Senado. Sesión de control al Gobierno

Declaración del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre la corrupción

28.10.2014

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Presidente.- Quiero decirles a toda la Cámara y a todos los españoles tres cosas al respecto.

La primera, que entiendo y comparto plenamente la indignación de tantos españoles ante la acumulación de escándalos. El último que hemos conocido, con la información que tenemos hasta el momento, parece que responde a la codicia personal de los cargos públicos a los que afecta y no a las organizaciones políticas a las que pertenecen o pertenecían. Por lo que se refiere a las personas que forman parte de mi partido, ya están suspendidas de militancia y, si se confirman las imputaciones, serán expulsadas. Pero, en cualquier caso, lamento profundamente la situación creada y en nombre del Partido Popular quiero pedir disculpas a todos los españoles por haber situado en puestos de los que no eran dignos a quienes en apariencia han abusado de ellos.

En segundo lugar, que no sólo comprendo el enfado perfectamente justificado de los ciudadanos, sino que comparto su indignación y su hartazgo. Estas conductas resultan particularmente hirientes cuando los españoles han tenido que afrontar tantos sacrificios y hacer tantos esfuerzos para sacar a nuestro país de la crisis. Además, esos comportamientos extienden una sombra de sospecha generalizada sobre el proceder de todos los políticos y, aunque lo entiendo, quiero una vez más decir aquí que esa mancha ensucia injustamente la imagen y la reputación de la mayoría de las gentes de todos los partidos que están en la política para servir a los demás y no para servirse a sí mismos.

En tercer lugar, quiero, como presidente del Gobierno, decir que no sólo me toca condenar estos hechos, sino actuar para impedirlos. En este sentido, le recuerdo algunas de las reformas que ya hemos impulsado y que son inéditas en España: hemos obligado desde hacer públicos todos los sueldos, subvenciones y contratos de la Administración, hasta que todos los altos cargos declaren sus bienes y patrimonio al inicio y al final de su mandato; hemos propuesto prohibir las donaciones de empresas a los partidos políticos y que los bancos puedan perdonar las deudas de las formaciones políticas; y hemos propuesto endurecer las penas por prevaricación y ampliar los supuestos por el delito de tráfico de influencias.

Vamos a seguir ampliando el abanico de medidas anticorrupción hasta lograr que cualquier cargo público de este país se lo piense antes de caer en la tentación de corromperse.

La democracia no puede admitir que nadie juegue con la confianza que los ciudadanos depositan en quienes los administran. Por eso, hemos estado negociando con la oposición dos importantes proyectos legislativos para luchar contra la corrupción: el Estatuto del Alto Cargo y la Ley del Control de la actividad económica y financiera de los partidos. Desde luego, no vamos a demorar ni un minuto más la aprobación de este paquete de reformas. Les anuncio ya que, si es con el acuerdo de la oposición, mejor y, si no, sacaremos adelante estas medidas con los votos del Partido Popular.

Quisiera añadir una consideración final: si estos casos de corrupción son investigados, perseguidos y juzgados es porque el Estado de Derecho funciona; porque la Agencia Tributaria, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Fiscalía funcionan, y también porque una Justicia independiente funciona. Yo pido a todos que confíen en ese Estado de Derecho y que estén seguros de que nuestro compromiso con la limpieza de la vida pública es total.

Muchas gracias.