Despedida a la Selección femenina de baloncesto

24.6.2019

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Consejo Superior de Deportes, Madrid (España)

PEDRO SÁNCHEZ, presidente del Gobierno en funciones.

Los colaboradores que tenía en el Gabinete, me habían preparado una intervención, pero hete aquí, que abro un diario hoy y me encuentro una entrevista de Ana, en el ABC, precisamente, con una pelota de Baloncesto, y de las cosas que dije en la entrevista, pues me han sugerido algunas ideas que me gustaría compartir con vosotras. Y sin duda alguna, también, con el público que nos acompaña.

En primer lugar, el capítulo de agradecimientos: Gracias al CSD por albergar este acto. Gracias también, a Jorge, y a la Federación Española Baloncesto, sin duda alguna, también, porque creo que están haciendo un trabajo extraordinario a nivel baloncesto masculino, pero también el baloncesto femenino. Es decir, en el baloncesto y punto, que creo que es muy importante. Y gracias también a los patrocinadores, porque también sin vosotros, sin vuestras compañías, sin el aporte y el apoyo de vuestras compañías, pues, muchas de las cosas que hoy estamos viviendo desde ya muchos años, pues no serían, no serían posible, sin duda alguna, en el baloncesto femenino.

Mirad, hoy si uno abre las páginas del ABC se puede encontrar con una de las entrevistas más inspiradoras de, al menos, que yo he leído en estos últimos tiempos, de una jugadora de Baloncesto que está entre nosotros, que es Ana. Ella, en una entrevista, que como os digo se pública hoy, viene a decir, en un titular, algo que me parece muy sugerente, y que me parece, además, que es muy ilustrativo, muy ilustrativo de lo que representa el Baloncesto Femenino, y de lo que representa en definitiva, el Baloncesto de competición. Ella viene a decir: "No hacemos cosas excelentes, pero ganamos medallas". Ese es el mérito, vienes a decir en la entrevista. Bueno, yo creo que eso de que no hacéis cosas excelentes, hay que cuestionarlo.

Desde 2013, ganando medallas y estando siempre en los primeros puestos de las competiciones a los cuales os presentáis, creo que algo excelente hacéis. Pero me parece que esa frase que está cargada de humildad, de humildad, sí dice algo que a mí me ha llegado, al menos, al corazón, y es que conocéis el oficio. Y el oficio de ser jugadora, en este caso de baloncesto es, pues, un oficio que merece ser tan respetado como el oficio de alguien que humildemente se dedica a la política. O el oficio que alguien se dedique al mundo de la empresa, o a trabajar o hacer lo que considere.
Toda profesión tiene su oficio; el de las cámaras, también, que nos están haciendo y siguiendo y relatando, pues, este acto, ocurre lo mismo.

El oficio del baloncesto, pues, efectivamente, como bien indicas Ana en tu entrevista, pues tiene muchas cosas que tiene que ver con el sacrificio, que tiene que ver, como decía Marta, con la pasión. O que tiene que ver, también, con el deporte de equipo. Con esto que ha comentado antes Lucas, ¿cómo es el lema? ¿El 'Yo antes que nosotros, o al servicio de los otros'? El deporte de equipo. Yo creo que, efectivamente, nadie se cuestiona la genialidad de muchas de las jugadoras que estáis aquí presentes, que componéis la Selección Española de Baloncesto, pero si no están al servicio de una causa común, del equipo, pues, difícilmente eso va a traducirse en victorias, y viceversa: Si el equipo también no ofrece esa capacidad de poder lucir esa genialidad de algunas de las jugadoras que estáis aquí presentes, pues, muy difícil se puede lograr ese objetivo compartido, que es el ganar partidos, y, en consecuencia, ganar títulos.

Por tanto, creo que esa reflexión que haces, Ana, sobre el conocimiento profundo desde la humildad del oficio, de ser jugadora de baloncesto, dice mucho. Dice mucho en cuanto a la categoría que tenéis, en cuanto al esfuerzo y al sacrificio que habéis empeñado, no solamente vosotras -probablemente, en entrenamientos en canchas solitarias cuando eráis algo más jóvenes de lo que sois, sin duda alguna, que sois muy jóvenes. Y, también, el sacrificio de muchos de vuestros familiares: de padres, de madres, de hermanos, de hermanas, que os han visto renunciar a muchas cosas, que os han visto renunciar, probablemente, a amistades, a en tornos familiares para jugar en equipos que estaban muy lejos de las ciudades que os vieron nacer, pero que lo dejabais todo, precisamente, por esa pasión a la cual antes hacíais referencia.

Yo creo que eso es muy importante de reivindicar. Muy importante de reivindicar, sobre todo, para la juventud. Sobre todo la juventud que tiene que ver en que el éxito no viene de una genialidad momentánea, o espontánea, sino que viene de muchas horas entrenando, de muchas horas compartiendo, de muchas horas trabajando, y de muchos fracasos que, finalmente, os ha llevado a lograr, pues, el nivel que tenéis de baloncesto y de rendimiento deportivo.

Yo creo que ésa es una lección, como os decía antes, que a mí, al menos, me ha sugerido tu entrevista. Y, sin duda alguna, otra de las cosas que has dicho, Ana, en tu entrevista, que me ha gustado, y mucho: Tú has venido a decir que lo más importante, que lo más importante, que lo más decisivo es el legado que vosotras podéis dejar a las generaciones que vengan, y cuando hablas de ese legado no hablas de medallas. No habláis de medallas, habláis pues de ese ejemplo de esfuerzo, de sacrificio, de compañerismo que, sin duda alguna, vosotras trasladáis en vuestras intervenciones y cuando jugáis juntas al baloncesto. Y yo creo que eso también es muy importante de poner en valor. De poner en valor que, efectivamente, el legado trasciende, lo que puedan ser una medalla, dos, tres, cuatro o cinco, las que sean, sin duda alguna, importantes, porque no nos gusta perder. Esto de lo importante es participar, es para otros. A nosotros nos gusta ganar. Pero sí que es cierto, sí que es cierto que ese legado tiene mucho más que ver con principios, con valores que pueden inspirar a generaciones de chavales y de chavalas que puedan seguir la estela que vosotras y vosotros, en este caso, Lucas, habéis empeñado en vuestra dedicación al baloncesto.

A mí me gusta hablar de Baloncesto, y no de Baloncesto masculino o Baloncesto femenino, porque en una entrevista que le leí a Laia, hace poco tiempo, decía que tenía los mismos póster que tenía yo cuando tenía 14 años. Yo tenía también a Michel Jordan y a Magic Johson, y a Dominique Wilkins, y nos quedábamos hasta las tantas de la mañana, pues viendo a Ramón Trecet pues relatar muchos de los partidos de Baloncesto, de la NBA, entonces, o la Final Four, o lo que fuera. Por tanto, hemos compartido una pasión. Y esa pasión, lógicamente, es el baloncesto.

Yo tengo que deciros que para mí, bueno, este no es un acto políticamente correcto en el sentido de que tenga que venir porque quiero, bueno, pues, hacerme una foto con las integrantes de la Selección Española Baloncesto Femenino, sino porque creo que vosotras sois un ejemplo de muchas cosas buenas que están pasando en este país, que tenemos que visibilizar para que no ocurra lo que en muchas ocasiones tú trasladas en tus intervenciones, y en tus entrevistas Laia de que hacéis muchas cosas a lo largo del año que la sociedad no se entera, pues tengo que decir que cada vez se enteran, y más. Y conocen, y más, los éxitos deportivos que vosotras representáis, y deciros que para mí, y en nombre mío, bueno, pues humildemente, también el conjunto de la sociedad es un enorme orgullo, un enorme orgullo lo que vosotras podéis representar y representáis como equipo.

Como no me cabe duda de que vais a venir con un gran éxito, el primero, Tokio; y, el segundo, una medalla, pues lo único que os puedo desear es la mayor de las suertes, porque algo de suerte siempre es necesario, y una enorme gratitud tanto a vosotras como a vuestro extraordinario entrenador por la dedicación y el ejemplo que representáis para el conjunto de la sociedad española.

Muchas gracias.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)