Intervenciones de la canciller de la República Federal de Alemania y del presidente del Gobierno en la clausura del Encuentro Empresarial germano-español

Coloquio de Merkel y Rajoy con los representantes de las empresas alemanas y españolas

1.9.2015

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Berlín (Alemania)

P.- Represento al 70 por 100 del sector de las Pymes. Soy del norte de Westfalia y el 80 por 100 de las empresas asociadas trabaja en las Pymes en nuestro país. Tengo una pregunta y una petición que se dirige a la señora Canciller. Ayer dijo en televisión que en Alemania tenemos que ser un poco más latinos. Es una traducción libre que me permito. A lo mejor, algunas Directivas muy técnicas deberían quedar relegadas a un segundo plano, viendo la situación actual. Simplemente quería preguntarle sobre el salario mínimo. Nos ha costado doscientos mil puestos de trabajo en Alemania. Suspéndalo con cierta ligereza latina.

Señor Presidente, como empresa solamente tengo 65 empleados pero, no obstante, con mucho éxito he empleado una chica francesa de 23 años, que ahora trabaja en Alemania y no sufre el 25 por 100 de desempleo en su país. Pienso ahora emplear un español o una española, para luego beneficiar y crear un nuevo empleo en un nuevo mercado. ¿Qué piensa usted de esto?

Sra. Merkel.- Lo que dije es que, aparte del rigor alemán, también hace falta un poco de flexibilidad. Lo dije sin ninguna connotación regional.

No le puedo dar la esperanza de que el salario mínimo que acabamos de poner en marcha lo vayamos a cambiar. Por supuesto, ya hemos efectuado algunas modificaciones sobre el tiempo laboral. Sigue el debate, pero no va a cambiar el principio del salario mínimo.

Presidente.- Las expresiones o las palabras "rigor" y "flexibilidad" van íntimamente unidas, porque la flexibilidad es también una prueba de rigor.

En cuanto a que usted contrate una chica francesa y un español, realmente a mí me parece muy bien. ¿Qué quiere que le diga? Me parecería mejor si pudiera contratar más gente. Como he intentado señalar en mi intervención, el reto más importante que tiene España en estos momentos es la creación de empleo. Entre los años 2008 y 2011 se perdieron en nuestro país 3.400.000 puestos de trabajo. Fíjese todavía el esfuerzo y todas las cosas que tenemos que hacer.

Luego, paradójicamente, más del 10 por 100 de las personas que trabajan en España son extranjeros; hay gente de la Unión Europea y gente de otros lugares del mundo. Pero, desde luego, ése es el reto de mi Gobierno. Somos plenamente conscientes de que el crecimiento y la creación de empleo es lo que hace que los países puedan progresar, que las cosas vayan mejor. En nuestro país vemos ahora como la recaudación de las Administraciones Públicas, a pesar de que hemos bajado los impuestos, está mejorando y está mejorando porque hay más actividad y porque hay más empleo, y menos desempleo, y por tanto hay que gastarse menos dinero en el desempleo.

Por tanto, a mí me parece muy bien lo que está haciendo usted. Coincido en su afirmación inicial sobre las Pymes. También en España el 80 por 100 de los trabajadores por cuenta ajena lo hacen en una Pyme. Las grandes empresas tienen también su gran importancia, porque de ellas dependen también muchas pequeñas y medianas empresas. Pero es verdad que lo que, al final, da estabilidad a un país, da seguridad y da certidumbre es un amplio tejido empresarial y, sobre todo, un amplio tejido empresarial de Pymes. Los países que progresan son los que tienen empresas, porque las empresas son las que crean los puestos de trabajo, y los que estamos dedicados a gobernar los países lo que tenemos que hacer es generar condiciones para que sobre esos puestos de trabajo puedan las empresas hacer las cosas bien, a la mayor rapidez posible.

P.- Una reflexión desde la organización de las infraestructuras en España. El objetivo primordial de España de reducción de déficit público ha supuesto la introducción de reformas importantes en nuestro país y ello ha limitado la inversión pública en infraestructuras prioritarias, como el equipamiento público, logísticas, etcétera. Sería necesario que la Unión Europea facilitase la adopción de planes extraordinarios de infraestructuras que no tuvieran efecto en el incumplimiento del déficit público, en especial en países como España, que está cumpliendo sus obligaciones en tiempo y forma.

Por ello, y bajo esta perspectiva, les planteo qué acciones consideran que se podrían llevar a cabo para hacer más compatibles las exigencias de reducción del déficit público con el objetivo de relanzar la inversión en Europa.

Presidente.- Lo que dice usted es sustancialmente cierto. Nosotros en el año 2011 tuvimos un déficit público por encima del 9 por 100, lo cual suponía que teníamos que pedir en el mercado noventa mil millones de euros, en una situación en la que se discutía la propia existencia del euro, se hablaba del euro a dos velocidades, la prima de riesgo de España superaba los seiscientos puntos básicos y por el bono a diez años pagábamos más del 7 por 100. Era una situación de extrema dificultad.

Nosotros hemos tenido que reducir el déficit público, porque no se puede vivir permanentemente con unas cifras de déficit como ésa, ¿no?. De hecho, en los Presupuestos para el año que viene, 2016, que hemos presentado, el objetivo de déficit que planteamos es ya del 2,8 por 100 para salir del procedimiento de déficit excesivo. Y han sido la consolidación fiscal y las reformas estructurales las que nos han permitido levantar la cabeza.

Es verdad que eso ha generado muchos problemas y muchas dificultades, porque hemos tenido que reducir mucho el gasto público. Realmente, solamente hubo dos partidas donde no aplicamos la reducción: la primera fue la partida de pensiones y la segunda fue el seguro de desempleo; pero nos hemos gastado en seguro de desempleo treinta mil millones de euros al año. Lógicamente, ahora está bajando porque se están generando puestos de trabajo. Pero aun así hemos intentado mantener un cierto nivel en las inversiones públicas. Es verdad que no son otros tiempos, pero yo estaba en Galicia este domingo y, repasando algunas notas, solamente en Galicia invertimos en la Alta Velocidad 3.500 millones de euros a lo largo de esta Legislatura, porque se trata de terminar la Alta Velocidad. Y en la Alta Velocidad de la Y vasca, que es otra de las grandes prioridades, también hacemos inversiones fuertes.

Ahora bien, lo que usted ha planteado, según me ha parecido entender, es: ¿se puede hacer un procedimiento en el cual las inversiones no cuenten en el déficit público a efectos de la Comisión? De esto hemos debatido mucho, pero también se ha planteado con los gastos de defensa, por ejemplo, porque, si queremos estar, tenemos que invertir en defensa. Lógicamente, ha sido otra de las partidas donde hemos tenido que reducir los gastos.

Yo creo que lo más importante, al menos lo que yo me he fijado como objetivo después de la experiencia que he podido acumular a lo largo de los años… De lo que se trata es de intentar hacer las cosas bien en nuestro país y, si ya nos ponemos el año que viene en un déficit por debajo del 3 por 100, ya, a partir de ahí, va a aumentar la recaudación, vamos a poder hacer más inversión, va a haber empleo y se van a generar más recursos.

Por tanto, yo creo que en este momento ése ya no es el tema más importante. Creo que lo más importante ahora es seguir con las reformas --es lo más importante; en el papel que nos han dado lo he ojeado así, por encima, ahí se plantean unas cuantas cosas que son importantes-- y, si uno sigue con las reformas y se preocupa de hacer las cosas bien, todo lo demás vendrá por añadido, porque lo demás son cosas de corto plazo. Si se puede hacer, a mí me vendría bien. ¿Qué quiere que le diga? Pero lo importante es ser capaz de hacer en tu país lo que tienes que hacer.

P.- Soy Ana Botín, del Banco Santander. Somos el mayor banco de la Eurozona. Estamos en diez países, con 185.000 empleados; entre ellos, Alemania, donde tenemos más de cinco mil empleados y seis millones de clientes.

Hemos comentado antes, en la discusión empresarial, que, además de hacer y pensar cuál es la Europa que queremos en el ámbito de la educación, de las infraestructuras, del modelo de Estado y de regulación, también es importante tener campeones globales europeos, y hoy los tenemos. Los tenemos en distintos sectores: el financiero, el de comunicaciones o el industrial. Y la pregunta es muy fácil, muy sencilla; es: ¿es esto importante en la agenda de los Gobiernos? ¿Cómo Europa, en el nuevo modelo económico, conseguimos tener empresas líderes en ese mundo digital? Es la primera pregunta.

Y la segunda es: ¿cómo desde el sector empresarial podemos ayudar a los Gobiernos a entender qué es lo que hay que hacer para digitalizar, para conseguir que empresas como Santander, como Telefónica, Volkswagen, podamos competir, en concreto con las empresas americanas, en este nuevo entorno? ¿Cómo podemos ayudar?

Sra. Merkel.- Los dirigentes de Telefónica están contentos.

P.- Es una pregunta que le hubiera gustado hacer a Cesar, pero ha delegado en mí para hacerla.

Sra. Merkel.- Sí, está bien; ha delegado en otra persona.

Bromas aparte, el presidente francés, François Hollande, y yo tuvimos una reunión con la Mesa Redonda Europea y el presidente de la Comisión para, justamente, evocar este tema de la digitalización y también ejercer presión en cuanto a la aceleración de la legislación europea. Tenemos el paquete de telecomunicaciones que, por lo menos, va por buen camino y el Reglamento de base sobre Protección de Datos que ahora tiene que ser aprobado por los ministros competentes. En ambos casos tenemos que velar por que el Parlamento reconozca las necesidades de la digitalización de los datos y que no vea en el tratamiento de datos sólo un problema de protección de estos datos, sino también la posibilidad de crear productos nuevos, nuevas cadenas de creación de valor.

Hemos tenido un intenso debate con la Comisión y también con las empresas para decir que nos hacen falta reglas muy diferentes para dejar claro que esto lo vemos como un modelo de crecimiento y para poder sacar las conclusiones correctas. Se trata también de cuestiones del derecho de ayudas públicas, de tener el enfoque bueno en la perspectiva de crecimiento y campeones, como usted dice. Entre las grandes empresas de internet no hay ninguna empresa europea. En cuanto a la producción industrial y la digitalización, a la que llamamos Digitalización 4.0, aquí, en Alemania. si quieren volver a ser líderes todos los que ahora son productores industriales en la actualidad y no ser el taller de aquellos que manejan los datos, eso es algo que tenemos que impedir, porque de eso depende la prosperidad de Europa.

Como Primeros Ministros, en el Consejo Europeo siempre hemos dicho, una y otra vez, que la Agenda Digital debe ser un tema central y en octubre volveremos a reunirnos. La Comisión ha atendido muchos de los deseos formulados por los empresarios y lo vamos a continuar en París en octubre, y vamos a hacer lo que es necesario.

P.- Represento al Instituto de Economía Alemana, en Colonia. Mi pregunta va dirigida al señor Rajoy. Ahora hemos escuchado la importancia de los campeones europeos dentro de España y de Europa. Mi pregunta va dirigida hacia otro grupo de empresas, las Pymes.

Hemos podido escuchar antes al señor Garamendi la importancia vital que tienen las Pymes para España y, tanto el Fondo Monetario Internacional, como otras organizaciones, dicen que las Pymes en España tienen una productividad más bien baja en comparación con otras economías de Europa; no por falta de espíritu de trabajo, que no tiene nada que envidiar, sino por otras razones. Y, debido a la importancia que tienen las Pymes para toda la economía española, me gustaría saber qué medidas piensan tomar para aguantar la productividad de esas empresas para hacerlas más competitivas.

Presidente.- Hay muchas medidas, que son las generales de la economía, que producen beneficio para todos: para las grandes empresas, para los ciudadanos y también para las pequeñas y medianas empresas. Una circunstancia en la que haya actividad económica y aumente el consumo y la inversión, evidentemente, va a beneficiar a una Pyme.

Yo creo que las Pymes tienen, sin duda alguna, muchas dificultades todavía en España. Hemos tomado ya decisiones importantes a lo largo de los últimos tiempos, sobre todo en materia fiscal y en materia de bonificaciones de cuotas a la Seguridad Social, que es muy importante. Y realmente donde creo que debíamos incidir en el futuro era, sobre todo, en todos los temas de formación.

Hoy en día la formación es capital. España es un país en el cual tres cuartas partes de sus alumnos son estudiantes universitarios y sólo una cuarta parte han hecho Formación Profesional. Hoy en España hay muchas empresas, grandes, pero también pequeñas y medianas, que, paradójicamente, en un país con un elevado nivel de paro, no encuentran gente cualificada para determinadas funciones.

Hemos puesto en marcha, y está funcionando muy bien y en muy poco tiempo, la Formación Profesional Dual, que aquí conocen muy bien; hemos venido a verla aquí y también a Austria. Sin duda alguna, estos temas van a ayudar a la mejora de la productividad de las pequeñas y medianas empresas. Desde luego, el conocimiento es un tema capital, y las habilidades, el saber, es lo que al final lleva al progreso.

Hemos incrementado también el número de estudiantes de Formación Profesional en sólo tres años en un número importante, y creo que ya hemos conseguido llevar a la sociedad española a la idea de que ser un estudiante de Formación Profesional, al final, a lo que puede llevar es a tener una vida con mayores posibilidades de trabajar y con mayores posibilidades de producir y, por tanto, de vivir mejor.

Yo creo que, fundamentalmente, el tema de las Pymes es un problema de que se necesita mayor formación y se necesita una mayor cualificación, aparte de todas las decisiones de tipo fiscal. Nosotros hemos creado tarifas planas a la Seguridad Social de cincuenta euros y para todas las empresas que contraten los primeros quinientos euros de sueldo no pagan Seguridad Social. Todo eso ayuda, pero creo que el tema más importante hoy es el de la formación y mejorar la cualificación.

P.- Represento a la Confederación de la Industria Farmacéutica en Alemania, Señor Presidente, uno de los motores de la industria española hoy en día, aparte del turismo y de los servicios, es la industria del ladrillo, según acabo de leer hace poco. ¿Qué planes tiene el Gobierno en España para incrementar las inversiones en Investigación y Desarrollo, en las Pymes sobre todo, que es lo que crea en realidad empleos de alta calidad, y no caer en patrones que en el pasado agravaron la crisis de 2008?

Presidente.- Hoy en día el ladrillo en España está de capa caída. Es verdad que ha mejorado un poco con respecto a los últimos años, pero la construcción ha tenido una aportación muy negativa en nuestro Producto Interior Bruto. Sin embargo, este año, ya no; este año se está recuperando la construcción y, siempre y cuando se hagan las cosas de una manera razonable, sin duda alguna es un dato muy positivo. Yo, al menos, así lo veo.

España no vive del ladrillo, como no vive del turismo. Nosotros, como he señalado antes, somos el segundo país europeo que más nivel de exportación tenemos en relación con el Producto Interior Bruto, sólo superados por Alemania. Y España lo que exporta es, primero, bienes de equipo, que es lo que más exportamos, y, luego, a una distancia muy grande, pelean el segundo puesto los productos químicos, el automóvil y la industria agroalimentaria. Y España, también en servicios, como he señalado en mi intervención, no es sólo turismo; tiene un nivel de exportación muy fuerte en otro tipo de servicios diferentes. La nuestra es una economía muy diversificada. El equivalente al 46 por 100 de nuestro PIB está invertido por empresas españolas fuera; hace no muchos años era el 5 por 100.

Por tanto, no puedo aceptar la afirmación de que España viva de la construcción, y sobre todo en los últimos años, donde no se ha construido nada después de los problemas que tuvimos.

Otra cosa distinta es que no haya que hacer un esfuerzo en materia de I+D+i. Eso, sin duda alguna, igual que la formación, la cualificación, es fundamental para las Pymes y para las no Pymes.

Tuvimos que hacer, como he señalado antes y es sabido, un gran esfuerzo de consolidación fiscal y, como he dicho antes, hemos tenido que reducir todas las partidas presupuestarias. Pero una de las grandes prioridades, tanto del Presupuesto de este año 2015 como del del año 2016, del que ya he dicho antes que ya hemos hecho el debate de totalidad, es recuperar el gasto en I+D+i. Y somos plena y absolutamente conscientes de que buena parte de nuestro futuro nos lo jugamos ahí porque, al final, el que innove, el que sepa y el que tenga conocimientos, es el que va a triunfar.

Por tanto, ésa es una de las prioridades del Gobierno. No hemos podido los años 2012 y 2013 atenderla como nos hubiera gustado; pero de la misma manera que no hemos podido atender tantas y tantas partidas presupuestarias que eran importantes.

Pero, insisto, lo del ladrillo, eso no es cierto. No vivimos de la construcción, ha bajado mucho en los últimos tiempos y España es un país, vuelvo a señalar, con una economía muy diversificada. Y lo primero que exportamos son bienes de equipo, que se producen en nuestro país, por tanto.