanciones a Cuba? ¿El Gobierno de España está por cambiar o dejar atrás definitivamente la posición común que en su día impulsó el Gobierno de José María Aznar? ¿Estamos en esa fase?

Presidente.- Sí. De hecho, ya en la Unión Europea se está hablando de eso. En este momento lo que todos deseamos fervientemente es que Cuba vuelva a la democracia y sean los cubanos los que sean, efectivamente, dueños de su propio destino. Creo que se están dando pasos en la buena dirección y ojalá que acaben concretándose en el futuro. Sería uno de los acontecimientos más importantes en mucho tiempo.

Para nosotros Cuba tiene valores de todo tipo; desde luego, un valor sentimental. Hay mucha gente que ha ido allí. De hecho, Fidel Castro era gallego, era de origen gallego, de un pequeño pueblo de la provincia de Lugo, y creo recordar que estuvo en Galicia siendo Fraga precisamente presidente de la Xunta. Fraga estuvo también en Cuba.

Debe haber en este momento en Cuba más de cien mil ciudadanos españoles. Somos el tercer país en intercambios comerciales con Cuba, tenemos el 60 por 100 de las instalaciones hoteleras y tenemos allí mucha historia, y una parte muy sustancial de nuestra vida está allí.

Es un país muy querido para los españoles y queremos que estos primeros acontecimientos que se están produciendo vayan dando lugar en el futuro a la instalación de un sistema democrático.

C. Alsina.- Algunos empresarios españoles que están presentes con inversiones desde hace tiempo en Cuba se lamentaban de la poca presencia del Gobierno de España en este momento tan relevante desde el punto de vista histórico. Envidiaban un poco la posición del Gobierno de Estados Unidos, del Gobierno francés --estuvo François Hollande allí--, del Gobierno de Canadá o del de Austria. Echaban de menos una presencia mayor de autoridades españolas en Cuba.

Presidente.- En el año 2014 estuvo el ministro de Asuntos Exteriores y en el año 2015 estuvo el ministro de Industria, Energía y Turismo. También estuvo el ministro de Economía y aquí vino el vicepresidente del Gobierno cubano, y también el ministro de Economía. Es decir, creo que hay contactos, que hay reuniones y que estamos teniendo una presencia que es razonable.

Pero, insisto, lo más importante es la cantidad de españoles que viven en Cuba, que probablemente puedan ser más en el futuro, e, insisto, también empresarios que están invirtiendo allí. Somos el tercer socio en intercambios comerciales. Creo que eso es muy positivo y en el futuro espero que eso tienda a mejorar.

C. Alsina.- Me han contado que ha aceptado usted la invitación de Jordi Évole para estar en el programa "Salvados" este próximo domingo.

Presidente.- Sí, señor. No es la primera vez. Es la primera vez en los últimos tiempos, pero sí he estado ya alguna vez en el programa del señor Évole.

C. Alsina.- Me dice Jordi que le ha costado Dios y ayuda convencerle a usted para que vaya al programa.

Presidente.- Tampoco es para tanto. Cada uno ve las cosas como las ve, ¿no? Lo que pasa es que estas cosas llevan su tiempo y ésta ha sido una temporada muy dura. Podía haber estado en más medios de comunicación, es verdad.

C. Alsina.- ¿Es una autocrítica que usted ya hace abiertamente?

Presidente.- Tanto como abiertamente, no.

C. Alsina.- La acaba de hacer. Estuvo tres años, digamos, demasiado ausente de los medios de comunicación.

Presidente.- Los dos primeros años eran de una enorme complicación. Eran tiempos de catorce horas diarias, mucho Bruselas, mucha discusión, mucha negociación… No eran fáciles. La prioridad era intentar evitar una situación calamitosa.

C. Alsina.- Presidente, el discurso que hizo usted en la sesión de investidura de Pedro Sánchez tenía un preámbulo, si se me permite la expresión, "muy coñero", y, yo entiendo, de una cierta calidad literaria. ¿Usted escribe, además de leer?

Presidente.- No. Lo que pasa es que…

C. Alsina .- ¿Escribe en secreto?

Presidente.- No. Tuve tiempo para preparar el discurso. Ya sabe, sin que esto suene a…, aquello que decía Churchill: "me voy a preparar la improvisación que voy a hacer mañana en el Parlamento".

C. Alsina.- ¡Me lo va a decir a mí!

Presidente.- A cualquier sitio se va mejor preparando las cosas que sin prepararlas y para preparar ese discurso tuve tiempo; para preparar otros he tenido menos tiempo. Las cosas son como son.

C. Alsina.- Le dijo usted a Bieito Rubido en "ABC" que cree usted que en España se lee poco, ¿no? Se lee poco y se lee poca historia.

Presidente.- Sí. Yo creo que es importante leer. Es la pelotera que tengo con mis hijos de manera continuada, sobre todo en el mundo de las máquinas en el que estamos viviendo. Pero leer da peso, da fundamento, hace pensar y lo hace a uno libre, que es lo más importante que se puede ser en la vida.

C. Alsina.- ¿Qué está leyendo ahora?

Presidente.- Ahora me he leído, estos días de Semana Santa, un par de libros: el último de Vargas Llosa, "Las cinco esquinas", que cuenta una historia… Es una historia de la vida, pero la novela está ambientada en la época de Fujimori y Montesinos; está bien. Y también he leído uno de Eduardo Mendoza, que también está ambientada en Barcelona, como una mayoría de las novelas de Eduardo Mendoza. Está bien. No recuerdo el título exacto, pero es sobre una modelo. Algo de una modelo es el título y es una novela policiaca, que es interesante. Relaja, descansa mucho y es muy bonita. Supongo que, sobre todo para los que viven en Barcelona, aparecerán allí muchas calles y muchos sitios que yo no conozco, pero ellos sí, con lo cual les hará más gracia.

Esto fue lo que he leído en Semana Sanita y ayer lunes ya empecé con las conclusiones del Consejo Europeo. ¡Fíjese usted cómo cambian las cosas en la vida!

C. Alsina.- Lo dice usted con resignación.

Presidente.- Cristiana.

C. Alsina.- Cuando vea a Puigdemont, sea pronto o sea tarde, le puede llevar el libro de Mendoza para romper el hielo.

Presidente.- Pues me ha dado usted una idea.

C. Alsina.- Presidente, gracias por este rato.

Presidente.- Gracias a usted. Ha sido un placer.

C. Alsina.- Y seguiremos viendo cómo evoluciona la situación política. Cuídese.

Presidente.- Muchas gracias.

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