Conferencia de prensa del presidente del Gobierno después de la reunión del Consejo de Ministros que ha aprobado el Real Decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria de elecciones generales

26.10.2015

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Madrid

Presidente.- Señoras y señores, muy buenos días.

Comparezco ante ustedes para comunicarles que, después de que yo informara a Su Majestad el Rey en el Palacio de La Zarzuela esta mañana, el Consejo de Ministros acaba de aprobar el Real Decreto de convocatoria de las elecciones generales, tal y como establece el artículo 115 de la Constitución Española. El Real Decreto de convocatoria de las Elecciones Generales para el día 20 de diciembre se publicará mañana en el Boletín Oficial del Estado.

Quiero señalar que el Consejo también ha estudiado un informe extraordinario sobre los daños causados por las lluvias torrenciales en las Islas Canarias, para su valoración y la adopción de medidas en los próximos días. Este fin de semana he estado en contacto con el presidente del Gobierno de Canarias, también con el ministro de Industria, que se encontraba allí, y he dado instrucciones a la Vicepresidenta y a los ministros de Hacienda, Interior, Agricultura y Medio Ambiente, y Fomento para que, con la mayor celeridad posible tomen las decisiones que procedan después de los daños que han generado las lluvias torrenciales a las que antes he hecho referencia.

Antes de pasar al balance de la Legislatura, quiero recordar a los tres militares españoles (José Morales Rodríguez, Saúl López Quesada y Jhonander Ojeda Alemán) que se encuentran desaparecidos desde el jueves. Quiero mandar mi apoyo a sus familias, que viven con incertidumbre a estas horas.

El ministro de Defensa, que lleva varios días en la isla de Gran Canaria, está en permanente contacto con las familias; pero quiero aprovechar la ocasión para transmitirle mi apoyo y cercanía. No duden de que el Gobierno y las Fuerzas Armadas no descansarán ni un minuto hasta que los encontremos.

Quiero agradecer también a los miembros del Ejército del Aire y de la Armada, a los medios de SASEMAR y al Gobierno de Marruecos su dedicación a las tareas de búsqueda de nuestros militares. Como les digo, pondremos todos los medios a nuestro alcance para localizarlos.

Señoras y señores,

Con la publicación que tendrá lugar mañana, como antes he señalado, del Real Decreto de convocatoria de las elecciones generales, podemos decir que concluye una de las Legislaturas más intensas de nuestra democracia y en la que, he de decir con orgullo, nuestro país ha demostrado su energía y su enorme capacidad de superación para sobreponerse, en tiempo record, a una situación complicadísima.

Cuando pedí el apoyo del Congreso para mi programa de gobierno hace cerca de cuatro años, señalé con claridad cuáles iban a ser las prioridades de mi gestión. Anuncié entonces que dedicaría -lo que voy a decir es textual, es lo que dije en ese Debate de Investidura-- "toda la capacidad del Gobierno y las fuerzas de la Nación a detener la sangría del paro, estimular el crecimiento y acelerar la creación de empleo". Afirmé también que era necesario salir cuanto antes de un círculo infernal formado por "la falta de confianza, la falta de financiación, la caída de las inversiones y del consumo, la destrucción de puestos de trabajo y el desplome de los ingresos públicos".

España, efectivamente, se encontraba en aquel momento en una caída sin freno que la condenaba, si no se ponía remedio, a la quiebra, la salida del euro o el rescate. Era preciso y era urgente detener aquella caída y cambiar el rumbo. Logramos lo primero en el año 2012 y lo segundo, cambiar el rumbo, en el año 2013. Los otros dos años de Legislatura, 2014 y 2015, han servido para avanzar a un ritmo creciente en los tres objetivos señalados: empleo, crecimiento y confianza.

Hemos pasado de vivir bajo la amenaza del rescate a despertar confianza, de la recesión más larga al crecimiento más alto de la Unión y de la mayor destrucción de empleo a la mayor reducción del paro de nuestra historia.

Empleo, crecimiento y confianza. Esos son los ejes que ponen de manifiesto el éxito del esfuerzo realizado por los españoles a lo largo de estos años. Esos son los ejes del cambio que ha experimentado España en esta Legislatura.

Los datos de la Encuesta de Población Activa, conocidos la semana pasada, nos permiten prever que este año 2015 será el de mayor reducción del desempleo de toda la historia de España y avalan la reforma laboral aprobada al inicio de la Legislatura que ha permitido que el despido no sea el primer instrumento al que recurren las empresas para adaptarse a la situación económica.

Y es que el tercer trimestre de 2015 marca cifras record de reducción del paro, que cae en 298.200 personas en el trimestre y en 576.900 en el año. Estamos hablando de una caída anual del paro de más del 10 por 100; en concreto, del 10,6 por 100. Nunca antes se había conseguido reducir tanto el paro en un solo año. Estas cifras suponen que contamos ya con 436.000 personas en paro menos que cuando comenzamos la Legislatura y que hemos recuperado la cifra de dieciocho millones de españoles trabajando. Estas mejoras también están llegando a los hogares más vulnerables, aquellos que tienen a todos sus miembros en paro. Estos ya son menos cada día: en concreto, 216.000 menos en el último año.

Señoras y señores,

Este es el indicador más claro del cambio que se ha producido en estos años. En términos anuales, hemos pasado de una destrucción de 1.430 empleos diarios en 2011 a la creación de 1.492 empleos diarios en 2015.

Esta es la razón que justifica, no sólo las políticas y reformas que se han adoptado en materia laboral, sino todas las reformas que hemos hecho en otros campos. Obviamente, la tarea no está completa; pero estamos en condiciones excelentes para alcanzar la cima en el próximo mandato. La lucha contra el desempleo seguirá siendo nuestra prioridad para los próximos años.

Señoras y señores,

En esta Legislatura España ha cambiado de cara: hemos pasado de la recesión al mayor crecimiento entre los países grandes del euro, al mayor. Lo certifican, décima arriba, décima abajo, todos los observadores y expertos. Ya saben que la previsión del Gobierno es que este año creceremos un 3,3 %. También el Fondo Monetario Internacional ha certificado esa recuperación de la actividad económica y en 2015 lideramos, con Estados Unidos, el crecimiento entre el grupo de países avanzados miembros del G-20.

Quiero destacar que, a diferencia de otras ocasiones, este crecimiento se produce de manera equilibrada y, por tanto, sostenible. No estamos creciendo por la vía del endeudamiento, como en ocasiones anteriores, sino porque somos más competitivos y exportamos más al exterior. España exporta ya más, en relación a su PIB, que Estados Unidos, Japón, Reino Unido o Francia. Hemos pasado en pocos años de exportar menos de una cuarta parte de nuestro PIB a exportar un tercio del mismo. Esa competitividad ganada sin devaluar la moneda es una de las grandes transformaciones que ha experimentado España en esta Legislatura.

Señoras y señores,

España es hoy un país que inspira confianza, dentro y fuera de nuestras fronteras:

  • Confianza porque hemos logrado reducir a la mitad el déficit público que nos encontramos: del 9 por 100 al 4,2 por 100 con el que vamos a acabar este año.
  • Confianza que evidencia la prima de riesgo, que se ha desplomado respecto a la que sufríamos cuando se celebraron las últimas elecciones. Hoy está en 110. Ya nadie habla de la prima de riesgo en nuestro país. Este cambio ha permitido al Estado ahorrar más de veinte mil millones de euros en intereses de la deuda, lo que equivale a lo que ha aumentado, por ejemplo, el gasto en pensiones en esta Legislatura o a lo que nos vamos a gastar el año que viene en el seguro de desempleo. Es un dato de una enorme importancia.
  • Confianza en nuestro sistema financiero, que hemos logrado sanear íntegramente, lo que está permitiendo recuperar el crédito tan necesario para los hogares y empresas. El crédito nuevo a Pymes acumula veintitrés meses consecutivos de crecimiento y en lo que llevamos de año avanza a un ritmo anual del 14 por 100, y el crédito nuevo a hogares acumula doce meses en positivo y crece a un ritmo medio del 27 por 100 en lo que va de año. Sin duda, éste es un factor muy importante, como no se les escapa a ninguno de ustedes, para la economía de nuestro país.
  • Confianza también en nuestro sistema de bienestar que ha conseguido conjurar la amenaza de la quiebra; una amenaza más que real cuando los ingresos públicos se hundieron en nuestro país en setenta mil millones de euros, que se dice pronto y que es lo que ocurrió en el momento álgido de la crisis.

Pues bien, hoy España puede sentirse orgullosa porque ha sabido superar la peor crisis que hemos conocido sin permitir que nadie quedara al borde del camino. No hemos sacrificado las pensiones, no hemos suspendido las prestaciones por desempleo y no hemos permitido que los impagos asfixiasen la asistencia sanitaria.

Casi nueve millones y medio de pensionistas españoles han cobrado puntualmente sus prestaciones, que no han sido congeladas ni reducidas en modo alguno, a pesar de las dificultades que hemos atravesado. Desde que gobernamos el gasto en pensiones ha crecido en España en 19.443 millones de euros y la pensión media supera los mil euros.

También han cobrado puntualmente sus prestaciones las personas sin empleo y, entre otras muchas medidas, se ha regularizado la deuda de 75.000 millones de euros, que se dice pronto, que las Administraciones Públicas mantenían con sus proveedores; en su mayoría, proveedores de servicios públicos esenciales como es la sanidad.

Todo esto también contribuye a la confianza, especialmente a la confianza de los españoles en su propio país, en su propio sistema colectivo de bienestar. Así se pone de manifiesto en el último Índice de Confianza del Consumidor, que ha marcado un máximo histórico: 106 puntos frente a los 68 del último trimestre de 2011.

Los ejes que les acabo de señalar --crecimiento, empleo y confianza-- son, sin duda, los determinantes a la hora de valorar la labor del Gobierno, que ha sido intensísima en esta Legislatura. Sería lo más destacado de este balance, pero creo que es de justicia recordar algunas otras cosas.

A pesar de las enormes dificultades presupuestarias que tuvimos al inicio de la Legislatura, hemos podido bajar los Impuestos de la Renta y de Sociedades. La rebaja media en el período 2014-2016 será del 14.6 por 100, pero los grandes beneficiados son los ciudadanos con rentas medias o bajas y las familias con mayores cargas, que tienen cheques de apoyo fiscal.

Hemos aprobado una bajada generalizada de las retenciones a todos los asalariados y autónomos, lo que supone una inyección directa de liquidez en la economía real. También las empresas han visto reducido su tipo de gravamen y, además, cuentan con incentivos adicionales como la reserva de capitalización y la reserva de nivelación.

Todo esto ha ido acompañado de un enorme esfuerzo en la lucha contra el fraude, que ha permitido obtener, hasta junio, más de 41.000 millones de euros, pudiendo superar los 48.000 millones durante toda la Legislatura; importes que surgen, entre otras cosas, por el afloramiento de 120.000 millones de euros de bases fiscales, la mayor parte de ellas fuera de España.

Hemos ajustado el tamaño e incrementado la eficiencia de las Administraciones Públicas, y tendremos que seguir en esta tarea, que es capital, en los próximos años. Han sido eliminadas 2.300 entidades públicas y se han generado unos ahorros acumulados de más de treinta mil millones de euros. En estos años se han implantado la factura electrónica, la contratación centralizada, el portal único de empleo y, últimamente, como saben el registro directo desde los hospitales.

El precio de la energía había experimentado tal escalada durante los Gobiernos socialistas que se había convertido en un freno a la competitividad de nuestra economía y en un factor de empobrecimiento para las familias más vulnerables. Esa situación se ha revertido. En esta Legislatura el sistema eléctrico se ha estabilizado y ya no hay déficit de tarifa que, como saben, era monumental -veintiséis mil millones de euros-- y los precios han comenzado a bajar.

Quiero destacar también la Ley de Mejora de la Calidad de la Educación que ya está en vigor y que persigue obtener mejores rendimientos para los alumnos, y un uso más eficiente del dinero que los contribuyentes dedican a la educación. Y los resultados empiezan a verse: la tasa de abandono educativo temprano ha descendido del 21 por 100, 4,4 puntos menos que al inicio de la Legislatura. El número de alumnos que de Formación Profesional se ha incrementado en 180.000; 20.000 mediante el nuevo sistema de Formación Dual puesto en marcha en esta Legislatura. Y les recuerdo también que en los últimos Presupuestos hemos destinado a becas 1.416 millones de euros, la mayor cifra de toda la serie histórica.

Señoras y señores,

Les hablaría de otras leyes de enorme importancia para estimular a los emprendedores españoles como la Ley de Segunda Oportunidad, la Ley de Unidad de Mercado, la tarifa plana de autónomos, la Ley de Apoyo a los Emprendedores o la Ley de apoyo a la financiación empresarial; pero no quiero cansarles ni menos aburrirles. Como resultado de todas ellas, se están batiendo records en la creación de empresas --más de 72.000 durante 2014-- y hemos ganado más de diez puntos de competitividad frente a nuestros socios de la zona euro y frente al resto de los países desarrollados

Señoras y señores,

A la hora de hacer balance de esta Legislatura no puedo evitar referirme a graves problemas a los que hemos tenido que hacer frente desde el Gobierno, al tiempo que cuadrábamos las cuentas e impulsábamos el crecimiento económico y la modernización del país.

El de mayor gravedad, sin duda alguna, es el desafío secesionista de la Generalitat de Cataluña; un desafío a la legalidad democrática que ha fracturado a la sociedad catalana y que no tiene más fundamento que la deslealtad del Gobierno de la Generalitat para con la Constitución Española de 1978, que es la que ha ofrecido mayores cotas de autogobierno para Cataluña en toda su historia.

Nunca me he negado a dialogar, a negociar ni a escuchar las propuestas del señor Mas. Jamás lo hice. Siempre que me ha llamado o ha querido verme he estado a su disposición. Eso sí, nunca le he engañado sobre los límites de ese diálogo. Yo no puedo dialogar ni negociar sobre lo que no me pertenece, ni yo ni nadie. Y la soberanía nacional, los derechos de los españoles y su igualdad no son una competencia del Presidente del Gobierno, ni siquiera del Parlamento; son una competencia exclusiva del pueblo español y sólo el pueblo español en su conjunto puede decidir sobre ello.

Por lo tanto, he cumplido en todo momento con mi obligación: defender la Ley, proteger los derechos de los españoles y hacerlo con prudencia y con proporcionalidad. Y así lo seguiré haciendo mientras sea presidente del Gobierno: diálogo, siempre; respeto a la Ley y a las instituciones, también.

Esa ha sido mi disposición con el Gobierno de la Generalitat durante esta Legislatura y será la misma con el próximo, sea cual sea su composición y sea cual sea su Presidente.

Segundo reto al que hemos tenido que hacer frente, la corrupción. Han aflorado en estos años demasiados escándalos de corrupción. Soy plenamente consciente del daño y el descrédito que estos episodios han causado a la percepción de la política entre los ciudadanos y, consecuentemente, a la confianza entre administradores y administrados.

Tengo que decir, sin embargo, que jamás se ha actuado con mayor autonomía y libertad por parte de las Fuerzas de Seguridad, la Fiscalía y los Tribunales. Igualmente, he de señalar que jamás se ha aprobado en España una batería de reformas legales comparable a la que hemos establecido para prevenir la corrupción y castigarla con dureza; la última, el viernes pasado: la creación de la Oficina para recuperar los bienes procedentes de actividades delictivas.

Es decir, que también en esta Legislatura se han sentado las bases para que se haga realidad esa demanda social de que los corruptos devuelvan lo que robaron.

Y quiero mencionar también, en otro orden de cosas --mucho más edificante, desde luego--, la política europea, porque la Unión Europea ha vivido su propia crisis durante esta Legislatura en la que ha estado en cuestión la propia supervivencia del euro.

He dedicado a Europa una parte nada desdeñable de mi trabajo en estos años: primero, para defender la viabilidad del euro y de España dentro de él; pero también para profundizar en la moneda única como fuente de bienestar y crecimiento. He hecho propuestas muy concretas para avanzar en la Unión Bancaria, que se ha puesto en marcha estos años, y trabajamos ahora en avanzar en la Unión Fiscal, Económica y Política, para lo que mi Gobierno ha hecho propuestas de futuro para el llamado "Documento de los cinco presidentes".

Hemos dado la batalla en la negociación del presupuesto comunitario, con un resultado más que satisfactorio: España recibirá hasta 2020 más de 37.000 millones de euros en fondos estructurales. Más de la mitad de estos recursos son gestionados directamente por las Comunidades Autónomas.

También hemos hecho una buena negociación de la Política Agraria Común, en la que hemos logrado 47.000 millones de euros para el campo español en los próximos años.

Asimismo, hemos hecho un enorme esfuerzo para reactivar la construcción de interconexiones energéticas de la Península con el resto de Europa. Esta cuestión, que, como saben, es vital para la economía española, gracias a nuestra insistencia y gracias al buen entendimiento con nuestros vecinos y con la Comisión, forma parte ya de las prioridades de las instituciones europeas para los próximos años.

Ahora, como saben, participamos activamente en toda la gestión de la crisis de los refugiados, que se ha convertido en el asunto más dramático al que tenemos que hacer frente a corto, a medio y me temo que a largo plazo. Como saben, España ha brindado su experiencia en la gestión de fronteras y aboga por una solución integral que pasa por actuar sobre las causas que motivan este éxodo masivo de personas. Seguiremos dando la batalla en la misma dirección y participaremos activamente en la solución que se diseñe para dar salida a la insoportable situación que sufren los refugiados y que apela con extraordinaria dureza a la sensibilidad y a la conciencia de todas las personas y de todos los Gobiernos del continente.

Voy terminando ya. Creo que los datos que les he ido desgranando demuestran que esta ha sido una legislatura de transformación del país. De cambio intenso y profundo.

Esas reformas, muchas de ellas impopulares, se han hecho con orden y con determinación gracias a la estabilidad política. Es incuestionable que esa estabilidad, producto de un sólido apoyo parlamentario, ha sido un elemento decisivo para recuperar la confianza en España.

Quiero recordar también que siempre hemos mantenido la disposición de diálogo con los grupos de oposición y con los interlocutores sociales. En el ámbito político quiero destacar, a título de ejemplo, el Pacto contra el terrorismo yihadista o la Ley de Seguridad Nacional; en materia social, les recuerdo el Acuerdo de Propuestas para la negociación tripartita y, más recientemente, el Programa de Activación para parados de larga duración.

También hemos dialogado, y mucho, con las distintas Administraciones Públicas. Como saben, nos vimos obligados a crear instrumentos de liquidez que les permitieran pagar sus deudas, evitar la quiebra y no interrumpir los servicios que prestan a los ciudadanos. Hoy se mantiene esa colaboración a través del Fondo de Liquidez Autonómica, que les está permitiendo financiarse a tipo cero; cuando nosotros llegamos, se financiaban algunos al 7,75 por 100. En toda la Legislatura este tipo de instrumentos ha alcanzado un volumen extraordinario: 185.000 millones de euros; de ellos, más de 75.000 millones de euros se destinaron a pagar deudas pendientes con proveedores.

Además, esa colaboración ha tenido otra consecuencia positiva: la morosidad en el pago a proveedores, la morosidad, ha bajado de 142 días de media en 2012 a los 49 de agosto de este año, un 65 por 100.

Señoras y señores,

Podría extenderme mucho más, pero creo que no sería justo con ustedes, ni útil a la hora de hacer balance de lo que ha sido esta Legislatura. Creo que tienen ustedes, además, un documento de resumen con la evolución de muchos indicadores.

Quiero reiterar, una vez más, mi agradecimiento a todos los españoles por su extraordinario comportamiento en estos años tan difíciles. Es en los momentos más duros donde se demuestra el temple y la fortaleza de las personas y de las naciones, y creo que la nación española ha vuelto a dar muestras de su extraordinario potencial y de su afán de superación.

Los españoles han demostrado al mundo, pero sobre todo nos hemos demostrado a nosotros mismos, entereza, responsabilidad y también un profundo sentido de la solidaridad. Para mí ha sido un orgullo y un honor presidir el Gobierno de este gran país.

Quiero expresar también aquí mi reconocimiento a la Corona, al Rey Felipe VI y a su padre, el Rey Don Juan Carlos. Siempre he encontrado en ellos apoyo, receptividad y constante dedicación al servicio de España. No han sido ajenos a la recuperación de nuestra imagen y al impulso de nuestros intereses en el exterior. También la manera ejemplar en que se ha producido cambio de la Jefatura del Estado durante esta Legislatura ha sido un ejemplo más de lo que hoy es España: un país moderno, estable y con unas instituciones plenamente consolidadas, y que funcionan.

Sin duda, queda mucho por hacer. Aún tenemos muchos problemas y todavía hay muchos problemas sin empleo. Tenemos que recuperar toda la riqueza y el bienestar que destruyó la crisis. Hay retos en el futuro que exigirán de nosotros toda nuestra energía; pero en estos años hemos demostrado una sólida voluntad colectiva para hacer frente con eficacia a las dificultades, superarlas y enderezar el rumbo. Si sabemos mantenerlo con firmeza, España está en condiciones de abrir un largo período de crecimiento y bienestar como no ha conocido nunca. Mi deseo es que sepamos aprovecharlo.

Señoras y señores, estoy a su disposición.

P.- Presidente, este verano hubo un debate sobre la reforma de la Constitución que usted mismo dijo que estaba dispuesto a afrontar y, sin embargo, después se cerró y se dijo que no se llevaría en el programa del Partido Popular. Mi pregunta es si usted está dispuesto a, por lo menos, explorar las posibilidades de una reforma constitucional en la próxima Legislatura.

Presidente.- No irá en nuestro programa electoral una reforma de la Constitución; pero tenga usted la total y absoluta certeza de que yo estaré, como siempre he estado, abierto a escuchar las propuestas que puedan hacer los demás.

Yo creo que en este momento la prioridad en España no es reformar la Constitución. No es algo que demande el conjunto de la población española. La prioridad en España es que no nos distraigamos y no olvidemos que todavía tenemos que crear dos millones de empleos en la próxima Legislatura, hasta veinte millones de empleos en nuestro país. Insisto, medio millón de personas al año tienen que encontrar un empleo en los próximos cuatro años y, por tanto, deberemos seguir haciendo reformas estructurales y deberemos perseverar en la política que se ha llevado a cabo estos años.

A partir de ahí, hay algunas cosas de la Constitución que, sin duda, pueden reformarse, como la sucesión en la Corona o como decir que estamos en la Unión Europea, los nombres de las Comunidades Autónomas, etc. etc. Pero yo en este momento no veo, después de escuchar a las distintas fuerzas políticas, que haya un consenso sobre el tema fundamental, porque, no nos engañemos, el tema fundamental que se está planteando de reforma de la Constitución es el modelo territorial.

No he escuchado, y creo que no soy el único, ninguna propuesta que sirva para resolver los problemas que tenemos en este momento. Por tanto, como siempre he hecho, estaré muy atento a lo que planteen los demás, pero para el Partido Popular en este momento ésa no es una prioridad.

P.- Presidente, yo le voy a hacer una pregunta muy breve. Si después de las próximas elecciones no consigue usted ser el partido más votado o hay otros dos partidos que consiguen evitar que usted forme Gobierno, ¿qué va a hacer usted? ¿Dimitirá como presidente del PP? ¿Dejará el escaño? Explíquenos un poco cuál puede ser su futuro.

Presidente.- De momento, tengo una prioridad que se va a entender muy bien: voy a hacer cuanto esté en mis manos para poder seguir gobernando, entre otras razones, pero la primera y principal, porque es lo que le conviene a España. Porque sería ahora muy triste, muy duro y supondría haber pedido tanto el tiempo darle marcha atrás a lo que se ha hecho en estos casi cuatro años de Gobierno del Partido Popular.

Ahora hemos sentado las bases para el futuro; ahora, después de los dos primeros años, que fueron durísimos, el año 2012 sobre todo, y el año 2013, ya crecemos, ya creamos empleo y las cosas ya se ven de otra manera. Ha aumentado el consumo, ha aumentado la inversión, somos récord en turismo y España es un país que ha recuperado la confianza --antes les he dado unos datos--. Por tanto, a eso es a lo que me voy a dedicar yo.

Ya prever lo que puede ocurrir en el futuro, en el supuesto de que se produzca o no una circunstancia, es algo que, como usted comprenderá, tiene bastante poco sentido en estos momentos.

P.- Presidente, sobre su balance me gustaría que nos destacara, a su juicio, cuál ha sido el mayor logro de su mandato y cuál ha sido su mayor error, y por el que debiera pedir disculpas a los españoles. Logro y error.

Luego, me gustaría saber si usted sigue creyendo que es el mejor candidato del Partido Popular para ganar las elecciones generales.

Presidente.- Si no lo creyera, no me presentaría.

En relación con la primera pregunta, es muy difícil decir cuál es el mayor error de uno y el mayor logro de uno; pero, si tuviera que decir una cosa, yo tuve unos momentos muy complicados a lo largo de la Legislatura y tuve algunos momentos --tengo que decir que pocos, ¡eh!, pero algunos tuve-- donde realmente me sentí reconfortado.

Para mí, haber evitado el rescate creo que fue un acierto. Sinceramente, creo que fue un acierto. Si no, podíamos estar ahora, como hay algún que otro país en la Unión Europea, donde le obligan, por ejemplo, a bajar las pensiones el 10 por 100 o a subir el IVA de los restaurantes al 23 por 100. Eso fue muy duro. Ahora están todos callados, pero fue muy duro. Ahora nadie va a decir nada.

Fue un momento muy bueno cuando me comunicaron que por primera vez España crecía. No crecíamos nada, el 0,1 por 100, pero fue en el tercer trimestre del año 2013 y, oiga, después de lo que vivimos la primera época… Y hubo también un dato muy positivo, que es octubre del año 2013: por primera vez ya cambió el tema del paro, el paro en las oficinas del INEM, ¿no? Llevaba muchos años subiendo. Todo el año 2012, en que ya gobernábamos nosotros, subió y todo el año 2013, hasta que cambió en octubre. Y luego, en febrero de 2014, cambió la Seguridad Social. Cada mes íbamos perdiendo afiliados y a partir de ahí cambió.

Entonces, realmente, cuando ahora ves que en los dos últimos años, 2014 y 2015, que no ha terminado, casi se ha creado un millón de empleos, yo estoy muy contento y creo que eso no se puede desaprovechar. Y ya sabemos que hay muchísima gente que todavía no ha podido conseguir un empleo; pero a todas las personas que no han podido conseguir un empleo, yo les diría: tiene usted razón, pero miren y dense cuenta de que ya hay un millón de españoles que sí lo consiguieron, y usted puede ser el siguiente si perseveramos en las políticas.

¿Cuál fue el mayor error? Claro, castigarme no sé si tiene mucho sentido. Yo sí puedo decir una cosa: yo he tenido que tomar muchas decisiones que no me gustó nada tomarlas pero, sinceramente, es que las tomé porque creo que no me quedaba otro remedio. Como comprenderá usted, a mí decidir en julio del año 2012 que los funcionarios públicos se quedaban sin la paga extra de la Navidad no es algo que me generara ningún tipo de entusiasmo. Pero es que creo que teníamos que hacerlo.

Lo mismo ocurre con otras decisiones. Tuvimos que subir algunos impuestos. Yo no me presenté a las elecciones para llegar al primer Consejo de Ministros, que tuvo lugar el 30 de diciembre, y subirle a la gente el IRPF. No estaba entre mis objetivos; más bien, estaba todo lo contrario. Ahora hemos podido en 2015, y además ya hemos adelantado la parte de 2016, colocarnos un poco mejor que cuando llegamos al Gobierno.

Por tanto, ésta es una legislatura en la que es evidente que el Gobierno ha tenido que tomar decisiones difíciles, que no tiene ninguna gracia. Lo divertido es poder gastar dinero y quedar bien con todo el mundo, pero es que aquí se habían perdido setenta mil millones de euros de recaudación. Claro, ¿cómo no vamos a tomar decisiones presupuestarias si en dos años se perdieron setenta mil millones de euros de recaudación?

Ahora, por fortuna, como ya hay más actividad económica, y había que hacer un homenaje a las Pymes en este país, esto empieza a crecer y la recaudación empieza a aumentar. Entonces, ahora ya no tenemos que hacer lo que tuvimos que hacer en los años 2012 y 2013.

En fin, esto es, más o menos, como lo vi yo.

P.- Presidente, como todo indica que después de las elecciones no va a haber mayorías amplias para gobernar en solitario, yo quería saber cómo ve usted el tema de los pactos. ¿Cree posible un buen entendimiento con el partido Ciudadanos, al estilo de lo que está ocurriendo en la Comunidad de Madrid; por ejemplo? ¿Ve posible otro tipos de pactos diferentes con otras formaciones? ¿Cómo ve el futuro?

Presidente.- Yo lo que veo es que el Partido Popular va a intentar volver a merecer la confianza de los españoles y lo que también veo es que todos los demás por su parte también lo van a intentar.

A mí hay precedentes que, francamente, no me gustan. Yo soy partidario de que gobierne siempre el más votado y hay precedentes que no me gustan. Lo que hemos visto en España en Ayuntamientos como Madrid, como Zaragoza o como Valencia a mí no me gusta; y lo que hemos visto en otros municipios, a lo mejor más pequeños, pero también municipios importantes, donde todos se han puesto contra del Partido Popular no me gusta. Lo que estoy viendo en Portugal en estos momentos tampoco me gusta, y creo que puede ser un retroceso muy importante después de lo que se ha sufrido en Portugal en los últimos años.

Por tanto, mi posición es la de siempre: yo creo que debe gobernar el que tenga más apoyo ciudadano y la gente debe reflexionar qué hace con su voto porque, a lo mejor, le dan un uso distinto de aquel para el cual fueron votadas algunas fuerzas políticas.

Pero de esto de los pactos ya se hablará en su momento, según cual sea el resultado que los españoles hayan querido en las elecciones.

P.- Presidente, yo quería preguntarle si se ha quedado usted con ganas de hacer algo que no ha podido hacer por falta de tiempo o por estar dedicado a otras cosas.

Presidente.- Sí; francamente, me he quedado con muchísimas ganas de hacer muchas más cosas de las que he podido hacer, y créame que le he dedicado algunas horas a lo largo de estos años a mi trabajo como presidente del Gobierno.

En primer lugar, a mí me hubiera gustado que se hubieran creando muchos más puestos de trabajo en nuestro país. Me hubiera gustado porque, además, creo que se puede hacer. Lo que pasa es que, claro, era imposible hacerlo en aquella época en la que uno no se podía financiar, estábamos todo el día con el rescate, con que si nos íbamos del euro, no recaudábamos, no había actividad económica, crecimiento… Por eso le digo que los dos primeros años para nosotros, no para nosotros, para España, han sido muy negativos. Pero, claro, es que desde enero del año 2014 hasta hoy tenemos algo más de un millón más de afiliados a la Seguridad Social. Me hubiera gustado de que fueran muchos más y por eso creo que la tarea que aún queda por hacer es muchísima, y, como les decía antes, hay que llegar a los veinte millones de españoles trabajando.

Ahora yo estoy absolutamente convencido de que se puede hacer, por una razón: simplemente con que cada año se creen, fíjese, unos pocos menos de puestos de trabajo que este año. Este año van a ser prácticamente seiscientos mil y con quinientos mil en 2016, en 2017, en 2018 y en 2019 llegaremos a los veinte millones. Eso me hubiera gustado hacerlo.

Hay algunas cosas que también quedan para la próxima Legislatura. Queda seguir avanzando. En la reforma de la Administración hemos hecho mucho. Ya sabe que la reforma de la Administración no es algo que tenga mucho atractivo ni sea fácil de explicar; pero se han hecho avances muy sustanciales. La unidad de mercado creo que es un elemento clave para la competitividad de nuestra economía. Tenemos que hacer un esfuerzo en la próxima Legislatura en dos temas: el I+D+i, donde tenemos que hacer un esfuerzo importante, y también un esfuerzo importante en la Agenda Digital. Ahí está buena parte de nuestra competitividad de futuro y, por tanto, nuestro bienestar y nuestra riqueza.

Tenemos que hablar también de la financiación autonómica, que es otro de los temas de los que se habla mucho; pero, claro, a ver quién presenta un modelo de financiación autonómica sin dinero, que es la situación que hemos vivido en esta Legislatura. Es importante la financiación aunque, fíjese lo que son las cosas, más importante que el modelo de financiación es que la economía funcione, porque este año las Comunidades Autónomas, por el solo hecho de que la economía esté creciendo, van a recibir casi diez mil millones de euros más que el año pasado. Por eso y porque los intereses que van a pagar al Gobierno son cero. Yo estuve el otro día en la Comunidad Valenciana, que va a recibir bastante más de mil millones, creo que 1.500 millones más que este año. Y lo mismo le ocurre a Andalucía y a otros. En cualquier caso, ése es otro de los temas que tenemos que hacer.

Es muy importante --yo siempre lo digo y lo llevo diciendo desde hace tiempo-- darle una solución, que ya no es sólo competencia nuestra, sino que necesitamos al resto de Europa, al tema de inmigración y asilo. Este es el tema del futuro. Es decir, no podemos tener un continente, unos países frontera con España, donde la gente tiene enormes dificultades para llevar una vida digna. Mientras eso sea así, vamos a tener un problema y la Unión Europea tiene que entender que la solución al tema de la inmigración por razones económicas necesita fuertes inversiones en cooperación, necesita ayudar a esos países e intentar elevar su nivel de vida. Creo que se puede hacer. No se van a resolver los problemas en un cuarto de hora, pero pasos en la buena dirección, sobre todo para luchar contra la pobreza y defender los derechos humanos en esos países, sí creo que se puede hacer.

La agenda europea tiene muchas cosas pendientes. Las interconexiones eléctricas son capitales. Vamos avanzando, pero cuesta, poco a poco. O la Agenda Digital Europea... En fin, hay muchas cosas que hacer y la vida es así: se va mejorando o, por lo menos, se intenta.

P.- Señor Presidente, hasta ahora ha hecho usted un balance de legislatura, casi, casi, como el de un consejero delegado; un balance preferentemente económico. Por hablar de otras cosas, yo le pregunto: ¿cómo convencería usted a un católico para que votara al Partido Popular en las próximas elecciones, por ejemplo?

Luego, una cuestión que me parece que no ha quedado aclarada a una pregunta anterior de un compañero. Se la reformulo de otra manera: si el PP necesitara a Ciudadanos para gobernar y el precio fuera su cabeza, ¿otorgaría usted su cabeza?

Presidente.- Yo pretendo seguir vivo una larga temporada y que usted lo vea. Mi cabeza está bien situada y no pienso dejar que nadie la cambie de sitio.

He hecho, efectivamente, un balance económico. A veces se me dice: "es que usted habla de economía". Pero, vamos a ver, ¿qué es la economía? La economía son las pensiones, la economía es la sanidad, la economía es la educación, la economía son los servicios sociales, la economía es el empleo… La economía es la vida y las preocupaciones de la gente. Eso es la economía.

Usted, cuando ve que le preguntan a los españoles qué es lo que más les preocupa, normalmente es, primero, el paro y, en segundo lugar, están los problemas económicos, como es lógico. Es lo que le preocupa a cualquier madre o a cualquier padre de familia, y es lo que le preocupa a la inmensa mayoría de los ciudadanos. Sin duda alguna, hay otros muchos asuntos importantes.

Yo, a los católicos… Yo soy católico, pero no le voy a pedir a ningún católico que me vote por ser católico. Desde luego, España es una nación donde hay libertad religiosa --yo, desde luego, soy católico-- y donde las relaciones con la Iglesia Católica, por razones históricas, porque somos la mayoría católicos, son relaciones prioritarias. Las relaciones son buenas, en algunas ocasiones se coincide y en otras, no. Ellos defienden unas posiciones, con las que los católicos solemos coincidir; en otras ocasiones no coincidimos. Pero, desde luego, yo lo que no voy a hacer es agredir a ninguna religión y mucho menos a la católica, como parece que algunos pretenden hacerlo.

P.- Presidente, ya sabemos que en su programa electoral el Partido Popular no va a llevar la reforma de la Constitución, sí el Partido Socialista, que ya lo ha anunciado. Quería saber, entonces, si va a haber en su programa alguna propuesta para hacer frente al segundo problema que usted ha citado, después de la economía, o al segundo capítulo: el proceso territorial en Cataluña. ¿Va a ofrecer alguna cosa en concreto el Partido Popular, de cara a estas elecciones, para superar el conflicto?

Y una cosa muy rápida: ¿va usted a debatir a dos, a tres, a cuatro…? ¿Está dispuesto a hacer debates con el señor Rivera, con el señor Sánchez y con el señor Iglesias?

Presidente.- Yo estoy dispuesto a hablar. Lo he dicho en mi intervención inicial, pero lo he reiterado hasta la saciedad. Además, no es que esté dispuesto a hablar, es que es mi obligación; pero, aunque no fuera mi obligación, estaría dispuesto a hablar. Ahora bien, de lo que no puedo hablar, como he dicho en mi intervención, es de aquello de lo que no puedo disponer. Yo no puedo autorizar un referéndum en el que se pretenda liquidar la soberanía nacional, porque lo que sea España no lo pueden decidir unas personas de una parte de España; lo tiene que decidir el conjunto del pueblo español.

Entonces, yo de todo lo demás estoy dispuesto a hablar. Estoy dispuesto a ser constructivo. Vamos a hablar del modelo de financiación autonómica; pero tendremos que hablar todos, porque todos tendrán derecho a hablar. No puede ser que unos puedan hablar y otros no puedan hablar.

Por tanto, mi posición es hablar de todo con quien quiera hacerlo, salvo de lo que yo no puedo hablar. Y, desde luego, hay una cosa que yo no puedo aceptar, que es que se pretenda liquidar la Ley. La Ley es algo que va íntima e indisolublemente unida a la civilización, a las democracias. Es el sistema por el que se rige nuestra convivencia y no podemos los gobernantes o las personas que se dedican a la actividad política, que, sin duda alguna, deben dar también un ejemplo, decir que están dispuestos a liquidar la Ley y distinguir la Ley de la política. No, mire usted, las leyes las hacen los políticos, las personas que elige la gente y las lleva al Parlamento. Y los primeros que están obligados a respetar las leyes son aquellos que las han hecho.

Por tanto, yo, a partir de ahí, como he dicho siempre, como he señalado antes, jamás me he negado a hablar y jamás me voy a negar a hablar con nadie; pero lo que es evidente es que pídame lo que quiera, pero no que pretenda liquidar la Ley. Eso no me lo pida, porque eso no lo voy a hacer nunca.

Debates. Yo, y es un hecho objetivo, soy el político español que ha participado en más debates…, vamos, de estos debates de candidatos a presidente del Gobierno. Soy el que más. O sea, que ése es mi medio natural y, a partir de ahí, estaremos donde proceda. Pero es importante que pongan orden. Yo he sido director de campaña y las cosas conviene ordenarlas, porque, claro, esto de recados por aquí, por allá, tal, cual... En cualquier caso, aquí está el director de la campaña del Partido Popular y, como todo el mundo sabe, yo me pongo a sus órdenes incondicionalmente, o no tanto.

P.- Presidente, yo quería preguntarle, volviendo a la cuestión que le preguntaba un compañero, sobre los pactos post-electorales; concretamente, si usted teme lo que están arrojando las encuestas: el efecto Ciudadanos, la formación más emergente, o la emergente, podíamos decir, la que más sube en los últimos meses. Y, si se cumpliera esa premisa que ha fijado usted de respetar la lista más votada, si usted estaría dispuesto a un Gobierno a tres, como ha dejado caer el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

Presidente.- Todas las elecciones son distintas y en esta Legislatura ha habido, como usted sabe, una cierta volatilidad. No ha transcurrido más de un año desde las elecciones europeas donde, fíjese, tercera fuerza política, Izquierda Unida; cuarta fuerza política, UPyD. Hace un año, ¿no? Hay fuerzas políticas que hace unos meses decían que eran los primeros y ahora ya no sé siguen siéndolo.

Lo que hay que dejarles a los ciudadanos es que estudien bien qué es lo que creen que es lo mejor para su país y que ellos decidan, y no estar todo el día debatiendo si vamos a gobernar a tres, a cuatro, a dos… Yo he sido presidente del Gobierno durante toda esta Legislatura y pretendo seguir gobernando. He hecho, y voy a seguir haciendo, balance de lo que hemos intentado hacer a lo largo de esta Legislatura y, desde luego, voy a plantear también un programa de Gobierno para los próximos cuatro años.

Pero entrar ahora en cómo hay que gobernar a mí no me gusta. Por tanto, gobernaremos como digan los ciudadanos. Esa es mi oferta: yo, si no soy primera fuerza política, no voy a intentar ser presidente del Gobierno, porque yo voy a respetar lo que digan los ciudadanos.

P.- Disueltas mañana las Cortes y constituida hoy la Cámara catalana con una mayoría secesionista, ¿tiene usted previstos los mecanismos por lo que pudiera ocurrir con vistas a una posible proclamación unilateral de independencia en las próximas semanas?

Presidente.- Sí, los tengo previstos porque es mi obligación como presidente del Gobierno. Pero, en cualquier caso, yo espero que no tengamos que tomar ninguna decisión de ésas de las que usted está pensando, porque el sentido común y la razón acaben imponiéndose.

Hace poco Naciones Unidas, esta misma semana, 193 votos a favor, cero en contra, a favor de la integración territorial de los Estados. Por ahí va el mundo y yo espero que eso lo acabe entendiendo todo el mundo.

P.- Presidente, yo quería volver a Cataluña y quería preguntarle porque, después de los resultados del 27 de septiembre, también estas últimas semanas hemos conocido la trama del 3 por 100. Quería saber si, en su opinión, el señor Artur Mas está inhabilitado para ser investido Presidente.

En segundo lugar, quería volver a Ciudadanos. El ex presidente José María Aznar ha hablado estas últimas semanas reiteradamente y ha pedido al partido que reaccione ante una probable grieta del espacio de centro-derecha. Quería saber si a usted le preocupa también ese ascenso de Ciudadanos y si comparte la visión del ex Presidente.

Presidente.- El primer asunto le corresponde decidirlo al Parlamento de Cataluña.

Y sobre el segundo, yo respeto las opiniones de todo el mundo. A mí lo que me preocupa en este momento es ser capaz de decirles a los españoles que lo mejor para el futuro de España y el propio es que el Partido Popular vuelva a gobernar los próximos cuatro años.

P.- Profundizando, Presidente, yo creo que usted mismo ha visto que muchas de las preguntas insisten e insisten en el tema pactos. ¿A usted no le parece ya, de por sí, sintomático que haya tanta insistencia sobre el tema pactos? Usted, además, como que se niega a mencionar al líder de Ciudadanos, que es el partido emergente y que habría más posibilidades de que pactara con usted. ¿Hay alguna razón para ello? ¿Tiene que ver con la propia postura que tiene el líder de Ciudadanos, que ha dicho que casi exigiría, como decía antes un compañero, su cabeza para poder negociar con un futuro Gobierno del Partido Popular?

Luego, un tema que yo sé que le preocupa muchísimo. De cara a los próximos días, se están viendo ya nervios en las filas del Partido Popular con el tema de las listas. ¿Usted tiene un criterio sobre qué tipo de listas le gustaría que le arroparan para el Congreso de los Diputados en esta Legislatura? Porque hay muchos presidentes, por ejemplo, autonómicos del PP que están exigiendo una renovación en profundidad de cara al tema de competir con Ciudadanos.

Presidente.- ¿Las listas? Mi criterio es que vayan los mejores. Me parece que es el mejor criterio, como en tantas y tantas facetas de la vida.

En cuanto a si menciono o dejo de mencionar, yo no menciono a nadie. Yo he venido aquí a hacer un balance y a hablar del futuro. Desgraciadamente, a mí me mencionan bastante más que lo que yo menciono a los demás; pero supongo que es ley de vida y con eso viviré el resto de mis días.

Señoras y señores, muchísimas gracias.

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