Más conexión, mejor futuro

21.2.2016

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Artículo de Mariano Rajoy publicado en "La Vanguardia"

Un año más, Barcelona acoge la celebración del Mobile World Congress, la cita más importante a escala mundial no sólo en torno al mundo de la comunicación móvil sino, en general, a todas las aplicaciones que las nuevas redes aportan.

Esta feria internacional, organizada desde 1990 por GSMA, la asociación internacional de operadores de telefonía móvil, es un acontecimiento de primer orden. Y su relevancia siempre ha ido a más. En su última edición del año 2015, el congreso y sus 93.000 asistentes tuvieron un impacto en el conjunto de la economía de más de 436 millones de euros y promovieron la creación de más de 12.000 puestos de trabajo. Para este año se espera que estas cifras sean nuevamente superadas.

La trascendencia del Mobile World Congress va, no obstante, mucho más allá de estos datos cuantitativos: este congreso es el escenario en el que se dan cita las grandes multinacionales del sector y los gobiernos de medio mundo para ponernos todos al día de los rápidos desarrollos tecnológicos de una innovación que crece exponencialmente.

Disponer del Barcelona Mobile World Congress es, por tanto, un gran privilegio, tanto para Barcelona como para toda España, del que todos debemos estar orgullosos: Barcelona y España son estos días el centro de un debate global de gran impacto.

Cabe señalar que, si bien su celebración ha tenido lugar en Barcelona de forma ininterrumpida desde el año 2006, el compromiso de la ciudad se vio sumamente reforzado en el año 2011, cuando GSMA abrió un concurso para la elección de la Capital Mundial del Móvil mediante un procedimiento que buscaba involucrar a largo plazo a las administraciones públicas correspondientes.

Barcelona fue elegida en ese año Capital Mundial del Móvil tras una intensa negociación entre GSMA y las administraciones públicas impulsoras del proyecto: el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y el Gobierno de España. Y fue elegida en dura competencia con otras grandes ciudades europeas que contaron con todo el apoyo de sus países y de unos sectores industriales que valoraban, acertadamente, la importancia de alojar este acontecimiento.

Desde nuestra llegada al gobierno hemos manifestado nuestro más firme compromiso con este congreso, sin lugar a dudas el más importante en cuanto a asistencia y relevancia de los que se celebran en España. Un compromiso político, pero también económico y financiero, a través de una partida anual en la ley de Presupuestos Generales del Estado de cinco millones de euros que contribuye a la financiación del congreso y a las actividades de la fundación. En este año 2016, la financiación se ha visto incrementada con una aportación extraordinaria de tres millones de euros, destinados a impulsar el emprendimiento y la innovación en tecnologías móviles. Y la participación del Gobierno en el propio congreso será de gran relevancia, especialmente mediante el impulso al sector TIC español: el pabellón de España acogerá este año a 60 pymes. Y el foro de emprendimiento 4YFN, que cuenta también con el respaldo del Gobierno, facilitará el encuentro de las start-ups con inversores internacionales.

Con todo, si hubiera que destacar un hecho clave en el que el apoyo del Gobierno haya sido decisivo, este es sin duda la renovación de Barcelona como Mobile World Capital para el periodo 2019-2023, acontecida en julio de 2015. La decisión por parte de GSMA de prorrogar en seis años más la celebración del congreso en nuestro país solamente tiene cabida en el contexto de seguridad jurídica, respaldo institucional y cooperación entre administraciones públicas que ha caracterizado todas sus ediciones hasta la fecha.

El Gobierno de España, comprometido con su celebración presente y futura, quiso llevar el apoyo a esta extensión al Congreso de los Diputados. La aprobación por unanimidad del real decreto ley promovido por el Gobierno convirtió de esta forma la Barcelona Mobile World Capital en un proyecto común de todas las fuerzas políticas de nuestro país.

El doble éxito de la adjudicación inicial y de la prórroga hasta el año 2023 del proyecto de capitalidad mundial del móvil no debe hacernos olvidar la intensa competencia internacional en el que se ha producido: sólo el mantenimiento unánime del firme apoyo de todas las administraciones participantes y de todo el sector tecnológico español nos pueden garantizar seguir siendo el centro de este debate mundial en los años venideros.

El apoyo al Mobile World Congress ha sido un elemento más de la política de impulso de las nuevas tecnologías y la digitalización que hemos aplicado durante estos años: la Agenda Digital para España, una estrategia que surgió ante la imperiosa necesidad de acometer la transformación digital de nuestro país. En estos cuatro años hemos hecho una apuesta decidida por la conectividad con la aprobación de una nueva ley General de Telecomunicaciones que aclara y simplifica el despliegue de las nuevas redes. La nueva ley, aprobada con el respaldo del 90% del Congreso y del Senado, se ha visto complementada por el plan nacional de Banda Ancha, que ha permitido conectar a casi dos millones de hogares y empresas en 1.154 municipios y 51 áreas empresariales; así como por el plan de Escuelas Conectadas, que garantizará el acceso de banda ancha ultrarrápida a las 16.500 escuelas de toda España. Asimismo, la liberación del llamado dividendo digital ha hecho posible el que hoy el 80% de la población tenga acceso a una tecnología, la 4G, que no existía al comienzo de la legislatura. Estas actuaciones en su conjunto han permitido también que hoy España sea el primer país de Europa en despliegue de fibra óptica hasta el hogar y que el 65% de nuestra población ya tenga acceso a conexiones de más de 100 Mbps. Y, más allá de la conectividad, hemos conseguido reducir la brecha digital de nuestro país y aproximarnos a la media europea. A lo largo de la legislatura, en España se ha incrementado en más de 17 puntos el porcentaje de población más desfavorecida que utiliza internet habitualmente.

En definitiva, durante los últimos años son muchos los avances en la transformación digital de nuestro país, pero dichos avances no deben llevarnos a la complacencia. Nos encontramos en un momento crucial. El MWC es el modelo de nuestra ambición por estar a la vanguardia. Y es también el mejor ejemplo del éxito de una Barcelona y una España que saben que el futuro pasa por un mundo más conectado, sin barreras entre personas, cada día más capaces de cooperar entre nosotros, crear sinergias y, en definitiva, estar más cerca para sumar todos mejor.

En suma, para mi gobierno la agenda digital y la conectividad no sólo han sido una prioridad sino casi una obsesión. España es líder en fibra y uno de los mejores países del mundo en conectividad. No tiene sentido desconectar de todo lo que hemos hecho juntos. Allí fuera nadie lo entendería. Como presidente del Gobierno de España creo que he favorecido con hechos, reformas y compromisos tangibles que Barcelona sea el faro de un sector estratégico en un mundo en permanente transformación. Sigamos conectando.

NOTA: Artículo publicado con la autorización de "La Vanguardia".