"El PNV siempre tuvo vocación de ayudar a la gobernabilidad; en muchas cosas nos podemos entender"

22.5.2016

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Entrevista a Mariano Rajoy en "El Diario Vasco"

- Si el PP vuelve a ganar las elecciones, ¿al resto de los partidos les será más complicado impedir un Gobierno presidido por usted?

- Lo que espero es que se actúe con más responsabilidad. ¿Qué alternativa nos han dado el resto de los partidos en los últimos meses? ¿Vamos a volver a repetir otras elecciones? Me parece un disparate, y entiendo que la gente esté molesta por la repetición de los comicios. A esas personas les digo: vayan ustedes a votar, porque nos jugamos mucho.

- Usted siempre se mostró convencido de que Sánchez fracasaría en su intento de ser investido. ¿La ausencia de movimientos volvió a ser una estrategia? ¿Decidió aguantar para acabar ganando?

- El 20 de diciembre, justo después de las elecciones, estuve haciendo sumas y restas para ver las posibilidades que había. El día 21, me presenté ante el comité ejecutivo de mi partido y les dije que sólo veía una salida posible: una gran coalición con PP, PSOE y, si quería sumarse, Ciudadanos. Así se lo trasladé al resto de los partidos. Sánchez me dijo que no desde el principio, con lo cual, ¿qué podía hacer yo? ¿Montar el espectáculo? Han sido unos meses de 'reality show' de baja estofa, pero esto es lo que hay.

- ¿Por qué veía tan claro que no cuajaría un gobierno de izquierdas con Sánchez como presidente?

- Podía salir, pero me parecía un disparate de tales proporciones que... Pero tampoco se podía descartar nada.

- ¿Cuál es su intención para el día después del 26 de junio?

- Si nadie tiene mayoría absoluta, que es muy difícil, volveré a proponer lo que propuse la última vez, una gran coalición que es de sentido común. Es lo que se está haciendo en Europa y eso sí representaría un cambio político, porque después de 40 años no pasaría nada por que las dos grandes fuerzas políticas se unieran para formar gobierno.

- ¿Ese sería su pacto ideal?

- Hablar de pactos cuando aún no se han producido las elecciones no tiene ningún sentido. Ya he recordado cuál fue mi planteamiento tras el 20 de diciembre. Ahora yo pregunto: ¿hubiera sido bueno o no que se produjera esa gran coalición? ¿Es mejor que se repitan las elecciones, sobre todo si Podemos queda segundo? ¿Qué habrá ganado el PSOE con eso? Aquel acuerdo no fue posible entonces, pero no está escrito que no pueda ser posible en el futuro.

- ¿Ve más fácil entenderse con el PSOE que con Pedro Sánchez?
- No, creo que me puedo entender con todos. Tengo buena pasta y creo que también me podría entender con Sánchez. Tampoco es una cuestión de tener buena relación personal.

- ¿Ha hecho las paces con Sánchez después de que reconociera que se equivocó al llamarle "indigno"?

- Sí, sí, sí. Se lo reconocí y le dije que le agradecía que lo hubiera hecho. Y punto, ya miro hacia el futuro. Eso en el tema personal y, en el tema político, pues ya veremos.

- Tanto PSOE como Ciudadanos insisten en pedir su cabeza y han asegurado que no apoyarán un Gobierno presidido por Mariano Rajoy.
- ¿Cómo se puede pedir la cabeza de alguien que gana las elecciones? Se podría pedir la cabeza del que las pierde, pero del que las gana revela muy poco sentido democrático. Por tanto, no creo que eso se produzca.

- Tras la coalición entre Podemos e Izquierda Unida, ¿quién es el principal rival del PP el 26-J? ¿Unidos Podemos podría superar al PSOE?

- Eso dicen algunas encuestas, aunque el hecho de que haya una coalición no significa que se produzca una suma automática de los votos de unos y otros. Pero hay mucha gente que cree que Podemos puede ser la segunda fuerza. Para mí sería una noticia muy negativa y mala para los intereses generales de los españoles.

- ¿Van a centrar la campaña en un mensaje del miedo a Podemos?

- Nosotros no lanzamos ningún mensaje del miedo, sino un mensaje de la realidad. No quiero que aquí nos pase lo que ocurre en Grecia. El PP apuesta por la moderación y, cuando decimos que Podemos es una fuerza extremista y populista, sólo resaltamos un hecho que es así. La actuación de algunos ayuntamientos gobernados por Podemos está generando dudas en muchos agentes económicos y sociales. En una ciudad como Madrid, tenemos paralizadas varias inversiones importantes, en Barcelona hemos visto que durante un año no se van a dar licencias para construir hoteles de cinco estrellas porque son muy caros... Oiga, ¿pero qué broma es ésta? Aspiro a una España moderada, sensata y razonable.

- ¿Por qué cree que Podemos ha captado mucho voto de la indignación?

- Cuando se produce una situación de crisis como la que vivimos y nos vemos obligados a tomar medidas que a la gente no le gustan, como subir el IVA o quitar una paga extra a los funcionarios, es normal que haya enfado. Los años 2012 y 2013 fueron muy duros, pero me parece terrible que, cuando empezamos a superar esa situación, podamos volver a tiempos pasados. El programa económico de Podemos es inviable, choca contra la Unión Europea y choca contra el puro sentido común. Le digo lo que pienso: creo que para España sería una noticia pésima que Podemos pudiera entrar en el Gobierno. Ahora, creo también que el PSOE debería despertar.

- Ciudadanos es el partido con el que, a priori, más sencillo podrían llegar a un acuerdo. Pero Albert Rivera no contempla apoyar su investidura. De hecho, se pregunta cómo va a barrer Rajoy la casa de los demás si no es capaz de barrer la propia, por los casos de corrupción.

- Sí, bueno, probablemente preferiría otro candidato que no le hiciera tanto daño como yo a su partido.

- ¿El PP da por amortizados electoralmente los casos de corrupción que han afectado a su partido?

- Yo no doy por amortizado nada. En materia de corrupción, lo único que deseo es que no se vuelva a producir jamás ningún caso, ni en mi partido ni en ninguno, y haré todo lo posible para que eso sea así.

- ¿Faltó contundencia en el pasado contra la corrupción?

- Supongo que será opinable, pero creo que a todas las personas de nuestro partido que se vieron involucradas en casos de corrupción las hemos apartado o se han ido. Ahora los casos de corrupción se conocen porque hemos dejado actuar a los jueces, a la Fiscalía, a la Agencia Tributaria, a la Policía y a la Guardia Civil. Eso es importante y, además, hemos presentado un paquete de medidas contra la corrupción como he visto pocos en derecho comparado con países de nuestro entorno. Pero todo lo que haya que hacer, lo haré.

- ¿Qué siente cuando lee el testimonio de un constructor como David Marjaliza, principal imputado en la trama Púnica que afecta al PP de Madrid, cuando describe los mangoneos que se producían en muchos ayuntamientos?

- Me parece lamentable y repugnante, qué quiere que le diga.

- ¿Le consta que fuese así?

- No lo sé. Como comprenderá, si lo hubiera sabido, habría actuado. A ese señor no lo conozco, no sabía ni que existía.

- ¿Confía en poder entenderse con el PNV tras las elecciones, un partido con el que el PP ya alcanzó un acuerdo de investidura en 1996?

- Aquella legislatura yo fui ministro de Administraciones Públicas y llevaba las relaciones con el Gobierno vasco. Tenía muchas reuniones con Ibarretxe, que entonces era vicelehendakari, con Balza y en alguna ocasión también me relacioné con Ortuzar. Evidentemente ya ha pasado algún tiempo de aquello, pero el PNV es un partido con el que nos podemos entender en muchas cosas. En otras igual no, pero en muchas sí. El PNV siempre ha tenido vocación de ayudar a la gobernabilidad aunque en esta ocasión, con lo que se planteaba allí, no era fácil.

- ¿Le sorprendió la claridad con la que el PNV se posicionó a favor de un cambio en el Gobierno después del 20-D Parecía dispuesto a apoyar la investidura de Sánchez a nada que atendiera la "agenda vasca"...

- Francamente, tampoco vi mayor entusiasmo ahí.

- ¿Qué intención tiene de cara a los debates de la campaña electoral?

- Tiene gracia, ahora resulta que todos van a ir a los debates que yo diga.

- ¿Habrá debate a cuatro?

- No sé. Si quiero hacer un debate a dos, por ejemplo, ¿con quién lo hago?

- ¿Le preocupa el contraste generacional que se produciría con sus rivales en ese debate a cuatro?

- Debería preocuparles a ellos, que no tienen ninguna experiencia.

- El otro día afirmaba que no ve un sucesor natural en el PP. ¿Hasta ahora ha evitado que se abra el debate sobre su posible sucesión en el partido?

-No, no. Ese es un tema que en estos momentos no se está hablando, pero en el PP hay gente muy competente y con experiencia.

- ¿Si se hubiera presentado a unas primarias en el PP, habría ganado?

- Estoy absolutamente convencido. Y no tengo tan claro que el señor Rivera, el señor Iglesias o el señor Sánchez, con las mismas reglas de juego para todos, las ganasen en su partido.

- ¿El PP debería avanzar hacía un funcionamiento en el que los candidatos se eligieran por primarias?

- ¿Por primarias como cuáles?

- Que sean los militantes del partido quienes elijan al candidato.

- Lo que no es justo es que haya gente que está hablando todos los días de primarias, como el señor Iglesias, pero luego cambia a sus dirigentes cada cuarto de hora. Nosotros no hacemos eso, tenemos un sistema de funcionamiento con contrapesos, hablamos, vemos qué es lo mejor... Desde luego, el PP es un partido que funciona muy democráticamente.

- ¿Quién será el candidato del PP vasco a lehendakari?

- Haré lo que me diga el PP vasco, pero sí creo que es una cuestión que hay que resolver inmediatamente después de las generales. El candidato será el que me propongan aquí.

- ¿Qué prefiere, que Alfonso Alonso sea el candidato del PP vasco o que siga con usted de ministro en un hipotético futuro gobierno?

- Tengo que escuchar al PP vasco. Quiero que hagan lo que sea mejor para ellos, y respetaré su decisión. Pero ya que me pregunta por Alonso, le conocí siendo alcalde de Vitoria y ya entonces le animé a que fuera a Madrid porque me parecía un hombre muy competente. Fue un magnífico portavoz en el Congreso y un muy buen de ministro.

- ¿Puede afectar en la proyección política de Alonso y de Javier Maroto la reciente condena del Tribunal de Cuentas contra ellos por el caso San Antonio?

- Les afecta cero. Eso es un asunto administrativo que la Fiscalía en Álava ni siquiera admitió a trámite. Además, esa resolución no es firme y ellos la han recurrido.

"Yo también soy un ser humano, aunque algunos no lo crean"

- En la última campaña trató de mostrar un lado más humano para llegar mejor a la gente. ¿Cómo lleva ser el centro de las críticas de medio país?

- Yo también soy un ser humano, aunque algunos no lo crean. De todas formas, reconozco que no soy una persona extrovertida ni soy la alegría de la huerta. Tampoco es que sienta que hay ataques concretos contra mí, pero es evidente que, a medida que uno sube el escalafón, va recogiendo un mayor número de dedicatorias cariñosas.

- A pesar de las críticas políticas que se lanzan, su reunión con Pablo Iglesias fue bastante más cordial que la de Pedro Sánchez...

- Con Iglesias hablé de muchas cosas durante hora y media. Con Sánchez no fue muy cordial. Si llegas a una reunión y te dicen que no tienen nada que hablar contigo, ya me dirá usted...

"Sería un disparate que Urkullu tomara la vía catalana, la moderación siempre gana"

- ¿Qué le parecen las críticas del lehendakari a la falta de atención de su Gobierno a Euskadi?

- Yo no lo veo igual. Esta legislatura tenía la prioridad de evitar que España quebrara, y eso ha sido bueno para todos. El País Vasco también estaba en una situación económica muy mala y, al final, el crecimiento económico ha sido similar en toda España. Hemos tenido algunos conflictos por leyes y decretos, pero más el Gobierno Vasco con nosotros que al revés. Aprobamos más de 200 leyes y hubo conflicto con 23, por lo que no creo haber tenido una relación complicada con el PNV. Donde no estábamos de acuerdo es en el tema de la política penitenciaria. Dijimos que ETA lo que tenía que hacer era disolverse como organización. Luego hay un procedimiento que se le aplica a todos los reclusos para obtener beneficios, pero ETA no deja que sus presos lo utilicen.

- Si vuelve a gobernar, ¿cambiaría algo en su relación con Euskadi?

- Lo que más me obsesiona es terminar el Tren de Alta Velocidad. También me importa que en el País Vasco se cree el mayor empleo posible y que las empresas vascas exporten mucho más. Me gustaría también que ETA anunciara su disolución definitiva y estaría bien que todos respetáramos principios constitucionales básicos como la soberanía nacional y la igualdad entre españoles.

- ¿Confía en que el PNV no emprenda una vía como la catalana?

- Espero que no lo haga, sería un disparate, mire cómo está aquello que en su día se llamó CiU. Le pone a uno los pelos de punta.

- ¿Ve a Urkullu más moderado?

- Me sorprenden algunas cosas que hemos visto en los últimos días. No me parece normal que dirigentes del PNV aplaudieran en el Parlamento Vasco a un señor (Arraiz) que ha sido inhabilitado por pertenecer a ETA. El mensaje que se da a la sociedad es terrible. Tampoco me gustó el espectáculo lamentable del Parlamento de Cataluña con la acogida a Otegi. La moderación siempre gana.

- ¿Le preocupa la escisión en la izquierda abertzale?

- A mí lo único que me preocupa es que España sea un país en el que se respeten los derechos humanos y las libertades. Soy optimista.

- ¿No teme una vuelta atrás en la violencia?

- Espero que no, no quiero ni pensarlo.

- ¿La Delegación del Gobierno en Madrid cometió un error al prohibir las esteladas en la final de Copa?

- La Delegación del Gobierno aplicó la ley, y un juez dijo después que la había aplicado mal. Por tanto, las instituciones han funcionado y hay que respetar lo que han dicho.

"Creo que al final no habrá sanción de la UE a España"

La economía sigue siendo la principal preocupación de Mariano Rajoy cuatro años después. Ahora pende sobre su Gobierno una posible multa de la Unión Europea por no cumplir los objetivos de déficit en el año 2015.

- Antes de llegar al Gobierno anunció que la sociedad debería asumir algunos sacrificios. ¿Han sido bastantes más de los que esperaba?

- Ha sido una etapa de una enorme dificultad, con la mayor crisis económica en décadas. El año 2012 fue tremendo, vivimos bajo la amenaza de una quiebra y un rescate, teníamos un crecimiento económico negativo y el paro aumentaba todos los días. Ha sido muy duro, pero creo que al final los esfuerzos de la sociedad española han dado resultados. Hoy España es el país que más crece de los grandes de Europa y en 2015 se crearon 575.000 empleos. Se le ha dado la vuelta a la situación. Pero todo esto no es suficiente y hay que perseverar, y esa es la razón por la que volveré a pedir la confianza de los españoles. Estoy a mitad de la tarea.

- La UE sigue exigiendo nuevos ajustes a España. ¿Hay riesgo de que aumenten las desigualdades?

- No, en absoluto. Cuando llegamos al Gobierno en 2011, teníamos un déficit público del 9,3% y lo hemos bajado al 5%. En el año 2015 lo hemos bajado del 5,8% al 5%, por lo que nuestro compromiso con el déficit público nadie lo puede discutir. Ahora hemos conseguido que nos den un año más de plazo para bajar al 3%, que en principio era el objetivo para este. Estamos en condiciones de hacerlo. Todo esto lo hemos hecho bajando impuestos en 2015 y manteniendo los grandes pilares del Estado de bienestar, cuando era muy difícil cuadrarlo todo.

- Parte de la sociedad ve a su Gobierno como el de los recortes.

- Las pensiones suponen casi el 40% del gasto del Gobierno, pero nosotros dijimos que eso no se tocaba y en estos cuatro años se han incrementado. Es verdad que poquito para cada persona, pero la partida presupuestaria ha subido mucho porque hay muchos más pensionistas. Otra cosa que dijimos que no se tocaba era el seguro del desempleo. Y la sanidad y la educación... Si nos ponemos a buscar aspectos negativos, los encontramos en cualquier faceta de la vida, pero nuestro sistema de bienestar no lo tiene nadie.

- La UE no parece dispuesta a aflojar la presión sobre España.

- España no es sospechosa de no intentar cumplir el déficit público. Este año no lo hemos hecho, pero se han creado 575.000 empleos, que me parece lo más importante. Está claro que no es bueno tener déficit porque, cuanto más debes, eres menos libre. Hacer bien las cosas y controlar el gasto público es bueno y acaba generando empleo.

- ¿Acabará habiendo una sanción económica de la UE a España?

- Creo que no. Justo esta semana se han publicado dos editoriales en dos periódicos internacionales como el "Wall Street Journal" y el "Financial Times" en los que se apoya la política económica que ha hecho España. Por eso defiendo mi política económica, porque creo en ella y porque creo que es conciliable bajar el déficit público con la creación de empleo.

- ¿Se han relajado con el tema del déficit porque era año electoral?

- Bueno, hemos bajado del 5,8% al 5%, y no está mal bajar 0,8 puntos en un año. Además, hemos bajado el IRPF y el Impuesto de Sociedades, pero eso ha servido para generar actividad económica y para que hayamos tenido en 2015 el mejor año de la historia en generación de empleo.

- Aznar ha vuelto a aparecer para criticar su decisión de relajar el déficit...

- Sí... En la primera legislatura en la que gobernó el PP, yo era ministro y Aznar presidente. Entonces también teníamos que reducir el déficit público y lo redujimos menos que en esta legislatura.

- Hace cuatro años dijo en campaña que bajaría los impuestos y luego los subió. ¿Ahora qué propone?

- En cuanto pude, bajé los impuestos. Si no llego a subirlos siete días después de llegar al Gobierno, España estaba quebrada. Simplemente por esa razón. Mi intención es bajarlos, pero no sé si podré hacerlo el primer año o el segundo.

NOTA: Entrevista publicada con la autorización del Grupo Vocento.