Comparecencia del presidente del Gobierno para valorar los resultados de las elecciones catalanas

Madrid

Presidente.- Muy buenos días a todos y muchas gracias por su asistencia a esta convocatoria.

Como saben, los catalanes acudieron ayer a las urnas y, como también conocen, se trata de las terceras elecciones autonómicas en cinco años. De lo que se trataba era de elegir a sus representantes en el Parlament de Cataluña, aunque algunos pretendieron dar a estas elecciones un carácter plebiscitario e iniciar con ellas un proceso de separación de Cataluña del resto de España. Hoy sabemos que eso que no era posible legalmente, y no lo es. Tampoco ha obtenido el apoyo en las urnas: no llegan a cuatro de cada diez catalanes los que ha apostado por un programa rupturista.

Esta es la realidad de los hechos. Por lo tanto, quiero transmitir al conjunto de los catalanes, al resto de los españoles y a todos los que desde fuera de España se han interesado por estas elecciones un mensaje de tranquilidad. Los partidarios de la ruptura nunca tuvieron el respaldo de la Ley y desde ayer sabemos que tampoco tienen el apoyo de la mayoría de la sociedad catalana.

Una vez más, Cataluña ha demostrado su pluralidad política. Creo que podemos felicitarnos y felicitar a los ciudadanos de Cataluña por la alta participación en estos comicios. Han demostrado madurez y responsabilidad democrática ante la magnitud del reto al que se les convocaba por el Gobierno de la Generalitat.

Por lo tanto, lo que comienza a partir de este momento en Cataluña es una nueva legislatura autonómica. Las fuerzas políticas que obtuvieron ayer representación en el Parlamento de Cataluña tienen ahora que afrontar el proceso para la elección de un nuevo Gobierno de la Generalitat; un Gobierno que debe tener como misión trabajar para todos los catalanes, para atender sus necesidades reales, resolver sus problemas y promover un mayor bienestar económico y social. Estas son las funciones que tiene el nuevo Gobierno que se constituya, las que le atribuyen la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Cataluña, las dos normas sobre las cuales se fundamenta su legitimidad.

Por eso quiero llamar al Gobierno que resulte del nuevo Parlamento elegido a gobernar para todos los catalanes; a superar la fractura, la tensión y los enfrentamientos que han marcado estos últimos años, y a sustituir el monólogo y la imposición unilateral por el diálogo constructivo y leal porque, como acabo de decirles, ayer se constató una vez más que Cataluña es muy plural.

Invito a este futuro Gobierno a devolver a Cataluña a la senda de la convivencia normalizada, de la pluralidad, de la libertad y del respeto a las leyes; a gobernar, en definitiva, por el interés general de todos los catalanes y no sólo de una parte de ellos. En esa tarea el Gobierno de la Generalitat va a encontrar toda la colaboración de mi Gobierno, siempre dentro de la Ley y desde el máximo respeto institucional.

Desde el primer día de esta Legislatura el Gobierno de España, en condiciones muy difíciles, ha apoyado a los catalanes y ha prestado su colaboración para mantener la viabilidad económica de la Generalitat y de los servicios esenciales que de ella dependen. Lo hemos hecho por lealtad institucional y por profundas convicciones políticas, porque ningún español, viva donde viva, puede quedar fuera de la atención del Gobierno de España y porque un país fuerte y solidario como es el nuestro, afronta sus retos desde la unidad y desde la cooperación entre todos.

Esa misma lealtad y disposición al diálogo la seguirá encontrando el nuevo Gobierno de la Generalitat. Siempre la hemos tenido, la tenemos y la seguiremos teniendo pero, insisto, siempre dentro de la Ley.

Con la misma firmeza con la que ofrezco la colaboración, afirmo hoy que el Gobierno de España seguirá velando por que se respete el Estado de Derecho, la igualdad de todos los españoles y los derechos y libertades de todos. El Gobierno de España trabajará desde este mismo momento a tal fin, convencido de que juntos ganamos todos, que tenemos por delante un futuro prometedor, que podemos hacer grandes cosas todos unidos, que debemos intentarlo y que ése es el deseo de la inmensa mayoría de los españoles.

Como ustedes saben, esta tarde celebraré un Comité Ejecutivo Nacional de mi partido, lo presidiré, donde trataremos ya desde el punto de vista partidista, y analizaremos, los resultados y cuáles son las consecuencias de las elecciones que se han producido. Se informará a continuación pero, si quieren hacer alguna pregunta en relación con este tema… Dos preguntas, insisto, en mi condición del presidente del Gobierno.

P.- dice "la lealtad y la disposición al diálogo del Gobierno dentro de la Ley", ¿quiere decir que está dispuesto a hacer alguna oferta dentro de la Ley a Cataluña para que no solamente la mitad de los catalanes se sientan cómodos y no ampliar esa mayoría?

Presidente.- A lo que estoy dispuesto, insisto, como he estado siempre, es a escuchar y es a hablar; pero a lo que no estoy dispuesto, de ninguna manera, es a liquidar la Ley. No hay presidente del Gobierno en ninguna democracia avanzada, como es la nuestra, que esté dispuesto a liquidar la Ley. Ya he dicho en mi intervención que las pretensiones de algunos estaban y siguen estando fuera de la Ley; pero, además, ahora se ha demostrado que no tienen el apoyo de una mayoría de ciudadanos.

Nuestra disposición para los temas que se nos quieran plantear por parte del fututo Gobierno de la Generalitat va a estar ahí. Luego, nos podremos poner de acuerdo o no, porque podremos tener un acuerdo importante en algunos temas, probablemente en otros las cosas sean más difíciles… Desde luego, lo que yo no voy a estar nunca es en contra de lo que diga la Ley.

A lo largo de esta Legislatura, pero lo que pasa es a veces no se recuerdan las cosas, hay muchos problemas que se han resuelto. Yo recuerdo que, cuando llegué al Gobierno, la Generalitat de Cataluña no podía financiarse, tuvo que emitir bonos patrióticos y pagar un 7,75 por 100 de interés a un año. Tuvimos que crear el Fondo de Liquidez Autonómico para que la Generalitat y otras Administraciones pudieran financiarse, o tuvimos que crear el Fondo de Pago a Proveedores para que los proveedores de la Generalitat pudieran cobrar los servicios que habían prestado y los bienes de los que había proveído al propio Gobierno de la Generalitat.

Por tanto, hay muchas cosas de las que se puede hablar pero, desde luego, yo por lo menos, mientras sea presidente del Gobierno, ni voy a hablar de la unidad de España, ni de la soberanía nacional, ni de la igualdad de los españoles, ni de los derechos y libertades de todos, y la solidaridad entre todas las personas. Por tanto, si hay alguien que pretende liquidar la soberanía nacional o la unidad nacional que lo diga. Yo de lo demás estoy dispuesto a hablar y, desde luego, con buena disposición, como he hecho siempre; pero, si el planteamiento que se va a hacer es, como se ha pretendido, saltarse la Ley, hacer declaraciones que contradicen el Estatuto de Autonomía o la Constitución, el Gobierno, entre otras obligaciones porque estamos en un Estado de Derecho, tiene la de hacer cumplir la Ley.

P.- En esa disposición al diálogo me gustaría saber si entra también la posibilidad de hablar con los líderes de otros partidos, por ejemplo PSOE y Ciudadanos, para intentar hacer frente a una gobernabilidad que parece compleja en Cataluña, y me gustaría saber , incluso, si ha hablado ya con alguno de estos líderes, Pedro Sánchez o Albert Rivera, después de conocer el resultado electoral.

Presidente.- No he hablado con ninguno de los dos después de conocer el resultado electoral; pero es evidente que en lo sustancial con estos partidos políticos coincidimos. Ninguno de los partidos políticos que usted ha mencionado ni el partido político que está apoyando al Gobierno, el mío, el Partido Popular, entiendo yo que van a poner en tela de juicio lo que son los principios básicos de nuestra convivencia. Por tanto, creo que es bueno que hablemos y, de hecho, ya lo hemos hecho en estos últimos tiempos, sobre todo con el líder del principal partido de la oposición.

Pero, insisto, el diálogo no es sólo un diálogo con quienes hemos mantenido una determinada posición; yo creo que el diálogo se puede tener con todos. Creo que es muy sano y es muy democrático; pero, claro, lo que no se puede hacer, porque eso es insano y antidemocrático, es pretender liquidar la Ley, la expresión de la voluntad de la mayoría y las normas que nos hemos dado para mantener nuestra convivencia.

Por tanto, insisto, ésa es la posición del Gobierno. El Gobierno está, entre otras cosas, entre otras obligaciones que tiene, para garantizar que se cumpla la Ley y luego, sin duda alguna, para hablar y para intentar resolver los problemas de la mejor manera posible. Eso es lo que yo siempre he mantenido y ésa es, naturalmente, la posición que mantengo ahora.

Muchísimas gracias.