Respuestas de Mariano Rajoy a los periodistas

23.6.2017

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P.- Quería preguntarle por esa propuesta de la primera ministra británica. A falta de que la pueda analizar con más detalle, ¿a usted cómo le suenan esas ideas que nos ha dejado en este Consejo, eso de no expulsar a ningún ciudadano europeo o que mantengan sus derechos pasados cinco años? ¿Cree que los ciudadanos españoles que viven allí pueden estar hoy un poco más tranquilos?

Sobre el Partido Socialista, quería preguntarle si ha hablado usted con Pedro Sánchez y si mantiene la confianza en que siga apoyando la defensa de la unidad de España.

Presidente.- No he hablado, pero estoy dispuesto a hablar cuando él lo desee. Y no tengo ninguna duda de que Pedro Sánchez apoyará la defensa de la unidad de España y la soberanía nacional. No se me puede pasar por la cabeza que pueda hacer una cosa contraria. Por tanto, insisto, yo creo que en este tema y en otros deberíamos hacer un esfuerzo para entendernos, porque hay cuestiones de Estado que están ahí, y tenga la total y absoluta certeza de que yo lo voy a hacer.

En cuanto a la propuesta que ha hecho la señora May, ha sido una propuesta solamente sobre un tema muy puntual y muy concreto. Es una propuesta que, además, ha dicho que haría pública, probablemente con más detalle, la próxima semana y que la presentaría al Parlamento británico. Pero solo se refiere a uno de los tres asuntos en los cuales la Unión Europea cree que se deben dar avances para ya entrar en la segunda fase, que es la fase en la que se negociará cuál va a ser la relación en el futuro de la Unión Europea con el Reino Unido. Se refiere a uno de los aspectos, es verdad que es el más importante, por lo menos para mí, los derechos de los ciudadanos; pero también hay dos temas en los que es necesario que se avance: en primer lugar, la aportación económica del Reino Unido a la Unión Europea y también el tema de la solución de la relación de futuro en Irlanda del Norte e Irlanda.

La propuesta, insisto, que se ha presentado en términos generales, es que todos aquellos ciudadanos europeos que estén en el Reino Unido desde hace cinco años, que empezarán a contarse desde una fecha que todavía no se ha determinado los cinco años, tendrán exactamente los mismos derechos que los ciudadanos británicos. A los que lleven menos de cinco años desde esa fecha, que, repito, todavía no se ha determinado, se les dejará que estén allí para que cumplan los cinco años y tengan los derechos; pero no sabemos cuál es su situación hasta que cumplan los cinco años.

Por tanto, a mí lo que me parece positivo es que se hable de los derechos de los ciudadanos; nosotros hemos puesto nuestra confianza en Barnier y estamos absolutamente convencidos de que Barnier defenderá los derechos de los ciudadanos: de los europeos que están en el Reino Unido y, por tanto, también de los españoles; y también, y es importante, los derechos de los británicos que estén en distintos países de la Unión Europea, muchos de los cuales, como saben, están en España.

Estamos en el primer momento; las negociaciones comenzaron, como saben, el pasado lunes y, como he dicho antes, y el camino se hace al andar y yo espero que al final lo que salga sea algo razonable y, desde luego, que o se vea perjudicado por estas decisiones ningún ciudadano español ni europeo, ninguno.

P.- Perdone por insistir en este punto pero, por las declaraciones que ha hecho May esta mañana, parecía que una parte de los detalles no solo van a estar vinculados al documento que presenten el lunes, sino al desarrollo de las negociaciones, ha dicho ella. ¿Teme usted que en este tema los ciudadanos puedan acabar siendo un poco rehenes de la facilidad o no de conseguir acuerdos?

Además, me gustaría también conocer cómo ha visto usted al eje franco-alemán, a la entente Macron-Merkel. Hoy tienen la sala de prensa llena, prácticamente no se cabe allí. ¿Temen ustedes sufrir, de alguna forma, una cierta "minorización" ante tanta potencia?

Presidente.- No. Yo ya he dado algunas ruedas de prensa con la señora Merkel y el viernes pasado lo hice con el señor Macron. Lo que pasa es que es la primera vez que el señor Macron asiste a un Consejo Europeo y me parece normal que tenga una rueda de prensa con la señora Merkel. Pero nosotros no vamos a sufrir ninguna "minorización", ni nosotros ni nadie.

Nosotros vamos a seguir defendiendo los intereses de España y defendiendo también los intereses de todos los europeos, porque somos de los que más claramente apostamos por una mayor integración europea, porque nos gusta el proyecto, porque responde a nuestra historia, porque ha sido muy bueno para los intereses generales de los españoles y porque estamos absolutamente convencidos de que lo seguirá siendo en el futuro.

Por tanto, esto es algo que me parece bien que se haya celebrado.

Si no hay acuerdo en estos asuntos, ya sabe usted lo que pasa: las negociaciones finalizan, hay un plazo de dos años, pero pueden continuar si hay unanimidad. Por tanto, yo no tengo la más mínima duda de que, al final, habrá un entendimiento y un acuerdo, sobre todo en el tema más importante, que son los derechos de la gente. Yo lo dije desde el primer día: para mí la prioridad son los derechos de la gente y luego están el resto de los temas; en este caso, el dinero que tiene que aportar el Reino Unido, el tema irlandés y hay otros temas también importantes. Pero estamos en el principio del principio.

Hay un planteamiento que ha hecho la señora May: todas las personas que lleven cinco años, desde una fecha que todavía, insisto, no se ha determinado, ya tienen los mismos derechos que todos. Vamos a ver qué pasa con los demás, vamos a hablar y vamos a ver en qué termina esto.

P.- ¿Aceptaría España, en las negociaciones del "Brexit", unas condiciones diferentes para Gibraltar en cuanto a libre circulación o mercado interior?

Presidente.- No. Nosotros en el tema de Gibraltar lo que aceptamos es exactamente lo que figura en las directrices que el Consejo Europeo le ha dado al señor Barnier. Esa es nuestra posición. Creemos que es una posición razonable y sensata, y cualquier decisión tenemos que hablarla el Reino Unido y nosotros. Eso es lo que aceptamos e, insisto, lo que ha aprobado por unanimidad el Consejo Europeo.

P.- Quería saber, presidente, si ha encontrado algo de asombro o perplejidad entre sus socios europeos por el cambio repentino de posición del Partido Socialista respecto al Tratado de Libre Comercio con Canadá.

Sobre el Partido Socialista también, quería saber su opinión sobre esa propuesta que se aceptó en el último Comité Federal de considerar a España un Estado plurinacional. ¿Usted entiende esa posición del PSOE respecto a España? ¿Cree que puede crear debilidad política ante el desafío secesionista?

Presidente.- En relación con el segundo asunto, allí se dijeron dos cosas: una, que me ha parecido muy bien, que es la afirmación, por otra parte recogida en la Constitución y no esperaba yo nada contrario, de la soberanía nacional, es decir, es el pueblo español el que decide lo que quiere que sea su país y no solo una parte del pueblo español. Eso es algo que figura en la Constitución Española y en todas las Constituciones escritas del mundo, donde, como usted sabe, no existe el derecho de autodeterminación, que es lo que supondría romper esa soberanía nacional. Solo hubo tres: la de la Unión Soviética, la de la antigua Yugoslavia y la de Etiopía. En todos los demás países del mundo no se reconoce el derecho de autodeterminación; me refiero a todos aquellos que tengan Constituciones escritas.

Yo no estoy a favor del término "plurinacionalidad"; había que explicar exactamente en qué consiste. Yo estoy a favor de algo que, por otra parte, está plasmado en la Constitución y se entiende muy bien: en España hay nacionalidades y regiones. Es lo que acordamos en su día, lo que votamos, lo que pactamos y lo que tuvo el apoyo de la inmensa mayoría de los españoles, y no creo que tenga ningún sentido darle vueltas por razones que, por otra parte, no se nos han explicado, porque nadie nos ha dicho qué supone exactamente eso, es decir, qué leyes habría que modificar, cuáles son los efectos jurídicos que esto generaría, etc., etc.

Lo que creo es que conviene ser claro y que se le entiendan a uno bien las cosas, y que diga si está o no de acuerdo --yo creo que, efectivamente, lo están; yo, desde luego, lo afirmo-- en que lo que dice nuestra Constitución es lo que pensamos todos, aquí, en Europa y en la inmensa mayoría de los países del mundo, que es la soberanía nacional y que a los ciudadanos de un país corresponde decidir sobre su propio país, y no son los ciudadanos de las distintas regiones, comunidades o nacionalidades de un país los que deciden en solitario sobre ella.

En relación con el Tratado de Libre Comercio, ha habido un debate muy a fondo sobre el libre comercio que, una vez más, se vuelve a reafirmar por la Unión Europea y, desde luego, yo estoy absolutamente a favor. Como he dicho en mi primera intervención inicial, siempre que España se fue al exterior, siempre que España miró hacia afuera, las cosas nos han ido mejor.

Realmente, hemos superado una crisis muy dura. Yo tengo que decir que en la superación de esa crisis muy dura el sector exterior ha sido absolutamente decisivo, absolutamente. El número de españoles que se lanzaron a exportar, el número de españoles que miraron hacia afuera, han hecho un trabajo que no podrá pagárselo nadie nunca. Han sido cuatro años con superávit exterior y las previsiones del Gobierno, porque eso ha creado una cultura de mirar hacia el exterior y de vender fuera, son que en los próximos cuatro años también tendremos superávit exterior. Eso es fundamental para nuestra economía, porque es gente que trabaja aquí, que vende sus productos fuera y que luego trae el dinero nuevamente a España.

Por tanto, eso demuestra que la economía española hoy es competitiva y que nuestras empresas y nuestros trabajadores hacen las cosas bien, y, desde luego, es una de las cosas de las que estoy más orgulloso. Por lo tanto, nosotros, España, seguiremos defendiendo siempre el libre comercio.

Es muy difícil de explicar cuál es la oposición a un Tratado de Libre Comercio con Canadá, porque es muy difícil encontrar en el mundo un país con los estándares que tiene Canadá, que son los más similares a la Unión Europea. Si dicen "es que usted ha hecho un Tratado de Libre Comercio con un país --no voy a dar nombres, por las razones que todos ustedes entienden-- que tiene esta y esta característica", pero Canadá es un país absolutamente democrático, es un país liberal, es un país partidario del comercio, con unos estándares medioambientales como pueden ser los nuestros y, por tanto, realmente es muy difícil oponerse a ello. Pues si al final se van a abstener… Lo importante es que salga porque, claro, a mí sí me sería muy difícil explicar aquí por qué, por culpa de España, no tendríamos Tratado de Libre Comercio con Canadá, porque ya sabe que estos acuerdos, necesitan el voto y el apoyo, no solo del Parlamento Europeo, sino de todos los Parlamentos de todos los países de la Unión Europea.

P.- Presidente, tengo dos preguntas y una puntualización. ¿Entiendo, entonces, que usted deja la iniciativa de esa reunión con Sánchez a que le llame el secretario general? O sea, ¿usted no le va a convocar en esta nueva etapa?

Después, las dos preguntas. El procedimiento aprobado anoche en el Consejo Europeo para elegir la nueva sede de la Agencia Europea del Medicamento, ¿nos va bien? ¿Nos perjudica? ¿Nos beneficia?

En segundo lugar, la Generalitat de Cataluña quiere convocar quinientas nuevas plazas de Mossos. Hacienda le ha dicho que por ley, por la Ley de reposición, no se puede. Yo quería saber si usted cree que, en este contexto de inseguridad que estamos sufriendo en Occidente, no habría que cambiar incluso la Ley para que los Mossos pudieran convocar esas plazas que reclaman, sobre todo teniendo en cuenta que hace seis años que no abren plazas.

Presidente.- Sobre este asunto, si por ley no se puede hacer, claro, lo que no se nos puede decir es que vulneremos la Ley. En cualquier caso, desconozco cuáles son las razones técnicas a las que usted ha hecho referencia y, por tanto, yo confío en lo que diga el Ministerio de Hacienda sobre este asunto.

En cuanto a los criterios para elegir la Agencia Europea del Medicamento, para mí lo más importante es que esto se va a "objetivizar"; es decir, habrá menos componentes subjetivos, habrá un informe por parte de la Comisión para decir si esta candidatura es buena, si esta es mala, esta tiene unos inconvenientes o esta no los tiene… Porque, claro, no es lo mismo que haya unos criterios en base a los cuales la gente pueda opinar y decidir, que que no haya ninguno. Simplemente, que cualquier ciudad de cualquier país sea exactamente igual a todos los efectos, tenga o no las condiciones adecuadas para el establecimiento de la Agencia o no los tenga.

Por tanto, a mí los criterios siempre me han gustado y los criterios objetivos, lógicamente, me gustan más. Creo que eso es positivo. Esto se decidirá en el mes de noviembre, en un Consejo de Asuntos Generales; pero antes pasará por varios trámites. Entre otros, yo creo que volverá también al Consejo Europeo; pero la decisión final la tomará el Consejo de Asuntos Generales.

En cuanto a lo otro, yo ya no voy a entrar en detalles, porque eso no contribuye a nada. Yo lo único que digo es lo que he señalado antes: tendré la reunión cuando quiera el señor Sánchez y, además, yo creo que es bueno que la tengamos.

P.- Un par de preguntas, también. Sobre el apartado comercial, ¿cree que es necesario vigilar las inversiones extranjeras, como se ha propuesto o se ha querido incluido en las Conclusiones europeas? ¿Apoya la propuesta de Alemania, Francia e Italia de, incluso, crear un mecanismo europeo para bloquearlas, en caso de que fuera necesario, en sectores estratégicos?

Volviendo al tema de la propuesta de May sobre el derecho de los ciudadanos, ya que es un tema tan importante para usted, no sé si podría al menos decirnos si le parece un buen comienzo, tal y como ha hecho la canciller Merkel, o si algo más escéptico, como lo ha sido el presidente Juncker.

Presidente.- A mí me parece bien que de lo primero que hable es de los derechos de los ciudadanos. Me parece bien que todas aquellas personas que lleven más de cinco años en el Reino Unido tengan exactamente los mismos derechos, para siempre, que los ciudadanos del Reino Unido. Comprenderá usted que prefiero una regulación mejor para todas aquellas persona que no lleven todavía cinco años en el Reino Unido y, por tanto, esa batalla la daremos. Pero es que estamos solo en el principio de una negociación.

Yo no voy a decir que me haya sonado mal, pero creo que, sin duda alguna, me podía haber sonado mejor. Vuelvo a insistir, esta negociación la debe llevar quien la tiene que llevar, que es el señor Barnier, que informará puntualmente al Consejo y que nos escuchará en lo que le digamos, y de momento creo que es muy pronto para entrar en detalles sobre este asunto.

Yo estoy a favor del libre comercio y me gusta poco el proteccionismo. De hecho, ahora estamos negociando un Acuerdo de Libre Comercio con Japón, yo espero que se cierre pronto y hemos sido muy perseverantes, tanto el primer ministro de Portugal como yo mismo, en que se negocie el Tratado de Libre Comercio con MERCOSUR. Creo que es muy positivo para los países de MERCOSUR: Brasil es un país muy grande, Argentina, Paraguay y Uruguay. Yo he estado recientemente en Brasil y en Uruguay, y en Brasil y en Uruguay veo una voluntad firme y decidida de negociar este Acuerdo de Libre Comercio; y también cuando estuve --en febrero, creo recordar-- en España con el presidente de la República Argentina, el señor Macri, también había voluntad.

Es decir, hay voluntad allí y ahora también hay voluntad decidida aquí. Luego ya se sabe que estos temas siempre tienen sus problemas y siempre hay cosas que hay que negociar y discutir. Pero es que, además de ser positivo… La historia lo demuestra: siempre que hay comercio, ganan todos: el consumidor, porque puede comprar productos más baratos; el productor o el distribuidor, porque puede vender en otros muchos más lugares. Lo que no tiene sentido es que en el mundo en que vivimos uno solo pueda tener un mercado, que sea España o Europa. Pues queremos tener el mayor número de mercados; a ser posible, un mercado que agrupe la totalidad del mundo. Eso es riqueza y eso es algo muy positivo para todos.

Por tanto, esa es mi posición. A partir de ahí, ¿un mecanismo europeo para bloquear inversiones en sectores estratégicos? Eso, desde luego, no figura en las Conclusiones y yo de eso no he escuchado hablar, y a mí me lo tienen que explicar con mucho detalle. Yo suelo opinar sobre la base de haberme estudiado previamente aquello sobre lo que tengo que dar una opinión, ¿no? Pero vigilar la inversión extranjera…

Hoy lo que se recoge en el texto que hemos aprobado es, primero, una apuesta clara por el libre comercio; en segundo lugar, la necesidad de hacer nuevos acuerdos --citan a MERCOSUR y a algunos países asiáticos, y también a México, que también lo hemos demandado nosotros-- y, en tercer lugar, hay algunos encargos que se hacen a la Comisión para que dé su opinión sobre las inversiones en sectores estratégicos y sobre la reciprocidad que se le debe exigir a aquellos con quien se haga el libre comercio.

Estamos dispuestos, lógicamente, a ver qué es lo que nos trae la Comisión, a estudiarlo. Una de las afirmaciones que hacían algunas de las personas que estaban dentro es que no hay que ser ingenios. Evidentemente, no hay que ser ingenuos pero, si uno cree en el libre comercio, tiene que defender el libre comercio y explicar por qué es bueno porque, si no, al final, no vamos a parte alguna. Todos sabemos cuáles son las decisiones que se han adoptado por otros países muy importantes en el concierto mundial y yo creo que Europa, y yo, desde luego, en la medida de mis posibilidades, lo voy a hacer, va a defender el libre comercio porque creo que es lo que le conviene a la gente.

Muchas gracias.