Intervención de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero

29.3.2019

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Portavoz.- Muchas gracias, ministra. Ahora pasamos la palabra a la ministra Montero.

Sra. Montero.- Muchas gracias. Buenas tardes a todos y a todas. Como ya ha explicado la ministra Portavoz, efectivamente, el Consejo de Ministros ha analizado en el día de hoy los datos de ejecución presupuestaria del año 2018, que como es preceptivo, serán remitidos a las autoridades europeas en esta misma mañana.

Los datos que hemos conocido hoy indican que España ha crecido más de lo que esperábamos en el año 2018 y ha reducido su déficit también más de lo previsto por organismos independientes y por organismo internacionales.

De hecho, las cifras que hemos presentado muestran claramente que España sigue avanzando en la consolidación fiscal. Les recuerdo que cuando este Gobierno empezó su gestión la previsión era que el déficit del Estado se situara en el 2,7% del PIB en 2018 e incluso algunos organismos internacionales apuntaban a cifras superiores.

Puedo anunciarles, por tanto, que el déficit del conjunto de Administraciones Públicas finalmente se ha situado en el 2,63% del PIB frente al 3,03 por ciento del año anterior.

Así, podemos afirmar que el saneamiento de las cuentas públicas ha sido superior al previsto, los números -ustedes tendrán conocimiento de ellos con detalle a lo largo del día de hoy, que se irán publicando las diferentes estadísticas, básicamente por la Intervención General del Estado- decía que estos números reflejan que se ha combinado la reducción del déficit sin poner en riesgo el crecimiento económico y sin dejar a nadie atrás.

El dato que se publica certifica que España abandonará el procedimiento de déficit excesivo en el que estaba inmerso desde el año 2009.

Por tanto, cumplir con el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea y bajar del umbral del 3%, dota a España de mayor credibilidad y la sitúa en una mejor posición competitiva.

También, quiero recordar de dónde partimos para llegar a esta cifra. Recuerdan que el punto de arranque son unos Presupuestos de 2018, elaborado por el anterior Ejecutivo, que fueron cuestionados desde el principio por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea o el Banco de España. Todos esos organismos señalaron que el objetivo de estabilidad del 2,2% al que se obliga a España era irreal, y que no se cumplía en el proyecto de Presupuesto. Me parece importante resaltar este aspecto para que todos y todas tengamos claro cuál es el punto de partida. Por eso, quiero poner de relieve que la reducción del déficit del año 2018, al final, ha sido más intensa, como decía, de lo que pronosticaban la mayoría de los organismos.

Sin ir más lejos, el dato de cierre es una cifra inferior al 2,7%, que el propio Banco de España había estimado, hace apenas unos días, y que también proyectaban el Fondo Monetario Internacional o la Comisión Europea. También, la propia Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal elaboró un estudio a petición de este Gobierno, recuerdan ustedes que nada más llegar este Ejecutivo, en el que estimo que el déficit público cerraría en el 2,7%, e, incluso, en la valoración del Plan Presupuestario el que se remitió en el mes de octubre, incluso, se llegó a pronosticar un déficit del 2,8%,

Sin embargo, como decía finalmente, hemos cerrado por debajo de todas estas estimaciones. Y esto se preguntarán ustedes ¿qué significa? Pues yo diría que la explicación es sencilla. La economía española mantiene su fuerza, e, incluso aceleró en la segunda parte del año 2018 su crecimiento. Ello se reflejó en la mejora de los ingresos públicos. De hecho, en el primer semestre la recaudación tributaria creció un 3,8%. Y, en el segundo semestre avanzó hasta el 10,5%.

De otro, lado, la mejor gestión en el gasto también de los intereses de la deuda y el incremento de los ingresos de la Seguridad Social son otros elementos que explican por qué hemos sido capaces de reducir este déficit más de lo previsto.

En términos de contabilidad nacional, la reducción es consecuencia del incremento de los ingresos, en un 6%, frente a un aumento del gasto del 4,7%. Y este ha sido una constante de este Ejecutivo a lo largo de este periodo. En total, los recursos no financieros, en 2018 aumentaron un punto y representaron un 38,9% del PIB. Esto pone de manifiesto que España se encuentra todavía varios puntos por debajo de la media comunitaria en ingreso. En concreto, 6 puntos por debajo de la Unión Europea. Y 8 puntos por debajo de la zona euro.

Los datos también de recaudación de la Agencia Tributaria, que se publican, como decía, en la mañana de hoy, reflejan una mejora de toda la figura fiscal. De hecho, los ingresos por IRPF, el tributo más importante del sistema fiscal, aumentó un 7,6% alcanzando los 82.859 millones. Esta mejora, básicamente, responde al reflejo de la creación de empleo.

En segundo lugar, impuestos sobre sociedades, que aportó a la recaudación del Estado 24.834 millones, lo que representa un 7,3% más que el año anterior. Un aumento que se debe, fundamentalmente, a que el segundo pago fraccionado, que se abona en el mes de octubre ha sido muy positivo. Y, especialmente, entre los grandes grupos consolidados.

Por otra parte, la recaudación del IVA se incrementó un 10,3% hasta los 70.177 millones, si descontamos el efecto del suministro inmediato de información del sistema del IVA, llamado sistema de información del IVA, este incremento se situó en el 3,6%. Y recuerden que tenemos que hacer esta salvedad, porque el año 2017 sólo recoge 11 meses de recaudación del IVA.

De otro lado, los Impuestos Especiales recaudaron 20.528 millones, lo que representa un 1,1%. En total, la recaudación tributaria de 2018, sumó 208.685 millones; en global, un 7,6% más. Y, como hemos señalado, los datos reflejan una evolución mucho más positiva en el segundo semestre que en el primero.

Paso ahora a detenerme un momento sobre el gasto público. El gasto del conjunto de la Administración se situó en 2018, en el 41,5%, medio punto más que en el año anterior. Recuerdan que el dato correspondiente a la Zona Euro refleja un 47% del PIB. Es decir, que todavía, también, en materia de gasto estamos por debajo de lo que se marca en la Zona Euro.

Yo destacaría, en este apartado, el incremento de la remuneración del personal asalariado que responde al compromiso de devolver a los empleados públicos el esfuerzo que se ha realizado durante la crisis.

Las partidas de gasto más relevante son las prestaciones sociales, distintas a la transferencia en especie, que alcanzaron los 185.093 millones, y ello representa un 15,34% más. En este apartado, se incluye, por ejemplo, el gasto en pensiones, prestaciones por desempleo o dependencia. El gasto en intereses sin contabilizar el impacto de diversas sentencias, se ha situado en 29.672 millones, un 0,5% menos. Y, además, la partida del Estado central a pagar por el servicio de la deuda ha sido inferior a la cifra que se presupuestó.

Esta mejor gestión de los intereses de la deuda ha contribuido a una evolución de las Cuentas Públicas, como decía, mejor, de lo que inicialmente teníamos previsto.

Además, los datos publicados hoy muestran que hemos logrado una fuerte reducción del déficit primario de España; es decir, el déficit descontando los intereses. En concreto, ha pasado de 6.086 millones a 1.490 millones. Y esto supone una reducción del 75,5%.

Si analizamos sólo el dato de Administración Central el 2018 se ha conseguido elevar este superávit primario en un 86% alcanzando los 7.400 millones. La evolución de estos dos conceptos resulta fundamental para rebajar el nivel de deuda pública. Y, como saben, el Banco de España también en esta mañana, ha publicado el dato de cierre de la deuda pública que se ha situado en el 97,16% del PIB. Es una cifra inferior al objetivo fijado por el Gobierno anterior, que recordarán que era -según los organismos internacionales- del 97,6%, y, por tanto, esta deuda pública se ha reducido en casi un punto en el último año, y lo que es más importante, seguirá reduciéndose en los años próximos.

Ahora, si me lo permiten, de forma breve, haré un rápido repaso de los datos por subsectores.

La Administración Central cierra 2018 con un déficit del 1,5% del PIB. Y ello supone una reducción de 0,35 puntos, respecto a 2017. En términos absolutos, una reducción de 3.407 millones. Una reducción del 15,8%.

Las comunidades autónomas tuvieron un comportamiento muy positivo cerrando con un déficit del 0,23%, y esto supone cumplir con el objetivo que estaba establecido en el 0,4.

Quiero destacar, especialmente, el esfuerzo que se ha realizado por parte de todas y cada una de las comunidades autónomas. Administraciones que son eficientes, y que cumplen un papel fundamental en la gestión del Estado de bienestar. De hecho, sin correcciones han experimentado ya, en este año 2018, superávit presupuestario.

Por su parte, las corporaciones locales volvieron a cerrar con un superávit del 0,52%, un dato ligeramente inferior al del año anterior, con 0,61%, Sin duda, son las entidades más saneadas, y desde el Gobierno trabajamos, también, para que puedan reinvertir ese superávit en inversiones financieramente sostenibles en el año 2019. Este dato se debe a la ampliación de los motivos por los que se puede invertir en los Ayuntamientos, que la cifra global ha sido superior en el año 2018, respecto al año 2017.

Y quiero detenerme en el punto de entidades locales y comunidades autónomas porque también, esta mañana, hemos aprobado en el Consejo de Ministros un Real Decreto-ley que permite a municipios y comunidades autónomas destinar el superávit presupuestario de 2018 a las inversiones financieramente sostenibles para el ejercicio 2019. Una medida que era necesaria aprobar por la falta de los Presupuestos Generales del Estado, al igual que hizo el Ejecutivo anterior en el mes de marzo, justo antes de que se aprobaran los Presupuestos.

Recuerdan que la Ley de Estabilidad recoge que este saldo positivo se tiene que destinar, en primer lugar, a amortizar deuda, pero, sin embargo, contempla una excepción, lo que se llaman inversiones financieramente sostenibles. Esto significa que Ayuntamientos y comunidades autónomas que cumplan con los objetivos de consolidación fiscal pueden destinar parte de este superávit a estas inversiones para servicios públicos básicos, de un municipio o de una comunidad en materia de seguridad, protección civil, asistencia social primaria, sanidad, educación, equipamientos culturales, entre otras. Es una medida fuertemente demandada por los Ayuntamientos de todos los colores políticos y que mejorará los servicios que reciben los ciudadanos. Se ha prorrogado en las mismas condiciones que planteaba la Ley de Presupuestos para el año 2018.

Y, por último, les comunico que Seguridad Social cerró también este ejercicio con un déficit del 1,41% del PIB. Ello supone una reducción frente al 1,44 que se registró el año anterior. Es importante también recordar que el AIReF había previsto que la Seguridad Social acabaría este año con un desfase del 1,5% y, finalmente, el dato ha sido una décima inferior. Ello ha sido posible por la buena evolución del empleo, también por la mejora de la calidad en la contratación, lo que ha supuesto un mayor ingreso en términos de cotizaciones sociales. En concreto, las cotizaciones crecieron un 5,4%, y ello ha sido fruto del Plan del Empleo Digno, y también de la Inspección Ordinaria de Trabajo que ha permitido convertir en indefinidos contratos temporales, en un número aproximado de 100.000 contratos.

Termino, y por razón de tiempo no profundizo más, en los datos, que insisto, tienen ustedes por subsectores, para cada una de las comunidades autónomas, en su poder. Y, simplemente decirles que los pueden consultar ahora mismo, en la página web del Ministerio de Hacienda, pero antes de terminar, sí quiero dejar clara esta idea que es la que, en transversal, ha recorrido mi comparecencia. Los datos de déficit de 2018 muestran que España camina en buena dirección, y que cada medida de gasto que aprueba este Gobierno tiene su contrapartida en ingresos para financiarla. Y ahí están los datos que lo corroboran.

Además, este camino de consolidación fiscal continuará en el año 2019 donde el déficit seguirá bajando a pesar de la dificultad de tener unos Presupuestos. De hecho, estamos trabajando en esta materia desde que se produjo el rechazo a los Presupuestos para conseguir que las cifras de déficit proyectadas, incluso, con Presupuestos prorrogados, no estén en la horquilla del 2,2 o del 2,4, sino que logremos situarla en la cifra del 2%, Ello nos va a permitir, como digo, cumplir de forma más clara con estos objetivos de consolidación fiscal. Y, de hecho, la Intervención General ha remitido un informe preceptivo a Eurostat en donde estima que, efectivamente, el déficit público de 2019 cerrará en el 2%. Una cifra que mejora las previsiones que, por ejemplo, el Banco de España ha estimado hace unos días en el 2,5%.

En definitiva, datos publicados que ponen de manifiesto el compromiso de España con las reglas presupuestarias de la UE y que permiten ganar credibilidad a nuestro país. Unas normas que cumplimos con responsabilidad, y siempre pensando en el bienestar de la mayoría de la sociedad.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)