Palabras del presidente del Gobierno en el acto de inauguración de la interconexión Francia-España de la línea de alta tensión "Baixas-Santa Llogaia"

20.2.2015

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Montesquieu-des-Albères (Francia)

Señor primer ministro de la República Francesa, mi amigo Manuel Valls; señor comisario europeo de Energía y Medio Ambiente, Miguel Arias; señora y señor ministro; presidente Monti; señores presidentes de Red Eléctrica y de RTE; señores embajadores; autoridades; señoras y señores,

Inauguramos hoy la Línea de Alta Tensión entre Baixas y Santa Llogaia, una muy importante interconexión eléctrica entre España y Francia, entre la Península Ibérica y el resto de Europa. Se trata, como aquí se ha dicho, de una obra de ingeniería excepcional; uno de los proyectos más relevantes del mundo en su género y un modelo de infraestructura que combina un gran avance en objetivos fundamentales para el progreso económico común con el escrupuloso respeto al medio ambiente.

Pero también es un modelo de cooperación entre España y Francia, dos grandes países de la Unión Europea; de trabajo en común de las empresas operadoras de la red de alta tensión de nuestros dos países y de las instituciones europeas.

Este proyecto, declarado en su día de interés comunitario, supone un paso importante en la consecución del objetivo de la Unión Energética, es decir, la creación de un verdadero mercado interior de la energía que garantice la seguridad de suministro en condiciones de eficiencia y sostenibilidad medioambiental y social; un proyecto de capital importancia para el futuro de Europa.

Quiero, por ello, agradecer en primer lugar al Gobierno de la República Francesa y a su Primer Ministro, mi amigo Manuel Valls, por este ejemplo de cooperación entre ambos Gobiernos. Parafraseando a un eminente catalán, el marqués de Castelldosríus, hoy sí podemos decir que "ya no hay Pirineos" a la hora de impulsar la prosperidad de Francia y de España.

Tendré el placer más tarde de acompañar al primer ministro Valls a Peralada, en Girona, donde mantendremos una reunión de trabajo para seguir avanzando en este proyecto común y tratar de otros asuntos bilaterales y europeos.

Quiero felicitar y dar las gracias a las empresas operadoras francesa y española, RTE y Red Eléctrica, que han unido sus esfuerzos y su demostrada capacidad técnica en una empresa común, INELFE, para hacer posible la realización de este proyecto.

Finalmente, quiero agradecer, asimismo, al Banco Europeo de Inversiones su participación en la financiación del proyecto y a la Comisión Europea, representada hoy aquí por el comisario de Acción Climática y Energía, Miguel Arias Cañete.

Señoras y señores,

Creo que este proyecto es un ejemplo de lo que podemos y debemos hacer; un ejemplo de proyecto que encaja a la perfección en lo que puede financiar la nueva iniciativa de inversión para el crecimiento de la Comisión Europea, el llamado "Plan Juncker". Es decir, una inversión productiva, estratégica y competitiva de interés europeo, hecha en colaboración público-privada, que incrementa el potencial de crecimiento de nuestras economías y que genera beneficios para nuestras sociedades.

La semana que viene estaré en Madrid con el vicepresidente de la Comisión responsable de este Plan, el señor Katainen, y en unas semanas celebraremos también en Madrid una Cumbre de Interconexiones. Nuestro objetivo es pasar, una vez más, de las palabras a los hechos, como hacemos hoy aquí en el Languedoc-Rosellón y en Cataluña. Después de muchos años de fijación de objetivos y de deseos, pasamos por fin de las musas al teatro.

Ya en Barcelona, como aquí se ha recordado, hace algunos años fijamos un objetivo de interconexión en el 10 por 100 de la capacidad instalada. Desde entonces hemos hablado mucho, hemos avanzado, lo hemos hecho lentamente. Aunque hoy hemos dado un paso muy importante que, como todos ustedes conocen y aquí se ha reiterado, nos permitirá doblar la capacidad de interconexión eléctrica con Francia.

Queda, sin embargo, mucho todavía por hacer. Por ello, vamos a intentar trazar entre todos un plan de proyectos concretos, con financiación europea, para hacerlo realidad.

Señoras y señores,

Las interconexiones energéticas son muy importantes. Lo son para nuestras empresas, porque les permitirán acceder a un recurso fundamental para su competitividad a costes mejores y más previsibles. Lo son para el medio ambiente, porque sin ellas no es posible el desarrollo de las energías renovables. Lo son para la seguridad de nuestro continente, porque facilitan la diversificación de fuentes y reducen la dependencia de suministros de zonas inestables del mundo. Pero lo son también, y ante todo, para nuestros ciudadanos, que son la motivación primera y los beneficiarios máximos de esta interconexión. Con este gran proyecto la energía llegará a sus hogares a menor precio y, con ello, se incrementará el bienestar de todos.

Señoras y señores,

Hay pocas infraestructuras que simbolicen mejor el proyecto de integración europea como las interconexiones, sean éstas de energía o de transporte; pocas que representen mejor el ideal europeo de derribar fronteras artificiales o naturales en lugar de erigirlas; de agregar en lugar de segregar; de unir en lugar de desunir; de cooperar en lugar de enfrentar; de conectar, en lugar de desconectar.

Señoras y señores, muchísimas gracias. Gracias también, y antes me he olvidado, a la Alcaldesa por acompañarnos aquí.

Muchas gracias a todos.

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