Conferencia de prensa del presidente del Gobierno después de la reunión del Consejo Europeo

Presidente.- Señoras y señores, buenas tardes. Comparezco ante ustedes para informar sobre la reunión ordinaria de otoño del Consejo Europeo.

Tal y como figura en el Documento de Conclusiones adoptado en esta reunión, los temas que hemos tratado son: migraciones, Agenda Digital, seguridad y defensa, relaciones exteriores y "Brexit". También hemos debatido el futuro de la Unión Europea y los próximos pasos que deberemos tomar para seguir avanzando en nuestro proceso de integración.

El Consejo Europeo ha otorgado especial importancia a la cuestión migratoria, que constituye, como saben, uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo. Valoramos favorablemente que estas Conclusiones pongan el énfasis en la dimensión exterior de este fenómeno y, muy particularmente, en el diálogo y la cooperación con los países de origen y tránsito de los flujos migratorios. Este enfoque, que España siempre ha defendido, está siendo eficaz, como demuestra la reducción de los flujos en el conjunto de la Unión Europea en casi un 70 por 100.

El Consejo Europeo ha acordado hacer un seguimiento estrecho de las rutas occidental y oriental del Mediterráneo a la luz del reciente incremento de flujos en ellas. Asimismo, ha prestado particular atención a la ruta del Mediterráneo central, la principal vía de entrada en la Unión Europea. En este sentido, he tenido ocasión de transmitir a mi homólogo italiano, Paolo Gentiloni, mi satisfacción por la reducción en el número de personas que han fallecido y en el número de entradas irregulares a lo largo de este año.

Me gustaría destacar que desde el año pasado las operaciones marítimas de la Unión Europea en el Mediterráneo, en las que España, como saben, lleva a cabo un importante despliegue de recursos, rescataron a 155.000 personas.

También hemos hecho un llamamiento a aumentar las contribuciones al Fondo Fiduciario para África, cuyo principal objetivo es combatir las causas profundas de la migración, creando oportunidades económicas, especialmente para los jóvenes, así como luchar contra las redes de inmigración irregular en cooperación con nuestros socios. España ha anunciado que en breve aumentará su contribución a dicho Fondo. Estamos convencidos de que, mientras subsistan el subdesarrollo y la falta de oportunidades en África, continuará la migración irregular.

Este Consejo Europeo también ha dedicado, como saben y les recordaba al principio, su tiempo a la Agenda Digital. La digitalización es una cuestión clave para la competitividad de nuestras economías y el bienestar de los ciudadanos. Europa no puede quedarse atrás y por ello es necesario avanzar y tomar decisiones.

Un primer debate sobre estos temas se produjo hace unas semanas en la Cumbre de Tallin y, precisamente de cara a dicha Cumbre, España presentó un documento, junto con Francia, Alemania e Italia, en el que identificamos tres ejes de actuación.

El primero, establecimiento de unas reglas de juego equilibradas. Esto afecta, tanto al ámbito fiscal, como a la normativa en general. En el ámbito fiscal, la fiscalidad --pensamos-- debe gravar igual los productos y servicios, con independencia de si son o no digitales, y, además, debe tener en cuenta el lugar donde las empresas generan beneficios y no tanto el lugar del establecimiento físico.

En segundo lugar, poner en marcha actuaciones concretas para impulsar lo digital; por ejemplo, en ámbitos como infraestructuras, formación o impulso a la creación de plataformas europeas.

Y, en tercer lugar, garantizar un entorno digital seguro que promueva la confianza. Para ello es fundamental una regulación adecuada del uso de los datos y fomentar la ciberseguridad.

Durante la cena de ayer tuvimos oportunidad también de hablar sobre el comercio. El comercio es un elemento esencial para el crecimiento económico y la creación de empleo. En este sentido, los acuerdos comerciales son un instrumento fundamental. Por eso, mi Gobierno defiende que la Unión Europea concluya acuerdos ambiciosos y equilibrados que extiendan los estándares europeos al resto del mundo. En particular, para España es prioritario el Acuerdo con MERCOSUR, así como la modernización del Acuerdo con México.

Además, hemos tratado, como en anteriores Consejos, los asuntos de seguridad y defensa. En esta ocasión, hemos tratado todos aquellos aspectos que están destacados en la Agenda Europea, como la cooperación estructurada permanente --la PESCO--, que podría establecerse en los próximos meses y que esperamos impulse esta renovada política común de seguridad y defensa. España desde el principio se encuentra entre los países más activos en la definición de esta cooperación y quiere formar parte de ella. Creemos que con la PESCO podremos desarrollar juntos mejores capacidades para la defensa europea y ello redundará, sin duda, en una defensa mejor también en España.

También hemos abordado la crisis de proliferación nuclear provocada por el comportamiento irresponsable de las autoridades de Corea del Norte. En este contexto, hemos exhortado nuevamente a esas autoridades a cumplir las obligaciones impuestas por el Consejo de Seguridad y abandonar todos sus programas nucleares y balísticos.

Asimismo, nos hemos felicitado de la reciente adopción por el Consejo de Asuntos Exteriores el pasado 16 de este mes de un conjunto de medidas restrictivas autónomas de la UE, que ha actuado así de forma decidida para complementar y reforzar el régimen de sanciones establecido en el marco de las Naciones Unidas.

Tratamos, igualmente, el acuerdo nuclear con Irán. España siempre ha defendido el Plan de Acción Integral Conjunto aprobado por unanimidad en la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Constituye un elemento clave de la arquitectura de no proliferación nuclear y es fundamental para la seguridad de la región. Debemos seguir siendo firmes en el seguimiento de su aplicación, que ha verificado satisfactoriamente. La Unión Europea y sus Estados miembros hemos expresado continuadamente nuestra voluntad de jugar un papel constructivo para garantizar un entorno regional más estable, pacífico y seguro.

Esta mañana hemos tenido un desayuno de trabajo para debatir sobre el futuro de Europa. Este desayuno se inscribe en la Agenda de Líderes que ha puesto en marcha el presidente Tusk, que considero una iniciativa muy positiva. En las últimas semanas, hemos contado con otras aportaciones y es importante --así lo pensamos todos-- dar un impulso político a los temas más relevantes para el futuro de Europa.

Mi posición sobre este asunto es conocida: necesitamos más y mejor integración. Estoy convencido de que la Unión Europea ha sido, es y seguirá siendo una fuente primordial de bienestar para los ciudadanos. Debemos continuar trabajando para su reforzamiento y respondiendo a las preocupaciones de la gente, como la lucha contra el terrorismo. A tal efecto, los jefes de Estado y jefes de Gobierno hemos acordado intensificar nuestro trabajo conjunto.

Un desafío fundamental para el futuro de Europa es la reforma de la Unión Económica y Monetaria. Debemos asegurar que el euro funciona bien y que sus beneficios llegan a todos. Esto ha sido destacado como una prioridad por el presidente Tusk y estoy completamente de acuerdo. El euro debe avanzar hacia la Unión Fiscal, con un presupuesto común, un ministro de Finanzas y eurobonos.

En otro orden de cosas, la primera ministra del Reino Unido y el negociador jefe, Michel Barnier, nos han informado hoy sobre el estado de las negociaciones para el "Brexit", a la luz del discurso de la primera ministra en Florencia el pasado 22 de septiembre. Hemos dado la bienvenida a los recientes avances en esta negociación de capital importancia. También hemos acordado evaluar el desarrollo de la negociación en nuestra próxima reunión de diciembre, para determinar si es posible empezar a tratar el marco de futuras relaciones y las eventuales medidas transitorias. En las próximas semanas se llevarán a cabo preparativos internos, a 27, a tal efecto.

He insistido, como vengo haciendo desde el principio, en que la máxima prioridad deben ser los derechos y los intereses de los ciudadanos. Debemos proporcionarles certeza y minimizar el impacto de esta decisión política en sus vidas. La unidad de los 27 es fundamental para asegurar la mejor defensa de nuestros intereses. En este sentido, el negociador de la Unión, Michel Barnier, cuenta con nuestro pleno apoyo y confianza.

Finalmente, quisiera destacar que en este Consejo Europeo se ha planteado la posibilidad de activar el Fondo Europeo de Solidaridad para contribuir a la reparación de los enormes daños causados por los incendios que recientemente han golpeado Portugal y España. El primer ministro Costa y yo hemos acordado trabajar conjuntamente para movilizar dicho Fondo. La solidaridad es uno de los principios fundamentales de la Unión Europea. Vamos a hacer todo lo posible, sin perjuicio de las medidas que cada uno en su país adopte cuando lo estime oportuno y conveniente -nosotros, en la próxima semana--; sin perjuicio de eso, repito, los dos primeros ministros vamos a hacer todo lo posible para que nos ayude a hacer frente a la devastación causada por estos terribles incendios.