Reunión del Consejo Europeo

Intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

15.12.2017

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Bruselas (Bélgica)

Señoras y señores, muy buenos días y muchas gracias por su asistencia.

Permítanme que para comenzar esta intervención traslade mi pésame y mis condolencias a las familias de las tres personas asesinadas ayer en Teruel: los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero, y el civil José Luis Iranzo.

Ha sido un suceso terrible que nos ha conmocionado a todos y más duro si cabe por la juventud de las víctimas y la fechas en las que ha ocurrido. Quiero felicitar a la Guardia Civil por la detención del presunto asesino que, según hemos sabido, también habría acabado con la vida de otros agentes en Italia. Así me lo ha transmitido esta mañana, junto con su más sentido pésame, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.

Señoras y señores,

Como ustedes saben, acaba de concluir el último Consejo Europeo de este año y, como también saben, ha tenido una amplia agenda: la seguridad y la defensa; la dimensión social, la educación y la cultura; la política migratoria; el cambio climático; cuestiones de relaciones exteriores; la Unión Económica y Monetaria, y, finalmente, el "Brexit". Las discusiones han sido intensas y fructíferas.

Paso a hablar de la Política Común de Seguridad y Defensa.

Como saben, en este Consejo hemos dado la bienvenida al lanzamiento de la Cooperación Estructurada Permanente, la PESCO; un nuevo marco ambicioso e inclusivo para invertir en la seguridad y en la defensa de la Unión y de sus ciudadanos. Con esta nueva iniciativa, mejoraremos nuestras capacidades de defensa y nuestra disponibilidad para las operaciones militares; unas mejoras de las que también se va a beneficiar la OTAN reforzando el pilar europeo de la Alianza Atlántica que sigue siendo la pieza clave de nuestra defensa colectiva. España quiere construir la Europa de la Defensa a favor de la OTAN.

España está en el grupo de cabeza y, de hecho, continuamos trabajando con los otros tres países copatrocinadores de la PESCO en esta y otras iniciativas en materia de defensa europea. Todo esto se plasma también en proyectos concretos de los que se beneficiará nuestra industria de defensa. Así, en esta misma línea, impulsamos el Programa Europeo de desarrollo industrial en materia de defensa, destinado a respaldar la competitividad y la capacidad de innovación de nuestra industria, y a incentivar la capacidad transfronteriza de nuestras pequeñas y medianas empresas.

Con estas y otras medidas abordadas en esta Consejo esperamos fortalecer la Unión y también nuestra defensa nacional.

Hemos abordado también en este Consejo la dimensión social, la educación y la cultura, dando continuidad a los debates que tuvieron lugar en la Cumbre Social de Gotemburgo celebrada el pasado 17 de noviembre.

Tras superar la crisis económica, en el actual proceso de reflexión sobre el futuro de Europa la máxima prioridad deben ser los ciudadanos. No podemos ignorar las cifras que muestran que claramente que el desempleo y las desigualdades sociales se sitúan entre las principales preocupaciones de nuestros ciudadanos y es prioritario, por tanto, dar respuesta a sus inquietudes.

En el Consejo Europeo hemos recapitulado las reflexiones realizadas en Gotemburgo en el capítulo social, con especial referencia al Pilar Europeo de Derechos Sociales.

Hemos tratado también el Plan de Acción para abordar la brecha salarial de género entre hombres y mujeres para 2018-2019. Aunque queda trabajo por hacer, seguimos avanzando en este campo. Durante los últimos años la brecha salarial en España se ha reducido cuatro puntos y ahora mismo se sitúa por debajo de la media europea y en mínimos históricos.

Además, hemos convenido la necesidad de profundizar en la mejora de las capacidades de los ciudadanos europeos, en un contexto marcado por la globalización y el cambio tecnológico.

El diálogo sobre la educación y la cultura se ha enmarcado dentro de la Agenda de Líderes impulsada por el presidente Tusk y se ha desarrollado conforme al nuevo método de trabajo acordado durante la Cumbre de Tallin del pasado 28 de septiembre. En virtud de los Tratados, los Estados miembros son los principales responsables en educación y la cultura, pero la Unión puede desempeñar un papel relevante de apoyo y coordinación en estas materias. Por ello nos hemos centrado en una serie de iniciativas dirigidas a mejorar la movilidad e intercambios de nuestros jóvenes y estudiantes, entre ellas el refuerzo del programa Erasmus Plus. España es el país de Europa que más universitarios Erasmus recibe, ocupando esta primera posición de manera ininterrumpida desde 2001.

También en el ámbito de la educación y la cultura, hacemos un llamamiento a plantear propuestas para otras iniciativas en el terreno de la digitalización y la mejora de las condiciones para el desarrollo de las industrias culturales y creativas europeas, y la movilidad de sus profesionales.

En otro orden de cosas, el Consejo Europeo ha valorado positivamente la Cumbre del Cambio Climático que ha tenido lugar en París esta misma semana.

España mantiene un compromiso firme en la lucha contra el cambio climático. El pasado 12 de enero, nuestro país depositó el instrumento de ratificación del Acuerdo de París. También ha ratificado la Enmienda de Doha al Protocolo de Kioto, que establece el segundo período de compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero entre 2013 y 2020.

España está camino de cumplir sus objetivos de reducción de emisiones para 2020: en 2016 se redujeron las emisiones de gases de efecto invernadero en un 3,5 por 100 respecto a 2015. De cara a los compromisos de España en 2030, se está trabajando en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que pretendemos presentar el próximo año en las Cortes.

Como saben, el Consejo Europeo ha otorgado especial importancia a la cuestión migratoria. Ha subrayado la importancia de la dimensión exterior de la política migratoria y la cooperación con los países de origen y tránsito, que son nuestros socios indispensables para afrontar este reto, tal y como España viene promoviendo. La migración presenta múltiples retos y requiere medios adecuados. En este sentido, he defendido que la financiación debe ser previsible, sostenida y suficiente.

En cuanto a la reforma del Reglamento de Dublín, España ha transmitido la necesidad de que dicha reforma se guíe por los principios de consenso y equilibrio entre solidaridad y responsabilidad: la reforma debe tener en cuenta la responsabilidad y los esfuerzos que asumimos aquellos Estados miembros que constituimos la frontera exterior de la Unión.

Una vez concluido ayer el Consejo Europeo ordinario, hoy hemos celebrado una Cumbre del Euro a 27 en formato abierto en la que han participado también los países no euro, salvo el Reino Unido. Esta reunión forma parte de la Agenda de Líderes impulsada por el presidente Tusk. Este impulso político es muy importante ya que, como siempre ha defendido España, la profundización de la Unión Económica y Monetaria es esencial para un euro fuerte y estable.

Así, en esta Cumbre, hemos discutido próximos avances en este ámbito. Lo más importante es completar la Unión Bancaria. Esta es una de las principales prioridades para España y por eso he defendido progresos concretos. En efecto, una vez que ya han entrado en funcionamiento los mecanismos europeos de supervisión y resolución de bancos, es el momento de impulsar los trabajos para la creación de un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos y para fortalecer el Fondo Único de Resolución con un fondo de apoyo común. Hemos acordado que los Ministros trabajarán en estas cuestiones en los próximos meses.

También hemos debatido sobre la posibilidad de transformar el Mecanismo Europeo de Estabilidad, el MEDE, en un verdadero Fondo Monetario Europeo, que mejore nuestra capacidad para responder a futuras crisis.

Además, y de cara al futuro, debemos continuar trabajando en otros elementos que son fundamentales para mejorar el funcionamiento de la Unión Monetaria. La posición española es esto es bien conocida. Mi Gobierno siempre ha defendido construir, en el largo plazo, una unión fiscal, con un presupuesto común, una autoridad única, un ministro, y eurobonos. En los próximos meses, continuaremos impulsando estas ideas junto con nuestros colegas europeos.

En la reunión del Consejo Europeo a 27, en su formación del artículo 50, se han adoptado las orientaciones presentadas por el presidente Tusk que, a la luz del informe conjunto adoptado por los equipos negociadores europeo y británico, han constatado que se han realizado los progresos suficientes en la primera fase de las negociaciones relativas a la retirada del Reino Unido de la Unión. Con base en estas orientaciones, el Consejo Europeo ha decidido proceder a la segunda fase de las negociaciones sobre el régimen transitorio y el marco de la relación futura con el Reino Unido.

Agradecemos los esfuerzos realizados por ambos equipos negociadores y reiteramos nuestro apoyo y nuestra confianza en el negociador jefe, Michel Barnier, y su equipo, así como el espíritu constructivo mostrado por la parte británica. Nuestra valoración del acuerdo alcanzado sobre la primera fase es favorable, sobre todo porque da especial importancia a la salvaguardia de los derechos e intereses de los ciudadanos, que es el objetivo primordial de las negociaciones.

Damos la bienvenida a este acuerdo, pero somos conscientes de que queda por delante la parte más compleja de la negociación, a saber, la negociación del período transitorio y del marco de la relación futura. Nuestros trabajos se guiarán por un objetivo muy claro: dar certidumbre y seguridad a los ciudadanos y a los agentes económicos.

Somos conscientes de que el Reino Unido ha manifestado su voluntad de retirarse de la Unión Europea, pero no de Europa. Esperamos que los trabajos que pronto comenzaremos sobre la relación futura nos permitan mantener una relación estratégica con ese socio imprescindible. El Consejo Europeo se reafirma en su propósito de establecer una estrecha asociación con el Reino Unido, una vez se haya retirado de la Unión.

En definitiva, y voy terminando, un Consejo con muchos asuntos, cada vez más cercanos y más importantes para la vida de los europeos.

Quiero volver a agradecer, por último, el gesto de los responsables de las instituciones europeas, Juncker, Tajani y Tusk, de donar el importe económico del Premio Princesa de Asturias a los damnificados por los gravísimos incendios forestales del pasado verano en España y Portugal. Cada vez más, Europa ha de significar, para sus habitantes, solidaridad, seguridad y crecimiento económico. Es labor de todos el conseguirlo.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)