Discurso del presidente del Gobierno en el acto de la firma del Acuerdo entre el Gobierno e interlocutores sociales sobre el Programa Extraordinario de Activación para el Empleo

15.12.2014

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Madrid

Señora ministra de Empleo y Seguridad Social; señores secretarios generales de las organizaciones sindicales Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores; presidentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales y de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa; autoridades; señoras y señores; queridas amigas y amigos,

Muy buenos días a todos y muchas gracias por estar presentes en este acto. Permítanme unas pocas palabras para clausurarlo.

Acabamos de firmar el acuerdo que pone en marcha, como ustedes saben, el Programa Extraordinario de Activación para el Empleo. Lo hemos hecho los representantes de los agentes sociales y el Gobierno; pero tanto en su diseño, como en su desarrollo, como se ha recordado aquí, ha sido y será necesaria la indispensable colaboración de las Comunidades Autónomas en cuanto a Administraciones competentes en materia de orientación para el empleo, la formación, la recualificación y el reconocimiento de la experiencia laboral.

Lo primero que quiero hacer es agradecer una vez más, públicamente, el compromiso responsable de los interlocutores sociales en las cuestiones que son fundamentales, tanto en la recuperación económica, como en la lucha por la generación de empleo. Y quiero sumarme al agradecimiento, que aquí se ha producido por parte de los distintos intervinientes, a todas aquellas personas que han trabajado a lo largo de todo este tiempo para que las cosas hayan salido bien y hayan terminado en acuerdo.

Señoras y señores,

Quisiera hacer algunas consideraciones sobre la recuperación económica y sobre algunas cosas que también se han dicho aquí esta mañana.

Dije hace no muchas fechas, y reitero ahora, que la recuperación económica nos permite decir que en muchos aspectos --no en otros, pero en muchos aspectos-- la crisis es historia del pasado.

No es lo mismo que la actividad económica se contraiga un 1'2 por 100, como ocurrió el pasado año, que tenga un crecimiento del 1'3 por 100, como ocurrirá éste, o, muy probablemente, como aquí se ha dicho también esta mañana, por encima del 2 por 100, como esperamos el próximo año que nacerá dentro de unos pocos días.

No es lo mismo que se destruya empleo, que es lo que ha ocurrido en España a lo largo de todos estos últimos años, que los datos de la última Encuesta de Población Activa nos señalen que en el segundo y tercer trimestre de este año el número de ocupados se haya incrementado en más de 553.000 personas.

No es lo mismo que el paro suba mes tras mes que en ese mismo período de tiempo el número de desempleados se haya reducido en más de quinientas mil personas.

Y no es lo mismo la sangría del número de afiliados a la Seguridad Social, que hemos padecido en los últimos años, que con el último dato disponible podamos afirmar que la afiliación ha crecido en más de cuatrocientas personas en los últimos doce meses.

No quiero abrumarles con más cifras que, por otra parte, no tienen ningún sentido, y, además, quería destacar esencialmente las que tienen que ver con el paro y su contrafigura que es la creación de empleo.

Señoras y señores,

La crisis, pues, en muchos aspectos es historia; pero no son y no es historia sus secuelas y, en este sentido, la recuperación económica no será completa hasta que llegue a cada hogar, a cada persona que no tiene trabajo y hasta que no se sienta en el bolsillo de todos y cada uno de los españoles, porque hemos de ser conscientes de que la recuperación no ha llegado a todos, ni a todos por igual.

Los interlocutores sociales y el Gobierno sabemos que es preciso realizar esfuerzos adicionales y que, sin duda, debíamos iniciarlos pensando en quienes mayores dificultades estaban encontrando a la hora de reincorporarse al mercado de trabajo. Este esfuerzo adicional queríamos hacerlo juntos, para desde el diálogo leal y constructivo encontrar soluciones a este grupo de españoles con mayores dificultades de integración. Y todos teníamos en mente aquellas personas que están en paro desde hace ya mucho tiempo y que tienen cargas familiares.

Con el desarrollo del Acuerdo que hemos firmado hoy, aproximadamente 450.000 personas recibirán ayudas especiales para conseguir su integración en el mercado laboral. No es cuestión de insistir, porque de ello ya han hablado los representantes de los agentes sociales; pero éste es un Programa que busca la integración efectiva, no unas ayudas que sólo sirvan para paliar unas situaciones personales en muchos casos de extrema dureza.

Como llevábamos meses negociando, los Presupuestos Generales del Estado para 2015 ya han previsto un incremento del 16 por 100 a las políticas activas de empleo y una ampliación de un 25 por 100 de los recursos transferidos a las Comunidades Autónomas con este fin. Así, sumando esfuerzos, buscamos dos objetivos: ayudar a todas esas personas que se enfrentan a una situación muy delicada y, por otro lado, contribuir a que éstas políticas públicas tengan éxito y sean eficientes.

Los recursos comprometidos deben servir para cambiar la realidad y en este punto debemos ser extremadamente ambiciosos mediante el seguimiento y la evaluación de resultados de lo que hoy hemos acordado.

Señoras y señores,

Tenemos todos, todos, la obligación, la responsabilidad y el compromiso de hacer más y con más eficacia por quienes más ayudas necesitan.

El Gobierno y los agentes sociales hemos aprendido a buscar soluciones, no fáciles, a problemas complejos, como es el del paro de larga duración, y gracias al diálogo permanente estamos logrando pasos importantes, porque nuestro compromiso es que nadie se quede atrás en la salida de la crisis.

Señoras y señores, amigas y amigos,

En estos tres últimos años hay una palabra que he tenido que repetir una vez tras otra: esfuerzo; esfuerzo para evitar el rescate, para pasar de la destrucción de puestos de trabajo a la creación de empleo o para transformar radicalmente el escenario macroeconómico. Hemos tenido que realizar innumerables esfuerzos; pero no olvidemos que los avances en economía no son más que instrumentos para conseguir los verdaderos objetivos: reducción del paro, creación de empleo y mantener los pilares básicos del Estado del Bienestar: pensiones, prestaciones por desempleo, educación y sanidad; y darle a la sociedad española el derecho, que se ha ganado a pulso, a un futuro con esperanza.

Los españoles en estos últimos tiempos hemos declinado la palabra "esfuerzo" en todas sus variantes. Por eso, ahora, cuando podemos empezar a usar el término "esperanza" con fundamentos tangibles, tenemos una obligación adicional: que podamos hablar de esperanza todos, incluyendo aquellos que más dificultades tienen para su integración laboral y social: los desempleados de larga duración con cargas familiares. Para eso hemos estado trabajando durante muchos meses y eso es lo que hoy hemos ratificado con nuestra firma.

Una vez más, gracias a todos. Tengan conmigo la seguridad de que este Programa de Activación se verá acompañado por el éxito porque todos ustedes lo han hecho posible. Seguiremos hablando. Hay cosas que a todos nos hubiera gustado poder haber hecho y que a todos nos gustaría poder hacer ya, pero las cosas son como son. Hemos vivido, probablemente, la peor crisis económica que haya vivido España en tres generaciones. Hemos tenido que tomar decisiones difíciles y complejas; hemos tenido que hacer un gran esfuerzo de consolidación fiscal y hemos tenido que reducir el déficit público en varios puntos en dos años muy complicados, porque han sido dos años de recesión.

Hemos hecho reformas estructurales, y ya sé que algunas no son compartidas por mucha gente; pero creo que esas reformas estructurales suponen el sentar bases sólidas para el futuro. Supone que vamos a tener en ese futuro un crecimiento sostenido y estable, y que también vamos a crear empleo de manera sostenida y estable. Y. sobre todo, creo que supone que España entra en una situación económica que, si alguna vez se vuelve a producir una crisis como la que hemos tenido que soportar, nos cogerá en mucho mejor situación que la que nos ha cogido ésta por la que hemos pasado.

En cualquier caso, creo que ahora podemos hacer cosas que no pudimos hacer meses atrás y tengo la total y absoluta convicción de que cada vez más vamos a poder seguir haciendo cosas en beneficio del conjunto de las personas que, como aquí se ha dicho, al fin y a la postre es lo que a todos nos debe importar.

Muchísimas gracias otra vez. Gracias.

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