Palabras del presidente del Gobierno en un acto con alcaldes de ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad

19.1.2018

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Madrid

Señor ministro, querida alcaldesa de Córdoba y presidenta de este Grupo, señoras alcaldesas, señores alcaldes, señor presidente de IFEMA, representantes de los medios de comunicación, queridas amigas y amigos todos,

Creo que ya se han dicho muchas cosas muy importantes y, además, se han expresado muy bien, con lo cual me queda a mí la parte final del cierre de este acto, en el que no me gustaría repetir, porque no tendría mucho sentido, algunas de las cosas que hemos escuchado.

En cualquier caso, a mí me gustaría iniciar mi intervención diciendo que es un honor estar hoy aquí y quiero felicitar a todos los empresarios del sector turístico español, a los más de dos millones de personas que trabajan en nuestro sector turístico y, también, a los representantes de las diferentes administraciones públicas que aportan para que el turismo sea o que es y signifique lo que hoy significa en nuestro país.

He escuchado atentamente las palabras de la presidenta, las palabras de la alcaldesa de Córdoba. Están muy puestas en razón. Haré todo cuanto esté en mis manos para intentar atenderles a ustedes porque, insisto, creo que es una causa justa.

El turismo es más del 10 por 100 del Producto Interior Bruto español y, como decía antes, más de dos millones de personas trabajan en un sector que, además, cada vez es más competitivo, cada vez se esfuerza más, cada vez innova más y cada vez intenta ser mejor, que es la forma para mantener la posición que tenemos en este momento en el mundo.

Este año, por primera vez en mucho tiempo, España se ha convertido en el segundo país del mundo a la hora de recibir turistas, por encima ya de Estados Unidos, y solo nos supera, aunque por muy poco tiempo, nuestro vecino país, Francia. Más de 82 millones de personas se han venido a España, han gastado cerca de noventa mil millones de euros, que no es ciertamente una cifra menor, y creo que todo eso es un estímulo para seguir trabajando para todos en el futuro.

Yo quería estar hoy aquí porque el turismo es sinónimo de muchas cosas --hay mucha gente que viene a la playa, hay gente que viene por otras razones, la gastronomía, etc., etc.--, pero el turismo es también sinónimo de cultura. España, como aquí se ha recordado, es la tercera potencia mundial en patrimonio --aquí sí que va a ser más difícil adelantarlos, pero vamos a intentarlo también-- y hay quince ciudades que son Patrimonio de la Humanidad.

Me gustaría hacer un brevísimo comentario sobre esas quince ciudades, además de felicitar a sus alcaldes porque, sin duda alguna, debe ser un honor muy importante y producir una gran satisfacción, a pesar de los inevitables problemas que todo político tiene cuando debe de gobernar; pero, sin duda alguna, tiene que ser un honor ser la alcaldesa o el alcalde de ciudades como:

- Alcalá de Henares, ciudad universitaria que fusiona lenguaje, literatura y patrimonio.

- Ávila, la ciudad amurallada mejor conservada del medioevo español.

- Baeza, ejemplo temprano de la arquitectura civil y el urbanismo renacentista de la España del siglo XVI.

- Cáceres, que relata nuestra historia. Almohades, judíos, portugueses, castellanos, se funden en las calles de la ciudad monumental.

- Córdoba, una de las ciudades más antiguas de Europa, capital del mundo en su día, que acoge una extraordinaria simbiosis de Oriente y Occidente.

- Cuenca, que ha sabido domesticar el risco y las alturas con una insólita arquitectura de casas colgadas del abismo.

- Ibiza, fundada por los fenicios, atesora un patrimonio artístico, histórico y arqueológico que invita a disfrutar, también, sus días.

- Mérida, fundada por los soldados eméritos del Ejército romano, que nos convoca a una cita imprescindible con el teatro clásico.

- Salamanca. La ciudad renacentista española por excelencia, ciudad del conocimiento y del saber, es hoy imán para los jóvenes universitarios que nos visitan.

- San Cristóbal de la Laguna, diseñada con instrumentos de navegación marítima y a cordel, como atalaya atlántica de las gestas americanas de España.

- Santiago de Compostela, la ciudad donde yo nací. Algún defecto tenía que tener Santiago, pero es meta de peregrinación espiritual y cultural, y el primer itinerario cultural certificado en 1987 por el Consejo de Europa fue el Camino de Santiago.

- Segovia, marcada por el alto acueducto romano que cruza sus calles medievales.

- Tarragona. La primera ciudad romana de Hispania mantiene le sello de la antigua Tarraconiensis.

- Toledo, laberinto de historia viva y compartida, que nos lega una herencia de coexistencia y tolerancia de las tres culturas.

- Úbeda, una isla de gran riqueza histórica en un mar de olivos.

Pues bien, señoras y señores, todo esto y muchísimas más cosas forman esa gran nación que se llama España; una nación de la que, a veces, algunos tienen la tentación de afirmar aquello que no va tan bien o que nos gustaría que fuera mejor, pero hay muchas cosas de las que todos los que somos españoles nos podemos, precisamente por ello, sentir muy orgullosos de nuestra nación. Y, sin duda alguna, estas quince ciudades contribuyen mucho a que España sea lo que es y a que todos sigamos trabajando para mejorarla en el futuro. Lo que es, es una gran nación.

Muchísimas gracias.

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