Discurso del presidente del Gobierno en su visita al Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares

12.6.2014

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Madrid

Buenos días a todos.

Señora Ministra, secretaria de Estado, doctor Fuster, presidente y patronos de la Fundación Pro CNIC, patronos de la Fundación, estimados investigadores científicos y personal, queridos amigos todos,

Ésta es una institución muy especial, porque dedica sus esfuerzos al estudio del motor de la vida, al corazón, y las siglas CNIC están asociadas a la más alta exigencia científica, a la célebre reputación del doctor Fuster, a un modelo de financiación innovador y, por último, al mejor talento español. Así que comprenderán ustedes que para un presidente del Gobierno de España es todo un honor visitar este organismo y, por ello, quiero agradecer al doctor Fuster y a la Fundación su cordial invitación; a todo el personal del centro, su amable acogida y a todos ustedes, que estén presentes aquí en este momento.

Queridos amigos,

Estas instituciones son el reflejo de algunas de nuestras aspiraciones como país con vocación e inquietudes científicas, como nación innovadora y como sociedad avanzada. Aquí podemos encontrar referentes para guiar nuestro camino hacia un mañana más próspero.

En mis breves palabras de hoy --a mí también me han dado diez minutos, doctor Fuster; lo que pasa es que no sabemos quién nos los ha dado, ni a usted ni a mí-- a mí me gustaría también destacar tres de estos referentes que nos ofrece el Centro y que pienso que debemos trasladar al conjunto del sistema de ciencia y a otras parcelas de nuestra vida social y económica.

En primer lugar, el CNIC es un ejemplo de las enormes capacidades de los españoles. Éste es un centro de referencia internacional, que realiza una investigación del alto impacto y que, además, lleva a cabo proyectos de medicina trasnacional realmente pioneros. Y todo ello, por si fuera poco, y como nos ha recordado el doctor Fuster en su intervención, pasando rigurosas evaluaciones de un comité de expertos provenientes de todo el mundo.

Yo soy de los que piensa que en España hay mucho talento, hay mucho empuje y hay mucha ilusión, como podemos ver aquí. Somos la novena potencia científica del mundo si medimos el número de publicaciones de impacto. Los españoles somos capaces de alcanzar las cotas más altas cuando ponemos nuestra inteligencia y nuestro corazón en ello, y no hay barrera que no podamos superar, ni meta que no podamos aspirar a lograr.

Queridos amigos,

España es un país de capacidades, es un país de ambiciones y es un país de oportunidades. Yo creo importante señalar esto tras unos años en los que parece que sólo hemos sabido fijarnos en lo que iba mal y quizá no hemos valorado suficientemente aquellas cosas que sí hacíamos bien, realmente bien; porque la autocrítica, que es muy necesaria, no debe ocultar, como a veces sucede, el justo reconocimiento a las historias de éxito y, sobre todo, a las lecciones que de ellas podemos extraer.

En segundo lugar, este Centro nos enseña que la ciencia es algo intrínsicamente ligado a los retos que afronta la sociedad. La investigación no es algo verdaderamente abstracto y teórico, sino que es una respuesta a las ansias de superación y de conocimiento de los seres humanos. En este Centro se realiza investigación básica, pero también se desarrollan proyectos de medicina que llegan a la salud cotidiana de la gente, y ambos conceptos son necesarios para poder avanzar en el conocimiento científico y, por tanto, para poder ir esbozando soluciones a los problemas que tenemos ante nosotros.

La ciencia es un bien que permea el tejido productivo que está totalmente imbricado en la sociedad. La ciencia es un valor con un tremendo impacto social y económico, y todos sentimos el beneficio del trabajo lento, constante y sacrificado que vosotros, los investigadores, lleváis a cabo; en resumidas cuentas, vuestra función social, el bien que hacéis al conjunto de la sociedad.

Cuando se descubre un nuevo tratamiento médico que puede curar una enfermedad, cuando se investiga otro ejemplo con nuevas formas de energía, que quizás nos hagan vivir de manera más segura o sostenible, o cuando se explora el universo e intentamos comprender los misterios de nuestra existencia, en estas y en otras muchas ocasiones todos comprendemos la importancia de la curiosidad investigadora.

Queridos amigos,

El progreso de la Humanidad ha ido inevitablemente de la mano de avances científicos y tecnológicos, y la generación de conocimiento es esencial para el progreso económico, social, cultural e intelectual de una sociedad. Por eso se creó este Centro y por esta razón yo puedo asegurar que, una vez estabilizada la economía de nuestro país, que se va a estabilizar y pronto, la apuesta por la ciencia, la tecnología y la innovación va a ser clara.

En tercer lugar, quiero decir que este Centro es símbolo de los logros que se pueden alcanzar cuando el sector público y el sector privado cooperan bajo un marco de objetivos compartidos. El CNIC es una institución paradigmática y su modelo de colaboración público-privado está sirviendo de referencia para otros muchos organismos.

La empresa y la Administración, a pesar de que algunos no lo vean así, y desconozco por qué, son dos mundos que se complementan y que no se anulan. Compartimos el objetivo de crear riqueza y bienestar para todos, aunque actuamos en diferentes planos. De hecho, en el campo de la ciencia y de la investigación se puede observar esta comunión de intereses, como pone de manifiesto este Centro.

Yo quiero que hoy renovemos aquí esta alianza y que ambos, Administración y empresas, trabajemos unidos para potenciar el sistema de ciencia en nuestro país. Necesitamos articular un sistema más eficiente y más innovador, lo que va a requerir nuestro impulso conjunto.

Por un lado, la investigación en España requiere una mayor involucración del sector privado. Las empresas pueden aportar una visión mucho más apegada a las necesidades reales de la sociedad y del tejido productivo, y ayudar a canalizar los esfuerzos de los investigadores hacia los retos del presente. Además, si queremos hacer de la ciencia, la investigación y la innovación en España un auténtico pilar de competitividad, es imperativo que la inversión por parte del sector privado alcance los niveles de los países de nuestro entorno. Así que animo encarecidamente a las empresas a que apuesten por la investigación española, a que inviertan en sus proyectos y a que apoyen la magnífica labor que, como este Centro, realizan otros muchos organismos y universidades en nuestro país.

Por otro lado, las Administraciones, y soy consciente de ello, hemos de procurar un entorno adecuado de innovación, una regulación estable, ayudas fiscales y leyes aplicables y previsibles, y debemos asegurar un ambiente óptimo de oportunidades para que los investigadores puedan desarrollar su talento en un marco de libertad, de estabilidad y de compromiso. Y también debemos esforzarnos por hacer mucho más eficiente la estructura del sistema de ciencia, alineando los esfuerzos de todas las Administraciones españolas con los objetivos que persigue la Unión Europea y evitando la dispersión de iniciativas.

Esta estructura del sistema también debe facilitar que las ideas se conviertan en realidad y tenemos que incentivar que la investigación se vuelva innovación, y que la ciencia se transforme en mejoras sociales y económicas. Esta cadena del desarrollo que lleva de la "I" mayúscula de investigación a la "i" minúscula de innovación debe convertirse en una prioridad, pues así potenciaremos el impacto positivo que la ciencia ya tiene en la sociedad.

Queridos amigos,

Ésta es una tarea, y soy muy consciente de ello, que corresponde pilotar a la Administración pero, como ya comenté con anterioridad, no conseguiremos completar esta cadena sin una adecuada participación privada.

Puedo asegurar que se hará sentir el compromiso de este Gobierno con la ciencia y con la innovación. En este año 2014, una vez que la situación del país ha mejorado, un poco al menos, se ha hecho un esfuerzo presupuestario importante en las partidas de I+D+I, que es el mayor desde 2009. Yo aseguro aquí que así va a seguir en el futuro y que las líneas de ayuda del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial continuarán creciendo, como lo han hecho el último año. También planteamos otras medidas, como las bonificaciones a la Seguridad Social para la contratación de personal investigador o los incentivos fiscales a las actividades de I+D que incluimos en la Ley de Apoyo a Emprendedores.

Y ya termino, queridos amigos. La dirección del CNIC por una personalidad de la categoría mundial como es la del doctor Fuster es un privilegio para todos nosotros. Su presencia es garantía de excelencia y de reputación, y, como he podido comprobar en mi visita, el talento llama al talento y el CNIC se nutre de los investigadores más cualificados y sobresalientes.

Este Centro es un orgullo para la ciencia y para España, y este país necesita cosas, y voy a utilizar esa expresión, de la que sentirse orgulloso. Ahora tenemos ante nosotros el reto compartido investigadores, sector privado y Administración Pública de potenciar este Centro, y expandir las lecciones de éxito que aquí encontramos a otros organismos y sectores.

Yo estoy absolutamente convencido de que entre todos lograremos consolidar la ciencia española como un referente internacional y, sobre todo, un pilar del progreso de nuestro país, que es lo que es.

Muchísimas gracias.

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