Intervención del presidente del Gobierno en la inauguración del Polígono de Experiencias de las Fuerzas Especiales

3.5.2018

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Logroño

Buenos días a todos.

Quiero, en primer lugar, dar las gracias a todos los que nos acompañan en este acto, al Presidente del Gobierno de la Rioja, al Ministro del Interior, al resto de las autoridades civiles y militares, a los familiares y amigos que están hoy aquí. A la Guardia Civil, y de forma muy especial, al General Espinosa y al Coronel Iglesias, que nos han ilustrado sobre algo que, sin duda alguna, es muy importante, y que es bueno que conozcan el mayor número posible de españoles.

Quiero agradecer, también, de manera especial, la asistencia de representantes de la Unión Europea, de los países del Sahel y de los Estados Miembros de la Unión con los que colaboramos en el proyecto de GAR-SI Sahel a todos ellos bienvenidos.

Señoras y señores,

Me siento muy honrado de estar hoy aquí, en La Rioja, en compañía de las personas que mejor nos defienden y en un acto al que yo le doy gran importancia.

Lo que nos trae hoy aquí es la inauguración de este Polígono de Experiencias. Un centro de la Guardia Civil para el adiestramiento de Fuerzas Especiales. El más avanzado de Europa en esta área.

Y su puesta en funcionamiento, en la que quiero destacar el apoyo, tanto del Gobierno de La Rioja como del Ayuntamiento de Logroño, nos sitúa en la vanguardia del entrenamiento de las Fuerzas Policiales.

Un entrenamiento que abarca desde las situaciones de crisis a misiones de alto riesgo en la lucha contra el terrorismo. Un entrenamiento que atiende --como hemos acabado de escuchar--a la formación de la Guardia Civil y también, entre otras, a las compañías africanas que dan forma a la iniciativa que nos ha expuesto el General Espinosa: los Grupos de Acción Rápida de Intervención y Vigilancia, el proyecto llamado GAR-SI Sahel.

El pasado mes de febrero, en Bruselas, en la Conferencia Internacional para el Sahel, ante más de cincuenta representantes de diversos países y organizaciones internacionales, tuve la ocasión de referirme a esta iniciativa. Y la cité como una de las contribuciones más destacadas de España para lograr la estabilidad en una zona del mundo de importancia trascendental, no solo para África, que sin duda la tiene, pero también tiene una importancia trascendental para España y para toda Europa.

Un proyecto europeo, liderado por nuestra Guardia Civil, que nace de la necesidad de llevar la presencia del Estado a aquellos lugares de Mauritania, Mali, Burkina Faso, Níger, Chad y Senegal, donde grupos terroristas y tráficos ilegales de todo tipo, amenazan con extender sus acciones aprovechando la porosidad de sus fronteras.

Creo que con esta iniciativa aumentaremos la seguridad de esos países y, con ello, también la seguridad de España y también la seguridad del resto de Europa.

Estoy convencido de que no hay nadie mejor que la Guardia Civil, y particularmente el Grupo Antiterrorista Rural, para llevar a buen fin esta tarea. Y quienes sirven en esta prestigiosa unidad ya tienen acreditada --como saben, mejor que yo--, su capacidad y su experiencia. Por eso, puedo decirles, sin margen de duda, que hay en el mundo pocos instructores mejores que los miembros de este grupo de élite de la Guardia Civil. Hablamos de una unidad forjada --como acabamos de escuchar--, en la lucha contra el terrorismo, que nació para combatir a ETA, y que hoy tiene, en la proyección internacional, muchísimo que aportar.

El GAR ya ha participado en difíciles misiones en el exterior. En países como Haití, Senegal, República Centroafricana, Afganistán o Irak, donde colaboran con nuestras Fuerzas Armadas en labores de formación.

Una unidad que ha convertido su sacrificio y su esfuerzo en más seguridad y en más libertad para todos los españoles. Y que ahora exporta libertad y seguridad a otros países del mundo.

Señoras y señores, de seguridad y de libertad, para España y para el mundo, es de lo que trata el proyecto GAR-SI Sahel.

Un proyecto que lidera España, hoy, y que tiene como socios a Francia, Italia y Portugal, que participan con aportaciones de sus respectivas unidades policiales de naturaleza militar: la Gendarmería Nacional francesa, los Carabinieri italianos y la Guardia Nacional Republicana de Portugal.

Países con los que compartimos vecindad, pertenencia a la Unión Europea y también unos valores comunes. Países que sabemos de la importancia de este proyecto, precisamente porque parte de una premisa esencial, nuestra seguridad empieza en lugares tan lejanos como el Sahel.

Un territorio muy extenso --nos lo recordaba el General Espinosa en su intervención--, en el que tenemos que evitar que las mafias que trafican con seres humanos y grupos terroristas afines al DAESH o Al-Qaeda encuentren el escenario para asentarse.

La seguridad es el primer requisito para el desarrollo de esta parte del mundo. Y España, gracias a la Guardia Civil, va a ayudar a estos países a reforzar sus capacidades para que puedan garantizar su seguridad, favorecer el desarrollo de la población y aplicar de forma efectiva la ley en todo su territorio.

Liderar este proyecto es también una forma de expresar nuestro respaldo a la extraordinaria hoja de servicios de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Son lo mejor de nosotros mismos y creo que merecen el apoyo y el agradecimiento de la sociedad y de España.

Yo les quiero expresar aquí mi reconocimiento y mi admiración como presidente del Gobierno.

Quiero recordar que la historia del Grupo Antiterrorista Rural --lo hemos escuchado también esta mañana, antes--, comenzó aquí, en Logroño. Una historia de servicio que registra la trágica muerte de siete de sus integrantes y de más de treinta heridos en seis atentados terroristas directos, dando testimonio de su sacrificio.

Ustedes y muchos como ustedes han sido esenciales para que podamos derrotar a ETA. Por eso forman parte de la historia de nuestra democracia. Y por eso los españoles siempre les estaremos agradecidos.

Pero la historia continúa. Porque hay otras formas de terrorismo y hay otras formas de criminalidad que tenemos que vencer. Dentro y fuera de España. Porque nuestro país se protege, como he dicho antes, también, fuera de nuestras fronteras. Siempre en misiones exigentes, que han costado la vida a dos compañeros del GAR, el Comandante y el Teniente Abraham Leoncio Bravo Picallo, caídos en Afganistán.

No quiero dejar de mencionar hoy sus nombres y honrar su memoria. Su entrega y su sacrificio son nuestra mejor representación.

Yo lo sé muy bien, porque antes de ser presidente del Gobierno fui titular de distintos Ministerios, entre ellos el de Interior. Y me siento especialmente honrado de haberlo sido, en un momento difícil, se recordaba aquí, sobre todo, porque me permitió ser el ministro de todos ustedes, de los hombres y mujeres que forman parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Ustedes garantizan nuestros derechos y nuestras libertades. Lo vemos a diario dentro de España. Lo hemos visto de forma particular en Cataluña, hace unos meses. Ustedes defienden la legalidad y también la democracia, y para eso están. Y lo hacen siempre con proporcionalidad y con profesionalidad, bajo el mandato de jueces y fiscales, con el mejor amparo posible que es el de la Ley y garantizando la libertad y la igualdad de los españoles.

La Guardia Civil y la Policía Nacional también, son Cuerpos ejemplares, y merecen el mayor reconocimiento por parte de todos.

Muchas gracias por su trabajo, y por estar siempre ahí sirviendo a España. Tienen derecho a sentirse legítimamente orgullosos de su labor. Yo me siento muy orgulloso de su tarea en defensa de la libertad, la democracia y los derechos de todos.

Y quiero terminar mi intervención aquí, hoy, hablando de un asunto que hoy, también es de actualidad

Estos días estamos asistiendo a mucho ruido y mucha propaganda sobre lo que ETA quiere hacer o decir. Cuando nos anuncian vídeos, comunicados, cartas y demás propaganda, es obligado dejar claro algunas cuestiones: ETA ha sido derrotada por la acción del Estado de derecho, y por la fortaleza de la democracia española. Esa es la única verdad que resplandece sobre tanta palabrería y comentario, como los que estamos oyendo estos días. Los únicos artesanos de la paz dignos de tal nombre son los miles de guardias civiles, policías, jueces y fiscales que han acorralado a la banda terrorista hasta obligarla a reconocer su fracaso. Esos y no otros, son los únicos artesanos de la paz.

Haga lo que haga ETA, no va a encontrar ningún resquicio para la impunidad de sus crímenes. ETA puede anunciar su desaparición, pero no desaparecen ni sus crímenes, ni la acción de la justicia para perseguirlos y castigarlos. Haga lo que haga estos días, diga lo que diga, nada cambiará una realidad incuestionable: todo el proyecto de ETA ha sido un clamoroso y rotundo fracaso. No consiguió nada de la democracia española cuando asesinaba a cientos de personas, no consiguió nada cuando dejó de matar porque su capacidad operativa fue liquidada por las Fuerzas de Seguridad y tampoco va a conseguir nada ahora con nuevas operaciones de propaganda.

La única política de futuro, en materia antiterrorista, como siempre, es aplicar la Ley, que para eso está, y que nadie se llame a engaño.

Nada les debemos y nada les tenemos que agradecer. El agradecimiento y el reconocimiento son, por supuesto, para tantas víctimas, que siempre estarán en nuestra memoria. Y también para todos los Cuerpos y las Fuerzas de Seguridad del Estado que han dado esta batalla y la han ganado.

Muchas gracias.


(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)

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