Entrevista al presidente del Gobierno en "El programa de Ana Rosa", de Telecinco

27.1.2016

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Madrid

Ana Rosa Quintana.- Señor Presidente, ¡hola! Muy buenos días.

Presidente.- Buenos días.

A.R. Quintana.- En primer lugar, tengo que contar una cosa, porque es importante que ustedes lo sepan. Justo ayer --el día anterior habíamos cerrado esta entrevista--, cuando estábamos en nuestra Mesa Política, salta el caso de La Taula, en Valencia, un caso de corrupción que afecta al PP, y yo me pasé todo el programa diciendo "ya el Presidente no va a venir", con lo cual le tengo que agradecer que, a pesar de un momento complicado y difícil, esté hoy aquí, porque yo daba por hecho que no iba a venir.

Presidente.- No tiene que agradecerme nada. Estoy muy contento de estar aquí. Me había comprometido y no hay ninguna razón para que no esté y dé las explicaciones que usted estime oportunas.

A.R. Quintana.- Un caso que estalle en el peor momento: en el peor momento de inicio de negociaciones, de nueva ronda de conversaciones con el Rey, cuando usted está intentando un pacto Ciudadanos-Partido Socialista, y Ciudadanos ha hecho de su campaña la lucha contra la corrupción. Un caso de corrupción que afecta otra vez al PP, aunque sea un caso antiguo, supongo que dificulta mucho las negociaciones.

Presidente.- No tiene por qué dificultar las negociaciones, ¿no? Los casos de corrupción hay que tratar de evitarlos; pero son importantes las decisiones que se adopten. Lo que ha ocurrido en el día de ayer demuestra, primero, que no hay impunidad y que, por tanto, la Fiscalía, la Justicia, la Policía y la Guardia Civil funcionan; y, luego, el Partido Popular ha sido y seguirá siendo implacable: ayer hemos suspendido a todas las personas que se hayan visto afectadas por este caso de corrupción y lo hacemos, no por un problema de negociaciones, sino por respeto a los militantes y simpatizantes del Partido Popular.

Esto ha sido lo que más daño nos ha hecho en las últimas elecciones. Hemos tomado muchas decisiones a lo largo de los últimos cuatro años y, desde luego, cualquier persona que sea vea involucrada en un asunto de estas características será inmediatamente apartada del partido. Y, sin duda alguna, uno de los grandes temas para los próximos cuatro años es tomar todas las decisiones que sean necesarias para evitar que se repitan estas cosas.

A.R. Quintana.- Muchas personas estarán pensando: pero durante toda la Legislatura no han tenido esta reacción tan inmediata, tan rápida, tan contundente, que es una de las cosas que se ha echado de menos. ¿Ha habido un cambio o es por el momento en el que estamos viviendo?

Presidente.- No, no ha habido un cambio. Probablemente, a lo largo de esta Legislatura en algunas ocasiones no hayamos actuado bien. No se acierta siempre y todos nos equivocamos, porque somos personas. Pero no hay nadie involucrado en un caso de corrupción que en este momento no esté apartado de nuestra fuerza política. Y a partir de ahora, como le he dicho, eso se va a hacer siempre, además de todas las leyes y decisiones de tipo parlamentario que hemos adoptado en los últimos cuatro años. Pero, como partido, cualquier persona que se vea involucrada en un caso de estas características será apartado inmediatamente, porque es la única forma de evitar que se produzcan estas cosas.

A.R. Quintana.- En Valencia se dice que todavía hay una investigación que afecta a Rita Barberá y también se ha hablado en este caso de posible financiación ilegal del Partido Popular. Si, al final, Rita Barberá es investigada, ¿qué medidas van a tomar, porque es senadora, y pasa lo mismo con Camps, que es otro diputado? ¿Se puede o depende también de la voluntad de…?

Presidente.- Yo quiero decir una cosa, Ana Rosa: nosotros no sabemos, porque el juez ha decretado el secreto de sumario, a quién se acusa y de qué se le acusa. Sabemos que hay personas, que algunas son militantes del Partido Popular y otras ya no lo son, que han sido llamadas a declarar o que han sido detenidas. Pero, desde luego, Rita Barberá y Gerardo Camps ni han sido llamados a declarar ni han sido detenidos. Por tanto, yo, desde luego, mientras no sean llamados a declarar, no sean detenidos o se les acuse de algo, no puedo decir nada distinto de que estas personas están absolutamente limpias, porque nadie ha llamado a declarar ni nadie ha acusado de nada a Rita Barberá.

A.R. Quintana.- Porque son aforados, ¿no? Pero imagínese, y que también acude de alguna manera en el caso de Rita Barberá, si el presidente de la Diputación y la secretaria del PP en el Ayuntamiento son personas que están involucradas ¿alguna responsabilidad tendrá la alcaldesa de Valencia, no? ¿Si llegara ese momento en que fuera investigada…?

Presidente.- Aquí no se hacen distingos entre personas; pero es que creo que debemos ser equilibrados en los juicios. Es que Rita Barberá no está acusada de nada, ni nadie la ha llamado a declarar en ninguna condición: ni como investigada, ni como testigo, ni como nada. Por tanto, yo pido un poco de mesura en todas estas cosas. A mí no me consta que a Rita Barberá se le acuse de algo. Si se le acusara de algo, tendría exactamente el mismo trato que tendría yo cualquier militante del Partido Popular. Pero es que eso no se ha producido en este momento.

A.R. Quintana.- De momento, es verdad que estamos hablando de una investigación. Hoy publicaba, creo que "El Mundo", de una posible investigación de las campañas de Rita Barberá; pero está en investigación todavía. Pero, de alguna manera, ¿usted está dispuesto a que cualquier caso que ocurra, sea quien sea, va a ser apartado del partido?

Presidente.- Cualquiera. No tenga usted la más mínima duda. Cualquiera. Ayer, todos.

A.R. Quintana.- ¿Y con esta semana, y ahora hablaremos, porque me interesa mucho saber qué va a pasar con los pactos…? Pero es que, de repente, en esta semana surgen cuatro casos: ACUAMED, vuelven a citar a Rodrigo Rato, el caso Taula, primer partido imputado…. ¿De repente, es como si los astros se hubieran puesto en contra de usted?

Presidente.- Las cosas son como son. Yo lo de Rato lo vi ayer por en el periódico, pero no sé si es cierto. Dicen que está siendo investigado por algo, pero yo no sé exactamente por qué. Rato, en cualquier caso, se ha apartado del Partido Popular. Ha ocurrido este caso de Valencia, donde hemos suspendido a todas estas personas. En el caso de ACUAMED se ha abierto una investigación, aparte de la que han abierto la propia Fiscalía y el juez. Las instituciones funcionan.

Evidentemente, esas cosas no nos gustan a nadie. Esto nos ha hecho mucho daño, pero hemos aprendido y esto en el futuro no se va a volver a producir.

A.R. Quintana.- ¿Qué van a hacer para que no vuelva a suceder? Porque, al final, estas personas han actuado durante muchísimo tiempo con mucha impunidad.

Presidente.- Con mucha impunidad pero, al final, las instituciones funcionan, ¿no?

¿Qué vamos a hacer? Nosotros hemos modificado ya muchas leyes para prevenir estas cosas y para sancionarlas, y estamos dispuestos a hacer cualquier modificación que sea útil a estos efectos. Desde luego, vamos a dar, porque esto ha ocurrido en esta Legislatura y se ha visto, plena independencia, y la han tenido, a la Fiscalía, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. a la Agencia Tributaria y, también, a la Justicia. Y, desde luego, en el partido, persona que se vea afectada por un caso de estas características, inmediatamente será apartada.

A.R. Quintana.- Y el partido está imputado. ¿Y ante eso?

Presidente.- Yo no sé si el partido está imputado. Hay un problema…

A.R. Quintana.- ¿Quién va a ir a declarar porque, claro, usted es el presidente del partido? ¿Lo llaman?

Presidente.- No. Ha sido citada la gerente del partido con motivo del borrado de unos ordenadores del señor Bárcenas cuando estaba allí, que es lo que se hace en las empresas: cuando alguien deja su ordenador, el ordenador es de la empresa, se le entrega a otra persona y se borra. Pero no he estado… No conozco exactamente cómo está ese asunto.

A.R. Quintana.- Ha hablado con Albert Rivera. Después de saltar ayer este caso, ¿le ha vuelto a llamar Albert Rivera? ¿Ha hablado con él? ¿Puede cambiar su actitud? ¿Le puede perjudicar en las negociaciones?

Presidente.- He hablado con él el lunes y hoy es miércoles. No he vuelto a hablar y el lunes quedamos en volver a hablar después de esta nueva sesión de consultas por parte del Rey.

Pero, mire usted, aquí de lo que estamos hablando es de formar un Gobierno y el Partido Popular, que ha sido muy castigado por la corrupción, por la gente, y con razón, sin embargo, ha sido el primer partido con más de 1.700.000 votos de ventaja sobre el segundo, porque la gente también ha valorado algunas cosas positivas que en esta materia hizo el Partido Popular, como dar plena independencia a quienes tienen que luchar contra la corrupción y como presentar el paquete legislativo más amplio que se ha presentado en la lucha contra la corrupción en España desde 1977.

Es decir, hemos tenido gente que ha hecho lo que no debía, hemos sido capaces de reacciones y creo que hoy es más difícil hacer las cosas. Este caso de Valencia del que estamos hablando es un caso que ya surgió a la opinión pública bastante antes de las elecciones. Recuerdo que fue el presidente de la Diputación… En el mes de junio del año pasado fue cuando surgió este caso. La verdad es que a los Tribunales, lógicamente, les lleva su tiempo hacer las investigaciones que tengan que hacer.

A.R. Quintana.- De cualquier manera, ¿cuál es la situación en este momento para estas negociaciones? ¿Muy complicada? Después de lo que dijeron ayer muchos líderes políticos respecto a esto, el Partido Popular ya ha respondido y ha decidido suspender de militancia a todos los implicados; pero ¿será esta medida suficiente para continuar con las negociaciones de un gran pacto? ¿Será suficiente, señor Rajoy?

Presidente.- No lo sé, pero resulta sorprendente ver a algunos haciendo afirmaciones sobre este tema. Deberían mirar también lo que tienen en su propio partido. En fin, no voy a entrar en más detalles, pero después de ver las declaraciones de algunos es sorprendente.

Yo creo que lo importante es que seamos capaces entre todos de luchar eficazmente contra la corrupción. Eso es lo más importante y ése, sin duda alguna, tiene que ser uno de los temas que se aborden de cada a la formación del próximo Gobierno: cómo somos más eficaces teniendo en cuenta que la corrupción no es cosa de un partido, de una organización o de un determinado grupo de personas; es algo individual, de una persona que puede ser de una formación política o puede ser de otra formación política distinta.

A.R. Quintana.- Señor Rajoy, estamos en una situación en este momento de segunda ronda de consultas que va a hacer el Rey. ¿Qué es lo que va a pasar?

Presidente.- No lo sabemos. El Rey inicia hoy la segunda ronda de consultas y la termina el martes de la semana que viene. Yo he sido citado a las cinco de la tarde. Soy la última persona que asistiré a esa ronda de consultas.

El Rey hará lo que estime oportuno y conveniente, pero yo no le voy a decir lo que tiene que hacer. Hay otras fuerzas políticas que parece que le dan instrucciones. Desde luego, esto es una función del Rey y lo que diga el Rey, lógicamente, será la decisión que él tome y la tiene que tomar con la independencia que tiene.

A.R. Quintana.- Usted ha renunciado a ir a la primera sesión de investidura. Muy criticado por algunas personas, diciendo que ha puesto en una situación imposible al Rey, que le correspondía a usted, de irresponsabilidad…

Presidente.- He sido criticado por algunos, pero la gran mayoría lo ha entendido. La sesión de investidura tiene un objetivo, que es que una persona se presente allí con el objetivo de ser elegido presidente; pero es que yo no tenía ninguna posibilidad de ser elegido presidente. Yo tengo 123 votos y sin los votos o la abstención del Partido Socialista yo no puedo ser elegido. El Partido Socialista ha dicho que no me vota y, por tanto, no tiene ningún sentido que yo les diga a los más de siete millones de españoles que confiaron en nosotros que voy a presentarme ahí para ser derrotado.

Por tanto, lo lógico es lo que se ha hecho ahora, es decir, que se vuelva a llamar a todos y ver quién tiene más posibilidades. Pero en ese momento yo no tenía ninguna posibilidad.

A.R. Quintana.- ¿Y ahora mismo? Porque tampoco ha cambiado mucho la situación.

Presidente.- En este momento no ha cambiado mucho la situación porque el Partido Socialista ya ha dicho que va a negociar con Podemos y con otras fuerzas políticas de izquierdas; pero conmigo no quieren negociar. Y, como le he dicho, es imposible que el Partido Popular pueda gobernar si no hay algún tipo de entendimiento --voto a favor o abstención-- con el Partido Socialista. Imposible.

A.R. Quintana.- ¿Y si Pedro Sánchez llega a la consulta del Rey y dice: "yo tampoco tengo los acuerdos, tampoco me presento a la sesión de investidura"?

Presidente.- Entonces, habrá que seguir trabajando y tendríamos que intentar llegar a un acuerdo. Y la última posibilidad es la repetición de elecciones.

A.R. Quintana.- Dicen que, si se repiten las elecciones, los resultados serían más o menos los mismos, según las encuestas que se han hecho: que el PP subiría algo, que Ciudadanos bajaría o se quedaría más o menos igual, que el PSOE…, pero que al final, el resultado final, tampoco salen los números y que volveríamos a estar en la misma situación en la que estamos ahora.

Presidente.- Eso es muy difícil saberlo, ¿no? Pero, precisamente por eso, yo he intentado dar una solución razonable. ¿Qué ha pasado en estas elecciones? Estas elecciones son distintas a todas las que se celebraron en España desde la vuelta a la democracia en 1977. Siempre gobernó el partido mayoritario, a veces tuvo mayoría absoluta y a veces le faltaban unos poquitos votos, que podía conseguir. Pero ahora la gente nos ha dado un mensaje, que es: escúchense entre ustedes, dialoguen y lleguen a acuerdos. Y a nadie le ha dado una mayoría. Y es más, el primer partido, que somos nosotros, estamos muy lejos de la mayoría.

La propuesta que he hecho yo es: entendámonos el primer partido, el Partido Popular, el segundo, el Partido Socialista, y el cuarto, Ciudadanos, aunque el voto de Ciudadanos no es necesario, pero creo que es bueno que estén ahí. ¿Por qué? Porque somos partidos que coincidimos en grandes cuestiones como la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles o la lucha contra el terrorismo, y porque creo que podemos hacer cosas juntos. Las grandes reformas que necesita España --además, seríamos 250 diputados-- serían reformas para muchos años y dábamos un mensaje de que seguimos trabajando en la consolidación de la recuperación de la economía.

Ésa es la propuesta que yo he hecho, que creo que es sensata: tres partidos que están en parámetros moderados, tres partidos que se pueden entender y que coinciden en lo fundamental. Y, luego, hay otro planteamiento, que es el del PSOE con Podemos, sus tres grupos y los partidos independentistas y nacionalistas.

Esas son las dos posibilidades que hay, la otra es elecciones. Yo defiendo la primera. Creo que es la más sensata, es la de la moderación, la de la lógica, respeta la voluntad de la gente, porque estarían gobernando el primero y el segundo partido, y creo que daríamos estabilidad a la vida política española.

A.R. Quintana.- Señor Rajoy, hoy algunos medios de comunicación apuntan: es imposible que Pedro Sánchez y que Rajoy se pongan de acuerdo, y necesitan de alguna manera también el apoyo de Ciudadanos. Si en un momento determinado la estabilidad y para llegar a ese acuerdo de esos tres partidos, lo que llaman el gran pacto, hiciera falta que usted diera un paso atrás, ¿estaría dispuesto a darlo?

Presidente.- Ahora se hacen muchas quinielas, apuestas u operaciones de ingeniería. Yo soy partidario de hacer las cosas que dice el sentido común y lo primero, respetar a las personas y lo que han votado, ¿no? No podemos ir aquí a un modelo de presidentes del Gobierno que no se presenten a las elecciones. He visto que hay quien dice: "tienen que irse Sánchez y Rajoy". No, es que Sánchez y Rajoy eran los candidatos de dos partidos políticos que fueron el primero y el segundo, claro. Es decir, si se va el primero, podrían irse el segundo, el que tuvo de resultados el tercero o el cuarto. Por tanto, respetar la voluntad de las personas creo que es muy importante.

Al final, el tema que hay aquí es que el PSOE tiene que decidir si se va con Podemos y los partidos independentistas o si hace un acuerdo con el PP y Ciudadanos. Eso es exactamente, explicado de forma muy clara, tal y como están las cosas y eso es lo que han dicho las urnas, los números y los escaños que tiene cada uno. Esa es la elección que tiene el PSOE y, por eso, yo le dije el otro día a S.M. el Rey, yo no tengo los votos mientras el PSOE no quiera hablar conmigo.

A.R. Quintana.- O sea, que no está dispuesto a dar un paso atrás. Porque, claro, también hoy decían: también Mariano Rajoy tendría, de alguna manera, que dar un paso atrás, pero simplemente por todos los casos de corrupción que ha habido en su partido.

Presidente.- ¿Y el PSOE por los que ha habido en el suyo? Es que, realmente, los ciudadanos han elegido y nos han castigado mucho. Eso es lo que más daño nos ha hecho, la corrupción. Pero, como le decía al principio, también han valorado las decisiones que ha tomado el Partido Popular en la lucha contra la corrupción. Oiga, esto ha sido muy difícil, muy complicado. Hemos pasado una legislatura de enormes dificultades. La gente nos ha castigado, como ha castigado al Partido Socialista; pero también hay muchos españoles que valoraron las cosas positivas que hicimos.

A.R. Quintana.- Si, al final, no hay un acuerdo y tenemos que ir a unas nuevas elecciones, ¿usted será el candidato?

Presidente.- Yo, desde luego, le voy a pedir a mi partido que quiero ser el candidato. Me he presentado a estas elecciones y creo que puedo presentar un buen balance de legislatura. La España de 2015 está mucho mejor que la España de 2011, somos un país con crecimiento económico, estamos creando empleo,… Todo eso se me reconoce y creo que estamos en condiciones de que a lo largo de los próximos cuatro años nosotros podamos tener un crecimiento económico importante y reducir el paro, asunto del que no habla nadie, pero que sigue siendo el gran objetivo nacional.

A.R. Quintana.- También dicen que a los éxitos económicos de su Legislatura, que están ahí y estamos creciendo casi al 3 por 100, de alguna manera los astros les han venido a ayudar con el petróleo más bajo que nunca, con los créditos más bajos que nunca, con una subida del turismo espectacular, desgraciadamente por todo lo que está ocurriendo en los países árabes… Quiero decir que le quitan un poco el triunfalismo.

Presidente.- A nosotros nadie nos reconoce nada bueno. Si las cosas van mal, es por nuestra culpa y, si van bien, es por los astros. Oiga, ¿y si el precio del petróleo es igual en España que en Alemania, que en Italia o que Holanda, por qué España hoy es el país con mayor crecimiento económico y mayor creación de empleo de la Unión Europea, porque tenemos más crecimiento económico que Alemania, Reino Unido, Italia y Francia, que son los otros cuatro grandes países de la Unión Europea?. Es el país que más empleo crea.

¿Qué pasa? ¿Que el petróleo a los otros no les baja? ¿O las actuaciones del Banco Central a los otros no les afectan? No. La verdad es que se ha hecho una política económica que ha sido dura, ha sido difícil y ha sido complicada, porque España estaba al borde de la quiebra. En el año 2012 España estuvo a punto de ser rescatada y estuvo a punto de ocurrir lo que ha sucedido en Grecia. Claro, fíjese en las batallas que hemos tenido que dar aquí; pero es que en Grecia, por ejemplo, en pensiones les han quitado las tres pagas extraordinarias que tenían los pensionistas y ahora van a hacer otra nueva bajada de las pensiones. Algunos países hemos sido capaces de, en los momentos más difíciles, poder mantener los grandes pilares del Estado de Bienestar.

Evidentemente, nuestros adversarios políticos van a decir que todo es producto de la buena suerte y su gestión, producto de la mala suerte; pero, cuando se hacen las cosas bien, al final, acaban produciendo buenos resultados. Hicimos muchas reformas, hicimos un control del gasto público y a mí lo que me dolería es que ahora se formara un gobierno en España que diera marcha atrás en todas esas reformas que se han demostrado que han sido útiles y han servido para que España empiece a levantar cabeza.

A.R. Quintana.- ¿De verdad no ha hablado después de las elecciones ni una sola vez con Pedro Sánchez?

Presidente.- Sí, hablé una vez, al principio de todo. Hablé una vez y le dije que quería hablar y me dijo que él no quería saber nada. Vino, es verdad que tuvimos una reunión que duró cinco minutos y dijo que él no quería saber nada con el Partido Popular. Ese mismo día hable con Pablo Iglesias y con Albert Rivera, y las conversaciones fueron normales, duraron una hora y media. Evidentemente, yo al señor Iglesias no le pedí el apoyo, porque nuestras posiciones son radicalmente distintas, pero fue una conversación normal, y también la conversación que tuve con Rivera.

Y, luego, he intentado hablar con Pedro Sánchez…

A.R. Quintana.- ¿Le ha llamado?

Presidente.- Sí, pero no ha querido reunirse conmigo. Yo lo respeto; pero yo lo que quería, y quiero seguir, es ver si podemos hacer ese gobierno que, insisto, es el del sentido común; es un gobierno como el que hay, por ejemplo, en Alemania. En Alemania ganó la CDU, que es el PP, la señora Merkel, y segundos son los socialdemócratas; pues han hecho una coalición. Eso pasa también en Austria y eso pasa en la Unión Europea. En la Unión Europea el presidente del Parlamento es socialista, el de la Comisión y el del Consejo son del Partido Popular. Y pasa en Holanda, y pasa en Finlandia.

La gente nos ha dicho: entiéndase ustedes y resuélvanos el problema; nosotros, los españoles, ya hemos hablado. Creo que la coalición que yo propongo es la de la moderación, la de la sensatez, la europea, y lo que pretende el señor Sánchez yo lo respeto; pero creo que es muy malo para España porque necesita de nueve o diez partidos, algunos con planteamientos que atentan claramente contra la unidad nacional y contra la soberanía nacional. Sinceramente, a mí eso me parece un disparate. Ahora bien, yo respeto que no quiera verme, pero no me parece lo normal en democracia, porque por hablar no se pierde nada.

A.R. Quintana.- También hay otra reflexión ahí, señor Rajoy, porque ahora se encuentran con que no tienen ningún partido con el que llegar a acuerdos. A lo mejor, estos cuatro años tampoco han hecho los deberes de mantener unas relaciones fluidas, de consultar, acordar con los partidos; que han sido un poco prepotentes o bastante prepotentes con sus mayorías absolutas. ¿Han hecho esa reflexión?

Presidente.- Sí, pero de momento también se puede hacer otra. Nosotros tenemos 1.700.000 apoyos de los españoles más que la segunda fuerza política. Dice: es que ustedes están solos. No, nosotros no estamos solos; nos han votado 7.300.000, y el PSOE se ha quedado en cinco millones muy largos, y es la segunda fuerza política.

En este momento en España nadie ha conseguido un acuerdo mayoritario. Es decir, no es el Partido Popular el único que no ha conseguido un acuerdo para formar Gobierno; tampoco el PSOE, tampoco Ciudadanos, tampoco Podemos… Nadie lo ha conseguido. Ahora bien, tal y como están los números, el Partido Popular, como le dicho antes, no puede conseguir un acuerdo para gobernar si no tiene un entendimiento con el Partido Socialista porque, evidentemente, yo no voy a pactar con Podemos ni con los partidos independentistas. Eso, a lo mejor, pacta el PSOE; pero nosotros, desde luego, no vamos a hacerlo.

A.R. Quintana.- Entonces, estamos en este momento con una pared delante. ¿Tiene muchas esperanzas en el Comité Federal del PSOE del día 30?

Presidente.- No. Yo lo que haga… Yo nunca he entrado en la vida interna de los demás partidos. Lo que haga el Comité Federal del día 30 me parece bien. Mi interlocutor en el PSOE es el señor Sánchez y las decisiones el PSOE las toma como estime oportuno y conveniente. Por tanto, yo seguiré intentando hablar con el señor Sánchez, que es el secretario general del partido, y la vida interna de los demás partidos creo que todos debemos respetarla. Yo, desde luego, lo he hecho siempre y así seguiré haciéndolo.

A.R. Quintana.- Hoy, portada de "El País, Felipe González --perdón, de "ABC", es verdad, porque estábamos una entrevista de Felipe González con "El País"; primicia que dieron ayer los Informativos de Mediaset, de Tele-5-en una reunión con los embajadores de la Unión Europea, que le habían citado para que diera su opinión sobre lo que estaba ocurriendo, habla de que lo ideal sería esa gran coalición. ¿Usted cree que después de lo que ha pasado ayer de la redada cambiará la opinión de Felipe González? ¿Ha hablado con Felipe González?

Presidente.- No he hablado y no sé si cambiará la opinión; pero, como le he dicho antes, éste es un asunto que ahora está en los Tribunales, pero que ya conocíamos antes de las elecciones generales. Es decir, éste no es un asunto que se haya producido ayer; ya a mitad del año pasado 2015, muchos meses antes de las elecciones generales ya estaba este asunto.

Sí, Felipe González ha dicho una cosa que es bastante razonable. Él apunta a que haya un gobierno PP-Ciudadanos, con un cierto apoyo, una abstención, del PSOE. Es razonable, pero yo le voy a dar mi opinión. Yo creo que cuanto más estrecha sea la unión entre los tres partidos que se entiendan, más estabilidad política va a haber, ¿no? Ahora bien, todas las fórmulas son posibles. Es posible desde gobierno de coalición, a apoyo desde fuera, a oposición constructiva desde fuera… Pero creo que, cuanto más estable sea el Gobierno y más claros sus apoyos, mejor va a ser, sobre todo, para la economía del país, porque se va a dar un mensaje de seguridad y de certidumbre. Se va a decir: aquí, en España, que han hecho muchas cosas y los españoles se han esforzado mucho en los últimos tiempos, han sido capaces de construir las fuerzas moderadas un gobierno.

Por tanto, para mí, cuanto más estrecha sea la unión entre los partidos, creo que mejor para el conjunto de España y mejor para la estabilidad de nuestro país.

A.R. Quintana.- ¿Qué le propondría? ¿Un Gobierno de coalición?

Presidente.- Es una de las posibles fórmulas. En Alemania lo hay y en Austria lo hay. Es que este modelo es el de toda Europa. Fíjese, la propia Comisión Europea.

A.R. Quintana.- ¿Usted le daría la Vicepresidencia a Pedro Sánchez?

Presidente.- No vamos a entrar ahora en estas cosas pero, evidentemente…

A.R. Quintana.- ¡Hombre! Después de lo de Pablo Iglesias…

Presidente.- Tendríamos que escucharlo. Sí, el señor Sánchez se la daría al señor Pablo Iglesias la Vicepresidencia. Yo creo que, de momento, ni siquiera quieren hablar conmigo. O sea, que no vamos a estar para estas cosas.

Pero quiero decir que después del mensaje que dieron los españoles tenemos que pensar que, a lo mejor, entramos ahora en una etapa en la cual ya no hay mayorías y, por tanto, es obligatorio pactar. Algunos dicen: "los españoles han pedido cambio". No, los españoles han pedido cambio y han pedido pacto, y el mayor pacto y el mayor cambio político que se puede producir en España es que, por primera vez desde 1977, los grandes partidos nacionales se entiendan. Eso que es lo normal en Europa aquí no ha ocurrido nunca desde 1977, nunca. Pues, a lo mejor, ahora es la gran oportunidad y podemos hacer de la necesidad, virtud, porque, ya le digo, es que yo lo vivo en Europa, se ve en el Consejo Europeo, se ve en el Parlamento Europeo y se ve en la propia Comisión. Creo que eso le daría mucha estabilidad y mucha tranquilidad a nuestro país.

A.R. Quintana.- Pero ¿qué estaría dispuesto a ceder? Un pacto siempre es una negociación y en una negociación no se puede imponer "esto es lo que yo quiero y que los demás cedan". Algo tiene que ceder; la reforma laboral, por ejemplo, que es una de las…, o la Ley de Educación, o temas de corrupción. Todos aquellos temas en los que el resto de los partidos han puesto el acento.

Presidente.- Sí, evidentemente, un pacto implica cesiones por todas las partes y un pacto tiene, además, una gran virtualidad: que permite hacer las grandes reformas con apoyos muy mayoritarios y, por tanto, serán reformas que durarán mucho en el tiempo y eso da mucha seguridad, estabilidad y certidumbre.

Ahora bien, ¿en qué podemos ceder? A los pactos no se va diciendo "sobre esto no se puede hablar"; pero sí hay algunas cosas sobre las cuales yo no estoy dispuesto a hablar: la unidad nacional, la igualdad de todos los españoles, la soberanía nacional, la lucha contra el terrorismo, nuestra pertenencia a la Unión Europea y al euro. Hay algunas cosas… Ni yo, ni nadie. Ni el Partido Socialista, ni nadie. A partir de ahí, sin duda alguna, ¿hombre!, lo importante es fijar los objetivos. Yo creo que hay cuatro para los próximos años: seguir creciendo y seguir creando empleo; en segundo lugar, mantener y mejorar el Estado de Bienestar: las pensiones, la sanidad, la educación y la atención a la dependencia; tercero, la lucha contra el terrorismo yihadista y, cuarto, la defensa de la unidad de la nación. Creo que esos serían los grandes objetivos y, a partir de ahí, claro, un pacto es ceder.

A.R. Quintana.- O sea, claro que tendría que renunciar a muchísimas de las propuestas que ha hecho durante estos años. Por ejemplo, la reforma laboral sería irrenunciable, digo que la quitaran para el resto de los partidos.

Presidente.- La reforma laboral ha sido una de las leyes más elogiadas fuera de nuestro país y por las grandes instituciones europeas, y, sin duda alguna, ha sido muy importante para que, por ejemplo, en el año 2015 se hayan creado en España casi seiscientos mil puestos de trabajo. Mañana sale la Encuesta de la Población Activa, que dice los ocupados que hay en España, cómo está evolucionando el paro y cómo está evolucionando el empleo. A juzgar por los datos que hemos visto de la afiliación a la Seguridad Social en los últimos tiempos, podría ser un dato positivo.

Pero, en fin, a partir de ahí, me gustaría que nadie planteara vueltas atrás, porque, si lo que queremos es crear empleo, que debe seguir siendo el gran objetivo nacional, sinceramente creo que sería un error. Pero, ya le digo…

A.R. Quintana.- ¿Pero estaría dispuesto a negociarlo? ¿Estaría dispuesto a una reforma?

Presidente.- Es que es mi obligación. Cualquier persona que… Cuando hay un pacto, todo el mundo tiene que ceder. A lo mejor, ellos podrían ceder en eso y yo tendría que ceder en otras cosas. Es decir, eso requiere de un planteamiento global, pero no estamos en estos momentos en…

A.R. Quintana.- La Ley de Seguridad Ciudadana, que ha sido también muy cuestionada, educación…

Presidente.- Sí, sí. Evidentemente, hay leyes… La Ley de Educación, sí; pero, sin embargo, hemos conseguido que las tasas de abandono escolar hayan bajado seis puntos en esta Legislatura y esto es muy importante. Este es otro de los grandes retos del futuro: la Formación Profesional Dual, la Formación Profesional, adecuar lo que se estudia a lo que demanda el mercado de trabajo. Tenemos retos muy bonitos por delante y se pueden hacer muchas cosas.

A.R. Quintana.- Si, al final, Pedro Sánchez no logra un acuerdo con Podemos y todos los grupos que conforman Podemos y que han ido con Podemos a las elecciones, a lo mejor, Podemos le retira el apoyo también al Partido Socialista, porque también Pedro Sánchez se juega mucho en sitios muy importantes, en Ayuntamientos o en Comunidades Autónomas.

Presidente.- El pacto que pretende Sánchez se puede hacer. Es decir, los números llegan. El PSOE más todos los partidos que están en Podemos, que son En Marea, Compromís y el de Cataluña; luego con Esquerra Republicana de Cataluña, Convergència, Izquierda Unida… Con todos estos partidos numéricamente llegan, pero eso es inviable. No se puede gobernar con partidos tan diferentes y tan distintos. Es decir, es un gobierno condenado al fracaso desde el día de su propio nacimiento. Además, ese Gobierno tendría el Senado en minoría, porque el Partido Popular tiene mayoría en el Senado. No podrían hacer esas cosas que dicen que van a hacer de reformas constitucionales porque no tienen los votos necesarios. Eso sería una catástrofe.

Ahora bien, sobre eso que usted dice, si hay un acuerdo a nivel nacional entre el Partido Popular, Ciudadanos y el Partido Socialista, puede haber un acuerdo que afecte también a las Comunidades Autónomas e, incluso, a grandes Ayuntamientos. De lo que se trata es de que se pueda gobernar con tranquilidad en las Comunidades Autónomas y en los grandes Ayuntamientos. Se trata de dar estabilidad; por ejemplo, aprobar los Presupuestos. Y en ese caso, el Partido Popular también estaría dispuesto a hablar de ello.

Yo creo que España necesita ahora una etapa de menos enfrentamiento y de más consensos. Si conseguimos eso, damos un mensaje fuera muy positivo y para la economía sería estupendo. Lo mejor que nos podía pasar sería decir: en España han sido capaces de ponerse de acuerdo los grandes partidos que han gobernado siempre, con un nuevo partido que es Ciudadanos, y eso da estabilidad, da seguridad y da certidumbres. Eso es más importante aún, porque genera muchísima confianza, que decretos y que leyes. Y con ese acuerdo nacional podríamos buscar también alguna fórmula de entendimiento, que sería distinta en cada sitio, en las distintas instituciones públicas.

A.R. Quintana.- Es decir, si perdiera el apoyo el Partido Socialista donde está gobernando, si pierden el apoyo de Podemos, el Partido Popular estaría dispuesto a mantenerles en el poder de alguna manera.

Presidente.- Ha habido una oferta hace pocas fechas en Valencia en ese sentido; una oferta muy clara, por parte de nuestro partido, que se podía trasladar a toda España.

A.R. Quintana.- ¿Existe la posibilidad de que, si el Partido Popular no encuentra los apoyos --usted ya ha dicho que no los tiene, de momento--, que aparezca una tercera persona, que el Rey pueda decidir encargar formar gobierno a una tercera persona?

Presidente.- Posibilidad existe, pero yo creo mucho en la democracia y lo que vota la gente es importante. Claro, ahora todo el mundo inventa fórmulas y dicen: "un acuerdo PSOE-Ciudadanos y el PP se abstiene", o "un acuerdo Ciudadanos-PSOE y Podemos se abstiene", y "vamos a cambiar al líder del primer partido y al del segundo", pero también podrían cambiar al del tercero y al del cuarto. Yo creo que conviene respetar a la gente.

La gente ha votado, primero, al Partido Popular; segundo, al Partido Socialista; tercero, a Podemos, y, cuarto, a Ciudadanos. Y ellos llevaban sus candidatos. Las operaciones de ingeniería no conducen a nada positivo. Hay algún país en Europa que lleva tres presidentes del Gobierno que no los ha elegido nadie, de manera consecutiva; tres. A mí ese modelo no me gusta para España. Me gusta que la gente sepa a quién vota y por qué lo hace. Y, luego, todo lo demás son operaciones de ingeniería.

A.R. Quintana.- Pero para conseguir la estabilidad, la unidad de España, un poco esos puntos fundamentales que ha puesto encima de la mesa, en los que el resto se podría discutir para llegar a un acuerdo; si se llega a un momento en el que en esto no hay salida y el Rey encarga a Pedro Sánchez formar gobierno y, si el Gobierno con los independentistas y con Podemos, según usted, no crearía estabilidad en España, ¿se podría abstener el Partido Popular para que presidiera el Gobierno Pedro Sánchez?

Presidente.- Pues mire, no. Francamente, no, porque el Partido Popular ha ganado las elecciones. Claro, sería un contrasentido: ponemos a Pedro Sánchez, o a Pablo Iglesias, o al señor Rivera, o al que quiera. Oiga, es que conviene respetar a la gente. Tendría su gracia que el Partido Socialista no consiguiera el apoyo de Podemos y tuviera que apoyarle el Partido Popular. ¿En qué libro está escrito que el segundo partido, que, además, tiene 1.700.000 votos y siete puntos casi menos que el primero, tenga que gobernar? Me parece algo disparatado. Debemos respetar un poco lo que vota la gente. ¿Cómo se les explica eso a los votantes del Partido Popular, que han dado su voto para que gobierne el Partido Socialista, después de haber ganado?

A.R. Quintana.- ¿Ha hablado con algunos de los barones del Partido Socialista; por ejemplo, con Susana Díaz?

Presidente.- No. No he hablado con ninguno de los barones del Partido Socialista, ni he hablado con Felipe González, porque, como le he dicho antes, yo creo mucho en las reglas de juego. Por eso digo: el que gana gobierna y las coaliciones se hacen con arreglo al sentido común. Como creo en las reglas del juego, respeto al Partido Socialista, igual que respeto al resto de partidos. Yo sólo me he dirigido, del Partido Socialista, al señor Pedro Sánchez. Es la única persona con la que he hablado aunque, como le dije antes, muy poquito.

A.R. Quintana.- El que gana gobierna, relativamente, porque, al final, el Presidente dirige el Parlamento. Si el que gana no tiene los votos suficientes, gobierna el que consigue armar más síes que noes.

Presidente.- Sin duda.

A.R. Quintana.- Ha ocurrido en Portugal, aunque ha salido de Presidente…

Presidente.- Sí, pero en este momento es el único país de Europa donde ocurre, Portugal. Fíjese, ya en las dos o tres primeras votaciones, en temas muy importantes, el Partido Socialista no ha tenido el apoyo de los partidos de la izquierda. En Alemania, no; no ocurre. En ninguno, vamos. Es que no ocurre en este momento en Europa, ni siquiera en Grecia. En Grecia ha ganado el señor Tsipras y gobierna el señor Tsipras, con el apoyo de un partido de la derecha, por cierto.

Eso no es lo normal. En España no ha ocurrido nunca y en Europa hoy ocurre en un solo país, que es Portugal, y vamos a ver cuáles son los resultados que se producen en el futuro.

Si al final, Ana Rosa, las cosas son un poco de sentido común: que gobierne el que tiene más apoyo entre la gente; que, si hay que hacer coaliciones, se hagan coaliciones que generen estabilidad; que sean sensatas; que la gente las entienda; que permitan gobernar y que se atienda a los problemas importantes que en España ¿cuáles son? El paro, las pensiones, la sanidad, la educación y la formación. Eso es lo que quiere cualquier persona sensata.

A.R. Quintana.- Lo que ocurre es que parece que estamos en un callejón sin salida. Pedro Sánchez lo ha dicho clarísimo: "no, no, no; no con Rajoy, no con nadie del Partido Popular". Si ésa es la única salida que hay, que ustedes lleguen a un acuerdo, iremos a elecciones o a un gobierno del Partido Socialista con Podemos.

Presidente.- Yo se lo he dicho antes: tal y como están los números, el Partido Socialista puede gobernar con todos esos grupos que hemos hablado o puede hacerlo con el Partido Popular. El Partido Popular no tiene los votos suficientes, porque yo no les voy a pedir los apoyos, ni a Podemos, ni a los partidos independentistas. Por tanto, aunque llegáramos a un acuerdo con Ciudadanos, no sería suficiente.

A.R. Quintana.- ¿Ha habido acuerdos o reuniones, a lo mejor no personalmente de usted, de personas importantes de su partido con otras personas del Partido Socialista?

Presidente.- Las únicas que me constan son la que han tenido, cuando se decidió la composición de la Mesa de la Cámara, el portavoz de nuestro Grupo Parlamentario con el portavoz del Grupo Parlamentario socialista y con los demás, para conformar la Mesa del Congreso. Y en el Senado, aunque teníamos allí mayoría, supongo que también habrá habido reuniones. Pero reuniones con gente del Partido Socialista por parte de personas de mi partido, gentes distintas de Pedro Sánchez o de mi persona, que a mí me conste, ninguna.

A.R. Quintana.- La reunión de los dos Hernando fue después de haber constituido la Mesa; además, una reunión en la que había personas allí que los vieron. Es verdad que fueron a un sitio en que era muy fácil verlos. Eso no era negociación, ¿no?

Presidente.- Nada, nada. En absoluto. Ya le digo que no hay nada, porque la negociación, lógicamente, si la hubiera, la tendrían que iniciar el secretario general del PSOE y yo mismo; pero el secretario general del PSOE no quiere. Entonces, no hay absolutamente nada. No le hemos demandado a nadie, porque no nos parece la fórmula normal de funcionar ir a crearles problemas a los demás.

A.R. Quintana.- Vamos, que vamos a elecciones, señor Presidente.

Presidente.- Hay tres posibilidades, que son la mismas que había el 20 de diciembre: el Gobierno que yo propongo (Partido Popular, Socialista- Ciudadanos) o el entendimiento entre ésas tres --las fórmula serían varias--; la segunda es de los partidos independentistas, Podemos y el PSOE, y la tercera son elecciones. Ésas son las tres fórmulas posibles. A mí no me gustaría que hubiera elecciones. Sería, en cierta manera, un fracaso de los políticos, porque los ciudadanos votaron y, luego, nos dijeron "resuelvan ustedes el problema", y porque sería mucho tiempo sin un gobierno que puede ejercer como tal; nosotros estamos en funciones. Pero, bueno, si no queda más remedio sin duda habrá que ir.

A.R. Quintana.- ¿Y usted ve a un gobierno de Pedro Sánchez como Presidente y de Pablo Iglesias vicepresidente, con los ministerios de Interior, Defensa, Educación y Justicia, y Radiotelevisión Española, y no sé si me dejo…

Presidente.- El CNI, también.

A.R. Quintana.- El CNI depende de…

Presidente.- Vicepresidencia.

A.R. Quintana.- Antes dependía de Defensa y ahora, de Vicepresidencia.

Presidente.- Del Ministerio de la Presidencia.

Pues no lo sé. Claro, yo no voy a entrar en lo que hacen los demás. El señor Iglesias…

A.R. Quintana.- Pero ¿cómo español o como líder de la oposición, en ese caso?

Presidente.- Me parece un disparate. Yo es que estoy proponiendo otra cosa radicalmente diferente. El señor Iglesias le ha hecho esa oferta al señor Sánchez y yo ahí ya no voy a entrar en la reacción del señor Sánchez, ni en nada, porque no hace al caso; pero creo que eso es muy negativo para los intereses generales de los españoles. Desde luego, para consolidar la recuperación económica y para generar empleo y tener crecimiento económico creo que es lo peor que le puede pasar a España.

A.R. Quintana.- Usted, cuando lo escuchó, ¿qué pensó? ¿Que era algo táctico pensando en elecciones o que realmente es lo que quiere Pablo Iglesias? Porque a Pedro Sánchez le pusieron ustedes ese viernes, entre los dos, entre la espada y la pared.

Presidente.- Es que es muy difícil entrar en la mente de los demás. Supongo que el señor Iglesias habrá dicho "yo quiero un gobierno de izquierdas y, como yo tengo setenta escaños y tengo trescientos mil votos menos que el PSOE, tengo que ser el vicepresidente". Eso habrá pensado. Cada uno piensa lo que quiere y el señor Sánchez puede aceptarlo o no, y puede tener una reacción o la otra. Yo, desde luego, no lo aceptaría de ninguna de las maneras. Es que yo propongo otra cosa; propongo un pacto de la moderación, del realismo político y de la sensatez.

A.R. Quintana.- Esto ocurría ese viernes y, después, era cuando iba a consulta Mariano Rajoy. Fue un viernes de infarto. Próxima consulta con el Rey el martes, ha dicho. ¿Qué le va a decir, señor Rajoy?

Presidente.- Yo escucharé atentamente al Rey y lo que tenga que decirle al Rey se lo diré al Rey. No parece razonable…

A.R. Quintana.- Pero si el Rey le encarga otra vez someterse a la investidura… ¿No puede ocurrir?

Presidente.- Permítame… Sí, incluso hay quien le está diciendo al Rey que lo haga. Si aquí todo el mundo le dice al Rey lo que tiene que hacer, permítame que yo no le diga al Rey lo que tenga que hacer, ni que yo ande contando por todas partes lo que le voy a decir al Rey, entre otras cosas, porque tampoco sé lo que me va a decir él a mí.

A.R. Quintana.- De esto también han hablado los portavoces, tanto del PP, como del Partido Socialista. ¿Un desaire al Rey?

Presidente.- La mejor muestra de que acerté han sido las declaraciones de estos dos importantes dirigentes del Partido Socialista, que llevan diciendo desde hace quince días que yo tengo que ir a la investidura y que, si no consigo los apoyos, entonces irán ellos. El problema es que yo sólo puedo conseguir los apoyos si me los dan ellos. Por tanto, eso es lo que estamos viendo. Y ahora continúan diciéndole al Rey que el Rey tiene que volver a plantearme a mí la investidura.

Pero, insisto, lo más claro es lo que hemos visto: cuando estos señores dicen que tengo que ir, demostración exacta de que no tengo que ir. Y lo he explicado muy bien, y lo entiende todo el mundo: la investidura es para elegir presidente del Gobierno y en esa situación era imposible..., no es que fuera difícil y hubiera un 90 por 100, un 70 por 100 o un 60 por 100; era imposible que fuera elegido presidente del Gobierno. Por tanto, no tiene ningún sentido que vaya. Lo que no sé es por qué están tan empeñados estos dirigentes en que vaya. Pueden ir ellos con Podemos, que es en lo que están.

A.R. Quintana.- Dice Luena: "o va o se va".

Presidente.- Mire usted, lo que diga Luena… Tiene perfecto derecho a decir lo que estime oportuno y conveniente.

A.R. Quintana.- Y Pedro Sánchez creo que también lo dice, ¿no? ¿Hay dentro del Partido Popular también miembros que quieren que usted se vaya a casa?

Presidente.- Si los hay, a mí no me lo ha dicho ninguno. Creo que el Partido Popular es un partido muy bregado. Nosotros somos un partido que lleva cuarenta años de existencia. Hemos salido de la base, hemos tenido algunos buenos resultados y ganado elecciones, pero hemos perdido muchas elecciones. Somos un partido que en todas partes tiene alguien que enarbola una bandera, la bandera de sus ideas, en las que cree. Somos un partido que nos han dado mucho.

En esta última Legislatura, que ha sido, probablemente, la más difícil desde 1977, nos han castigado mucho. Hemos sido objeto de duras críticas, pero hemos sabido perseverar, mantener la unidad y, al final… Y yo estoy enormemente agradecido, porque fueron cuatro años muy difíciles. A mí, personalmente, me han dado muy duro pero, al final, más de siete millones de españoles han vuelto a confiar en nosotros, claro.

Ahora veíamos aquí a dirigentes de otros partidos. Aquí todo el mundo habla pero, al final, conviene argumentar. Si dicen "usted tiene que ir…", ¿a qué voy a ir yo, si no tengo los votos suficientes para ser elegido?

A.R. Quintana.- Pero el día anterior tampoco los tenía y, sin embargo, estaba dispuesto a ir.

Presidente.- No.

A.R. Quintana.- ¿Qué cambia? ¿O no estaba dispuesto a ir?

Presidente.- ¡Hombre!, ha cambiado una cosa sustancial, que lo ha dicho el señor Iglesias. Claro, el señor Iglesias le ha hecho una oferta y en ese momento tenía mucho más fácil, y hoy, el señor Sánchez ir a la investidura que yo, porque él tiene, por parte del partido Podemos, una oferta clara de ir a negociar y eso ya le supone tener muchísimos más escaños que los que tiene el Partido Popular. Como le he dicho tantas veces, sin algún entendimiento con el PSOE nosotros no podemos llegar al Gobierno.

Por tanto, creo que eso lo entiende todo el mundo y pasa en todos los países del mundo. ¿A quién se le ocurre ir a la Cámara con la pretensión de formar Gobierno si sabe que es imposible que lo forme? No tiene ningún sentido. Por tanto, éste es un juego de pillos, en el que uno habla, otro dice, otro vuelve a decir y otro le manda una historia uno a otro. Yo he intentado hoy explicarle a usted cosas muy sensatas: nosotros tenemos 123 escaños, creemos que el Gobierno bueno es con estos tres y aún estamos a tiempo de hacerlo. Ahora bien, si otros prefieren ir con Podemos y con los demás, es su propia responsabilidad. Tienen derecho a hacerlo, pero creo que es muy negativo para los intereses generales de los españoles.

A.R. Quintana.- Por cierto, hay otra polémica hoy: cuando se adjudican los escaños, a Podemos, que tiene 69 representantes, los han mandado al "gallinero". ¿A usted qué le parece esto?

Presidente.- Yo ese lío, efectivamente, lo he visto ahora. Claro, aquí hacemos polémicas hasta por dónde se sienta uno. Yo llamé a mi portavoz y lo que me dijo es que, cuando se negoció la Mesa, el PSOE planteó que a los señores de Podemos los pusieran --yo ni siquiera sé dónde los han puesto-- al final.

A.R. Quintana.- Arriba del todo, así distribuidos…

Presidente.- ¿Los morados?

A.R. Quintana.- Son los morados, que luego siguen por la izquierda, detrás de Ciudadanos. Ellos consideran… Realmente, están en un sitio… No están en el sitio que le… Yo entiendo el enfado de Podemos, ¡eh!

Presidente.- Sí. Fue un planteamiento que nos hizo el Partido Socialista y que nosotros aceptamos dentro del planteamiento global de negociación de la Mesa; pero no fue una idea que se nos ocurrió a nosotros. Yo, desde luego…

A.R. Quintana.- Pero nadie quiere decir quién ha hecho la propuesta, porque hay quien dice que ha sido Celia Villalobos.

Presidente.- No, la propuesta no es de la Mesa, es de los Grupos. A mí me dijo ayer el portavoz de mi Grupo --comprenderá usted que yo no estaba en dónde se sienta la gente-- que la propuesta se la había hecho a ellos el Partido Socialista, y ayer lo dijeron otra vez.

A.R. Quintana- En esto está el tema. Acaba de hablar ahora Pablo Iglesias respecto a esto en Onda Cero. Por lo que acaba de decir Pablo Iglesias, tampoco están en grandes conversaciones con el Partido Socialista. Pablo Iglesias dice que a lo mejor prefieren estar con ustedes y usted dice que a lo mejor prefieren estar con Podemos.

Presidente.- Conmigo, desde luego, no hablan. Pero, ya le digo, el Partido Socialista tiene que decidir, porque sus noventa escaños le dan esa posibilidad y le obligan también, y tiene que decidir: o se va con Podemos y los independentistas o se va con el planteamiento que yo hice. Es así de claro pero, de momento, tengo la sensación de que no hay un criterio claro ahí.

A.R. Quintana.- ¿Ha hablado con el señor Puigdemont ya, después de aquella broma telefónica?

Presidente.- No. Hablé con el doble, que fue la persona que me llamó por teléfono. Pero, fíjese, aquella historia fue muy curiosa, porque sirvió para que alguna gente se enterara de algunas cosas. A mí se me decía: "es que el señor Rajoy no quiere hablar con el señor Puigdemont". Pues yo estaba hablando con un señor que creía que era Puigdemont y le dije: el lunes te llamo y podemos vernos el lunes o el martes. O sea, que me vería con él 24, 48 o 72 horas después de que se me llamara, que es la verdad. Pero no me ha llamado.

A.R. Quintana.- ¿Y eso de que tiene la agenda muy vacía?

Presidente.- No tengo ahora las agendas que tenía cuando no estaba en funciones. Nosotros ahora no podemos aprobar leyes, no podemos aprobar… Sólo podemos hacer las cosas de ordinario funcionamiento. Entonces, lógicamente, tengo la agenda menos cargada que la que tenía habitualmente, que eran catorce horas diarias, claro.

A.R. Quintana.- De todo lo que hemos hablado, se ha creado ahora --me están comentando mis compañeros-- en Twitter una polémica que a mí se me ha pasado. Yo no lo he entendido así, pero quiero que me lo aclare para las personas que están… Cuando yo le he preguntado que es la primera vez que se imputa a un partido, algunas personas, muchas personas, han entendido que usted decía que no sabía que su partido estaba imputado. Yo no lo he entendido así, pero acláramelo para las personas que así lo han entendido.

Presidente.- En el auto, según me han dicho ayer, no lo pone; pero no lo sé. Sabemos que ha sido citada la gerente por el tema del borrado de los ordenadores. Pero es que no soy consciente de que sea así porque, además, entre otras cosas, imputado no puede estar porque la figura de la imputación no existe.

Sin embargo, fíjese, una de las reformas que nosotros hicimos…

A.R. Quintana.- Investigado, ahora.

Presidente.- … fue la de la responsabilidad de los partidos políticos. No sé, porque no he visto el auto. No se lo puedo decir exactamente.

A.R. Quintana.- Según llego a la conclusión de ésta…, y de lo que nos importa ahora a todos los españoles, desde qué va a pasar, si va a haber Gobierno, si va a haber elecciones…, ¿usted estaría dispuesto a sentarse a negociar abiertamente con el señor Pedro Sánchez, con Albert Rivera, con cinco ejes fundamentales de seguridad nacional, unidad y el resto? ¿Estaría dispuesto a discutirlo, a debatirlo, a modificarlo?

Presidente.- Absolutamente. Ésos son los pactos. Habría que pactar muchas cosas: primero, si se entra o no en el Gobierno; segundo, cuánto durará la Legislatura; tercero, cuáles son las reformas prioritarias…

A.R. Quintana.- ¿Una legislatura corta?

Presidente.- Depende. Yo siempre soy partidario de que las Legislaturas duren cuatro años, porque la gente vota para cuatro años y porque es bueno tener unas reglas de juego y que todos las respetemos. Pero de todo eso se podría hablar; ahora bien, como le he dicho antes, yo de lo que no voy a hablar es de la unidad de España, de la igualdad de los españoles, de la soberanía, de la lucha contra el terrorismo y de estar en Europa y en el proyecto del euro. Pienso que de todo lo demás se puede hablar; luego, claro, estas discusiones no son fáciles pero, desde luego, siempre buscando y teniendo como norte el interés general de España.

A.R. Quintana.- ¿Y cómo va a hacer para sentar a Pedro Sánchez en esa mesa de negociación, si no quiere? ¿Le va a volver a llamar?

Presidente.- Yo no puedo hacer nada, ni tiene ningún sentido que hagamos así. Él en este momento prefiere llegar al entendimiento con Podemos y yo tengo que respetarlo. Es decir, él prefiere llegar a entendimiento con Podemos y no con el Partido Popular, que es el partido más votado, más de siete millones de votos. Oiga, que somos un partido que estamos en el Partido Popular Europeo, que hemos gobernado en España, que somos un partido de Gobierno y que somos gente seria. Pero su voluntad hay que respetarla.

A.R. Quintana.- Señor Rajoy, lo que ha ocurrido ayer… Ayer empezábamos hablando de la corrupción, de este caso, aunque sea un caso del año pasado; pero ayer han sido casi treinta detenciones, muchas personas imputadas, muchos registros. ¿De alguna manera le pueden decir: "es que yo no me siento con el señor Rajoy, porque usted y su partido representan la corrupción"?

Presidente.- Sí, pero yo no le voy a decir al señor Sánchez que no me siento con él por los problemas de los EREs en Andalucía, ni Ciudadanos le ha dicho a la presidenta de la Junta de Andalucía que no se sienta con ellos por los problemas de los EREs. Aquí lo que tenemos que hacer todos es ser lo más eficaces, contundentes e implacables contra las personas que comenten actos de corrupción. De eso se trata, e intentar evitarlo en el futuro. Porque, si estamos "yo excluyo", "yo digo", "yo quito", desgraciadamente, en todos los partidos…

A.R. Quintana.- ¿Y cuál será el límite? ¿Expulsar a una persona en el momento que es investigado? ¿No dejarle…? ¿Cuál es el límite que se pone el Partido Popular?

Presidente.- Yo soy partidario… Depende de los casos. Nosotros en principio habíamos fijado el criterio de la apertura del juicio oral, pero depende de los casos. Porque, realmente, hay muchas veces personas que ocupan muchísimos espacios en medios de comunicación y luego resulta que no han hecho nada, ni siquiera son llamados a declarar ni, por supuesto, condenados, ni otras cosas. Hay casos que son evidentes y hay otros que no lo son, pero creo que la expulsión definitiva debería ser la apertura del juicio oral.

A.R. Quintana.- Si ustedes hubieran sido en su momento más rápidos en esta reacción de luchar contra la corrupción o de apartar a las personas que han tenido casos de corrupción, o, por ejemplo, en el "caso Bárcenas", ¿cree que no estaríamos ahora dónde estamos? ¿Cree que no hubieran perdido tantos escaños y tantas personas?

Presidente.- Creo que a nosotros nos hizo mucho daño, lo creo, porque fueron casos, efectivamente, muy llamativos, que ocuparon medios de comunicación, conductas absolutamente censurables. Nos han hecho mucho daño. Hemos intentado apartar a todas las personas que cometieron esas conductas; hemos aprobado, como le he dicho antes, muchas leyes y yo, desde luego, tengo la firme voluntad de que, cuando ocurra una cosa de esas… Se lo dije ayer en el caso de Valencia a nuestro vicesecretario de Organización: de momento, aquí se suspende absolutamente a todo el mundo y, luego, ya veremos qué es lo que pasa, porque el sumario es secreto y no sabemos exactamente cuáles son las acusaciones.

A.R. Quintana.- ¿Quién va a ser el presidente del Gobierno?

Presidente.- Es difícil de predecirlo en este momento, pero a mí me gustaría volver a serlo, porque tengo la sensación de que hemos hecho una buena gestión; pero que todavía quedan muchas cosas por hacer. Yo he dicho, y estoy absolutamente convencido, que, si perseveramos en las políticas de estos años, se pueden crear dos millones de puestos de trabajo, quinientos mil cada año en los próximos cuatro, igual que se hizo en 2015 y en 2014.

A.R. Quintana.- ¿Cuándo es el momento en el que puede presentarse a una investidura? ¿De qué depende? Porque ahora ya hay una segunda ronda y, si usted no se presenta a la investidura, se puede presentar Pedro Sánchez. ¿Cuál sería el momento? ¿Si fracasa Pedro Sánchez? 0 también se puede presentar Albert Rivera; no lo sé.

Presidente.- Cuando lo diga el Rey. Es el Rey el que dice quien se presenta a la investidura.

A.R. Quintana.- ¿Y cuánto dura este período?

Presidente.- Ahora no hay plazos. Desde que un candidato a la investidura pierde la votación de investidura, si en los dos meses siguientes nadie es elegido presidente del Gobierno, se celebran elecciones. Pero el plazo para que alguien se presente a la investidura no existe. No hay ningún plazo en la Constitución.

A.R. Quintana.- Si no, podríamos llegar a elecciones. Como ha planteado aquí, incluso, la posibilidad de hacer un Gobierno de coalición, está abierto absolutamente a todo, ¿no?

Presidente.- A todo.

A.R. Quintana.- A pactos, a abstención, a no abstención, a voto positivo, gobierno de coalición…

Presidente.- Es lo que han ordenado los españoles: entiéndanse ustedes. Y para entenderse hay que abrir el abanico, es obligado y es lo democrático. Ahora es la hora de la política de verdad, de la seria, de la importante.

A.R. Quintana.- ¿Esperan algún disgusto más en los próximos días?

Presidente.,- Francamente, no lo sé. Ojalá que no.

A.R. Quintana.- ¿Y alguna buena noticia?

Presidente.- Esperemos que sí, que la Encuesta de Población Activa de mañana diga que se sigue creando empleo en España.

A.R. Quintana.- Mariano Rajoy, señor Presidente, muchísimas gracias por habernos acompañado esta mañana. Ahora va a ser muy comentado todo lo que hemos hablado aquí y vamos a poner ya la información, cuando… ¡Uy! Yo pensaba que iba a durar menos esta entrevista y son ya casi las diez.

Presidente.- ¿Cuánto ha durado?

A.R. Quintana.- Pues una hora. Son casi las diez de la mañana. No hemos mirado el reloj.

Presidente.- Se me ha hecho corta.

A.R. Quintana.- Se lo agradezco.

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