Presidente.- Cualquier forma de maltrato o de violencia ejercida contra las mujeres supone una violación de los derechos humanos absolutamente inaceptable en una sociedad como la nuestra, comprometida con los valores de la igualdad y de la dignidad. Por tanto, mientras exista una sola mujer víctima de violencia de género, una sola, nuestra prioridad tiene que ser mejorar la protección y la respuesta que se les ofrece a ella y a sus familias.