Intervención del presidente en la conferencia de prensa posterior al Consejo Europeo

24.10.2014

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Presidente .- Señoras y señores, muy buenas tardes y muchas gracias por su asistencia a esta convocatoria.

Como saben, este Consejo Europeo de octubre ha sido el último en el que han participado Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso como presidentes del Consejo y de la Comisión, respectivamente. Quiero comenzar esta intervención agradeciendo a ambos la labor realizada durante su mandato. En tiempos muy difíciles han sabido sortear los obstáculos y hacer frente a los retos que han ocupado la agenda europea durante los últimos años. Bajo su liderazgo, la Unión Europea ha avanzado de forma muy notable en su proceso de integración. Uno y otro han sido grandes amigos de España y a ambos les deseo lo mejor.

Hemos procedido, tal y como disponen los Tratados de la Unión Europea, al nombramiento de la nueva Comisión Europea tras el voto de aprobación del Parlamento Europeo el pasado miércoles. Esta Comisión nace con una legitimidad democrática reforzada. Por primera vez, su Presidente debía ser propuesto de acuerdo con el resultado democrático de las elecciones al Parlamento Europeo. Así lo ha ratificado este Parlamento, que ha aprobado la nueva Comisión por una amplísima mayoría: 423 a favor, 209 en contra y 67 abstenciones. Y ha contado, entre otros, con el acuerdo de los dos principales grupos políticos europeos: Partido Popular y Partido Socialista.

Bienvenida, pues, a la nueva Comisión y a su presidente Jean Claude Juncker. Tiene una importantísima responsabilidad por delante, pero se ha rodeado de un excelente equipo, al que España, por cierto, ha aportado un excelente comisario de Acción Climática y Energía, dos de los retos de presente y de futuro más importantes para España, para Europa y para el mundo. Les deseo mucha suerte y pueden contar desde ahora con el apoyo de mi Gobierno.

En línea con este nuevo ciclo político, este Consejo Europeo constituye un primer paso político de gran importancia, porque marca las líneas estratégicas que deberá seguir la nueva Comisión a partir del día 1 de noviembre. En efecto, el resultado principal de este Consejo Europeo han sido las decisiones tomadas en torno al marco de actuación de energía y clima hasta el año 2030.

En primer lugar, este Consejo Europeo ha fijado la posición de la Unión Europea de cara a las próximas Conferencias, en Lima y París, de Naciones Unidas para el Cambio Climático, en las que se quiere alcanzar un acuerdo sobre reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero. En concreto, hemos acordado para 2030 un objetivo europeo de reducción de emisiones de, al menos, el 40 por 100 respecto de los niveles de 2005; un objetivo europeo de participación de las energías renovables de, al menos, el 27 por 100 obligatorio a nivel de la Unión Europa; y un objetivo europeo de mejora de la eficiencia energética de, al menos, el 27 por 100. Este objetivo es indicativo.

Con estas decisiones Europa asume un claro liderazgo mundial en cambio climático y crecimiento sostenible de cara a las próximas citas internacionales. España está satisfecha con estos objetivos.

En segundo lugar, y esto es muy importante, este Consejo Europeo también ha tomado decisiones muy positivas, particularmente para España. Cuando se inició este debate para este Consejo Europeo, en junio de este año, sólo se plantearon las cuestiones climáticas. España envió una delegación de alto nivel y puso de manifiesto que el tema de interconexiones era crucial para resolver satisfactoriamente estas cuestiones. Se logró que este tema fuese el elemento central de la discusión sobre el Mercado Interior de la Energía y todo ello queda reflejado en las decisiones tomadas, que paso a comentarles.

Primera decisión: este Consejo, por primera vez, ha reconocido que las zonas más aisladas del mercado interior de la energía, como es el caso de la Península Ibérica, tienen dificultades adicionales a la hora de cumplir con los objetivos medioambientales. Por ello, las conclusiones reconocen que para cumplir los objetivos de renovables de la Unión los Estados miembros podrán fijar su planificación en función de su grado de interconexión. Es la primera vez que esta relación entre interconexión y ambición medioambiental se establece en unas conclusiones de un Consejo Europeo.

Segunda decisión: España obtiene una compensación para hacer frente a los costes diferenciales por baja interconexión. Esta compensación se hará efectiva a través de una mayor asignación de derechos de emisión.

Y tercera decisión, y esto es muy importante porque desbloquea una situación estancada desde 2002: por primera vez se dan pasos concretos para resolver la falta de interconexión de los Estados miembros aislados, y se cita expresamente a España y Portugal. Estos pasos son:

1. Se involucra directamente a las instituciones europeas, porque se reconoce que el aislamiento es un problema europeo y no bilateral. En concreto, la Comisión tomará medidas urgentes para garantizar una interconexión mínima del 10 por 100 para 2020 y supervisará el proceso. Además, informará regularmente al Consejo Europeo con el objetivo de llegar al 15 por 100 de interconexión en 2030.

2. - Se impulsan proyectos concretos de interconexión de la Península Ibérica.

- Se reconoce máxima prioridad a los proyectos ya en marcha para que se finalicen, como tarde, en 2020, y ello incluye dos proyectos entre España y Francia, uno de gas y uno de electricidad.

- Se asume la estrategia acordada por los gestores de redes de transporte para desarrollar la interconexión de la Península y se insta a su ejecución. Esta estrategia incluye tres nuevos proyectos de interconexión eléctrica.

- Se considerarán prioritarios y se ejecutarán con rapidez los proyectos adicionales que sean necesarios para alcanzar la interconexión del 10 por 100.

- Y, sobre todo, se involucra a la Comisión en el seguimiento y puesta en marcha de estos proyectos para lograr el objetivo fijado.

3. Por lo que respecta a la financiación, hemos pedido a la Comisión que presente propuestas concretas al Consejo Europeo para garantizar la financiación de estos proyectos.

Todas estas decisiones y pasos que acabo de desgranarles colocan la interconexión entre Estados miembros, en particular de la Península Ibérica, en el centro de la política energética europea. Igualmente, convierten las interconexiones en asunto prioritario para la consecución del Mercado Interior de la Energía. Esto es la primera vez que sucede y, por tanto, salgo satisfecho.

Paso ahora a hablar de las cuestiones económicas. Además del marco 2030, en este Consejo Europeo, y posteriormente en la reunión de líderes de la zona euro, hemos tratado de la situación económica en Europa y de cómo intensificar el crecimiento y la creación de empleo.

España, tras un período muy difícil, que ustedes conocen muy bien, y de importantes reformas en su economía, está creciendo y está creando empleo. Los últimos datos lo corroboran. La EPA del tercer trimestre confirma la tendencia del último año de creación de empleo y de reducción de paro. Se ha producido la mayor caída del paro en un tercer trimestre desde que existen estadísticas: 195.200 personas. En el último año el paro cae en más de medio millón de personas: 517.500, exactamente. El dato de creación de empleo es también muy bueno: el número de ocupados sube y en el último año ha aumentado en 274.000 personas.

Y ayer también el Banco de España anticipó que el crecimiento del tercer trimestre de este año sería de un 0,5 por 100, en línea con las previsiones del Gobierno. Se confirma, así, el quinto trimestre consecutivo de crecimiento económico.

Dicho esto, saben ustedes también que el crecimiento en la Unión Europea, nuestro principal socio comercial, se está debilitando y eso no es bueno; no lo es para ellos, pero tampoco lo es para España. Por ello, en este Consejo hemos impulsado medidas que estimulen el empleo, el crecimiento y la competitividad, en línea con la Agenda Estratégica que acordamos en junio y con el liderazgo de la nueva Comisión. En concreto, hemos apoyado la iniciativa del nuevo Presidente, el señor Juncker, de movilizar trescientos mil millones de euros en inversiones públicas y privadas en los próximos tres años y también hemos apoyado los pasos concretos, que ya se están dando, para tener identificados proyectos en diciembre de este año.

España está trabajando ya para definir sus proyectos; ya hay en marcha un grupo de trabajo interministerial para ello. Además, como ustedes recordarán, aprobamos en junio de este año un plan de medidas para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia que aprovechaba al máximo los recursos disponibles, especialmente los fondos europeos. El objetivo de este plan era, precisamente, intensificar la recuperación a través de iniciativas de inversión pública y privada, y, por tanto, son medidas que encajan en la iniciativa Juncker. Además, queremos aprovechar esta iniciativa para financiar interconexiones energéticas en línea con los resultados de este Consejo.

Paso ahora a los asuntos internacionales. Las discusiones sobre estos asuntos se han centrado en dos cuestiones: la crisis del ébola y la situación en Ucrania.

En cuanto al ébola, quiero recordarles que este asunto se introdujo ya en la agenda del Consejo Europeo de agosto, a iniciativa española. La epidemia de ébola supone una emergencia sanitaria de primer orden, que afecta a la salud de miles de personas y que tiene un impacto directo en la política, la economía y la seguridad de nuestros vecinos africanos.

Para hacer frente a la actual crisis, además de tomar las medidas oportunas en cada uno de nuestros países y en el ámbito europeo, es fundamental atacar el problema sobre el terreno en los países directamente afectados. Bajo el liderazgo de Naciones Unidas, en este Consejo Europeo hemos acordado fortalecer nuestra coordinación e incrementar el esfuerzo financiero y sanitario. En este sentido, hemos nombrado al comisario de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, como coordinador europeo para el ébola.

En el plano financiero, la Unión Europea y sus Estados miembros ya habíamos comprometido unos seiscientos millones de euros y ahora hemos acordado incrementar nuestro esfuerzo hasta mil millones.

En cuanto a Ucrania, el Consejo Europeo ha reiterado que la clave es alcanzar una solución política basada en el respeto a la integridad territorial y a la soberanía ucranianas. Las elecciones legislativas nacionales del próximo domingo son un hito relevante en el necesario proceso de reformas políticas y económicas que en Ucrania deben acometerse sin falta.

Asimismo, los Estados miembros hemos dejado meridianamente claro que la convocatoria electoral de las autoproclamadas Autoridades de Donetsk y Lugansk no tiene ningún valor y su resultado no será reconocido, por ser ilegal.

En resumen, salgo muy satisfecho de este Consejo. Hemos conseguido convertir el asunto de las interconexiones en una prioridad de la Unión Europea y compromisos concretos sin resolver esta cuestión que lleva bloqueada demasiado tiempo. Con ello no sólo se atiende a una justa reivindicación española y portuguesa, sino que se sientan las bases de una unión energética en Europa, que procurará una energía más segura, más limpia y más asequible para los ciudadanos y las empresas.

Muchas gracias por su atención. Adelante, estoy a su disposición.