Palabras del presidente del Gobierno en la recepción a la selección española de waterpolo femenina

La Moncloa, Madrid

Buenas tardes a todos, señor presidente de la Federación Española de Natación, que ha hablado con mucho equilibrio y sentido común, diciendo muchas verdades; señores miembros de la Junta Directiva; señor entrenador; equipo técnico; jugadoras; queridos amigos todos,

Estoy muy contento de que se celebre este acto. Ya se sabe que esto de ser presidente del Gobierno es voluntario, pero no hay muchas ocasiones para estar en actos como éste. Estoy muy contento, me gusta el deporte y me pongo muy orgulloso cuando los deportistas españoles ganan, también cuando pelean y dan la batalla, aunque a veces los resultados no sean los que nos gustan, porque no se puede ganar siempre en ninguna faceta de la vida; pero para mí, y lo quiero decir y creerme, y créanme que lo digo de corazón, es una enorme satisfacción recibiros hoy aquí a todas vosotras.

Os felicito en mi nombre y creo que puedo felicitaros en nombre de mucha gente. Ya se sabe que lo que hace el presidente del Gobierno es compartido algunas veces por muchos, otras por menos; pero yo creo que esto, felicitaros a vosotras, lo comparten la inmensísima mayoría, por no decir todos los españoles.

Estoy muy contento y os felicito. Los éxitos han sido muchos, lo recordaba el presidente de la Federación en su intervención: campeonas del mundo y campeonas de Europa, que creo recordar que sólo había habido dos países en la historia que lo habían sido; luego, medalla de plata en Londres y medalla de oro en Río de Janeiro. Eso no lo hace cualquiera y, además, es doble mérito, porque en España, sorprendentemente, y yo esto sí que no lo sabía, y sigo y mucho el deporte, sólo hay seiscientas licencias femeninas en waterpolo. Por tanto, es un mérito muy importante y, además, sois muy jóvenes, con lo cual espero que no seáis tapón de nadie, porque ahora tenemos a las que están jugando el Campeonato del Mundo juvenil, que creo que vais a ir a ver ahora los cuartos de final contra Hungría. Pero todavía tenéis mucho futuro por delante.

Por tanto, muchas felicidades y muchas gracias por estar aquí. Señor Presidente, el honor es mío y del Gobierno que presido.

Quiero felicitar también a la Federación. Ya se sabe que muchas veces a los directivos lo normal es criticarlos en cualquier faceta de la vida; pero algunas cosas de vez en cuanto también se hacen bien y algo os habrán ayudado, seguro, y también a nuestra selección española de natación que ahora en Berlín ha estado muy bien: ha tenido muchas medallas y han batido muchos records.

Le decía yo al Presidente antes de entrar aquí que he tenido la oportunidad --he estado en Galicia ahora unos días descansando-- de seguir todos estos Campeonatos de Europa de Natación y realmente me he sentido, como español, muy orgulloso, como me voy a sentir muy orgulloso cuando ganemos ese Campeonato de Mundo juvenil que se está celebrando aquí, en Madrid.

Decía el Presidente en su intervención lo que es el deporte. A veces, la gente se cree que el deporte es alguien que gana, sale en la televisión, le entregan una medalla y dicen: "qué bien, qué estupendo está todo esto". Pero no; el deporte, como todas las serias cosas en la vida, es trabajo, es esfuerzo, es sacrificio, es dedicación, es solidaridad y es espíritu de equipo. Y detrás del deporte hay valores y las sociedades buenas son las sociedades que tienen valores. Las sociedades se construyen a base de valores.

Lo que se hace en el deporte debería transmitirse a todas y cada una de las facetas de la vida. Siempre nos iría mucho mejor a nosotros, y a cualquiera como país y a cualquier empresa, si hubiera este espíritu de solidaridad, de esfuerzo, de vamos a dedicarnos, de no vamos a rendirnos nunca. Eso es muy importante y eso es, en el fondo, lo que vosotras trasmitís. Es muy importante ganar, sin duda alguna; produce grandes satisfacciones. El deporte te da la posibilidad de ver cosas distintas, de relacionarte con otro tipo de gente; pero, sobre todo, el deporte transmite valores y las sociedades buenas, las sociedades sanas, las sociedades que acaban progresando son aquellas que se construyen en base a los valores.

Decía ahora el presidente de la Federación que vamos a intentar adoptar medidas y decisiones --me lo ha dicho también el secretario de Estado para el Deporte-- para promocionar la participación femenina en todos los ámbitos del deporte. Sin duda, hay que hacerlo y, sin duda alguna, sería muy positivo que los patrocinadores y los anunciantes se dieran cuenta de que esto es muy positivo para la sociedad y también muy positivo para sus empresas. Yo siempre digo que es mejor patrocinar un equipo de lo que sea, de cualquier deporte, que no ser el anuncio diecisiete en una ristra de ciento cincuenta anuncios que acaba por no ver nadie, porque la gente acaba enfadándose mucho cuando le ponen esas cosas en la televisión.

En cualquier caso, éstas son las cosas de la vida y ya hay algunos que lo van aprendiendo. Estoy absolutamente convencido de que serán cada vez más en el futuro, no porque lo diga yo, sino porque es puro sentido común.

En cualquier caso, y ya para terminar, insisto, os agradezco mucho vuestra presencia hoy aquí y os agradezco vuestro esfuerzo. Supongo que habréis tenido una gran satisfacción. Siempre que uno le saca rendimiento al esfuerzo y al trabajo tiene una gran satisfacción, mucho más que cuando le toca la lotería porque para eso no hay que hacer prácticamente nada. Y realmente tengo que decir que hoy las mujeres españolas en el deporte estáis dando un salto hacia delante muy importante.

Se dice que la natación y el atletismo son los grandes deportes olímpicos. Yo creo que lo son; si no, no le dedicarían una semana: la primera, a la natación y al waterpolo, y la segunda, al atletismo. Y ahí las mujeres españolas estáis teniendo unos éxitos y nos sentimos inmensamente orgullosos.

Muchísimas gracias por estar aquí, os deseo a todas que tengáis mucha suerte y no os pido nada, porque nada puedo pedir.

Gracias.