Discurso del presidente del Gobierno en la inauguración de la Reunión Ministerial del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas

28.7.2015

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Madrid

Señora presidenta del Comité contra el Terrorismo, señores ministros, señor Director Ejecutivo del Comité contra el Terrorismo, señor enviado especial del secretario general de Naciones Unidas para Libia, señores viceministros, embajadores, representantes de organismos internacionales, expertos internacionales,

Muchas gracias por estar aquí, en España. Sean bienvenidos a nuestro país.

Nos ocupa hoy un asunto muy importante: el terrorismo constituye hoy una de las mayores amenazas a la paz y a la seguridad internacionales. Es un fenómeno que pone en peligro la seguridad y la libertad de nuestros ciudadanos y que atenta contra el modelo de convivencia pacífica y democrática de nuestras sociedades. El terrorismo no conoce fronteras y no representa a ninguna creencia o religión. El terrorismo conculca los derechos humanos, afecta a lo más hondo de nuestras libertades, a la convivencia, a la tolerancia religiosa, a las posibilidades de educación y al crecimiento económico y al desarrollo.

España ha sufrido en carne propia el terrorismo. Por desgracia, tenemos una larga experiencia de lucha decidida y eficaz contra esta lacra. He sido ministro del Interior y, lamentablemente, tengo grabado para el resto de mi vida el extremo dolor que causa la barbarie terrorista.

Sabemos que no es posible el diálogo con los terroristas. Tienen un carácter totalitario y excluyente. Sustituyen la política por la violencia extrema para exterminar al adversario.

Frente al terrorismo es necesaria la acción conjunta y la colaboración de todos los sectores del Gobierno, de la Administración y de la sociedad. En esa lucha nuestros Estados deben respetar plenamente los Derechos Humanos y los principios de la Carta de las Naciones Unidas. No hay atajos.

Como consecuencia de su larga experiencia, España tiene la voluntad y el compromiso de contribuir eficazmente a la lucha de la Comunidad Internacional contra el terrorismo. España está en la primera línea del combate. El terrorismo constituye una de nuestras prioridades para nuestro ejercicio como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Por eso hemos acogido en Madrid la reunión del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que acaba de finalizar, y esta Reunión Ministerial que me honro en inaugurar.

La reunión del Comité contra el Terrorismo se ha centrado en la amenaza de los combatientes terroristas extranjeros. Hoy contamos con la presencia de la presidenta del Comité contra el Terrorismo y el director ejecutivo del Comité contra el Terrorismo, que posteriormente presentarán las conclusiones de su sesión de trabajo.

Señoras y señores,

La existencia de combatientes terroristas extranjeros no es una novedad, pero en estos momentos se proyecta con una dimensión y una radicalidad especiales. El espectacular desarrollo de las telecomunicaciones, el uso masivo de las redes sociales y la mayor facilidad en los transportes han incrementado la capacidad de reclutamiento de los grupos terroristas.

El fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros afecta a muchos países y afecta a aspectos de seguridad, políticos, económicos y financieros, culturales, educativos, sociales y humanitarios. Es decir, se trata de un fenómeno mundial y global, y, como tal, requiere de respuestas globales.

Se requieren estrategias integrales que incidan sobre todos sus aspectos y que, además de actuar sobre las cuestiones de seguridad y orden público, incluyan otras dimensiones del problema.

En este contexto la lucha contra la radicalización cobra especial relevancia. Por ello, tienen un papel clave las medidas sociales y económicas, así como la difusión de los relatos que deslegitimen el terror. Cuando el terrorismo pierde apoyo y cobertura social, pierde gran parte de su potencial desestabilizador.

En la lucha contra esta lacra es especialmente importante la protección y la reivindicación de las víctimas del terrorismo. Son el mejor ejemplo para deslegitimar la violencia, son personas con nombre propio, son seres humanos cuya vida se ve truncada por la sinrazón. Nuestras sociedades deben su reconocimiento a las víctimas como un acto de justicia y por el sufrimiento que han y siguen experimentando.

Señoras y señores,

España es uno de los países que ha puesto en marcha estrategias para prevenir y evitar la radicalización y el extremismo violento, adoptando su Plan Estratégico Nacional de Lucha contra la Radicalización Violenta.

En el ámbito internacional, estamos trabajando en medidas preventivas a través de iniciativas que promueven el diálogo y la tolerancia. España ha impulsado iniciativas como el Diálogo Intercultural e Interreligioso a través del Centro Internacional Rey Abdullah para el Diálogo Intercultural e Interreligioso con sede en Viena.

En el ámbito regional, estamos desarrollando acciones junto a nuestros socios de la Unión Europea y nuestros vecinos del sur del Mediterráneo. Los días 22 y 23 de julio hemos celebrado en Barcelona una exitosa Reunión de Alto Nivel de diálogo interreligioso e intercultural.

En resumen, en esta área estamos reforzando nuestras actividades y esperamos contribuir, así, al proceso que se ha consolidado desde la Cumbre de la Casa Blanca contra el Extremismo Violento, del pasado 19 de febrero.

En los últimos tiempos recibimos noticias de atentados terroristas con mucha frecuencia. En África, en Oriente Medio, en Asia o en Europa, el número de víctimas de estos odiosos ataques no deja de crecer. Esos atentados están vinculados al grupo terrorista DAESH y a los grupos que le han jurado vasallaje en distintos países, así como a Al Qaeda y organizaciones terroristas afines.

Uno de los aspectos más graves de esta situación es que un grupo terrorista como DAESH ha sido capaz de controlar un territorio en zonas de Siria e Irak, e incluso en Libia. Ello facilita su propaganda y da impulso a la acción de otros grupos. Asimismo, inspira a terroristas solitarios, que se sienten atraídos por el mensaje de los radicales y que planean acciones violentas sin necesidad de tener una relación orgánica y directa con ellos.

La acción internacional debe encaminarse a privar de toda base territorial a un grupo terrorista como DAESH. Para ello, España se ha integrado junto a otros sesenta países en la Coalición internacional contra el DAESH. Asimismo, estamos convencidos de que debemos continuar dando apoyo al Gobierno legítimo de Irak para reforzar sus capacidades y ayudarle a hacer frente a la amenaza que DAESH representa. También debemos evitar su implantación en Siria.

Para ello la cooperación internacional es imprescindible. En este contexto, necesitamos reflexionar especialmente sobre las cuestiones de intercambio directo de información, de control de fronteras, de lucha contra la financiación del terrorismo y de cooperación jurídica internacional para hacer frente al desafío y la amenaza del terrorismo. Necesitamos asegurar que las acciones de los terroristas encuentran una respuesta adecuada por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, y que existen los mecanismos jurisdiccionales eficaces para llevar a juicio a los terroristas.

Señoras y señores,

Ante la amenaza terrorista, es preciso tener las ideas muy claras:

- En el interior de nuestros países es necesaria la participación conjunta de todos los poderes públicos, de las fuerzas políticas y de la sociedad civil en su conjunto para desarrollar estrategias integrales que incidan sobre todos los aspectos de la amenaza.

- En el ámbito internacional, pues hablamos de una amenaza internacional, necesitamos profundizar la cooperación entre todos los Estados.

Debemos supeditar nuestra actuación al marco de Naciones Unidas con una estrategia global y a largo plazo, dotada de legalidad y de la legitimidad que nos proporciona la opinión de la Comunidad Internacional en su conjunto.

Y lo más importante, se puede vencer al terrorismo. En España lo hemos conseguido. Nadie está libre de un zarpazo de la fiera, pero se puede vencer si tenemos determinación y luchamos unidos.

Quiero finalizar mi intervención, por un lado, agradeciendo especialmente el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como instrumento fundamental de la lucha contra el terrorismo, y, por otro, reiterando que nunca debemos olvidar a las víctimas. Su memoria y su testimonio son claves para acabar con la maldad terrorista.

Señoras y señores,

Muchísimas gracias por estar aquí, por la batalla que dan contra el terrorismo y por su atención. Gracias.

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