Robles asiste al homenaje de Alcalá de Henares a las once víctimas de ETA relacionadas con la ciudad

Robles junto al alcalde complutense, Javier Rodríguez Palacios, ha inaugurado bajo una lluvia intensa un monumento conmemorativo en el que figura el nombre de todas las víctimas mortales relacionadas con Alcalá, miembros del Cuerpo Nacional de Policía, de las Fuerzas Armadas y funcionarios civiles que fueron asesinados en cuatro atentados entre 1988 y 1994.

En este acto que se ha visto retrasado por la pandemia varios años, la ministra de Defensa ha destacado que España tiene una deuda de gratitud infinita con las víctimas del terrorismo, "a las que nunca vamos a olvidar", y en concreto con "estos servidores públicos asesinados por trabajar por la paz, la libertad y la democracia".

"Esta lluvia representa las lágrimas de todos y cada uno de los que estamos aquí. Ponen de relieve que nunca vamos a olvidar a las víctimas del terrorismo de ETA, o de cualquier terrorismo siempre cruel, y lleno de sinrazón", ha remarcado Robles.

Además, la ministra ha querido agradecer a toda la corporación de Alcalá de Henares "por hacer este acto hoy aquí, porque este monumento, sólido y firme, va a recordar no solo a la ciudad sino a todos los españoles, que los que murieron eran valientes, querían a España y trabajan por ella".

"Los que perdieron la vida -ha añadido Robles- tienen la autoridad moral, el valor, los principios y el coraje que nunca tuvieron sus asesinos", y los hombres y mujeres que trabajan en las Fuerzas Armadas y en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "son los firmes herederos" de esa vocación de servicio y sacrificio con el que "quieren construir un mundo mejor".

Al homenaje han asistido la delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Madrid, Mercedes González Fernández, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro E. López Calderón, entre otras autoridades civiles y militares.

Al servicio de España

Por su parte, el alcalde Javier Rodríguez ha reseñado que el monumento "sólido, sobrio, que perdurará en el recuerdo" tiene como objetivo "reparar, confortar a las familias, y decirles que no están solos" y recordar que "les mataron por estar al servicio de España".

"Pocas instituciones diferentes a las Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han evolucionado tanto en los últimos años…han sabido modernizarse, estar a la altura de lo que se espera de ellas, y proyectar la mejor imagen de este país en el extranjero", ha destacado.

Entre los once soldados, aviadores, marinos, policías y funcionarios estaba el teniente general del Ejército y director general de Política de Defensa, Francisco Veguillas, natural de Alcalá de Henares. ETA lo asesinó el 29 de julio de 1994 en Madrid con un coche bomba, matando también a su chófer, Francisco Martín, y al operario César García que se encontraba en la zona.

"Con él quisieron matar un símbolo, de lo mejor de este país, de la Transición, de la democracia, de ese esfuerzo colectivo del que nos sentimos orgullosos", ha sostenido el alcalde sobre Veguillas, y al que la titular de Defensa rindió especial tributo poniendo su nombre a la sala de actos de la sede del ministerio.

Las otras víctimas eran más jóvenes: tres policías nacionales, José Antonio Barrado, José Antonio Montes y Juan Antonio García Andrés, asesinados en dos atentados en 1988 y 1989, el primero un 18 de diciembre en la localidad de Eibar, y los segundos un 8 de mayo en la carretera de Alcalá-Meco.

Seis militares que residían en Alcalá y el conductor civil de la furgoneta en la que viajaban murieron en el atentado con coche bomba de la calle López de Hoyos de Madrid el 21 de junio de 1993. Eran los tenientes coroneles Javier Baró, Fidel Dávila, José Alberto Carretero y Juan Romero; el capitán de fragata Domingo Olivo; el sargento primero José Manuel Calvo y el funcionario civil Pedro Robles, destinados en el cuartel general del Estado Mayor de la Defensa.