Conferencia de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros

Pedro Sánchez hace balance de su Gobierno

28.12.2018

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Buenas tardes a todos y todas. Felices fiestas, feliz año nuevo, feliz 2019.

Como saben, comparezco ante los medios de comunicación por dos motivos. El primero de ellos, para dar cuenta de los acuerdos alcanzados hoy en el Consejo de Ministros. El segundo, para hacer balance de la labor del ejecutivo en estos siete meses de vida.

El pasado 31 de mayo, en el debate de la moción de censura, me comprometí a impulsar un proyecto que definí entonces antes las Cortes Generales, como un proyecto progresista y europeísta, feminista y ecologista.

Primero, un proyecto progresista, ya que los desafíos que tiene por delante España, -el sostenimiento de nuestro crecimiento económico, la igualdad, la cohesión social y territorial, el empleo, la dignidad laboral, la dignidad salarial, la era de la digitalización, el cambio climático, la migración, la convivencia territorial (por citar los más relevantes), exigen de un determinado impulso reformista, modernizador, tras 7 años de parálisis y desidia.

El progreso nunca se logró caminando hacia atrás, como proponen algunos. Sino avanzando. Y este Gobierno avanza, y junto a él avanza el conjunto de la sociedad.

Un proyecto también europeísta. Que aspira a fortalecer la otra patria de los españoles que es Europa. La Unión es símbolo para nosotros de democracia, libertad, de fraternidad y prosperidad. Una Europa hoy amenazada por fuerzas extremistas que, desgraciadamente, también han encontrado eco social en nuestro país.

El compromiso europeísta se refleja de muchas maneras, y haré referencia a ellas en mi intervención, pero si quería concretarlo en la transposición de 33 directivas en poco más de seis meses de acción del Gobierno en las Cámaras. En algunos casos de directivas europeas que venían siendo retrasadas desde hace muchos años.
Y junto a ello: un proyecto feminista. Feminista y orgulloso de lo que esta causa representa. Que incluye algo que no es menor para la proyección internacional y el prestigio de este país, como es el tener el gabinete con mayor número de mujeres de toda la OCDE. Un Gobierno que se fija como causa la igualdad real entre hombres y mujeres, en todos los ámbitos, mejorando la seguridad de las mujeres hoy amenazada por la violencia machista, contra la que no cabe ninguna banalización en el discurso político.

Un proyecto también al servicio de la convivencia. Que aspira a fortalecer nuestra cohesión territorial. Consciente de que la diversidad territorial es un activo, nunca un demérito de nuestro país. Que es una fuente de riqueza, no un freno a la prosperidad de nuestro país. El Gobierno siempre va a reivindicar el diálogo frente a la confrontación y el respeto a nuestra Constitución frente a cualquier intento de vulneración.

Este Gobierno se reivindica como un Gobierno constitucionalista. Pero con una mirada amplia y no estrecha de la Constitución Española.

Y en este punto quiero ser rotundo y claro, especialmente, en este año que terminamos y en el que hemos celebrado el 40 aniversario de la Constitución española. La Constitución no es patrimonio de ninguna ideología ni de ningún partido político, es patrimonio de cada uno de los hombres y mujeres que formamos España.

Y también este es un Gobierno que hace política desde la moderación. Porque ninguno de los problemas que tiene nuestra sociedad se ha resuelto nunca desde la crispación. Y sí desde el sentido común y la moderación.

El Gobierno, en siete meses, ha hecho más por la justicia social, la regeneración democrática y la modernización de nuestra economía que el anterior Gobierno en siete años.

En 2018 hemos demostrado que otra España es posible. Y en 2019 estoy convencido que se consolidará el cambio producido tras la moción de censura.
Y quiero detenerme en este punto. La moción de censura. La primera que prospera en nuestra historia democrática. Una moción que supuso la censura a un Gobierno más preocupado por defender sus intereses ante los tribunales que por defender los intereses de la mayoría social de nuestro país.

Una moción que supuso un revulsivo regenerador de nuestra democracia. Con un Gobierno que gobierna con el parlamento. No contra el parlamento, como ocurría hasta hace poco más de 7 meses. Aprobando leyes y normas con amplios consensos, como ustedes saben. Levantando vetos anteriores que bloqueaban una legislación que era buena y positiva para la mayoría social de nuestro país.

En definitiva, el triunfo de la moción de censura representó un ejemplo de salud democrática y de madurez de nuestro marco constitucional. No sólo al arbitrar un cambio de gobierno en pocos días, desde una absoluta normalidad constitucional. Sino al propiciar la apertura de un nuevo tiempo de regeneración democrática, de estabilidad social y económica.

Quiero subrayar el propósito de este Gobierno al apelar a la estabilidad. Porque España necesita estabilidad y no el desorden que propugnan algunos, la oposición me refiero.

Como les decía, en siete meses el Gobierno ha hecho más por los asuntos que preocupan a los ciudadanos, que el anterior en 7 años.

Un Gobierno que avanza, con paso firme, determinado, en sus tres ejes de acción: el primero la regeneración democrática, el segundo, la modernización económica, y el tercero el fortalecimiento de la cohesión social.

En el primero de esos grandes objetivos, el de la regeneración democrática, cabe situar medidas como algunas de las que he comentado antes: el levantamiento, por ejemplo, del veto del gobierno a 60 iniciativas parlamentarias; el cumplimiento de la Ley y las resoluciones del Congreso, como la exhumación del dictador, cuyo procedimiento administrativo está ya en sus últimos pasos; el impulso de dos reformas constitucionales que ustedes conocen, la primera vinculada con la limitación de los aforamientos para diputados y diputadas, y la segunda la modificación del artículo 49 de nuestra Constitución, que es una de las largas demandas planteadas por el colectivo de la discapacidad en nuestro país. O también el desarrollo de la Ley de Transparencia con la publicación de los bienes de más de un millar de altos cargos de esta administración y la anterior.

Regeneración democrática es también velar por la mejora de nuestra convivencia, como hacía referencia antes, fortaleciendo nuestro Estado autonómico. En este sentido hemos celebrado, yo personalmente, una reunión con todos los presidentes de todas las comunidades autónomas, los presidentes de las ciudades autónomas y con el presidente de la FEMP, en estos poco más de 7 meses. Con todos ellos, hemos impulsado, a raíz de esas reuniones bilaterales, agendas territoriales en múltiples ámbitos, vinculado sobre todo a las inversiones, que es en muchas ocasiones el denominador común de las reuniones que he mantenido, y activando, también, las comisiones bilaterales recogidas en los Estatutos de Autonomía.

En concreto, con la Generalitat de Cataluña, se ha activado la Comisión Bilateral que lleva 7 años sin reunirse, y que forma parte del Estatuto de Autonomía. Y donde hemos abordado medidas concretas para la vida real de los catalanes, vinculadas con los servicios públicos, infraestructuras y, también, medidas para el empleo y el cumplimiento de sentencias del Alto Tribunal.

También hemos reactivado la Comisión Mixta de Transferencias con el Gobierno vasco, que ya ha hecho efectivos traspasos en diversos ámbitos con el Gobierno de Euskadi.

Se ha fortalecido el Estado autonómico, con la celebración, hasta la fecha, de 42 conferencias sectoriales con las comunidades autónomas. Y la comparecencia en el Senado, por primera vez en 10 años, del presidente del Gobierno.

El Gobierno, por cierto, rinde cuentas: en siete meses, he comparecido en cinco ocasiones ante las Cámaras. Además de las comparecencias de los ministros y ministras durante este periodo de sesiones.
Y, finalmente, hemos acercado el Consejo de Ministros a los distintos territorios. Este año, hemos celebrado Consejos en Sevilla y Barcelona. Y les anuncio que el año que viene también se celebrarán en Extremadura, Mérida, y en la Comunidad Valenciana, en Alicante en concreto.

Junto a la necesaria regeneración, la imprescindible modernización de nuestra economía para garantizar un crecimiento económico sostenible. Activando algo muy importante para este Gobierno como es el dialogo social. Y abordando reformas largamente pospuestas.

Permítanme recordar, en este contexto, algunos datos que reflejan tanto el buen comportamiento de nuestra economía en este año, como las previsiones favorables que se han hecho públicas para el año próximo.

De cara al año 2019, el consenso de los principales analistas estima que el PIB crecerá este año 2,6%, en 2018, y 2,2% el que viene. La tasa de paro cerrará el año en un 15% y en un 13% en 2019. Es verdad que en términos relativos estas cifras continúan siendo absolutamente inaceptables, sobre todo cuando hablamos de tasas de desempleo vinculadas con colectivos como las mujeres o también los jóvenes. Pero en todo caso estamos en la buena senda, en el camino de reducir sustancialmente la tasa de desempleo y homologarnos a la media europea que es el principal objetivo de este Gobierno.

En cuanto al déficit público, es decir, el saneamiento de las cuentas públicas, al cierre del tercer trimestre, las cifras de ejecución presupuestaria señalan que: el déficit conjunto de las administraciones públicas, excluyendo las administraciones locales, se situó en el 1,07% del PIB en el mes de octubre (0,67 puntos porcentuales menos que el año anterior). Esto si demuestra algo es el compromiso del Gobierno de España para con la consolidación fiscal y el saneamiento de las cuentas públicas.

Las administraciones públicas registran un superávit primario de 3.178 millones de euros (por primera vez desde el inicio de la crisis), frente a un déficit de 2.113 millones a estas alturas del año pasado.
El déficit además se está reduciendo sin necesidad de desatender las necesidades de gasto público, porque nace del buen comportamiento de la recaudación, que crece al 6,3% interanual frente a un incremento de los gastos del 4,2%.

En cuanto a las cifras de crecimiento del PIB se mantiene el pulso en la segunda mitad del año. España lidera el crecimiento entre las principales economías europeas. En el tercer trimestre (último dato disponible), el PIB de España creció un 0,6%, frente al 0,4% en Francia, -0,1% en Italia y -0,2% en Alemania. Para que sepamos también poner en contexto cual es la dinámica y la fortaleza del crecimiento económico de nuestro país.

Todos los indicadores apuntan a que España volverá a repetir o incluso mejorar este buen desempeño en el cuarto trimestre de 2018 y, presumiblemente también, en el primero de 2019. Según la Comisión Europea, España crecerá más que Francia, más que Italia, más que Alemania y más que el promedio del área euro. Tanto en 2018, como en 2019 y en 2020.

Estas cifras además se ven respaldas por la positiva evolución tanto de la inversiones extranjeras y como las exportaciones españolas.

La inversión extranjera directa, que es al final el sinónimo de la confianza en el potencial de nuestra economía se incrementó un 88,4% en los tres primeros trimestres de este año. Un dato a mi juicio muy esclarecedor de cómo nos ven desde fuera y de las positivas potencialidades de nuestro país.

Las exportaciones españolas de mercancías subieron un 5% en el periodo junio-octubre de 2018 respecto al mismo periodo del año anterior y alcanzaron los 118.383 millones de euros.

En términos de empleo, el promedio de afiliados entre junio y noviembre de este año es de 18,9 millones de personas. El año pasado fue de 18,4. Es decir: hay, de media, medio millón de personas más trabajando que el año pasado durante estos meses.
En los últimos doce meses, el número de afiliados a la Seguridad ha crecido en 527.868 personas, a un ritmo de 2,9% interanual. Y el paro ha disminuido en 221.414 personas, a un ritmo del 6,4% interanual.

El número de afiliados a la Seguridad Social, --y a mi este dato me parece que es muy ilustrativo de la buena marcha de nuestra economía--, es el más alto en un mes de noviembre desde 2007, y se sitúa en 18.945.624 personas. El paro se redujo en 26.258 personas en términos desestacionalizados.

Permítanme singularizar dos colectivos de forma concreta: mujeres y jóvenes.
En los últimos doce meses, el número de afiliados a la Seguridad Social ha crecido en 527.868 personas, de las que 261.406 son mujeres. En el promedio de los meses de junio a noviembre de 2018, frente al mismo periodo del año anterior, han encontrado empleo 545.700 personas, de las que 259.400 son mujeres.

En los últimos doces meses, han encontrado empleo unos 106.000 jóvenes (de 16 a 29 años). En el promedio de los meses de junio a noviembre de 2018, frente al mismo periodo del año anterior, han encontrado empleo unos 111.000 jóvenes. Es decir, que, en el promedio de junio a noviembre de 2018, hay más jóvenes trabajando que en ningún otro momento desde 2011.

Y yo creo que son datos muy ilustrativos de la potencia del crecimiento económico y de la creación de empleo en nuestro país.

Con estos datos, en consecuencia, las previsiones que menaje el Gobierno para este año y el próximo año en términos de creación de empleo son de 800.000 nuevos puestos de trabajo.

Durante estos siete meses, el Gobierno ha actuado reforzando el dialogo social. Ofreciendo estabilidad y garantizando certidumbre política y social para consolidar el crecimiento.

Quiero hacer una mención específica al acuerdo alcanzado hoy para mejorar la protección de los trabajadores autónomos. El Gobierno cumple con un sector fundamental, que desgraciadamente ha sido abandonado durante 7 años por la anterior administración.

Hoy damos un paso crucial para que los trabajadores autónomos tengan la protección social que merecen. Con este acuerdo, en primer lugar se mejora la protección de la actividad de los trabajadores y trabajadoras autónomos para todas las contingencias previsibles, ya sean comunes o profesionales. En segundo lugar, se duplica la duración máxima de la prestación por cese de actividad. Y en tercer lugar, se crea una prestación adicional consistente en el pago de la cotización, cuando el autónomo esté en situación de incapacidad temporal, desde el día 61 de la baja.

Con estas medidas, España se sitúa a la cabeza en el entorno europeo en cuanto a la cobertura al colectivo de los trabajadores y trabajadoras autónomos que en nuestro país superan los 3 millones de personas.

Modernizar la economía es fortalecer nuestros mecanismos supervisores, también a la luz de las conclusiones de la Comisión Parlamentaria, con la creación de la Autoridad Macroprudencial, un organismo independiente y transversal que refuerza los sistemas de alerta temprana ante futuras crisis financieras.

Modernizar la economía es apostar por sectores estratégicos, como es la agricultura y como es la pesca. En este sentido el Gobierno luchará por una PAC y unos fondos de cohesión fuerte en la negociación que se abre en los próximos meses en Bruselas.

Modernizar la economía también es creer en nuestro sector cultural. En este sentido, hoy mismo, el Consejo de Ministros da yo creo que un gran paso adelante en este sector, en el sector cultural, con la aprobación del Real Decreto-ley de medidas sobre creación artística y cinematográfica. Atendemos una reivindicación histórica para garantizar que los profesionales de este sector tengan condiciones laborales dignas, entre ellas, se consigue compatibilizar la pensión de jubilación con la creación artística. Saben ustedes que este ha sido uno de los elementos de reivindicación de buena parte del sector cultural a lo largo de estos últimos años.

Y junto a la cultura, modernizar la economía es apostar también por la ciencia y la innovación: hemos aprobado una dotación de 100 millones de euros para financiar 500 proyectos impulsados por pymes, empresas tecnológicas y jóvenes emprendedores; e incrementado en un 15% respecto a 2017 la convocatoria de ayudas por parte de la Agencia Estatal de Investigación. Y también, entrando de lleno en el ámbito del empleo juvenil, hemos aprobado, con el diálogo social y el acuerdo de los agentes sociales, un Plan de Empleo Juvenil donde vamos a movilizar de aquí a tres años 2.000 millones de euros para rebajar la tasa de desempleo juvenil en diez puntos.

Y junto a ello, un plan por el empleo digno, que aprobamos nada más entrar en el Gobierno. Apoyado por los agentes sociales y que ha permitido convertir en 7 meses 50.000 puestos de trabajos en indefinidos.

Modernizar nuestra economía es adaptar nuestro sistema educativo a las exigencias de la era digital. Impulsar la formación profesional, que saben ustedes que es una de las demandas largamente sostenidas por los agentes sociales, y también remitir a las Cortes el proyecto de Ley de mejora de las condiciones para el desempeño de la docencia y la enseñanza no universitaria. Es el primer paso para terminar con la masificación de las aulas o los retrasos en la cobertura de bajas de docentes. Y hemos actuado con decisión en materia de becas, para revertir los peores recortes de la etapa anterior.

Hemos apostado, entrando en el ámbito de la transición ecológica, porque esa transición ecológica sea justa, sentando las bases de un futuro próspero, creando oportunidades para las comarcas afectadas, que este Gobierno no olvida, al contrario, quiere crear oportunidades. Impulsando también el autoconsumo y, como saben, la eliminación del Impuesto al Sol.

Con la recuperación del Ministerio de Industria, apoyamos la reindustrialización de nuestros país, con el Plan Reindus, dotado con 400 millones de euros, con el que queremos situar a nuestro país en la media de nuestro entorno en cuanto a peso de la industria en su PIB, que ahora mismo está por debajo del objetivo de la UE, que es del 20%.

Hemos puesto en marcha líneas de inversión de en torno a 80 millones de euros para financiar proyectos de creación de empleo en el marco del reto demográfico y también de la despoblación.

La pasada semana, saben ustedes, en el Consejo de Ministros de Barcelona, adoptamos la mayor subida del salario mínimo en más de cuatro décadas: 22,3% de incremento, hasta los 900 euros y más de 2,5 millones de trabajadores y trabajadoras que se verán beneficiados de esta medida a partir del 1 de enero.

El Gobierno también ha desarrollado iniciativas creo que relevantes en el ámbito de la movilidad y las infraestructuras. Muchas de ellas ustedes las conocen pero me parece importante volver a recordarlas: resolución de los contratos de concesión de explotación de autopistas de peaje. Las bonificaciones al transporte de residentes de Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. El impulso del Contrato Administración General del Estado con Renfe: casi 10.000 millones de euros, con un horizonte temporal de una década y con una apuesta decidida por la movilidad y la mejora de los servicios de cercanías.

Y en materia fiscal, hemos actuado con rapidez ante las consecuencias de un pronunciamiento judicial que obligaba a los ciudadanos a asumir el pago del impuesto de las hipotecas.

No quiero dejar de mencionar el fortalecimiento de la función pública. En estos meses, hemos adoptado decisiones claves en el ámbito del sector público: la mayor oferta de empleo público en una década, con más de 30.000 plazas. Revertiendo recortes en materia de incapacidad temporal para los empleados públicos. El acuerdo alcanzado para la equiparación salarial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y la celebración de la Mesa de retribuciones de las carreras judicial y fiscal, que no se celebraba desde hace 15 años. Por último, la subida salarial de los funcionarios del 2,25% en 2019. A los que podría sumarse otra parte variable del 0,25% ligada a la evolución del PIB y otro 0,25% procedente de fondos adicionales. Todo ello, insisto una vez más, desde el acuerdo y el diálogo con las organizaciones sindicales.

Por tanto, regeneración. Modernización de la economía. Y el tercer eje, redistribución del crecimiento. Es decir, fortalecer nuestra cohesión social y territorial y luchar contra un de las principales lacras de nuestro país, que es la desigualdad. No hay crecimiento sin distribución, cohesión ni movilidad social. Y yo creo que hoy damos un paso de enorme calado en esta labor.

Hemos aprobado en este Consejo de Ministros la revalorización de pensiones por encima del IPC, tanto para 2018 como para 2019. Complementada con la previsión para la actualización, regularización y abono de las prestaciones correspondientes al ejercicio 2018. Es decir, en este mismo año 2018, el incremento de las pensiones se sitúa en el 1,7%, incluyendo la paga adicional del 0,1% para equiparar las pensiones al IPC de este año.

Para el año 2019, la subida será del 1,6%, por encima de las seis décimas de la previsión del IPC para ese ejercicio. Es decir, habrá una ganancia de poder adquisitivo frente a años de merma constante por efecto del sistema anterior de cálculo.

El Gobierno también asume igualmente el compromiso de incrementar las pensiones mínimas en un 3% para el año 2019, (por tanto un 1,6% de media y un 3% para las pensiones mínimas en 2019) y se va a elevar también la base reguladora de las pensiones de viudedad en un 4% durante el año 2019, dando cumplimiento, por tanto, a la Ley de Seguridad Social. La sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones requiere diálogo, no más imposiciones como la última reforma que se planteó por la mayoría absoluta de la anterior administración. Y por eso, el Gobierno, en el Real Decreto, se mandata a sí mismo y a los actores sociales para forjar un acuerdo que permita la sostenibilidad del sistema público de pensiones y que esa sostenibilidad no vuelva a implicar nunca más el sacrificio de los jubilados. Es decir, se pone fin, de este modo, a un periodo de merma de poder adquisitivo y empobrecimiento de nuestros pensionistas.

Dignificar nuestras pensiones es cohesionar nuestra sociedad. Y sentar las bases para que la pobreza no se extienda entre quienes, por trabajo y dedicación a lo largo de su vida, tienen menos herramientas para luchar contra el encarecimiento del nivel de vida.

Las pensiones son para este Gobierno un derecho de ciudadanía, y no una mercancía con la que hacer negocio.

Hoy, también, hemos adoptado el compromiso de presentar un nuevo modelo de protección por desempleo asistencial, en los cuatro primeros meses de 2019. Junto a ello, y con el objetivo de asegurar la cobertura hasta la adopción del nuevo modelo de protección, se elimina el carácter temporal del subsidio extraordinario de desempleo.

En materia de igualdad, hemos cumplido con lo marcado en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Hemos modificado la Ley Integral contra la Violencia de Género para mejorar la asistencia en los procesos judiciales. Y puesto en marcha el Consejo Asesor para la revisión de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Hemos puesto en marcha, como saben ustedes también, al inicio de este mandato el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, el programa de vacaciones escolares para los niños y niñas en situación de pobreza durante el verano y, en este mismo eje de actuación, quiero también referirme a algo que hemos aprobado hoy en el Consejo de Ministros y que es importante porque era un compromiso personal que yo tenía con el colectivo: el Anteproyecto de Ley de protección integral frente a la Violencia contra la Infancia, que el Gobierno aprueba hoy. Es un anteproyecto que incorpora la edad como una agravante genérica. Se amplía el tiempo de prescripción de los delitos más graves. Se endurecen las condiciones para el acceso al tercer grado de clasificación penitenciaria, a la libertad condicional y a los permisos penitenciarios. Se crean nuevos tipos delictivos para evitar la impunidad de conductas realizadas a través de medios tecnológicos y de medios de comunicación. Y se van a establecer programas específicos para los internos condenados por delitos relacionados con la violencia contra la infancia y la adolescencia, para combatir la reincidencia, así como el seguimiento para la concesión de permisos y la libertad condicional.

Fortalecer también la cohesión social es eliminar trabas por VIH, por diabetes, por psoriasis o por celiaquía para el acceso a la función pública; hay más de siete millones de españoles y españolas que recuperan sus plenos derechos con esta medida que adoptó hace escasas semanas el Consejo de Ministros.

Hemos incrementado, como decía antes, la base reguladora de las pensiones de viudedad para personas de 65 años o más.

Y hemos devuelto a la Sanidad Pública su carácter universal. Y también hemos garantizado el derecho a la reproducción asistida en el sistema sanitario público a mujeres solas y lesbianas.

Adoptamos también medidas contra la pobreza energética como el incremento del bono social.

Y en la misma línea, creamos el bono social térmico para proteger a los consumidores, o la suspensión del impuesto del 7% sobre el valor de la producción de la energía eléctrica.

Recuperamos el Programa de Activación del Empleo. Y hemos impulsado medidas urgentes para mejorar, como saben ustedes, el acceso a la vivienda y favorecer el alquiler asequible, aumentado de 3 a 5 años la duración de los contratos de alquiler.

He hecho una mención muy esquemática a las principales medidas adoptadas en estos siete meses en materia de regeneración democrática, modernización económica y cohesión social.
Un periodo en el que, el Gobierno ha querido fortalecer su presencia exterior en un momento clave en diversos ámbitos.

España creo que ha vuelto al escenario internacional. Hemos sido activos en la Unión Europea, en América Latina, recuperando presencia en países hermanos que desde hace más de 30 años no contaban con la presencia de la presidencia del Gobierno, como Cuba; en Naciones Unidas comprometiéndonos con soluciones multilaterales, como con la Agenda 2030, las migraciones o el cambio climático; en el G-20, así como con nuestros países vecinos en el Mediterráneo y el Sahel. Y contribuyendo a la relación transatlántica de seguridad. Hemos recibido numerosas visitas, entre ellas visitas importantes para nuestro país en términos económicos y comerciales como las del presidente de la República Popular China y la del primer ministro japonés.

No quiero dejar de mencionar el orgullo que como presidente del Gobierno y español me produce el desempeño de nuestras Fuerzas Armadas en el exterior. Con las que ayer, por cierto, tuve ocasión compartir reflexiones, de reunirme en Mali, en el corazón del Sahel, que es, en definitiva, la frontera avanzada de la Unión Europea.

Regresando a Europa, el Gobierno colabora estrechamente con la Comisión Europea, el Consejo y los demás Estados miembros con el fin de articular los planes de contingencia a nivel europeo en caso de un Brexit no acordado.

Quiero trasladar un mensaje de tranquilidad a los españoles residentes en el Reino Unido y a los británicos residentes en España: sus derechos se preservarán sea cuál sea el escenario.

También indicarles que los planes de contingencia y toda la información se dará a conocer a principios del mes de enero. Pero permítanme adelantarles que estos trabajos están muy avanzados y que contemplan: medidas normativas, dirigidas fundamentalmente a garantizar el mantenimiento de los derechos adquiridos por los ciudadanos británicos y españoles, condicionado a que nuestros ciudadanos reciban el mismo trato en el Reino Unido, y también a proteger las relaciones comerciales en curso.

Estas medidas se adoptarán a través de un Real Decreto-ley, que será presentado a principios de febrero a más tardar.

Por otro lado, los planes de contingencia contemplan las necesidades de medios materiales y personales, fundamentales en ámbitos especialmente relevantes como el relativo a controles aduaneros y asociados también para el comercio con terceros países, como lo sería el Reino Unido. Se han identificado los puntos de control críticos y las necesidades de refuerzo por parte de la administración.

En tercer lugar, el Gobierno ha desarrollado y continuará desarrollando una importante labor informativa a los diferentes sectores de la sociedad y economía española afectados.

En resumen, y con esto termino: regeneración moral y política, modernización de la economía, fortalecimiento de la cohesión social. Estos son los tres ejes sobre los que hemos desplegado toda nuestra actuación durante estos primeros siete meses. Ejes que continuarán definiendo nuestra acción en 2019.

Fíjense: en siete meses, el Gobierno ha subido el salario mínimo, ha recuperado la universalidad de la sanidad, ha revertido los recortes educativos, ha impulsado el pacto contra la violencia de género, ha revalorizado las pensiones, ha reconocido nuevos derechos a los trabajadores y trabajadoras autónomos. En siete meses, España ha cambiado a mejor y el 2019 se va consolidar ese cambio.
Les decía al principio de mi comparecencia que cuando un Gobierno avanza, avanza la sociedad. Esto es lo que está haciendo el Gobierno de España. El Gobierno avanza y junto al Gobierno avanza el conjunto de la sociedad española.

Así que quedo a su disposición de sus preguntas y termino como empecé, deseándole las mejores fiestas posibles y el mejor 2019 a todos y cada uno de ustedes.

(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)