Intervención del presidente del Gobierno en funciones tras la reunión del Consejo Europeo

21.10.2016

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

Bruselas (Bélgica)

Presidente.- Señoras y señores, muy buenas tardes y muchas gracias por su asistencia a esta convocatoria, que se produce cuando acaba de terminar el Consejo de Europeo de los días de ayer y hoy.

El Consejo ha estado centrado, fundamentalmente, en cuestiones migratorias y, en concreto, en la dimensión exterior de la política común migratoria de la Unión Europea con los países africanos.

A nosotros nos parece muy acertado que la Unión Europea haya adoptado este planteamiento migratorio, ya que España siempre ha reivindicado desde su larga experiencia en la materia el mismo. Hay que enfrentarse al desafío de la migración irregular desde sus raíces y desde sus causas en origen, y ello debe hacerse en diálogo y cooperación con los países de origen y tránsito de los flujos migratorios.

En este sentido, la Alta Representante nos ha informado sobre el estado de negociación de los llamados "marcos de asociación" entre la Unión y los países africanos. Dichos "marcos de asociación" son paquetes de compromisos mutuos adoptados por la Unión Europea y los países africanos, y, por ahora, los países que tienen marco de asociación son: Senegal, Mali, Níger, Nigeria y Etiopía. Es decir, estamos haciendo ya lo que España lleva tiempo haciendo bilateralmente con algunos países africanos y defendiendo lo que debía hacer la Unión Europea como política migratoria.

La Unión no sólo ha adoptado este enfoque, sino que ahora ya lo ha puesto en marcha. Por eso, he agradecido a la Alta Representante su labor a lo largo de estos meses y, también, celebro que para acompañar esta política, y afrontar las causas de la migración irregular, se haya incrementado en quinientos millones de euros el Fondo Fiduciario para África, creado durante la Cumbre de La Valeta del pasado mes de noviembre para financiar proyectos de desarrollo en África.

En política exterior, en relación con la situación en Siria hemos urgido el fin inmediato de los ataques contra la población civil, en especial en Alepo. Además, hemos reiterado la necesidad de lograr un cese duradero de las hostilidades que permita el acceso a la ayuda humanitaria en todo el país sin ningún tipo de restricciones.

Se trata de conseguir, primero, aliviar el sufrimiento de la población y, a medio plazo, crear las condiciones objetivas que faciliten la reanudación de las negociaciones bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Estos tres elementos (la ayuda humanitaria, el cese de las hostilidades y la negociación política) constituían la base del proyecto de resolución franco-español presentado hace pocas fechas en el Consejo de Seguridad y que, lamentablemente, no prosperó.

En cuanto al debate sobre las medidas restrictivas, hemos acordado dejar la puerta abierta a todas las opciones posibles en caso de que continúen las actuales atrocidades en Siria.

España siempre ha sostenido que la solución a la tragedia siria sólo puede ser política, respetando la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Siria. El futuro de Siria deben decidirlo libremente los propios ciudadanos sirios.

En el ámbito económico, este Consejo Europeo ha estado centrado, sobre todo, en la política comercial europea. Hemos acordado avanzar también, en las áreas que más importan a los ciudadanos, en relación con el mercado interior en línea con lo discutido en el Consejo Informal de Bratislava.

Me referiré, en primer lugar, al comercio. El Gobierno de España, como saben, siempre ha apoyado la apertura exterior como fuente de crecimiento y de empleo. Hoy exportamos más de un tercio de nuestro Producto Interior Bruto y nuestras multinacionales han invertido más de 380.000 millones de euros en el exterior.

En esta línea, el Consejo Europeo ha reiterado su compromiso con una política comercial robusta que aproveche los beneficios de la apertura de mercados para el crecimiento y el empleo, y que tenga en cuenta las preocupaciones de los ciudadanos. Quiero recordar que en primera parte de la crisis España empezó a superarla gracias al fuerte tirón de nuestras exportaciones.

También, el Consejo Europeo ha invitado a avanzar en los acuerdos comerciales que la Unión Europea tiene en marcha con otros países. Me refiero, en concreto, a la rápida conclusión de los trámites de firma y ratificación del acuerdo CETA con Canadá; al impulso de las negociaciones en marcha con Japón y a la voluntad de concluir lo antes posible un acuerdo ambicioso, amplio y equilibrado con los Estados Unidos. Creemos que éste último es particularmente recomendable, porque unirá a las dos grandes áreas económicas del mundo, con un importante impacto esperado en términos de crecimiento y empleo, y que puede definir el estándar de los intercambios mundiales de comercio e inversión por el peso de las dos áreas firmantes.

Además, en relación con estos asuntos España ha defendido la importancia de avanzar rápidamente en las negociaciones con MERCOSUR, que no estaba en el borrador de Conclusiones pero que, a petición nuestra, y con el apoyo de Portugal, se ha incluido. Es una prueba más ésta del compromiso nuestro con América Latina ante las instituciones europeas.

Este Consejo también ha servido para reflexionar, y ello se refleja en las Conclusiones, sobre cuál debe ser el papel de los instrumentos de defensa comercial frente a políticas anticompetitivas de algunos países. Hemos acordado reforzar estos instrumentos para poder hacer frente, en particular, a situaciones de sobrecapacidad que afectan a sectores importantes y que amenazan al empleo en los mismos, también en España.

Además de la agenda comercial, hemos repasado también otros asuntos de interés de la agenda económica, como la entrada en vigor del acuerdo de París de lucha contra el cambio climático. Esta temprana entrada en vigor ha sido posible gracias a la pronta ratificación de la Unión Europea; resta ahora completar las ratificaciones nacionales. España lo hará en cuanto haya un Gobierno en plenas funciones.

En segundo lugar, hemos reiterado el compromiso de los líderes con la profundización del Mercado Interior. Se trata del principal activo económico que tiene la Unión Europea y hemos de asegurar que sus beneficios se aprovechan al máximo y llegan a todos los ciudadanos.

En particular, el Consejo Europeo ha destacado dos ámbitos del Mercado Interior muy importantes para España; por un lado, la Unión de la Energía. La finalización del Mercado Interior de la Energía es un objetivo estratégico para España que se ve perjudicada por su aislamiento energético. Y, por otro lado, el Mercado Único Digital. El Mercado Único Digital debe servir para afrontar los retos que nos encontramos en este ámbito; por ejemplo, desplegar redes digitales de alta capacidad, transformar nuestra industria y nuestros servicios, y acelerar la adopción de tecnologías digitales por los ciudadanos, aumentando su formación en estos ámbitos. También es necesario avanzar en otras áreas como el desarrollo de plataformas europeas que nos permitan competir con otras regiones; proteger los derechos de las personas; remunerar adecuadamente la propiedad intelectual y regular la fiscalidad gravando las actividades allí donde generen valor.

Termino ya. Me voy satisfecho por los avances que se han conseguido, sobre todo, en materia de migración. El tema de migración, el tema de comercio y la situación en Siria han sido, sin duda, los asuntos más importantes que nos han ocupado a los jefes de Estado y de Gobierno a lo largo de los días de ayer y de hoy.

En política de migración siempre hemos defendido que el problema habría y había que resolverlo en origen. Es evidente que hay muchas personas que, si no tienen posibilidades de llevar una vida digna en su país, van a intentar trasladarse, sobre todo jóvenes, a otros lugares donde puedan hacerlo. Eso, sin duda alguna, cuando se trata de problemas de inmigración irregular, genera dificultades para todos; pero acaba empobreciendo también a esos países, porque es la gente joven la que tiene más posibilidades de iniciar una vida fuera de su país, la que se va.

Por eso, estos acuerdos a los que ha llegado la Alta Representante merecen el apoyo y el respaldo de nuestro país. Esperemos que se produzcan más en el futuro y esperemos que ahora que ya se asume que hay que dar la batalla en origen, y que tenemos que hacer un esfuerzo para que la gente pueda llevar una vida digna en sus países y no tenga por qué emigrar de manera obligada, esto, insisto, esperemos que continúe en el futuro.

Son importantes también las decisiones y la toma de posición en el tema de Siria y, también, en relación con el comercio. Nosotros estamos a favor del libre comercio, se ha demostrado que genera empleo, que genera riqueza y que genera crecimiento económico; pero, evidentemente, estamos a favor de un comercio que sea justo, que sea competitivo y que, evidentemente, sea igual para todos en su regulación. Hay algunos asuntos importantes, como está ocurriendo --fue uno de los temas que se han tratado hoy-- con el caso del acero que, sin duda alguna, nos preocupan a todos nosotros, preocupan a muchos países de la Unión Europea, y ahí, evidentemente, tenemos que evitar que haya prácticas por parte de otros países que liquiden la competitividad.

Señoras y señores, a partir de ahí, estoy a su disposición.