Carcedo: "Nuestra obligación como sociedad es seguir trabajando para que las personas afectadas por el Síndrome Tóxico reciban la mejor atención"

12.3.2019

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"Nuestra obligación no solo moral sino institucional y como sociedad es seguir trabajando para que todas las víctimas del Síndrome del Aceite Tóxico puedan recibir la mejor atención", ha señalado la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, durante el homenaje a las víctimas del Síndrome Tóxico en Villa de Vallecas (Madrid). "No solo por justicia social, sobre todo por las personas afectadas, por sus familias, por quienes ya no están y por la dignidad de la sociedad española en su conjunto".

En unas semanas se cumplirán 38 años de aquel 27 de abril de 1981 en el que falleció el niño Jaime Vaquero, posiblemente la primera víctima mortal de esta intoxicación masiva. "Así comenzó la crisis sanitaria de mayor impacto que hemos vivido", ha subrayado la ministra.

"Lamentablemente el Síndrome Tóxico no pertenece al pasado", ha trasladado Carcedo. "Requiere acciones presentes porque, aun hoy, tenemos un elevado número de personas afectadas que presentan secuelas severas, tanto pulmonares, como cutáneas y neurológicas. Y ello sin olvidar las alteraciones psicológicas como el insomnio o la depresión", ha dicho.

El Síndrome del Aceite Tóxico enfermó a 20.643 personas de todas las edades, en su mayoría mujeres que han sufrido las mayores secuelas. "Treinta y ocho años después aún queda mucho trabajo por hacer", ha reconocido la ministra, como quedó patente el pasado mayo en las jornadas sobre el Síndrome Tóxico que organizó el Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedades Raras y sus Familias, en colaboración con la Plataforma Seguimos Viviendo.

"Quiero reconocer a todos los centros sociosanitarios y de investigación que han prestado y prestan atención a estas personas y sus familiares", ha destacado la ministra. "Profesionales que, desde los años 80, se han dedicado a tratar de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y sus familiares", entre ellos el doctor Posadas, quien ha realizado un excelente trabajo desde el Instituto de Investigación de Enfermedades Raras dependiente del Instituto de Salud Carlos III.

"Todo el país es consciente hoy de la importancia de proteger a los consumidores, de crear mecanismos y regulaciones que aseguren que nuestros alimentos son seguros", ha insistido la ministra. Lo cierto es que la crisis del Aceite Tóxico supuso un desencadenante de mejoras a todos los niveles, y no solo en España, también en Europa, "revolucionando la Salud Pública", los sistemas de vigilancia epidemiológica y los mecanismos de alerta sobre la seguridad alimentaria y la salud medioambiental. "Aprovecho para dar las gracias a los y las activistas, a las asociaciones y a las familias que nos siguen ayudando a ser una mejor sociedad", ha trasladado María Luisa Carcedo.