Conferencia de prensa del presidente del Gobierno durante la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el cambio climático

30.11.2015

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París

Presidente.- Señoras y señores, muy buenas tardes a todos y gracias por su asistencia a esta convocatoria. Lamento llegar tarde, pero es que aquí las distancias son mayores que las habituales. Lo lamento.

Quiero empezar agradeciendo al presidente Hollande y al Gobierno de Francia su hospitalidad y su magnífico trabajo en la organización de esta Cumbre, especialmente en estos momentos tan difíciles.

Como saben, esta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno supone el arranque de la XXI Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. El cambio climático es el mayor reto medioambiental al que nos enfrentamos hoy y plantea grandes desafíos sociales y económicos. Por ello, y así lo he manifestado a mis colegas, necesita de una respuesta global y ambiciosa aquí, en París.

Para lograrlo, París debe proponer al mundo una nueva agenda de crecimiento bajo en emisiones, que nos permita cumplir con el objetivo de los dos grados, es decir, mantener el calentamiento global por debajo de los dos grados centígrados sobre los niveles preindustriales. Al mismo tiempo, esta agenda debe pedir y buscar un acuerdo global ambicioso y jurídicamente vinculante, que nos comprometa a todos, en función, como es natural, de nuestras capacidades y de nuestras circunstancias.

España afronta esta Cumbre desde el compromiso. Como miembro de la Unión Europea, España asume ya objetivos ambiciosos de reducción de emisiones y, por ello, ya hemos puesto en marcha muchas actuaciones concretas, como programas de renovación de la flota de vehículos, actuaciones para aumentar la eficiencia energética en edificios o financiación de proyectos concretos de reducción de emisiones, entre otras.

Tras el año 2020 seguiremos manteniendo la ambición. Así, junto con nuestros socios europeos, hemos asumido el compromiso de reducir nuestras emisiones en, al menos, un 40 por 100 en el año 2030 respecto a 1990.

En relación con la movilización de recursos financieros a países en desarrollo en sus esfuerzos para llevar a cabo actuaciones de lucha contra el cambio climático, el compromiso de España ha sido claro en los últimos cuatro años: España ha aportado 1.400 millones de euros y, además, hace pocas semanas, el Gobierno ha acordado la contribución financiera de España al Fondo Verde del Clima por 120 millones de euros entre 2015 y 2020. En el futuro vamos a reforzar este compromiso; en concreto, España aumentará sustancialmente sus aportaciones anuales a proyectos que favorezcan la transición de una economía baja en carbono en países en desarrollo hasta llegar a duplicarlas en el año 2020, alcanzando niveles en el entorno de novecientos millones de euros al año.

Pero además de aumentar y duplicar las cantidades que ahora dedicamos a la lucha contra el cambio climático, en la próxima Legislatura --si gobernamos, como es natural-- daremos un paso más: impulsaremos una Ley de Cambio Climático que dotará coherencia a las actuaciones de todos los implicados en la transición a una economía baja en carbono que crezca y que cree empleo.

En concreto, la nueva Ley recogerá los compromisos de España en materia de cambio climático y descarbonización de la economía, en particular en reducción de emisiones, mejora de la eficiencia energética y participación de las energías renovables.

En segundo lugar, la nueva Ley creará un marco institucional único que dote de agilidad y coherencia a todas las actuaciones, y promoverá aquellas que tengan una mayor capacidad de reducir emisiones al menor coste, teniendo en cuenta su impacto sobre la actividad económica y sobre la creación de empleo.

También abordará un diseño a medio plazo y coordinado de todos los recursos que las Administraciones Públicas españolas destinen al cumplimiento de los objetivos de cambio climático, y racionalizará la fiscalidad medioambiental para que contribuya a alcanzar los objetivos en materia de cambio climático, crecimiento y empleo.

Son muchos los aspectos que va a recoger esta Ley. Les será entregada una nota sobre la totalidad de sus contenidos, porque me parece que no tiene mucho sentido que haga aquí una exposición a fondo del Proyecto de Ley. Pero lo que sí quiero decir, para terminar esta parte, es que va a coordinar todos los programas y todas las actuaciones de apoyo a la eficiencia energética, en particular en los ámbitos de transporte, edificación y alumbrado público, y de apoyo a las tecnologías renovables y a la I+D en innovación para la consecución de objetivos de reducción de emisiones y adaptación del cambio climático.

En suma, yo creo que la Cumbre que se está celebrando hoy en París tiene un sentido claro: se trata de llamar la atención sobre un asunto que es importante; se trata de intentar poner remedio al calentamiento global y se trata de implicar a todos, porque éste es un asunto en el que, o bien estamos implicados todos, o, sin duda alguna, será muy difícil y muy complicada la lucha contra el mismo.

Tengo que decir, en cualquier caso, que hay un dato positivo: cuando se produjo el debate de Kioto, fueron 36 países los que lo firmaron, algunos incluso se salieron luego y esos 36 países significaban el 15 por 100 de las emisiones a nivel mundial. Hoy van a ser 186 países, que significan el 96 por 100 de las emisiones a nivel mundial, con lo cual, sin duda alguna, habremos dado un paso hacia adelante muy importante.

A partir de ahí, estoy a su disposición para lo que quieran preguntarme.

P.- El año pasado, 2014, España aumentó sus emisiones de gases de efecto invernadero y este mes de noviembre la fuente más utilizada para generar electricidad en España es el carbón. ¿Usted cree que España está legitimada, realmente, en una Cumbre de este tipo?

Presidente.- Absolutamente y, si nos comparamos con los 190 que también están aquí, con muchos más argumentos.

Le voy a dar un dato, que es importante: España cumplió los compromisos de Kioto 2008-2012. En el año 2013, España en emisiones tenía, por habitante, el 20 por 100 menos que la media europea y, por Producto Interior Bruto, el 6 por 100 menos que la Unión Europea. Entre el año 2012 y el año 2013 bajamos 7,7 por 100 en emisiones. Y es verdad lo que usted ha dicho del año 2014, pero, en cualquier caso, es muy importante que diga también cuál es la segunda parte: 2014 fue un año de crecimiento económico en nuestro país y el crecimiento de las emisiones estuvo por debajo del crecimiento económico de nuestra propia economía.

Por tanto, nosotros hemos cumplido nuestros primeros compromisos --lo hemos presentado no hace mucho en Naciones Unidas--, estamos cumpliendo los compromisos entre los años 2013 y 2020, y lo vamos a hacer sin comprar derechos de emisión, y, sin duda alguna, asumimos un compromiso importante de cara al futuro, de los años 2020 a 2030. Por lo tanto, creo que España está dando esa batalla y, junto con el resto de los países del mundo, estoy convencido de que la vamos a ganar.

P.- Presidente, decía antes, sobre la nueva Ley contra el Cambio Climático, que va a incluir una racionalización de la fiscalidad medioambiental. Me gustaría saber si puede explicarnos un poco más en qué va a consistir esa racionalización de la fiscalidad, si va a incluir algún nuevo impuesto medioambiental o todo lo contrario.

Hablando también de campaña electoral, hoy se han conocido varias encuestas que reflejan un escenario inédito en España, muy ajustado, que va a obligar a pactos después de las elecciones. Desde Ciudadanos ya se ha dicho que no se va a pactar con usted ni con Pedro Sánchez. Quería saber su opinión y si teme una etapa de inestabilidad importante en España después de estas elecciones.

Presidente.- Mi posición en materia de pactos es hablar después de las elecciones, cuando conozcamos los resultados electorales. Pero sí puedo decir una cosa: yo soy partidario de que en España gobierne la primera fuerza política, la fuerza que tenga más apoyos y más votos de los ciudadanos; y, de hecho, una de las propuestas que recoge nuestro programa electoral es que esto sea así en el caso de las elecciones municipales.

Por tanto, el Partido Popular lo que va a hacer es trabajar y va a seguir esforzándose para explicar a los españoles lo que se ha hecho a lo largo de estos últimos años, para comparar la situación en la que estábamos en el año 2011 con la situación en la que estamos en el año 2015 y para decir que lo bueno y lo positivo para el país es mantener las políticas económicas que nos han llevado de una situación, la de 2012, de pre-quiebra, con amenaza de un rescate, a ser el país de la Unión Europea que más crezca y que más puestos de trabajo esté creando en este momento.

Esto en el año 2012 era, sin duda, algo impensable y yo creo que, si perseveramos, España tiene por delante, manteniendo la misma política económica, una larga etapa de crecimiento económico, alrededor del 3 por 100 durante cuatro años, y podemos crear quinientos mil puestos de trabajo al año durante esos cuatro años para llegar a la situación de veinte millones de españoles trabajando. Se puede hacer, porque ya en 2014, después de muchos años destruyendo empleo, en nuestro país se crearon 440.000 puestos de trabajo y este año serán 600.000.

Por tanto, mi posición sobre este asunto es que la fuerza preferida por los españoles sea la que gobierne. Otros no piensan igual y lo hemos visto después del resultado de las últimas elecciones municipales. Para evitar eso, en el programa electoral: alcalde, el del partido más votado, el que encabeza la lista más votada. A partir de ahí, yo espero que, como se ha hecho siempre en España, el partido que tenga más apoyo ciudadano sea el elegido para gobernar.

En cuanto a la fiscalidad medioambiental, no se trata de crear ningún nuevo impuesto medioambiental; se trata de racionalizar el conjunto de normas fiscales en materia ambiental, que son diferentes, en las diferentes Comunidades Autónomas y también hay un sinfín de ellas en la propia Administración Central del Estado. El objetivo es conseguir de manera conjunta lo que todos perseguimos: uno, que haya crecimiento económico; dos, que luchemos eficazmente contra el cambio climático y, tres, que creemos empleo, que es el gran objetivo nacional. Por tanto, se trata de racionalizar, ordenar y armonizar, y en ningún caso crear nuevos impuestos medioambientales.

P.- Presidente, usted nos decía ayer que no se iba a reunir aquí con François Hollande para hablar del tema se Siria, porque no es el lugar. Teniendo en cuenta que dentro de veinte días hay elecciones en España, ¿usted cree que lo correcto y lo justo sería esperar a que se forme un nuevo Parlamento para que tome la decisión sobre lo que pueda pasar en Siria?

Presidente.- Yo voy a explicar… Desde luego, hay una cosa de la que los españoles pueden estar seguros: cualquier operación en la que intervenga nuestro país mientras yo sea presidente del Gobierno tendrá que llevar el voto a favor del Parlamento. De hecho, en los últimos cuatro años muchos militares españoles han participado en operaciones contra el terrorismo en distintos países del mundo y siguen haciéndolo. Tenemos ahora en Senegal, en Gabón, en Irak, en Somalia, en Mali, en Turquía y también en Cabo Verde, y en todos los casos hemos contado con el apoyo y respaldo del Parlamento; al menos, con el 80 o el 85 por 100 de los apoyos.

Ahora le voy a explicar lo que debemos hacer. En esta Legislatura hemos puesto en marcha siete misiones vinculadas a la lucha antiterrorista: cinco en África, que son Senegal, Gabón, Mali, República Centroafricana y Somalia; y, dos (Irak y Turquía), en el propio escenario del DAESH.

¿Cómo se conforma una operación militar? El país o la organización que lanza esa operación militar establece una lista de capacidades y le va pidiendo al resto de los países que le ayuden apoyando de una u otra manera, como pueda cada uno o como considere oportuno y conveniente. En este momento no sabemos cuáles son las capacidades necesarias para que podamos aunar fuerzas; lo único que sabemos es que hay una coalición contra DAESH en la que está España, que, por cierto, tiene 300 soldados, el triple que Alemania. Es uno de los países que están más involucrados.

En la medida en que se vaya concretando si se hace una operación diferente, nosotros daremos la respuesta. Pero, insisto, estas cosas hay que tomárselas en serio, hay que planificarlas bien, hay que saber qué es lo que se le demanda a cada uno y hay que saber qué es lo que se pretende. De momento, España, y yo creo que la mayoría, no tiene noticia de qué es lo que se está planteando pero, en cuanto se plantee, yo iré al Parlamento, hablaré con los grupos políticos y, desde luego, en materia de lucha contra el terrorismo creo que nuestro país ha demostrado, y sigue demostrando, que siempre está a la cabeza.

P.- Presidente, se está hablando estos días mucho de los debates, y también de su ausencia, sobre todo en el que se va a celebrar en Atresmedia, el día 7, con los candidatos de sus principales rivales: de Ciudadanos, del PSOE y de Podemos. Quería saber por qué piensa usted que es mejor que asista la Vicepresidenta en su lugar.

Presidente.- Yo, en materia de debates, he seguido la misma pauta que se ha seguido en nuestro país desde la vuelta de la democracia, o por lo menos desde un poco después, porque al principio no se hacían debates. Entonces, todos los debates que se han celebrado en campañas electorales han sido el debate entre el presidente del Gobierno y el candidato o, al menos, el líder del principal partido de la oposición: Felipe González debatió con Aznar, José Luís Rodríguez Zapatero debatió conmigo y yo también debatí con Rubalcaba --ninguno de los dos éramos presidentes del Gobierno en aquel momento, pero éramos los líderes de los dos principales partidos-- y en esta ocasión yo voy a debatir, como presidente del Gobierno, con el líder de principal partido de la oposición, que es el señor Sánchez. Por tanto, volveré a debatir por cuarta vez en un debate importante, a dos, que es como son los debates importantes en unas elecciones.

A partir de ahí, yo entiendo que todo el mundo quiera debates. Yo tengo más de treinta planteamientos de distintos medios para hacer debates pero, claro, no puedo atender a todos, entre otras cosas, porque soy presidente del Gobierno y ayer domingo estaba en Bruselas; hoy aquí, estoy en París, y tengo que seguir atendiendo a mis responsabilidades como presidente del Gobierno. Tengo también las peticiones de muchos medios de comunicación que quieren que haga entrevistas; entonces, atenderé algunas, pero es imposible atender todas.

Por otra parte, hay quien dice que a los debates… De hecho, se van a hacer debates también a ocho y a seis, porque hay algunos partidos que están en las Cortes que creen que ellos deben estar en los debates y que no se les debe dar prioridad a otros que ni siquiera están en las Cortes Generales.

Por tanto, sobre este asunto hay muchas teorías y hay muchas opiniones. Yo voy a hacer el debate que se hizo siempre en España: el presidente del Gobierno con el líder del principal partido de la oposición. Y el Partido Popular acudirá a todos los debates a los que se le cite; pero el Partido Popular es un partido con mucha gente, con gente muy preparada, con gente muy capaz, y no está escrito en ningún sitio que todos los debates los tenga que hacer el presidente del Gobierno.

Por tanto, insisto, como siempre en los debates, debate presidente del Gobierno-líder del principal partido de la oposición, y, luego, todos los demás, todo lo que quieran. ¿Y entrevistas? Las que dé tiempo, pero no puede estar uno constantemente haciendo entrevistas.

Muchísimas gracias.

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