Coloquio posterior a la clausura de la Asamblea del Instituto de la Empresa Familiar

9.5.2017

  • x: abre ventana nueva
  • Whatsapp: abre ventana nueva
  • Linkedin: abre ventana nueva
  • Enviar por correo: abre ventana nueva

P.- La primera pregunta sería la siguiente: en los últimos años se han llevado a cabo reformas estructurales imprescindibles para la mejora de la situación política de nuestro país; sin embargo, es necesario seguir avanzando en esta línea. ¿Cree usted que es posible llevar a cabo ahora, que la economía ha repuntado, las reformas pendientes?

Presidente.- Como les decía en mi intervención, y nos planteamos al llegar al Gobierno a finales del año 2011, era evidente que había que hacer cosas, porque la situación de la economía española era muy compleja, con unos problemas de desequilibrios económicos y de competitividad que hacían mucho daño al crecimiento económico y al empleo. Nuestra posición fue: tenemos que cumplir nuestros compromisos de consolidación fiscal, pero no solo cumplir nuestros compromisos porque los habíamos asumido ante las instituciones europeas, sino porque la historia nos demuestra que con déficit elevado es prácticamente imposible generar crecimiento económico y empleo.

Veníamos de un déficit del 9,3 por 100, que fue el del año 2011, una cifra ciertamente monstruosa; pero antes incluso el déficit público español llegó a ser, en el año 2009, del 11 por 100. Pasamos de un superávit de las cuentas públicas en 2007 del 2 por 100 a un déficit en 2009 del 11 por 100.

Las decisiones más importantes que tomamos fueron: primera, luchar por la estabilidad presupuestaria, modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria, y, luego, poner en marcha un amplio paquete de reformas. Yo creo que las más importantes fueron la Ley de Estabilidad Presupuestaria; la del sistema financiero, por razones obvias; la reforma laboral y la reforma energética. Pero hubo otras; sobre todo, hubo avances en materia de reforma de la Administración y de la unidad de mercado, donde tenemos que perseverar esta Legislatura.

¿Vamos a hacer reformas? Lo he apuntado antes con mucha brevedad en mi intervención: vamos a hacer reformas. Tenemos 137 diputados, pero mi preocupación mayor en este momento no es hacer reformas, que lo es; es que se mantengan las reformas que ya se han hecho, porque hay, evidentemente, quien plantea que hay que dar marcha atrás en todas las decisiones que se han adoptado. Yo creo que esto sería un mensaje pésimo; sobre todo, algunas reformas concretas que han ayudado, y mucho, a quienes tienen que generar bienestar, riqueza y empleo. Por tanto, esa es mi primera preocupación y, desde luego, cuando hemos llegado a acuerdos con otras fuerzas políticas fue uno de los temas que quisimos dejar muy claro: no tiene ningún sentido liquidar aquellos pasos que se dieron en la buena dirección.

A partir de ahí, sí tenemos que continuar con la política de reformas. En primer lugar, como les decía antes, hay que seguir con la consolidación fiscal. A veces se nos critica y se dice: "no se reduce el gasto". Desde que hemos llegado al Gobierno yo he reducido el gasto público todos los años; lisa y llanamente, todos los años. Y este, también. Este, también, como les decía, porque tenemos que bajar de un déficit público del 4,3 por 100 a un déficit del 3,1 por 100. Este año el gasto es de casi seis mil millones de euros menos que el año pasado y hacemos lo que podemos en materia de ingresos, con algunas reformas que se hicieron en el año 2015 en el Impuesto de la Renta y también en el Impuesto de Sociedades.

¿Reformas que hay que poner en marcha? Sí hay que ponerlas y hay que pactarlas. Yo tengo acordadas algunas; lo que pasa es que se necesitan 176 votos, como le señalaba antes. A las más importantes me he referido en mi intervención. Desde luego, lo primero es mantener la estabilidad; continuar trabajando en el tema de la unidad de mercado; es muy importante el apoyo a los autónomos y al crecimiento empresarial; la innovación y la investigación, como les decía antes; la lucha contra el cambio climático o la transformación digital de nuestra economía.

Luego, hay algunas reformas que son capitales, como las pensiones. Las pensiones son hoy el 40 por 100 del Presupuesto del Gobierno de España y hoy las pensiones cada vez son más elevadas y, por fortuna, en España la gente vive más; España es el segundo país del mundo en expectativa de vida. Por tanto, este es un tema que nos lo tenemos que tomar en serio. Sin duda alguna, es la reforma más importante que necesita España, si queremos mantenerlas y, si es posible, incluso mejorarlas.

Lo mismo ocurre con el segundo gran paquete, si me lo permiten, de gasto, que es la sanidad y que va también íntimamente unido a la edad. En eso estamos trabajando. Yo se lo planteé a las propias Comunidades Autónomas. El reto demográfico es muy importante, pero muy importante.

Sin duda alguna, esas son las grandes reformas estructurales pendientes. Luego tenemos la financiación autonómica; tenemos, como se recordaba aquí, que perseverar en la formación profesional dual, en la educación… Yo creo que algunas reformas podremos hacer a poco que haya un cierto sentido por parte de todos los que nos sentamos en el Congreso de los Diputados a la hora de tomar decisiones.

Pero permítanme que vuelva a insistir: lo que más me preocuparía sería un retroceso en las reformas ya aprobadas.

P.- Una doble pregunta, Presidente. El Ministerio de Hacienda prevé obtener en el año 2017 cifras récord de recaudación tributaria superiores a 2007, pero con un número de ocupados menor. Las preguntas serían: primera, ¿cómo está afectando esto a la presión fiscal? Y, en segundo lugar, ¿se plantea, en consecuencia, modificar las cotizaciones sociales?

Presidente.- Yo siempre llevo unos papeles, que son muy útiles, en donde en una cara tengo lo que es la evolución de las cifras más importantes de la economía española desde 2007 a 2016; tengo el Producto Interior Bruto, el PIB nominal, el empleo, el paro, la inflación, exportaciones, saldo exterior, déficit público, deuda pública, ingresos, gasto público, intereses de la deuda, gasto en pensiones, etcétera.

Recaudación de las Administraciones Públicas. En el año 2016 todavía no recaudamos lo que se recaudó en 2007, todavía no fue posible. El total de ingresos públicos en 2007, 442.000 millones de euros. En dos años, 2008 y 2009, se perdieron 70.000 millones de euros de recaudación; es decir, las Administraciones dispusieron de 70.000 millones de euros menos. Y llegamos a un déficit, como les decía antes, del 11 por 100, y había quien sostenía que no se debía reducir el gasto público. Podía no reducirse, lo que pasa es que era imposible poder pagar las decisiones que se tomaran. Pues este año vamos a llegar al nivel de recaudación del año 2007.

Pero les voy a dar otro dato que es muy significativo: mientras el nivel de recaudación caía entre el año 2007 y el año 2016, solo la partida de pensiones crecía de 92.000 millones de euros a 134.000 millones de euros; más de 40.000 millones de euros de crecimiento. Estos son los temas serios de la economía española.

Presión fiscal. Nosotros tenemos una presión fiscal… Es evidente que esto no será compartido con mucha gente, como es natural; pero yo doy mi opinión. El 36,3 por 100 es la media de la Unión Europea, el 36,6 por 100 es la de España, con los últimos datos, que son los del año 2014. Nuestra presión fiscal es más baja que la de Francia, es más baja que la de Italia, que la de Alemania o la de Países Bajos, y tenemos por debajo a Estonia, Polonia, Eslovaquia, Irlanda, Letonia, Bulgaria, Rumanía y Lituania.

Luego, también un tema importante. Soy consciente de las decisiones que hemos tomado hace poco en el Impuesto de Sociedades, pero el tipo del Impuesto de Sociedades en España está hoy en el momento más bajo de su historia: es el 25 por 100. Entre los años 1984 a 2006, veintidós años, el tipo era el 35 por 100; en 2007 se bajó al 32,5 por 100; en 2008, al 30 por 100; entre 2008 y 2014 estuvo en el 30 por 100; en 2015 lo bajamos al 28 por 100 y en 2016, al 25 por 100.

Es evidente que la única posibilidad de reducir impuestos, que a mí, desde luego, es lo que me gustaría hacer, es que haya crecimiento económico y empleo. Al final, esto acaba resolviéndolo todo y podemos bajar y puede haber más crecimiento económico y empleo.

Me pregunta usted por las cotizaciones. En el corto plazo, no tenemos intención de modificar la normativa en materia de cotizaciones sociales, entre otras cosas, por lo que les he dicho antes de las pensiones y porque estamos debatiendo en el Congreso de los Diputados la posible reforma de las pensiones. Evidentemente, con 137 votos no se va a hacer; pero sí sería muy positivo que hubiera un consenso, al menos entre los partidos razonables, que también los hay, que existen en la Cámara, en este tema de pensiones y en el tema de cotizaciones a la Seguridad Social.

P.- Otra pregunta. A pesar del aumento en la creación de puestos de trabajo, la reducción de la tasa de desempleo sigue siendo el mayor reto de España. ¿Prevé algún tipo de medida específica orientada a estimular la empleabilidad de jóvenes, por un lado, y autónomos, por otro?

Presidente.- Eso es verdad, lo apunté en mi intervención. Estamos creando mucho más empleo que nadie; pero es verdad que partimos de unos datos que antes me parece que califiqué de inasumibles. Estamos en el 41 por 100 de tasa de desempleo juvenil --esos son los datos de la última Encuesta de Población Activa del primer trimestre de este año--; ha bajado, en cualquier caso, quince puntos, porque hemos llegado a estar en un 56 por 100, que es una cifra verdaderamente astronómica, y ahora la creación de empleo afecta mucho más, lo cual es lógico, a los jóvenes. Mientras que está creciendo el empleo en los jóvenes al ritmo del 7,5 por 100, esto es prácticamente algo más del doble que el crecimiento del resto.

Hay un tema muy importante, que está funcionando bastante bien, que es el Sistema Nacional de Garantía Juvenil. Vamos a incorporar, tras las reformas que hicimos en el año 2016, a más jóvenes; es decir, más jóvenes van a poder también utilizar los instrumentos del Sistema Nacional de Garantía Juvenil. Y estamos ahora en un debate con la Comisión Europea para ver si podemos utilizar fondos europeos a los efectos de que quien esté contratado pueda disponer también de una cantidad para recibir formación, que es algo absolutamente capital. Como ustedes saben, si se estudia el desempleo en España, el desempleo está, fundamentalmente, en aquellas personas que no tienen niveles de formación adecuados; es menor en aquellos que tienen estudios universitarios y es mucho mayor el desempleo en aquellas personas con menos conocimientos.

Creo que los autónomos son, sin duda alguna, unos pilares muy importantes para el buen funcionamiento de la economía española; unos trabajadores que también dan trabajo a muchas personas y que consiguen con su esfuerzo mantener su vida y la de su familia. Hemos tomado decisiones importantes en materia de Seguridad Social para ellos, como la "tarifa plana"; también les hemos mejorado su fiscalidad, hemos aumentado su protección social y en este momento tenemos en las Cortes una ley, que se está debatiendo, en la que intentaremos seguir dando pasos en la buena dirección.

P.- La realización del Corredor Mediterráneo es uno de los principales compromisos adquiridos por su Gobierno en esta Legislatura. ¿Cuáles son las estimaciones previstas para su entrada en funcionamiento?

Presidente.- El Corredor Mediterráneo es un tema del que me preguntan habitualmente y no solo en el Mediterráneo; es un tema, sin duda alguna, muy importante.

Lo primero que quiero decir sobre este asunto… Ahora ha habido un debate --y permítame que sea tan franco, permítamelo--, cuando se presentaron los Presupuestos Generales del Estado, y mis colaboradores hicieron un ejercicio que es muy curioso: es cómo habían sido tratados los Presupuestos Generales del Estado en las distintas regiones españolas. Entonces, pusimos en una mesa todos los periódicos y resulta que los Presupuestos Generales del Estado habían sido inmisericordes con todo el mundo, lo cual es ciertamente un problema.

Pero le voy a decir una cosa: España es el segundo país del mundo en Alta Velocidad. De vez en cuando también tenemos que decir: algunas cosas buenas tenemos en nuestro país. Es el segundo país del mundo en Alta Velocidad. Seguimos trabajando, pero hemos estado en una etapa, que, presupuestariamente, fue, y aún es, que ustedes la conocen muy bien. Es muy difícil tener que bajar el déficit, estar en recesión y, a la vez, pedirnos que bajemos los impuestos y hagamos más infraestructuras.

Disfrutando en España, como disfrutamos, porque es que hay que afirmar las cosas que son ciertas, de unas buenas infraestructuras, tenemos todavía algunas cosas pendientes: tenemos, por ejemplo, Bilbao, el País Vasco. Bilbao es una ciudad con más de seiscientos mil habitantes, pues no tiene Alta Velocidad. Tenemos que trabajar en que haya Alta Velocidad al País Vasco y lo estamos haciendo. Tenemos pendiente Galicia. No vamos a hacer ahora una Alta Velocidad a Sevilla, a Málaga o a Zaragoza, por razones evidentes. Las grandes prioridades son esas.

Luego hay temas puntuales: tenemos el tema de Murcia, tenemos el tema de Granada y tenemos que mejorar también la comunicación con Extremadura. Pero las grandes obras y donde más se está apostando son esas tres a las que acabo de hacer referencia.

Yo tengo aquí cómo está la situación actual y cuándo está previsible el final de todos los tramos del Corredor Mediterráneo; pero me parece una injusticia para todos ustedes el castigarles con ellas. Las tengo exactamente y el Gobierno lo tiene planificado. Hace muy poco ya hemos puesto en un período de pruebas Valencia-Castellón, pero estamos trabajando en Castellbisbal-Vilaseca; Vandellós-Tarragona en el primer trimestre de 2018 lo pondremos en prueba; Castellón-Vandellós está para el verano del año 2019; en fin, La Encina-Alicante, Murcia, Almería… Es una obra que es una prioridad del Gobierno.

Vamos mucho más avanzados, porque sabe que esta obra continúa por el resto de Europa, con otros países de la Unión Europea; pero yo quiero tranquilizar a todos y decirles que esta es una prioridad, como lo son también los otros tramos de Alta Velocidad a los que he hecho referencia en mi intervención.

P.- Ahora viene un pack de preguntas sobre la Unión Europea. Si le parece, por si igual hay alguna relación, se las formulo todas y, así, usted puede contestar.

Primera, ¿qué opina sobre la convocatoria de unas elecciones anticipadas por parte de la primera ministra Theresa May?

Segunda, ¿cómo puede afectar el resultado a la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Tercera, ¿qué valoración hace de los recientes de la elecciones en Francia?

Y, cuarta, ¿cómo ve usted el proyecto europeo en el año que, como usted ha dicho, se cumple el 60º aniversario del Tratado de Roma?

Presidente.- ¿La segunda es cómo van a influir los resultados del Reino Unido en el "Brexit"?

P.- Sí.

Presidente.- La circunstancia de que la primera ministra británica haya decidido convocar elecciones yo tengo que tratarla con respeto. Es un derecho que tiene como primera ministra y a mí no me gustaría que nadie fuera de España me discutiera una decisión como esta. Lo que yo sí puedo decir es que a mí no me gustó que hubiera un referéndum sobre el "Brexit", que no me gustó que el resultado del referéndum fuera el que todos conocemos, que creo que eso es una muy mala noticia y que el período de negociación de la salida va a ser muy complicado.

De todos los temas que están planteados ahora fuera de España y que pueden generar incertidumbres o problemas, para mí este es el más preocupante y para nosotros es importante, porque son veintidós millones de turistas que vienen a España; es el primer país del mundo de donde viene la gente a nuestro país; es el primer destino de nuestras inversiones fuera; el primer país del mundo donde más invertimos es el Reino Unido. Hay ciento y pico mil españoles trabajando en el Reino Unido. A veces se dice: "es que los españoles se han tenido que ir fuera". Somos el noveno país; hay más franceses, alemanes e italianos en el Reino Unido que españoles; y, por supuesto, polacos y rumanos; polacos hay ochocientos mil. Pero es que aquí viven muchos más británicos que españoles en el Reino Unido, que también tienen sus dificultades y sus problemas.

Ese es un tema que está ahí, ya veremos cómo lo hacemos, pero no es fácil.

Segundo asunto, ¿cómo pueden influir los resultados? Depende de cuáles sean pero, si hay algún partido, que supongo que lo habrá, y me consta que lo hay, que lo que está planteando es la permanencia en Europa, influiría, en mi opinión, de manera muy positiva en el pueblo británico y en el conjunto de los pueblos de toda Europa. No sé si eso se va a producir ni sé exactamente cuáles son las razones para ello; pero nosotros tenemos que ser conscientes de que hasta que las elecciones no se celebren no se puede empezar a hablar en serio del tema.

Lo que sí tengo que decir es que la Unión Europea tiene claro lo que tiene que hacer; que los veintisiete países nos hemos puesto de acuerdo; que vamos a apoyar al negociador, que es el señor Barnier; que vamos a actuar de manera conjunta y que no es lo mismo estar en Europa que irse de Europa, y eso es inevitable que se plasme en algo.

En tercer lugar, Francia. Francia es una excelente noticia, igual que ya fue una excelente noticia el resultado de las elecciones en Holanda. Si en Francia se produce una situación, como se nos anunciaba por alguno de los candidatos que se presentaron a las elecciones, de abandonar el euro o someter a un referéndum la propia permanencia de Francia en la Unión, comprenderán ustedes que la situación podría ser letal. Por tanto, creo que es un mensaje enormemente positivo que, unido a lo que les decía antes de la previsión que nos transmitió el propio presidente del Banco Central Europeo en diciembre último de buenas perspectivas económicas para Europa, nos debe animar a todos. Por tanto, buena noticia y, a partir de ahí, creo que debemos continuar trabajando con intensidad.

Por último, el proyecto europeo y los sesenta años que conmemoramos en Roma. Yo soy un incondicional del proyecto europeo. Siempre digo una cosa: en los sesenta años anteriores al Tratado de Roma en Europa hubo dos guerras mundiales y desde entonces Europa se convirtió en un espacio de paz, de democracia, de libertad y de derechos humanos.

Hay una cierta tendencia por parte de algunos, que se la compran muy a menudo, porque lo que no va bien normalmente se vende mejor que lo que va bien... Pero yo tengo que recordar aquí lo que es Europa: Europa es la primera potencia comercial del mundo, la primera; Europa es la primera potencia económica del mundo --ahí, ahí, estamos con Estados Unidos-- y Europa tiene un modelo de bienestar, de sistema de pensiones público, de sanidad y de educación que no existe fuera de Europa. Puede existir en dos o tres países aislados, pero miren ustedes los continentes que tenemos debajo, al este y al oeste, con un océano por el medio. Europa tiene unas infraestructuras de primera; Europa es democracia, es paz, es libertad y es derechos humanos, y Europa es una región del mundo a la que todo el mundo quiere venir. No conozco a nadie que se quiera ir de Europa, hablando en magnitudes importantes.

Por tanto, lo que dijimos en Roma es esto, primero; y, en segundo lugar, y de cara al futuro, dijimos dos cosas: tenemos que ser más eficaces a la hora de resolver los problemas de la gente. ¿Cuáles son los problemas de la gente en Europa, no necesariamente coincidentes en todos los países? El primero, en toda Europa, curiosamente, era el de la inmigración por razones económicas y el tema de los refugiados; el segundo era el terrorismo --aquí nos ha golpeado mucho, pero en los últimos tiempos ha golpeado, y muy duramente, en muchos de los países de nuestro entorno--, y el tercero era el crecimiento económico, el empleo y el bienestar. Esas son las prioridades que se fijaron para los próximos años.

Y, en segundo lugar, además de esas prioridades, se dijo: hay que seguir avanzando en el proceso de integración europea. Es muy importante la política de defensa. Tenemos que tener, compatible con la OTAN, una política de defensa europea y tenemos que integrarnos más en la política exterior. En el tema de Siria, Europa tiene que estar allí y hablar con voz propia; no lo pueden resolver solo otros.

Luego, también es muy importante continuar avanzando en la Unión Monetaria. El gran debate de los próximos tiempos es si va a haber un Presupuesto europeo y si va a haber unos eurobonos. Este es el gran debate que se va a plantear y requerirá cumplir determinados requisitos, etcétera; pero eso es por donde yo creo que van a ir los tiros y es lo que me parece más lógico y más razonable.

P.- ¿Cómo prevé que sean las relaciones a nivel institucional con Estados Unidos de América en los próximos años? ¿Cree usted que la reciente política proteccionista supone un riesgo para las empresas españolas?

Presidente.- Lo primero que es bueno que tengamos claro es que todos respetemos las decisiones que adopta la gente. Eso forma parte del abc de la democracia.

Yo he tenido dos conversaciones con el presidente de Estados Unidos desde que fue elegido presidente y las conversaciones se produjeron en unos términos muy razonables. Le manifesté nuestra voluntad de tener las mejores relaciones de todo tipo posibles, él hizo una afirmación similar e, incluso, me dijo que, cuando quisiera, fuéramos a la Casa Blanca; ya fijaremos una fecha en el futuro.

Voy a decir cómo veo yo las cosas.

Desde el punto de vista de la OTAN y la política exterior, no veo que se hayan producido cambios sustanciales. El presidente de Estados Unidos ya ha recibido al presidente de la Autoridad Palestina y al presidente de Israel.

Desde el punto de vista del comercio, se estaba negociando, con muchas dificultades, un Acuerdo de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea. Para mí es capital. Si ese Tratado de Libre Comercio se pudiera poner en marcha, creo que el PIB europeo y el número de empleos subiría y mucho. Además, será inevitable; a lo mejor, no se produce ahora, pero se producirá dentro de equis años. Ir contra la evolución natural del mundo es una excelente forma de perder el tiempo. Es verdad que se puede retrasarla pero, al final, no conduce a nada.

Nosotros, en la Unión Europea, hemos cerrado ya un acuerdo con Canadá; creo que se puede cerrar el acuerdo con Japón y pienso que el acuerdo con MERCOSUR puede darnos buenas noticias o pueden producirse avances significativos antes, incluso, de fin de año. Estuve el otro día en Brasil; hay voluntad política en MERCOSUR de hacerlo, en Brasil y Argentina, que son los países más importantes --también estuve en Uruguay, y así me lo manifestaron-- porque ha cambiado el Gobierno --hay que decirlo, antes las cosas eran diferentes-- y hay ya voluntad política en la Unión Europea también de llevarlo a cabo.

Por tanto, podemos tener esos tres acuerdos comerciales pronto.

Vamos a ver cómo evoluciona el de Estados Unidos. Hay una negociación Estados Unidos-Canadá-México, como ustedes conocen; yo no voy a entrar, como es natural, en este asunto. Ayer estuvo el presidente de Costa Rica aquí y me dijo que sus relaciones comerciales con Estados Unidos no se habían visto modificadas para nada. Por tanto, yo creo que debemos ser optimistas-realistas defendiendo nuestras posiciones, pero lo que es evidente es que hoy el mundo es un mercado y cada vez lo va a ser más. Y que para España es fundamental, porque la historia demuestra que, cuando España sale fuera, le van las cosas bien, como ha quedado acreditado por última vez en esta crisis de la que ya estamos recuperándonos.

P.- Para cumplir el horario, dejamos aquí ya las preguntas. Clausuramos la segunda parte de la Asamblea y pasamos. Antes, agradecer al presidente del Gobierno otra vez por su visita y sus palabras, y contestar a las preguntas.

Muchísimas gracias, presidente.

Presidente.- Muchas gracias.