Palabras del presidente del Gobierno en su visita al hospital universitario "Marqués de Valdecilla"

30.3.2015

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Santander

Señor presidente de la Comunidad, señor Alcalde, consejera de Sanidad, señor delegado del Gobierno, queridas amigas y amigos todos, señores que representan a los medios de comunicación aquí, en este acto,

Quisiera comenzar mis palabras, con su permiso, transmitiendo mi más sentido pésame, y ya lo he hecho personalmente hace escasos minutos, al hermano, familiares y seres queridos de Moustapha Kebe que, como ustedes saben, falleció aquí, en las obras de Valdecilla, el pasado viernes. También a todos sus compañeros de trabajo. Valdecilla, como toda obra pública, se hace entre todos y cada uno aporta aquello que conoce, y esta persona que aquí ha fallecido quedará también como alguien que ha aportado en la construcción y a que las obras de Valdecilla lleguen a buen término. Por tanto, mi más sentido pésame.

Señoras y señores,

Siempre es grato regresar a Cantabria y es mucho más grato regresar para dar testimonio de un compromiso cumplido, que en la parte que aún reste, evidentemente, seguirá siendo en el futuro de cumplimiento obligado y, por tanto, lo haremos por parte del Gobierno.

Como todos ustedes saben mejor que yo, hablar de sanidad en Cantabria pasa, sin lugar a dudas, por hablar de esta gran institución de tanto arraigo, de tanta historia y, ante todo, de tanto futuro como es el Hospital de Valdecilla. Estamos ante un referente de nuestro Sistema Nacional de Salud en asistencia sanitaria, pero también en docencia y en investigación aplicada. Por méritos propios, Valdecilla es un buque insignia de la sanidad en España y tanto es así que hace pocas semanas ha conseguido para su Instituto de Investigación, el IDIVAL, la exigente acreditación que el Instituto de Salud Carlos III concede a los mejores. A este respecto no quiero dejar pasar la ocasión que me brindan para felicitar a todos los cántabros por ese reconocimiento.

Señoras y señores,

Yo sé lo importante que es Valdecilla para los cántabros. Lo digo porque creo conocer bien Cantabria. He recorrido en muchas ocasiones esta tierra y cualquiera que haya pasado el suficiente tiempo aquí tiene la certeza que para los cántabros Valdecilla es mucho más que un magnífico hospital. Valdecilla es orgullo, es tradición y es, en cierta manera, una seña de identidad de Santander y de Cantabria. Es un hospital de Cantabria para todos los españoles.

Como saben, el Consejo de Ministros aprobó este viernes --lo recordaba en su intervención Ignacio Diego-- el Acuerdo que materializa el compromiso con la financiación de Valdecilla, que el Gobierno ha asumido para el año 2015. Con este desembolso, efectivamente, el Gobierno habrá consignado un total de 57 millones de euros y que nadie tenga la más mínima duda, porque las cosas conviene dejarlas siempre claras, de que vamos a seguir por esta línea. Valdecilla es una referencia, como tal ha sido tratada y como tal la seguiremos tratando en el futuro.

Permítanme que haga mención y que resalte algo que me parece importante. El presidente de la Comunidad de Cantabria, Ignacio Diego, ha sabido involucrarnos a todos en la financiación de Valdecilla y ha hecho un gran esfuerzo para convencernos en uno de los momentos de mayor dificultad económica de la historia presupuestaria, no sólo del Gobierno de España, sino en general de todas las instituciones de nuestro país. Ésta ha sido la gran prioridad en materia sanitaria de esta Legislatura, pero creo que es un acto de justicia y, sobre todo, un acto de sensatez, de sentido común y de eficacia para el futuro. Pero él ha tenido mucho que ver en las decisiones que nosotros hemos adoptado por su determinación, por su empuje y por saber presentar muy bien los argumentos para convencer a quienes tenían que tomar la decisión.

Creo que las cosas se han hecho con eficacia, creo que hay que dar las gracias y felicitar a todos los responsables de la obra que han hecho y, como aquí se ha dicho, y yo reitero, que nadie tenga la más mínima duda: Valdecilla estará terminado en el mes de mayo.

También me gustaría trasladar mi agradecimiento a toda la sociedad cántabra, que ha respaldado y defendido como nadie este proyecto; y también a todo el personal de este hospital: un grupo de hombres y de mujeres que han cumplido con mucho más que su mera obligación, y cuya responsabilidad está siempre a la altura de su entrega personal y de su capacidad profesional.

Señoras y señores,

El próximo 15 de mayo, fin previsto de las obras, no es un punto y final; es el punto de partida, el mejor punto de partida para un hospital llamado a jugar un papel protagonista en el presente y en el futuro de la sociedad española.

Y permítanme que termine esta intervención haciendo un breve comentario de tipo general sobre algo que pienso que es muy importante para el conjunto de la sociedad española, porque es algo que afecta a la propia vida de las personas, que, al fin y a la postre, es de lo que se trata: hablar sobre el Estado de Bienestar, sobre el sistema de pensiones públicas, sobre el sistema sanitario público, sobre la educación, el seguro de desempleo…, todo aquello que contribuye pues a hacer un poco más agradable, si cabe, la vida de la gente.

Nosotros hemos vivido una etapa de una enorme dificultad en nuestro país, les hemos pedido un gran esfuerzo a todos los españoles y hemos tenido que reducir el gasto de todas las Administraciones Públicas, de todas: de las Corporaciones Locales --me lo decía hace poco el alcalde de Santander--, del Gobierno de Cantabria, de todos los Gobiernos autonómicos y del Gobierno de la Nación. Ello fue así porque en dos años se perdieron en España setenta mil millones de euros de recaudación --en dos años, los años 2008 y 2009-- y porque era ciertamente difícil conseguir recursos en los mercados en aquel momento, porque el déficit español, lo que teníamos que pedir cada año para mantener el nivel de gasto, era de noventa mil millones de euros que es una cifra ciertamente astronómica.

Pues bien, en una situación de extrema dificultad yo tengo que agradecer a los españoles que hayan entendido las decisiones que han tenido que tomar todos los Gobiernos, todos; independientemente de su signo político.

Pero sí me gustaría destacar una cosa: en esos momentos difíciles hemos logrado preservar lo más importante, lo que son los pilares básicos del sistema de bienestar español, y me refiero a las pensiones públicas, a la sanidad pública, a la educación y al conjunto de los servicios sociales. Eso es algo que debemos seguir preservando en el futuro, porque eso es algo de lo que no disponen en el mundo más que el grueso de los países, que no todos, de la Europa en la que, por fortuna, nosotros estamos integrados.

Para preservarlo, lo que se requiere es crecimiento económico, actividad económica y generación de empleo. Por eso, llevo tres años largos diciendo, y continuaré haciéndolo en el futuro, que la gran prioridad de esta Legislatura y de la que viene no puede ser otra que la generación de empleo. Crear empleo es bueno para la gente que trabaja, porque puede llevar adelante un proyecto de vida, puede estar conforme y seguro consigo mismo; pero es bueno para el conjunto de los ciudadanos, porque es más actividad, son más ingresos para el conjunto de las Administraciones Públicas, más cotizaciones a la Seguridad Social para mantener y mejorar las pensiones, y, sobre todo, mayor nivel de bienestar y mayor nivel de riqueza.

Por eso, cuando hablamos de sanidad, de educación, de pensiones y de todos los grandes servicios públicos que prestan las Administraciones a los ciudadanos, todos estamos de acuerdo; todos. No hay nadie que no quiera esto y que se mejore más en el futuro, nadie. Es imposible encontrar a alguien que esté en contra, contra un sistema con el que tenemos en España.

El problema es cómo se consigue eso, cómo se mantiene y cómo se preserva. Eso ya es cuestión de hacer políticas económicas eficaces e inteligentes, de no pensar sólo en el día siguiente, sino de darse cuenta de que en la vida actuar pensando en el medio plazo y en el largo plazo es, al final, lo que es más rentable para el futuro, pero también para el presente de nuestro país.

Señoras y señores,

Termino. Para mí es un honor estar en Cantabria, es un doble honor estar aquí y ver cómo algunas decisiones que se toman, al final, acaban repercutiendo en el bienestar general de todos los ciudadanos. Estoy muy honrado y le deseo a Valdecilla que siga siendo durante muchos años lo que es hoy: un centro de referencia de medicina en toda España.

Gracias.

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